Sasuke creyó que las cosas se normalizarían para él, casi inmediatamente después de lo sucedido en esa tarde lluviosa. Todo el pesar que había estado sintiendo se desvaneció, tal vez lo único que necesita era desfogarse como lo había hecho.
Esa era la excusa que puso, para permitir que Naruto hiciera todo eso y no reclamarle de la forma habitual. Se odiaba por haber bajado así la guardia, se odio por mostrarse así en frente de él. Débil, patético y llorón.
Y llego otra vez esa duda.
“Por qué siempre tenía que ser él”
Él que hacía que se enojara, él que lo molestaba hasta hartarlo, él que no lo dejaba en paz, él que le metía pelea cada nada, él que hacia poner su paciencia al límite, y… él único con quien peleaba de esa manera, él único con el que mantuvo un lazo después de tantos años, él que siempre le mostraba esa sonrisa, él que siempre estaba ahí sin que nadie se lo pidiera, él… siempre era él.
Maldición no sabía que pensar, que significaba todo esto. No tena idea, por primera vez tenia no tenía una razón para todos estos acontecimientos.
Y agregando a todo esto, después de la gran vergüenza de esa noche, quería evitar lo más posible toparse con ese idiota. Todos esos pensamientos empezaron a abrumarlo esa tarde después de ese desayuno. Luego le vino a la mente lo que le propusieron esta mañana.
-No me gusta la idea de que vivas solo- hablo Iruka, al mismo tiempo Naruto y Naruko se pusieron tiesos, con un sudor frio recorriendo por su cuerpo.
-Pero no creo que aceptes vivir con nosotros- continuo, y los dos rubios volvieron a respirar- Además estoy seguro que puedes manejar la casa tu solo, a comparación de Naruto…-
-Iruka, eso….- hablo el rubio.
-Pero – ignoro el comentario- Aun así no creo que sea mala idea que pases al almorzar con nosotros después de la escuela, ¿Qué dices?-
Tanto Naruko como su primo aguardaron en silencio, ambos por diferentes motivos.
-Lo siento no creo que pueda-
Volvieron a soltar el aire que contuvieron.
-Bueno que se le va a hacer- se rindió Iruka. Después de terminar de comer todos se retiraron, dejando solo al moreno.
Había logrado negarse a la petición de Iruka, pero aun tendría que lidiar con la presencia del rubio en la escuela.
. . .
Toda la mañana y parte de la tarde Naruko se puso a pensar algo, tal vez no sería mala idea que Sasuke los acompañara a comer después de todo. Para lo que había planeado, necesitaba observarlo un poco más. Después de lo sucedido esa tarde –algo que no estuvo previsto-, puede que cambie su personalidad; y aunque sea un simple cambio sutil, necesitaba vigilarlo.
-Me acabo de acordar, he olvidado uno de los manteles que lleve para la comida. Ni modo, tendré que ir a recogerlas a la casa de Sasuke- les dijo a Iruka y Naruto dirigiéndose a la puerta.
-Si quieres te puedo acompañar- se ofreció el rubio.
-No es necesario- dijo tajante cerrando la puerta rápido.
Casi corriendo se apresuró por llegar a la puerta, se puso seria y toco el timbre.
-Si…- dijo una voz desganada desde el otro lado.
-Lo siento, creo que olvide algo- entro sin pedir permiso.
El moreno la miro algo confundido.
-Ordene todo, no vi nada que te pudieras haber olvidado- dijo tajante, no estaba de humor para lidiar con nadie.
-Si, si. Solo era una excusa-
-Explícate…- la miro frio.
-Bueno…, quisiera en verdad que fueras a almorzar –
-Ya me negué-
-Si pero pensaba que cambiarias de opinión, si…-hizo su típica pausa dramática.
-Habla…-dijo harto.
-Bueno, solo se me presento la oportunidad y la tome.-
-Ya deja de actuar así, si vas a decir algo solo dilo-
-Ok, ok. Resulta que tome una foto en el campamento que tuvimos; de cierta noche helada-
-Y que tiene que tomes fotos…-de pronto se calló cuando vio la foto que estaba mostrándole en su celular.
-Esa fue una noche muy fría no lo crees- agrego.
El moreno permaneció tieso, con la mirada fija en la pantalla.
Y la verdad de todo esto era la misma que explico. Naruko se había levantado esa noche por que tenía la garganta seca, y necesitaba algo caliente así que se fue hacia una máquina expendedora, estaba acostumbrada el frio en Canadá, así que salir en medio de la noche no le vino ningún problema. Solo tenía que cruzar unos pasillos a la intemperie y pasar por la parte trasera de los dormitorios de varones, y así llegaría al comedor donde estaba la máquina.
Pero al pasar por la ventana del dormitorio le entro curiosidad por como estaría su primo con este frio, seguro estaría temblando como los primeros días que estuvo en Canadá; quería reírse en su cara después. Así que decidió que daría un vistazo rápido y sacaría una foto.
Pero la ventana por donde quería mirar era más alta de lo esperado, así que la única opción que tenía para no perder tiempo, ni hacer mucho ruido era sacar la foto levantando su brazo lo más que podía.
Saco unas cinco fotos para asegurarse que no todas estuvieran borrosas o desenfocadas. Cuando termino se fue feliz hacia la máquina, pidió un chocolate caliente y empezó a ver las fotos.
No pudo evitar escupir un poco de su chocolate cuando vio la foto, de verdad había sucedido eso, no era un mal efecto de la cámara. No, no podía ser eso. Pero la foto en verdad era muy… rara, Sasuke acurrucado a un lado de Naruto, en el mismo futon. Era buena idea mostrársela a su primo, o sería mejor usarla para otra cosa.
Obviamente eligió lo segundo.
-Borra esa foto- reacciono al fin el moreno, estaba furioso pero con un claro enrojeciendo en sus orejas.
-No lo hare-
Sasuke intentó quitarle el celular pero Naruko se movía más rápido.
-Aunque borres la foto de mi celular, la tengo guardada en mi computadora y en la nube- dijo tranquila.
-Que quieres…-hablo molesto.
-Ya te lo dije, quiero que vayas a almorzar con nosotros-
-¡¿Que?!, eso no tiene sentido, porque querrías algo así- dijo confundido.
-Las razones no necesitas saberlas, solo hazlo-
-Haces esto por diversión, o tienes algo entre manos. No lo sé, pero no creas que me dejare manipular-
-Si, si. Lo que digas- volvió a disminuir todo.-Pero como crees que reaccione mi querido primo si ve estas foto-
-Bien, lo hare.-
-Qué bueno que entiendes, jajaja. Las borrare en frente tuyo una vez que pasen dos semanas, lo prometo. Después eres libre.-
-Dos semanas, y nada más- repitió el fríamente.
-Sep, solo dos. Pero adicionalmente tendrás que regresar por el mismo camino que Naruto, sé que tomas un desvió; pero tendrás que tomar ese camino hasta que acaben las dos semanas-
-Tienes una mente retorcida- la miro frio.
-Tal vez sea cierto- le sonrió- pero esa mirada no me intimida sabes- le devolvió la misma mirada.
-Bueno, un placer volver a verte. Nos vemos el lunes, bye- se despidió cerrando la puerta tras de sí.
Se había descuidado, creyó que esa noche no iba correr ningún peligro.
<<Fui un idiota, y por ese descuido esa bruja…>> se lamentó.
. . .
Entonces sonó la sirena que anunciaba el término de las clases ese lunes. Irremediablemente Sasuke tendría que coincidir de camino a la casa del rubio. Todos esos años se habían logrado evitarlo de regreso, pero ahora no era posible. Iban al mismo lugar a la misma hora; y por causa de Naruko ahora tendría que ir por el mismo camino.
Así que salieron al mismo tiempo, pero Sasuke intento caminar más lento, viendo casualmente su celular para que no se notara que lo hacía a posta, y para que el otro no sospechara.
Aun así, inevitablemente el otro se dio cuenta; aunque fingió lo contrario.
Hasta que al fin llegaron.
-Sasuke…, creo que tu casa es la otra-dijo divertido para molestarlo- o es que acaso te arrepentiste y quieres comer con nosotros-
-Y que si quiero comer aquí, igual me invito Iruka- contesto calmado.
-Esp…- Naruto no podía creer lo que estaba sucediendo, en verdad había dicho eso. Y si así fuera verdad todavía no estaba mentalmente preparado.
El moreno se adelantó y toco la puerta. Casi de inmediato abrió a rubia.
-Waoo, en verdad estas aquí.- fingió sorpresa.-tuve que venir corriendo para acomodar todo para tu llegada. Normalmente regreso con Naruto- aunque innecesario el comentario igual se aseguró que lo escuchara.
-Qué bueno que aceptaras venir Sasuke, la comida estará lista en un momento-intervino Iruka.
-Muchas gracias- contesto serio.
-No te preocupes, no seas tan formal- le sonrió.
Sasuke lo miro con menos intensidad, que con la que solía mirar a los demás. Era su forma de decir que estaba más relajado.
-Iruka, nadie me dijo que iba a venir- se apresuró el rubio en entrar a la casa.
-¿Qué?, creí que lo sabias, Naruko me lo conto esta mañana.-
-Tal vez olvide decírtelo, lo siento- se disculpó la rubia.
-¡¡Naruko!!- se acercó a ella, y empezó a pellizcarle los cachetes.
-Eso duele, porque te pones así, idiota- respondió jalándole los cabellos.
-Si tanto problema te hace, puedo…- de inmediato el rubio se acercó a él.
-No, no es eso. Es solo que, es repentino jajaja- le sonrió nervioso.
-Usoratonkachi- pasó de frente hacia el comedor.
-Puedes dejar tus cosas en la sala- le indico Iruka.
-Naruko puedes ordenar los platos-
-Sip- respondió moviéndose de inmediato.
-Naruto encárgate de la carne del horno, solo falta hacer la ensalada y el guiso-
-Si…- respondió también.
Al ver todos moviéndose de un lado a otro para ordenar le hizo sentir que debía de hacer algo.
-Si quiere yo puedo hacer la ensalada- se acercó a Iruka.
-No, eres nuestro invitado, no tienes por qué-
-No me hago problemas, es sencillo. Así terminaremos más rápido- intento sonar lo más serio que pudo, para que no sonara forzado o algo.
-Gracias -
Naruto miro la escena feliz, era la primera vez que congeniaban de esa manera. El desayuno de esa mañana no se comparaba a este momento.
Con gran habilidad Sasuke empezó a cortar los vegetales. Lo hacía rápido, pero con cuidado, tenía una precisión única como si fuera un verdadero profesional. Y cuando empezó con los tomates, lo hizo de tal manera que la cascara salía fina y pareja. En pocos minutos la ensalada estaba perfectamente lista, y con un toque de decorado.
-Increíble, tienes una gran habilidad- comento asombrado Iruka- bien con esto ya está todo-
-Al fin, a comer- dijo la rubia.
-Ja!, yo también pude hacerlo- Naruto intento disminuir su asombro.
-Si, la vez que te dejamos a cargo de la comida, preparaste un gran ramen. Pero solo sabes hacer eso…-respondió su prima.
-Al menos yo si se cocinar algo comestible- contraataco.
Naruko hizo un puchero y lo ignoro.
-Al menos intenten comportarse frente a nuestro invitado- les riño Iruka.
-Si..- contestaron a la par.
Mientras Sasuke los observaba curioso. Aun no entendía por qué le había chantajeado con esto la rubia.
-Entonces adelante, disfruten-
Ambos rubios se pusieron a comer de inmediato, el moreno se sorprendió al verlos tan hambrientos.
-Que no te incomode, ellos siempre tienen hambre- se disculpó Iruka.
-No es ningún problema- le contesto serio, entonces empezó a comer.
-Parece que te gustan los tomates- hablo Naruto.
El repentino comentario lo dejo en blanco, nunca nadie se había fijado en ese detalle.
-Pero parece que no te gustan el rábano- siguió hablando.
-Su sabor es demasiado amargo para mi gusto-contesto
-Hasta tu eres quisquilloso con la comida- hablo Naruko- interesante-
-Pero ustedes han evitado casi toda la verdura, no es así- intervino Iruka muy serio.
De inmediato ambos se sirvieron las verduras que quedaban.
Y para cuando Naruto tuvo la ensalada en su plato, se quedó viéndolas. Iba comer algo preparado por Sasuke, se sentía muy feliz; aunque fuera una simple ensalada.
-Cómetela, no tiene nada raro- le hablo el moreno- ya deja de mirarla así.
-Solo me aseguraba- se defendió.
Entonces se dio cuenta que Naruko se quedó viendo el platillo de su primo con hambre no disimulada.
-¡¿Qué?! ya te acabaste la carne- dijo sorprendido el rubio. -Es increíble que comas más rápido que yo-miro asombrado el plato.
-No tienes remedio- volvió a hablar cortando un pedazo de su porción de carne y dándosela a la boca- solo te daré esto, esta vez-
La rubia comió con ganas el pedazo que le dio su primo.
-Glotona- le dijo cariñosamente mientras le acariciaba juguetonamente la cabeza.
Sin poder evitarlo el moreno se quedó viendo la escena con detenimiento. Algo que no paso desapercibido por Naruko.
El tiempo paso rápido y todos terminaron de comer.
-No alegra tenerte aquí, no nos importaría si es que vinieras otros días más- hablo Iruka.
-Aceptare su oferta, gracias. - diciendo esto último salió de la casa.
Cuando se cerró la puerta, la expresión de rubio se tornó en la felicidad absoluta.
-Oii- intento mover su mano delante de su cara para que reaccionara- no ya lo perdimos- se rindió su prima.
. . .
Cuando llego a su casa, por fin se relajó. No sabía por qué pero se había puesto tenso al empezar a comer, nunca antes se había sentido así. Aunque debía de admitir que se sintió bien comer algo que no era preparado por el mismo.
Pero todavía tenía esas dudas rondando por su cabeza. No tenía idea de nada, y lo peor era que por el bendito chantaje de Naruko, ahora se le sumaba una cosa más en la que pensar y analizar. Y se estaba hartando de eso.
Hizo los queseares de siempre, y termino rápido. Ya era de noche y no había tareas por hacer, así que se acostó temprano.
Paso el tiempo y no podía aun conciliar el sueño. Sin poder evitarlo le vino a la mente la escena del almuerzo. Suponía que era así como se comportaban las familias normalmente, en su caso siempre hubo silencio o un corto intercambio de palabras; nada más que eso.
Por primera vez en su vida admitió sentir celos. Hubiese querido vivir ese ambiente con su familia, con su hermano, con sus padres.
Se sintió patético por pensar así, pero se lo permitió solo esta vez. Entonces logro dormir.
. . .
Al día siguiente en la salida de la escuela, Sasuke decidió que se demoraría un poco más en salir, para evitar que se repitiera lo de ayer.
Así que aguardo en el salón unos minutos más, mientras todos salían.
-Naruto- escucho una voz que provenía de la puerta.
-Ya voy. – contesto cansado en rubio dirigiéndose donde su prima, que lo esperaba muy alegre.
-Nos vemos- hablaron al unísono Kiba, Shikamaru y Chouji.
-Esperen donde esta Gaara- pregunto casi desesperado.
-Creo que lo llamo el profesor- contesto Shikamaru.
-Ni modo, lo llamare después- dijo resignado, pero giro a ver al moreno. Sus miradas se encontraron unos milisegundos y luego fue cortado por Sasuke, que giro a ver sus cosas. Aunque Naruto se mantuvo fijo observándolo un momento más.
-Que pasa- pregunto curiosa su prima.
-Nada, una cosa sin importancia-
-Si tú lo dices-
Diciendo esto último por fin salieron del salón. Sasuke espero cinco minutos y luego salió.
Intento mantenerse a una cuadra de distancia siempre. Y al parecer esta vez ninguno de los dos rubios se dio cuenta.
-Que pasa Naruto estas más callado de lo usual- pregunto Iruka.
Todos estaban ya sentados y comiendo. Esta vez era curry el platillo.
-Nada, es solo que el nuevo profesor de Cálculo que tenemos es algo pesado. Dijo que nos tomaría prácticas de las clases cada dos semanas, pero en la anterior no logre sacar una buena nota.-
-Es porque siempre estas distraído- intervino el moreno.
-Trato de concentrarme, pero sus clases son muy aburridas. Además los temas no logro entenderlos, y da miedo preguntarle algo- admitió.
-Si repasaras los libros lo entenderías- volvió a contestar.
-Ya, pero son igual de difíciles-
-No lo son-
-Enserio lo crees- le devolvió una mirada de incrédulo- hasta donde sé, Sakura saco un mejor puntaje que tu-
A Sasuke el tic de su ceja empezó a ser notorio.
-Ese solo fue un descuido-
-Si tú lo dices- volvió a hablar con un tono de voz molestoso para el otro- Sakura logro sacar la mejor nota, luego estas tú. Y por diferencia de dos puntos esta Gaara.-
-Ja! Y tú que, me parece que estas entre los últimos-
-Si puede ser, pero Gaara me prometió que me ayudaría, veras como te supero.-
<<Así que por eso quería hablar con Gaara>> pensó rápido Sasuke.
-No lo creo- dijo sin molestarse- Acaso no estabas quejándote hace poco, con esa actitud no creo que tenga que preocuparme de nada-
-¡¡Teme!! Ya lo veras. Gaara siempre me ha ayudado, y es el mejor enseñando, mucho mejor que cualquiera-
-Pero no creo que logre milagros-
-Acaso tú lo harías mejor- dijo desafiante.
-Obviamente-
-Ya, entonces serias capaz de lograr que alguien sacara un tercer o segundo lugar de la nada-
-No hay duda, incluso podría hacer que tu lamentable nota sea una de las mejores-
-Ya, entonces hazlo-
-Que…-entonces se dio cuenta que había cometido un error. Había caído en la provocación de Naruto, y si se retractaba ahora enfrente de su prima, esta haría todo lo posible por echárselo en la cara todos los días.
-Bien- contesto lo más indiferente que pudo.
-Ah…-ahora era el rubio quien no se creía que en verdad había dicho lo que había dicho.
-Empezaremos hoy- lo miro amenazante.
-¿Que?-
-Sacaras la mejor nota de tu vida- Naruto pudo sentir como la ira salía de cada poro del cuerpo de Sasuke.
-Ese es el entusiasmo- hablo al fin alguien, Iruka le pareció gracioso como cada cosa llegaba a la otra y termino así.
Naruko prefirió no decir nada.
-Pero primero terminen de comer- volvió a hablar Iruka.
Ambos volvieron a concentrarse en su plato. El rubio solo podía sentir como su mente y cuerpo se dividían en dos.
Por una parte no quería recibir la ayuda de Sasuke, su orgullo no quería permitírselo. Pero por otra parte estaba el hecho emociónate, aunque aterrador, que le enseñara; la persona que le gustaba iba a pasar más tiempo con él, y esta también era una oportunidad para que su relación mejorara.
. . .
Después de terminar de comer, Sasuke regreso a su casa para recoger ciertos libros. Mientras el rubio tuvo que arreglar su cuarto.
-Espero que no se estén peleando- le advirtió su tutor- te está ayudando, y debes de poner esfuerzo en ello.
-Si...- dijo intentando no sonar más animado de lo que ya estaba.
A los pocos minutos Sasuke ya estaba en su habitación con una pila de libros.
-Deberás aprender todo esto antes del examen en dos semanas-
-Son muchos libros- dijo alarmado.
-No quiero perder tiempo, más te vale aprenderte todas estas fórmulas- dijo otra vez amenazante.
-Lo intentare- respondió con miedo.
Y así empezaron a estudiar, todos los días después de almorzar en la casa del rubio; ambos subían a la habitación de Naruto y se ponían a estudiar. Al principio sus peleas eran constantes, pero poco a poco lograron pasar de los gritos a conversaciones.
-En este caso…- señalo el rubio un problema.
-Cual- se acercó el otro.
Al principio la repentina cercanía para Naruto era incomoda, en el sentido que su cuerpo reaccionaba de golpe; pero luego aprendió a controlarlas. Ahora estaba disfrutando estos pequeños momentos.
-Tienes que ver la integral en este caso, luego buscar una fórmula que la disgregue en partes más simples-
-Ok- volvió a concentrarse en el problema, para su sorpresa resulto que Sasuke era realmente bueno enseñando, y le entendía totalmente; tal vez incluso más que Gaara.
Para Sasuke desde el inicio fue un dolor de cabeza, le sorprendió que no supiera las cosas más básicas. Pero su sorpresa fue mayor cuando noto la seriedad que ponía al hacer cada ejercicio, y su facilidad de entender y captar la idea rápido.
Cuando volvió a concentrarse en el problema el moreno no pudo evitar que su vista se dirigiera a él. Últimamente le pasaba eso, sin siquiera tomar conciencia de ello, se giraba a verlo. Y otra vez la duda, “¿Por qué?”.
Aunque ahora ya casi no tenía cabeza para seguir pensando en eso, habían pasado casi cuatro días y mantenían el ritmo. Le parecía increíble que el otro continuara sin tirar la toalla, le parecía increíble como lograba concentrarse, era una faceta que antes no había notado. Ahora estaba tan sumido en el problema que no se fijaba que el otro lo estaba vigilando.
Entonces Sasuke empezó a fijarse más en su rostro serio pero concentrado, y cuando lo hizo le vino a la mente lo que sucedió la mañana después de la lluvia, sintió que su cara quería ponerse roja; y eso no hizo más que ponerlo molesto.
-Sasuke…-intento preguntar algo más, pero al notar el aura asesina que tenía en ese momento prefirió quedarse callado.
Ese día el moreno mantuvo al otro estudiando hasta altas horas de la noche.
. . .
-Sasuke, esta parte del problema no la entiendo- estaban a una semana de la práctica que tomaría el profesor, aunque habían hecho avances todavía no era suficiente. Así que, casi acorralado el rubio no tuvo mejor idea que preguntarle en la hora de clases.
-¿Qué?- dijo asombrado cuando el rubio se le acerco.
-Aquí, esta parte- se acercó todo casual, y jalo una silla para sentarse a su lado.
El moreno no supo que hacer, pero contra todo pronóstico, incluso para él se sorprendió así mismo enseñándole como lo hacía en su casa.
Todo el salón se quedó tieso ante la escena, pero no quisieron comentar ni decir nada al respecto. Y para cuando los amigos de Naruto le preguntaron sobre esp, solo respondió que se trataba de una apuesta.
Los días siguientes a ese, Naruto empezó a ser más constante con preguntarle en clases. Hasta llego al punto de esperarlo en la salida y caminar juntos repasando las formulas y los problemas. Ya no discutían como antes, a veces se enojaban pero ya no llegaban al extremo.
Sasuke intento mantenerse sereno ante la repentina cercanía del otro, pero algunas veces no llegaba a comprender por qué no le molestaba pasar su tiempo libre enseñándole.
Entonces las dos semanas pasaron, y estaban a un día del examen.
-Eso es todo. Mañana se decidirá todo, y cuando el profesor de las notas deberás admitir que tenía razón.
-Si- le sonrió animado. –Me has ayudado bastante. Gracias- le volvió a sonreír.
El moreno se quedó en blanco y sorprendido, era la primera vez que Naruto no caía en sus típicas provocaciones, y encima le había agradecido.
-Nos vemos mañana- se despidió de su puerta.
Cuando llego a su habitación todavía estaba en blanco. No podía creer que hubiera sucedido lo que había sucedido. Era la primera vez en toda su vida que Naruto le daba las gracias y con esa sonrisa; jamás lo había hecho y lo que había sucedido era como admitir que lo consideraba mejor que él.
Sentía una sensación rara que recorría todo su cuerpo, y no le pareció tan mala.
. . .
-Uzumaki Naruto, tu puntaje es 8. Y estas entre los primeros tres- anuncio el maestro de Caculo- no sé cómo lo hiciste, pero sigue así.- dijo mientras le entregaba su práctica.
Todo el salón se quedó sorprendido, por primera vez le ganaba a Gaara en una prueba.
Cuando se fue a sentar a su pupitre giro a ver a Sasuke y le sonrió. Sasuke lo miro un rato y luego se giró; otra vez aquella sensación invadió su cuerpo.
-Solo lo diré una vez- se acercó Naruto al pupitre del otro, ya era salida- Tenias razón, eres mejor enseñando que Gaara-
-Te lo dije desde un principio- contesto frio.
Naruto lo miro con rabia, estaba dejando su orgullo para que aumentara el de él, y eso le daba rabia. Pero al tratarse de él específicamente no importaba.
-Bien, que dices si nos vamos a celebrar- se acercó Kiba.
-Ok, pero tendrás que pagar mi ramen por no creer que lo lograría-
-Eres cruel, pero justo- bromeo- todos te están esperando.- señalo a la puerta con el grupo de siempre.
Miro a Sasuke un momento y luego se fue, para juntarse con los demás.
-Por qué no invitaste a Sasuke- pregunto Ino.
-A él no le gusta este tipo de cosas- contesto nervioso. Y luego todo el grupo se fue.
Sasuke se quedó un rato más en el salón y luego recién se fue.
Sin darse cuenta había tomado el camino que había estado llevando por esas dos semanas. Ahora ya no tenía ninguna obligación de volver a comer en la casa de Naruto, en parte era un alivio, pero porque no estaba del todo seguro.
Desde un inicio el no perteneció a esa rutina, así que debería de estar bien ahora. Entonces porque le dio rabia cuando vio a Naruto rodeado de todas esas personas. “¿Por qué?”.
Para cuando llego a su casa, decidió que era buena idea avisarle a Iruka que ya no iba a ir a comer, con la excusa de los que tenía que centrarse más en los estudios. Pero no pudo evitar que este le diera la comida de ese día, la termino en su casa, en la mesa de siempre, sin nadie más.
Entonces así volvió a la rutina que tuvo desde un inicio.
. . .
Las dudas que tenía, empezaron a restarles importancia. Volvió a evitar tener algún contacto con el idiota de Naruto; sentía que estando cerca de él no podía pensar claramente.
Pero pese a todo esto no sabía por qué no dejaba de vigilarlo, no sabía si era algo consiente o si solo quería comprobar algo, solo lo hacía. Y a causa de este hecho otras dudas empezaron a atacar su mente, y lo ponían mal humor.
-No creen que Sasuke está más malhumorado que siempre- comento Ino.
Ahora estaban en el receso.
-Puede que tengas razón, está más callado y algo pensativo- comento Sakura, los demás chicos se quedaron viéndolo.
-Ustedes creen eso- hablo Naruto. Después de darle los resultados de la práctica, Sasuke volvió a la misma actitud fría, creyó que después de pasar juntos esas dos semanas cambiaria algo, pero no fue así.
Quería tomarse con calma todo, y acercarse a él paso a paso, por eso no le invito a celebrar ese día, creyó que era algo que lo molestaría.
-Chicos que bueno que el encuentro- hablo Naruko avanzando hacia el grupo- estaba pensando que como tenemos este feriado largo, podríamos hacer algo divertido; como ir a la playa. Que dicen-
Todos sonrieron ante la propuesta.
-Creo que sería buena idea que Sasuke se una también- hablo la pelirosa.
Todos la miraron extrañados.
-Creo que sería bueno decirle, tal vez necesita distraerse- defendió su idea.
-Puede que tengas razón- apoyo Ino.
-Nunca lo vi congeniar con los demás, podría enviarnos a volar. Pero creo que no estaría mal intentarlo- comento Shikamaru.
-Y la persona indicada para ese trabajo eres tu Sakura- intervino Kiba.
-Yo…- dijo con miedo.
-Si, creo que eres la indicada, además no creo que sea tan cruel contigo- la animo Ino.
Sakura se acercó al pupitre del moreno y se quedó parada un rato, armándose de valor.
-S-Sasuke, no te gustaría salir con nosotros este feriado-
Ino no pudo soportar verla en ese estado.
-Sí, queremos invitarte, no creo que tengas otros planes. Te vas a divertir-
-Vamos a ir a la playa, será genial- se acercó Kiba.
-Es mejor que aceptes o te seguirán insistiendo- intervino Shikamaru.
-Va a ver buena comida- apareció Chouji.
Sasuke se quedó viéndolos perplejo, casi nunca había entablado conversación con ellos, y ahora lo estaban invitando a salir. Se planteó si no sería una de las bromas pesadas que solían darle, decidió que lo mejor sería negarse, no iba aceptar por nada la invitación de quienes nunca trato.
-Sería bueno si vinieras- se acercó al fin Naruto.
Sasuke lo miro con ira. Pero Naruto no se rindió.
-Pienso que al menos te distraerías, la prepa es estresante. Deberías ir, estaría feliz si lo hicieras- no pudo evitar sentirse avergonzado por las palabras.
Los demás se quedaron callados ante la confesión. Incluso Sasuke no contuvo su asombro.
-Y a mí que, no me importa lo que piensas- contesto al fin, evitando verlo a la cara.
-Moh!, ya no soporto ver esto- interrumpió la escena Naruko- ven aquí un momento Sasuke- sin importar que se negara lo jalo y salieron de la clase.
-Vas a ir con nosotros- hablo tajante.
-No voy a ir- contesto con la misma seriedad.
-Sé que quieres ir-
-Desde cuando sabes lo que quiero, eres una idiota entrometida-
-Ya me estoy hartando de esto- dijo dejándolo solo, el moreno se sintió triunfante, al fin la había puesto en su lugar.
-Adivinen que, logre convencer a Sasuke. Me debe una así que no tiene opción- entro en el salón.
-Enserio- contestaron.- Eres increíble-
-Solo hay que poner un poco de presión y ya- dijo orgullosa.
-Oye, no dije…- se calló cuando la otra se puso delante de él.
-Parece que olvidaste un detalle del trato anterior-dijo en vos baja- te dije que después de las dos semanas borraría las fotos en tu presencia.
-Hice lo que dijiste, tu deberías hacer lo mismo-
-Y lo hubiera hecho si hubieras escuchado con atención, te dije que las borraría en tu presencia. Pero no apareciste para hacerlo-
Sasuke se quedó en blanco, lo había olvidado.
-Relájate, una vez que viajes con nosotros las borrare. Lo juro por mi orgullo que lo hare- dijo seria.
-Qué bueno, espero que te distraigas de todo el estrés- se le acercó Sakura.
-Te vamos a hacer relajar aunque no quieras- rio Ino.
Y otra vez Sasuke cayó en la trampa de la bruja, suspiro cansado. Pero debía de negar que no era cierto que tenía ganas de ir, eso sí eran puras patrañas.
Entonces volvió a buscar con la vista a Naruto entre todos los que lo rodeaban, esperaba verlo con cara de triunfo. Pero esta vez lo estaba mirando desde su pupitre con una expresión que no supo descifrar.
“Es difícil encontrarle la lógica al inicio,
Pero cuando caes, ese detalle no va a ser importante.
Déjate llevar, enamórate”