Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

VECINOS ¿CASUALIDAD? por NASU

[Reviews - 166]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero les guste, nos acercamos al final.

 

 

-Me iré del país-

 

 

Naruto se quedó unos segundos en silencio, Sasuke no supo interpretar su expresión.

-Ah, ya veo. Si, me imaginaba que podría ser así – respondió relajando lo más que pudo su rostro y voz.

-¿C-cuanto tiempo…?

-La carrera dura cinco años, pero…

-Waa cinco años, increíble jaja…-interrumpió bruscamente.

-O-oye…- trato de hablar.

- Es genial – le dio una sonrisa.

 

El Uchiha se quedó inmóvil.

 

-S-si, mi novio es increíble, lograra irse a estudiar al extranjero. Que genial…- el rubio se giró hacia el frente para evitar verlo al rostro. -Se que te ira bien, yo también hare mi mejor esfuerzo. Después de todo no cualquiera puede obtener una beca de deportes en una de las mejores universidades del país, jaja- ya el propio rubio notaba que su tono de voz se lo estaba traicionando.

-Buena suerte, aunque creo que no la necesitas – hizo una pausa bajando la cabeza. - ¿Cuándo te iras?...

-En una semana…- respondió dubitativo.

-Oh, es dentro de poco. Estarás ocupado entonces… avísame la hora luego, para ir a despedirme al aeropuerto. Ah…, mejor regresemos, nos estarán esperando. – el rubio volvió a adentrarse a la reunión.

Cuando Sasuke se quedó solo, pudo sentir el frio viento del balcón. No espero que el otro lo tomara tan bien. Esperaba encontrarse con un berrinche y quejas al respecto. Tenía preparado un discurso para convencerlo, y si eso no daba resultado, planeaba retrasar su salida unos días para hacerlo. En cambio, Naruto lo acepto sin peros. Y eso… le provocó cierta molestia. Sentía que al otro no le importaba…? Pero…al menos no pelearon.

 

-Ni siquiera preguntaste a donde me iba…- reclamo para sus adentros.

 

El moreno se quedó un rato más en el balcón para enfriar su cabeza y regresar.

 

 

. . .

 

La pequeña reunión aparentemente acabo sin contratiempos. Pero algunos tuvieron que irse cargando a otros. Como Hinata, que termino dormida y su primo se encargó de llevársela cargada en su espalda; o como Lee, que termino siendo ayudado por Tenten, Sakura e Ino, o Gaara que fue recogido por sus hermanos mayores. Por suerte los demás chicos se fueron sin problemas.

Solo faltaban un pequeño grupo que estaba analizando la situación. Habían algunos adultos borrachos.

-Yeiii, vamos al siguiente bar – gritaba Tsunade.

-Seee…- respondía Jiraiya abrazando a su esposa.

-¿Porque es suelo se mueve?. Estamos en un barco… jajaja- empezó a murmurar un Iruka ya pasado de copas. La madrina de Naruto no lo soltó hasta haberlo hecho beber más de una botella.

 

-¿Que hacemos…?- pregunto Kakashi mirando a Naruto.

- Y-ya que llevaras a Sasuke…¿Por favor, podrías llevarnos también en tu auto? No puedo encargarme de tres adultos ebrios solo – rogo el rubio, apenado por la situación.

- Te diría que sí, pero ¿entraremos todos? Además, no se ven muy dispuestos a irse…– cuestiono es guardaespaldas viendo a la pareja de padrinos.

 

-Mmm…Tengo una idea…- sonrió el Uzumaki.

 

Se acercó a sus padrinos.

-Subamos en ese auto, iremos a un lugar divertido –  les susurro al oído.

Sus padrinos de inmediato se metieron en el carro negro.

 

-Listo – levanto el pulgar – ahora solo falta Iruka – se aproximó a su tutor, pero Kakashi se adelantó.

-Yo me encargo…

Naruto lo miro algo extrañado.

 

El peliblanco tomo por el brazo al tutor para hacerlo apoyarse en él.

-Wiii, estoy flotando jajaja – respondió feliz el tutor.

-Qué bueno que te diviertas – lo sujeto más fuerte.

Iruka hizo un esfuerzo por enfocar su vista en la persona que estaba a su lado. Se quedo mirándolo un buen rato.

-Ahm, ¿todo bien? – pregunto presionado por la mirada.

Iruka le lanzo una sonrisa. Y acto seguido lo se colgó de su cuello.

-Waaa, un ninja apuesto me quiere llevar. Jajaja – volvió a reírse.

Kakashi sonrió debajo de su mascara y avanzo al auto, pero se detuvo cuando vio que Naruto todavía no había entrado.

 

-Ah…- el rubio se quedó viendo los asientos, sus padrinos estaban bien recostados riéndose.

 

-Ey!, miraaa pero si es Naruto e Iruka…jajaja- rio Tsunade.

-Entren, entren…- acompaño Jiraiya.

-No hay espacio… - contesto el Uzumaki.

-¡Ah!- se quejó Tsunade, acto seguido se enderezo en el asiento y palmeo sus muslos.

-Iruka y Naruto se pueden sentar en mis piernas...- sonrió juguetonamente.

El dúo que estaba sobrio se quedó pálido.

-Nada de eso – reclamo su esposo – tu debes de ir encima de mi…- la cargo como si no pesara nada y la acomodo en sus piernas.

Ambos se pusieron a reír y juguetear como una pareja recién casada.

 

 

-Creo que ahora si entramos…- comento Kakashi.

Con gran incomodidad el rubio se sentó al lado de la pareja, y luego el guardaespaldas acomodo a Iruka que ya estaba dormido. Por una gran suerte sus padrinos se quedaron tranquilos mientras miraban por la ventana sino hubiera sido una tortura estar en medio de su demostración de afecto.

 

Cuando llegaron, Kakashi y Sasuke tuvieron que ayudar a Naruto a llevar a su familia dentro de la casa.

 

-En verdad muchas gracias…- volvió a repetir el rubio.

-No fue nada, entonces me iré. Nos vemos luego – se despidió el peliblanco subiendo a su auto.

 

 

Naruto y Sasuke se quedaron en la entrada de la casa en silencio. Ambos sentían gran tensión y a la vez no querían explotar con el otro.

-B-bueno, nos vemos. Tengo que entrar a ver que todos se hayan dormido sin romper nada, jajaja -

-Si, tu familia es muy animada…- trato de seguirle la corriente.

-Si…- se rasco nervioso la cabeza.

-Entonces… me voy – el moreno se giró para irse.

-E-espera…Sasuke…- lo rodeo por atrás y le dio un beso ligero en la mejilla.

-Ahora sí, nos vemos – se apresuró en entrar a su casa.

 

Sasuke se quedo en blanco, no entendía que clase de situación era esta. Sentía que no estaban bien, pero a la vez no sentía que hubieran peleado. La despedida no estuvo mal, pero que le impidió que lo besara en los labios.

Soltó un suspiro. Se prometió dejar de crear problemas, Naruto había demostrado muchas veces que lo quería. Aunque sintiera una ligera molestia, no era para iniciar una pelea, y más cuando pronto se separarían.

 

. . .

 

Una vez que el Uzumaki verifico que los adultos estuvieran bien y dormidos recién pudo ir a su habitación a descansar. Se hecho en su cama, miro al techo y se puso a ordenar sus desastrosos pensamientos.  

Cuando Sasuke le dijo todo eso, trato de controlarse lo más que pudo, y parece que dio resultado ya que no discutieron. Odiaba la idea de comportarse inmaduramente y hacer un berrinche por la idea de que su novio debía de ir a estudiar a otro país. Algo que había aprendido del montón de películas y series que había visto, era que, en estas situaciones no debía de actuar egoístamente. Estudiar en el extranjero es una gran oportunidad, y estar en una relación no debería de ser usado como excusa para renunciar a eso.

No iba a ponerlo en la situación de elegirlo a él o sus estudios, sería un idiota si lo hiciera. Aunque costara, lograría que su relación funcionara.

Sin embargo, …

Eso no quitaba el hecho de que estaba molesto, enojado, triste, frustrado y muchas otras más. La sola idea de separase de él por años lo torturaba a muerte, quería enfriar su cabeza sino crearía problemas. Sentía que debía de tomarse unos días para calmarse.

Pero…

Su corazón debía desfogarse, se mordió el labio para contener las lagrimas de frustración. Agarro su almohada, la puso contra la pared y empezó a darle golpes.

Odiaba separase de él, odiaría no tenerlo a su lado, odiaría no poder besarlo...

 

 

. . .

 

 

Aunque se mordió el labio hasta casi sangrar no logro retener todas las lágrimas, amaneció con los ojos hinchados. Su ser todavía era un caos, así que agradeció que el día siguiente Sasuke no pidiera encontrarse. Apenas intercambiaron mensajes como una costumbre que se les hizo, sin decir nada especial. E igual, esa noche tuvo que desfogarse de alguna forma, aunque esta vez se calmo mas rápido. Odiaba la idea de ser alguien obsesivo con Sasuke, pero sentía que le arrebatan algo muy importante y no podía hacer nada.

 

 

El tercer día ya pudo enfriar todo aprendiendo de sus anteriores dramas. Tomo todo con lógica, y se avergonzó por haber sobre reaccionado; agradecía que su novio no lo había visto así. Los mensajes se mantuvieron igual, y tampoco pidieron verse. Había cierta incomodidad que ambos no identificaban del todo.

Naruto se mantuvo ocupado con sus padrinos, Jiraiya lo llevo a ver su nueva universidad y le dio un ligero tour sobre todo en la zona del departamento de deportes y la cancha de básquet donde entrenaría los próximos años. Los siguientes días se dedicó a preparar y presentar unos documentos para que oficialmente ya estuviera inscrito en la universidad y poder empezar sus clases en el próximo ciclo.

 Mientras Sasuke, hizo todo lo posible por mantenerse ocupado con la empresa y no “crear” o sobrepensar problemas donde no había nada. No quería tener una despedida dramática, así que prefirió no encontrarse con el otro para no sentir la despedida mas pesada de lo que era. Debía de acostumbrarse, sería algo similar después. Así que solo comunicarse por mensajes y no verse le pareció buena práctica.

 

. . .

 

Por fin, era la noche antes de la despedida. Habían intercambiado mensajes más animados que antes, y en sus últimos mensajes el Uchiha ya le había mandado  la hora de su vuelo  que era a las seis y media de la mañana y luego se dieron las buenas noches.

El rubio como tantas veces se quedo mirando el techo a oscuras de su habitación, debía de dormir temprano si quería llegar bien para despedirse. Se sentía nervioso y ansioso, pero sentía que estarían bien.

 

De pronto su celular empezó a sonar anunciando una llamada. Reviso la pantalla rápido para darse con la sorpresa que era su prima.

-Alo…-

-¡Primo! ¡Que hay! – respondió con su energía acostumbrada.

-Naruko… hola, ya estaba por irme a dormir- se quejo divertido.

-Es que hace tiempo que no hablamos, pero ya vas a dormir ¿A estas horas?, es temprano para ti.

-Es que tengo que levantarme temprano mañana

- ¿Que hay mañana? ¿entrenamiento?

- No, iré a despedirme de Sasuke al aeropuerto.

-¡¡¡¡¡QUE!!!!!- grito tan fuerte que tuvo que separarse del celular para no quedarse sordo – ¿SE VAN A SEPARAR?, ¿QUE PASO AHORA? –

 

Naruto se vio obligado a darle un rápido resumen de lo que había pasado estos días.

 

-Entonces, me dices que, estos últimos días no se han visto para nada, aunque son vecinos

-Aja…

-Y que hubo cierta incomodidad cuando se despidieron esa noche

-Si…

-Y que tu pensaste que lo mejor seria guardar tus pensamientos “negativos”, y le dijiste que estabas “feliz” de que lograra irse al extranjero.

-Sep…- admitió con cierto orgullo por su “madurez”.

 

-¡¡¿ES QUE ERES UN IDIOTA?!!, ¡¡¡NO APRENDISTE NADA!!!

-Ey!, y ahora que hice. Si hubiera dicho algo hubiéramos discutido – se defendió indignado.

 -Naruto – uso un tono de voz bien serio – te aseguro que ahora tu Sasuke está pensando que te importo menos que se tenga que ir.

-Pero…

-Tu intención sin duda era buena, pero como lo hiciste fue un desastre. Acaso no te diste cuenta que todos los problemas que tuvieron fueron porque no se hablaban y se guardaban todo.

El rubio empezó a sentir como si se aclara algo en su mente.

-Piénsalo un poco. En serio piensas que se tomo bien lo que le dijiste

-Pero…nosotros no…

-Como estas seguro si ni se han visto las caras estos días. Es más, que no pidiera encontrarse es una señal, no crees. Estuviste tan ocupado calmándote y guardándote todo que ignoraste lo demás.

 

 

-Mierda, soy un verdadero imbécil.

 

 

-Todavía estas a tiempo, y ni se te ocurra decirle por mensaje. Mañana al despedirse debes aclarar todo este lio que tu causaste por ser un idiota.

-Si…

- No dejes que está metida de pata te hunda, luego te lamentas. Ahora debes de asegurarte de hacerle saber cuánto lo extrañaras y todo lo demas.

-Naruko… gracias…--

Soltó un suspiro satisfecha.

-Ustedes se ven tan bien juntos que odiaría que por tonterías tan simples terminaran separándose. Asegúrate de que jamás pase. 

-Por supuesto…

-Por último, no me quedare tranquila hasta que me mandes una foto que pruebe que están reconciliados. Hasta luego primo, suerte.

Diciendo esto último colgaron.

 

Naruto sintió como su cuerpo se llenaba de pesades y tensión. No hizo más que empeorar todo. Se ocupo tanto de actuar lo mas casual posible estos días que no noto el comportamiento del otro.

 

Las palabras más importantes cuestan decirlas en voz alta.

 

Se quedo despierto un par de horas encima de la cama lamentándose, y le tomo otra hora pensar que debía de hacer para arreglar su metida de pata. Cuando le llego una solución aceptable se puso manos a la obra. Se sentó en su escritorio y se concentró en su idea.

No le importo fijarse en lo que le tomaría de tiempo hacerlo, solo hacerlo. Sin embargo, ese pequeño detalle lo hizo quedarse dormido a una mala hora.

 

 

. . .

 

 

 

Tomo su celular harto del sonido. Su cuerpo volvió a apagar la alarma automáticamente por quinta vez.

-Naruto… – Iruka dejo caer agua en el rostro del dormilón – a este paso no alcanzaras a Sasuke.

El rubio abrió los ojos de golpe. Miro la hora, cinco y veinte de la mañana. Desde su casa le tomaría cuarenta minutos en taxi hasta el aeropuerto si no había mucho tráfico. Agradeció a los dioses el haber pensado en avisarle a Iruka para que lo despertara.

Rápidamente se fue a dar una. No le fue fácil encontrar que ponerse ya que anoche había hecho un lio, y ya no distinguía la ropa limpia de la sucia. Apurado se lanzó a sus cajones y busco la ropa que casi no usaba y estaba seguro que estaba limpia. Luego con cuidado tomo las cosas que había preparado.

Asombrosamente todo esto ocurrió en diez minutos. Para su suerte Iruka ya tenía el taxi preparado para esperarlo. 

-Gracias – abrazo rápido a su tutor y se adentró en el carro.

 

- Porfavor, tengo que llegar a tiempo – le rogo al taxista.

- Siempre hay algún drama para ir al aeropuerto, jajaja. No te preocupes muchacho, llegaras a tiempo. Es emocionante participar de estos momentos. Agárrate fuerte-

El hombre piso el acelerador y salieron disparados para el lugar.

 

 

 

. . .

 

 

 

Sasuke se encontraba casi una hora antes en el aeropuerto. Agradecía que su novio había respetado su idea de mantener su salida en secreto para sus amigos, no quería tener escenas llamativas al despedirlo; y la prueba era que no habían aparecido, sin embargo, su novio tampoco llegaba. Opto por quedarse sentado en la sala de esperade la aerolínea junto a Kakashi, que lo había traído y lo estaba ayudando con las maletas.

El moreno se sentía algo nervioso o más bien a la espera de algo. Las veces anteriores en las que tuvo que viajar en avión por largas horas se las arreglo con unas pastillas para dormir debido a su nerviosismo con las alturas. Pero ahora prácticamente se olvidó de ese detalle; se quedó mirando por donde se supone que debía de aparecer Naruto. El tiempo avanzaba, y no parecía que aparecería pronto, y tampoco quería mostrarse ansioso por su llegada así que no quiso llamarle o escribirle.

No se habían visto en casi una semana, aunque ese tiempo lo utilizo sabiamente en cosas útiles y pudo enfriar sus pensamientos; lo que más deseaba era verlo.

Seis y diez. Un tic en su pierna apareció haciendo que esta se moviera ligeramente. El peliblanco se dio cuenta, pero no comento nada.

 

 

-Sasuke, es hora de ir avanzando – el guardaespaldas miro su reloj, seis y veinte.

El Uchiha controlo sus expresiones y avanzo hacia el embarque. Se negaba siquiera a pensar en la idea de que Naruto no apareciera a despedirlo. Él jamás le haría algo así, debió de haber pasado algo y solo estaba retrasado. Lucho consigo mismo para controlar sus pensamientos hasta que llego a la fila de pasajeros.

Una gran parte de él ya se estaba resignado, pero quedo algo que lo hizo volver a mirar una última vez hacia el camino. Había bastante gente tan junta que no lograba ver mucho más lejos.

Hasta que un característico cabello rubio desordenado apareció encima de todos acercándose a una gran velocidad. Su perfecta altura era suficiente para que su novio lo reconociera al instante, aunque no viera su rostro. Empezó a sentir como su pecho se revolvía de alivio y felicidad.

Pero todas esas agradables sensaciones pararon en seco cuando vieron lo que traía en las manos. Un cartel claramente hecho por sus nada artísticas manos, que tenían unas frases escritas a lo grande, mientras más se acercaba más levantaba ese vergonzoso cartel.

 

“Sasuke en verdad te extrañare”

“Fui un idiota perdóname T . T”

“Te esperare sin importar que…”

 

Había otras frases más, pero no ya no podía seguir leyendo. Se le subieron los colores al rostro, que estaba pagando. Se cubrió el rostro con la mano para tratar de enfriarla, pero eso le evito ver lo rápido que se acercaba y finalmente lo envolvió con ese cartel en un abrazo.

Se quedo inmóvil.

 

-Yo-yo en verdad lo siento, hay tanto… yo… ahmm- al rubio se le empezaron a cruzar las palabras de lo nervioso y agitado que estaba.

Sasuke volvió a recuperar la compostura. La fila seguía avanzando y en un par de minutos ya debía de subir.

Separo el abrazo con cuidado y le dio un toque rápido en la frente. Naruto lo miro confundido.

-Kakashi – llamo al guardaespaldas.

-Si.

-Tienes la copia del pasaporte de Naruto, verdad.

-Si señor – le paso el documento.

-Bien, guarda esto hasta mi regreso. Y hasta luego – se despidió y le paso el llamativo cartel.

Kakashi de despidió con una reverencia.

-Que disfruten del viaje – dijo antes de retirarse.

-E-espera, yo también, debo…- trato de hablar el rubio.

Sin poder terminar lo que decía, el Uchiha lo tomo de la mano y lo jalo a hacer el check-in. Resulta que el moreno tenia la costumbre de reservar los dos asientos en primera clase, no soportaba la idea de compartir el asiento de al lado con un desconocido, aunque siendo primera clase seria raro, nunca estaba de más. Y esa costumbre le trajo a facilidad de tener un asiento extra para su novio.

 

-Esta todo en orden, por favor pasen – indico la azafata.

 

Naruto se dejó arrastrar por el otro, todo paso tan rápido que ni siquiera tuvo tiempo de cuestionarse nada hasta que estuvieron en el aire.

Miro a los alrededores, nunca había soñado viajar en primera clase; la mayor parte del tiempo olvidaba que su novio era rico. Los dos asientos grandes y cómodos en donde estaban parecían estar conectados, y solo un apoyo de manos los separaba. Lo más destacable era que tenían unas divisiones algo altas que rodeaban la pareja de asientos y los separaban de todo lo demás, les daba gran privacidad.  

 

-P-porque…estoy…- al fin proceso sus ideas.

-Tus clases empiezan en un mes todavía –

-C-cierto…, pero eso no…, ¿y las tuyas?… tus clases…

-Empiezan en una semana.

-Pero entonces, porque estas viajando ahora. Pudiste…

-Hay cosas que debo de preparar, como donde me quedare, los costos, los servicios básicos, y también la universidad dará una orientación unos días antes.

-Ah, ya veo…- repentinamente el rubio se quedó más confundido.

-E-entonces que yo esté aquí…

-Fue algo no planeado, extrañamente impulsivo…- admitió seriamente.

-Eh…?- lo miro atentamente, como extrañaba ver su rostro relajado.

 

-La verdad, esperaba que te comportaras de diferente manera cuando te conté lo de la universidad – dejo que su rostro expresara lo que sentía – quería darme el crédito de convencerte, aunque eso hiciera que retrasara mi vuelo.

Naruto lo escuchó atentamente.

-Pero…lo aceptaste tan bien que no tuve que hacer nada – su expresión cambio a una molesta – no se me dio por cambiar la fecha, supongo que…

Repentinamente se vio silenciado por un beso. Su corazón dio un vuelco, y una de sus manos se aferró a las ropas del otro para asegurarse de que no escapara muy pronto. Una mano se deslizo por su cuello dándole ligeros toques y asegurando más el beso. Como amaba estar así entre él.

El beso se fue tornando mas lento, hasta que se separo para verlo. Le volvió a dar un beso en la mejilla y otro en la frente.

 

-Ahora yo te detendré ahí, no digas más. Fue mi culpa, sigo cometiendo errores tan estúpidos…- se disculpo con una mirada llena de pena – Lo siento.

-Que…- trato de procesar sus palabras aun estando en el trance del beso.

-Si fuera por mí, haría que te quedaras conmigo para siempre, sin importar el medio…

Naruto se separo y lo tomo de las manos.

-Es solo que no quería hacerte elegir, o ponerte en una posición difícil en que tuvieras que renunciar a algo. Te amo. Te quiero demasiado que no soporte siquiera la idea de que te irías. Ese día me controle para no explotar, no quería iniciar una pelea, solo… quería enfriar mi cabeza…

 

-A veces eres muy extremista – comento relajando su rostro en una casi sonrisa, lo veía como un gran cachorro arrepentido.

-Tú también lo eres…- reclamo en un casi puchero.

 

 

-Así que otra vez, caímos en un malentendido…- reflexiono el moreno.

-Tomo la culpa de todo – se volvió a disculpar – En verdad no sabes lo que estaba sufriendo, por días yo…

-Cuéntame, tengo que asegurarme que fue suficiente o sino darte un castigo – lo miro maliciosamente pero a la vez divertido.

El Uzumaki paso saliva nervioso.

Empezó por contarle los días de duelo que tuvo en su cuarto casi sin dormir y desfogándose de alguna forma, luego como lucho por poner buena cara para su familia mientras hacia los preparativos de la universidad. Todo eso a la par de seguir mensajeándose para no perder contacto esos días.

Cuando termino Sasuke se quedo pensativo mientras lo miraba.

-E-entonces, habrá un castigo…?- pregunto nervioso.

El moreno soltó un suspiro divertido.

-Solo diré que, mas te vale no separarte de mi para nada durante esta semana.

-Eso no será nada difícil – contesto de inmediato, se incorporó de su asiento y apoyo su mano encima de la cabeza del otro como si lo acorralara. Lo miro desafiante con una sonrisa zorruna.

El Uchiha le respondió con la misma mirada.

 

-Disculpen…- escucharon la voz de una azafata al otro lado de la división. Por suerte la altura de esa pared era lo suficientemente alta para que la azafata no los viera, pero aun así se separaron algo avergonzados.

-Si – respondió el moreno.

-Quería saber si desean que les traiga algo, tenemos unas bebidas calientes o frías y aperitivos de toda clase. También si desean se les puede traer el desayuno si aun no han comido –

Un gruñido del estomago de cierto rubio casi dio la respuesta.

Sasuke lo miro con burla. A Naruto solo le quedo mirarlo con vergüenza.

-Nos podría traer dos desayunos, y par de botellas de refresco al tiempo.

-Como guste, se lo traeré en unos minutos.

 

Cuando la azafata se fue el rubio se relajó.

-No desayune, me quede dormido por acerté el cartel…- se excusó.

-Así que por eso llegaste tarde- entendió el otro divertido.

-Tuve que hacerlo varias veces porque o bien fallaba en escribir una palabra o se caía algo encima – se empezó a molestar al recordarlo.

-Pero ¿porque?-

-¿El cartel?. Quería hacer algo grande por mi gran metía de pata, aunque las personas me vieran, se rieran o algo; quería que entendieras que te extrañaría y me disculpaba por lo que te hice pasar…Y…bueno, también era algo que vi en unas películas, no me pareció mala idea…y no podía pensar en algo más- reprocho.

- Y además de eso, pensabas darme todo el discurso ahí en la fila de pasajeros…- lo molesto.

-Ya te dije que no me importaba. Además…- su expresión cambio como si se hubiera acordado de algo, y empezó a buscar en sus bolsillos.

 

-¡Aquí esta! – exclamo aliviado.

Naruto había sacado un collar que llevaba una gema azul vivo como el color de sus ojos.

-Te iba a dar esto – le entrego el collar. Sasuke lo recibió asombrado, era la gema que había llevado esa vez en el zoológico; no la había visto bien hasta ahora.

-Mis padres me la dieron antes del accidente. Mi mamá la recibió de mi padre cuando se comprometieron y ahora te la quiero dar a ti como una promesa de que te esperare…-

Se hizo un silencio.

 

-Se-se que no eres del tipo de llevar cosas así, p-pero estaría bien si solo lo tuvieras contigo…- trato de excusarse nervioso ante el silencio.

 

 

-Pfff- quiso salir una risa – sí que eres cursi.

El Uzumaki estuvo a punto de reclamarle, pero cuando vio la expresión que le daba se volvió a enamorar. Tenia una sonrisa autentica y un brillo hermoso en sus ojos negros.

Lo pudo besar en ese momento sino fuera porque llamaron de la puerta del compartimiento para entregar la comida.

-Disfruta…– el moreno le paso los platos.

- ¿Por qué me das los dos? –

-Yo si desayune – dijo victorioso – Además, a tu estomago no le será suficiente un platillo de avión.

-No me negare ya que es comida – reprocho, pero de inmediato empezó a comer.

 

Sasuke se quedó admirando la piedra mientras el otro comía. Sin duda alguna era hermosa, sobre todo el color azul. Se notaba que fue cuidada con esmero y ahora se lo estaba dando junto con una promesa. Su interior se lleno de una agradable calidez.

 

 

-Uff, estuvo rico – anuncio con los platos del desayuno limpios.

Llamaron a la azafata para que se llevara los servicios.

 

-Podrías… colocármelo – pregunto el Uchiha mostrándole el cuello.

-Que…

-El collar…- aclaro el otro.

-Ah…- proceso rápido – Ah!, no tienes que llevarlo puesto solo me basta que…

-Si te lo digo es porque quiero.

-Esta bien…- le dio una sonrisa boba.

El rubio se tomo su tiempo mientras le ponía el collar para admirar el pálido cuello. Cuando termino no evito darle un beso.

-Usoratonkachi – le reclamo alejándose y tapando su cuello con un ligero rubor.

El otro solo se rio juguetón en respuesta.

Sasuke soltó un suspiro resignado.

-El vuelo durara diez horas, así que más te vale comportarte- le riño.

-¡¿Qué?! ¡¡¡Diez horas!!!- se lamentó – como voy a durar diez horas encerrado aquí-

-Debiste esperarlo, nos vamos a otro continente –

Naruto se quedó en silencio pensando un momento.

-A todo esto, creo que nunca te llegue a preguntar. ¿Dónde queda la universidad exactamente?

-Londres.

El rubio se quedo en blanco.

-Idiota – se burló el otro.

-Si que eres increíble – dijo con sinceridad. Levanto la división que los separaba y le rodeo el torso con una mano. – Hare mi mejor esfuerzo para estar a la altura de mi exitoso novio –

-De que hablas, recién estoy empezando y no tienes que hacer nada – le respondió acomodándose en el abrazo.

-Lo sé, pero igual quiero hacerlo – lo apretujo más a su cuerpo.

 

Se quedaron en esa posición por unos minutos, disfrutando del toque entre ellos.

 

-Por cierto…- rompió el silencio el rubio – nunca viaje en primera clase, ¿Qué se puede hacer, te dan golosinas cada cierto tiempo?, ¿hay un bar?, ¿los asientos se reclinan totalmente? - preguntaba emocionado.

Sasuke sonrió ligeramente.

-Si, todo eso – afirmo con superioridad. Movió unos botones en los asientos de ambos, y estos se reclinaron ligeramente.

-Wow, genial! – los ojos del rubio brillaron.

Después de que la curiosidad de Naruto se viera satisfecha al apretar la mayor cantidad de botones posibles y dar un ligero paseo por primera clase, se acomodaron en sus asientos y eligieron ver un maratón de las últimas películas de M@rvel junto con algunos bocaditos que volvieron a pedir.

 

Al cabo de un par de horas tuvieron que sacar unas mantas por el frio, ya que se dirigían a un lugar donde el invierno estaba comenzando y la temperatura iba bajando. El Uchiha aprovecho y se acercó más al otro, y termino por apoyar su cabeza en el hombro firme pero suave de su novio. El Uzumaki continuo el gesto sin quitarle la vista a la pantalla y le volvió a pasar el brazo por su cintura apegándolo más hacia si mismo.

Después de un tiempo hicieron que los asientos se levantaran para tener los pies en alto, ya prácticamente se sentían en una cama. Se volvieron a pegar mas que incluso el azabache levanto sus piernas para que acabaran encima de las del otro. Se excuso por el frio que aumentaba, y el rubio las envolvió con su manta. A estas alturas ambos parecían estar en un nido con las mantas, y disfrutando de las películas.

 

Al cabo de cinco horas el primero en caer dormido fue Sasuke, por lo que Naruto lo acomodo mas en su cuerpo para que pudiera descansar a gusto. El cansancio finalmente hizo que Naruto se uniera al sueño.

 

 

 

 

En alguna parte de Canadá, cierta rubia recibió un mensaje que incluía una foto de dos manos entrelazadas.

 

 

 

 

. . .

 

 

 

-Si que hace frio – comento el rubio mirando como una ligera nevada caía afuera.

Ya estaban en el aeropuerto de Londres, y debido a las diferencias horarias llegaron de noche.

-Mis maletas fueron enviadas de frente a los departamentos de los estudiantes, sino fuera por eso te habría dado algo para el frio – dijo algo molesto porque su impulso provoco la situación.

-No pasa nada, el tiempo que estuve en Canadá me hizo resistente al frio. No se cuantas veces te lo he dicho – rio.

-Aun así, no quiero que esta ultima semana me la pase cuidándote si te enfermas –

-No me cuidarías si me enfermo – le reprocho en tono juguetón.

-No es eso…- le respondió nervioso.

-Dijiste que ibas a pedir un taxi e iremos de frente a esos departamentos. No tengo que preocuparme por el frio-

-Ahora regreso, no salgas de aquí – insistió.

 

-E-esta bien – contesto nervioso cuando su novio se fue. Aunque ya no tenia problemas con el inglés, estar en un lugar totalmente desconocido le provoco algo de nervios.

 

-Hey boy~ se acercaron un par de chicas con un acento único. - Are you alone? (¿estás solo?)-

 

 

.

.

 

 

Sasuke se apresuró en encontrar alguna tienda cerca para comprar una chaqueta de invierno. Por suerte, encontró una a unas cuadras del aeropuerto, eligió una talla grande sin pensarlo mucho y regreso.

 

 

 

- Bye bye – se despidió el rubio educadamente.

 

-Oh…- hablo Sasuke a su espalda.

-Woa, en qué momento…- dio un salto.

Sasuke solo lo miro hastiado y le paso la chaqueta de mala gana.

 

-Ah… esas chicas…-

-No pregunte. Ya pedí un taxi, vamos… - avanzo sin mirarlo.

-Espera… en verdad no fue nada

-Mmm…- siguió sin responder.

 

 

Cuando salieron al frio para esperar al taxi, el rubio avanzo rápido y lo abrazo por detrás con su nueva chaqueta, era tan grande que lo rodeo completamente.

-Me encanta esta chaqueta, gracias…- le hablo cerca del oído, pero este seguía inmutable.

-Y sabes que es lo que más me gusta…que entramos los dos – rozo a propósito el lóbulo de la oreja, jugueteando con ella.

El Uchiha se tensó y quiso apartarse, pero no había mucho a donde huir.

-Solo querían hacerme unas preguntas para una encuesta de su universidad, nada más.- su aliento choco por toda su oreja enviándole corrientes por todo su cuerpo.

-Te dije que no pregunte – logro responderle avergonzado.

El rubio guio cuidadosamente el rostro del otro para que lo viera de frente, y lo beso. Sasuke no se resistió para nada, estas situaciones Naruto las dominaba por completo. 

 

 

.

.

.

 

 

El edificio de los dormitorios era enorme, y después de que el Uchiha hablara rápidamente con el encargado en la recepción, entraron al ascensor. La habitación a la que entraron estaba casi hasta en el último piso; esta resulto ser ligeramente más pequeña que sus habitaciones, pero al menos tenía un baño privado.

Naruto de inmediato se acercó a la ventana.

-Woa, la vista que tiene es asombrosa. – la ventana mostraba primero un pequeño parque de árboles y más adelante la ciudad llena de luces

Sasuke solo lo miro relajado.

-Espera un momento. ¿Tendrás que compartir el cuarto con alguien más? – pregunto preocupado.

-Normalmente seria así, pero con el trámite adecuado y otras cosas pude conseguir esta habitación individual, pero… a costa de responsabilidades extras.

El rubio suspiro aliviado.

-¿Estas aliviado de que este solo?- cuestiono divertido.

-Si…DIGO! No, ah…Solo decía… conociéndote…no te gustaría compartir… ah…con desconocidos – balbuceo nervioso

 

-Pfff- se burló el otro.

El Uzumaki le respondió con una mueca avergonzado.

-La verdad si tienes suerte. Yo tendré que convivir con otras tres personas…- volvió a hablar.

-¿Qué…?

-Sip, resulta ser que el departamento de deportes tiene un programa de dormitorios estudiantiles. Según me explicaron era para que los equipos deportivos se acercaran más, para fomentar la unión, el trabajo el equipo y esas cosas. – dijo restándole importancia.

Sasuke se tenso ligeramente. Todo debería de estar bien, es decir, cual era la posibilidad que su novio conviviera con un chico gay y que su tipo sea exactamente Naruto. Y aun así, Naruto jamás se dejaría llevar por otro chico – de eso ya no dudaba -. Su mente empezó a estresarse con tantos pensamientos.

 

-Oye idiota. Más te vale no estar andando sin camiseta o sin pantalones por ahí – ordeno de inmediato cuando recordó cierto comentario de cierta rubia.

-¿Qué…

-Es una orden – lo amenazo.

-Ok, ok…- acepto con nerviosismo. Pero a los segundos su mente proceso el comentario y le sonrió.

El Uchiha trato de controlar su expresión, pero le era imposible. Cuando se trataba de Naruto ya no podía controlar sus reacciones por completo, aun así lo miro desafiante pero sonrojado. Se sostuvieron las miradas por un casi un minuto. Los sentimientos se fueron de extremo a extremo, revolviéndose y mezclándose.

Sasuke soltó un suspiro y se quito la chaqueta, seguido por la camiseta y los pantalones.

-Me daré una ducha- dijo, tomo una toalla que ya estaba preparada en el dormitorio y entro al baño.

Naruto se quedo como piedra donde estaba, una piedra roja. Verlo desvestirse después de mirarse así lo tomo con la guardia baja; sin embargo, debía de controlarse, sobre todo ahí abajo, su novio solamente iba a darse una ducha.

Maldición que estaba esperando.

 

-Puedes venir a ducharte… ahora- agrego desde el interior.

El rubio automáticamente se desvistió, tomo otra toalla y se apresuró en entrar.

 

Para su decepción, se encontró con su novio con una toalla en sus caderas ya dentro de una bañera; más pequeña que la de su habitación, por lo que era imposible entrar con él. Sasuke lo miro divertido.

- Que esperabas…- comento jugando.

-N-nada… no creí que te bañaras tan rápido.

-Solo quería refrescarme – se excusó – bañarse dos veces en el mismo día es exagerado, mas si no hiciste nada. Todo lo contrario con alguien que dio una pequeña carrera.

-Dices que huelo mal…

-No dije nada, pero por la historia que contaste… no te bañaste en todo el día…

Naruto soltó un suspiro derrotado.

-Vale, vale… quisquilloso – susurro.

El Uzumaki se resigno y toma la ducha de mano. Al menos compartían otro baño juntos, pero no tan juntos. Dejo caer algo de agua para hacer espuma con el shampoo y luego siguió enjuagándose. Desde donde estaba, el moreno se dio una placentera vista de como el cuerpo de su novio casi desnudo se iba mojando.

 

-Acércate…- hablo el moreno desde la bañera, decidió que ya no era suficiente solo ver.

-Eh?

-Te ayudare con la espalda – mostro una esponja con jabón lista.

El rubio lo miro embobado y obedeció.

Ahí sentado, se acerco y le dio la espalda. Lentamente su novio empezó a recorrerle la espalda con la esponja húmeda. Sasuke se centro en disfrutar de los músculos que estaba tallando, en la espalda amplia, en la unión del cuello y los hombros, en la nuca y donde empezaba el cabello, en la piel expuesta.

Se levanto ligeramente de la bañera, se acercó a esa unión y le dio un mordisco.

Naruto de inmediato reclamo con un grito.

- ¡¡PERO QUE!!

 

Solo recibió una sonrisa burlona en respuesta.

Naruto agarro la ducha y de inmediato le dio un buen chorro en la cara. Su novio respondió tirándole agua de su bañera, cuando el agua dejo de importar empezaron con la espuma u otros objetos. Lo que sería un baño rápido o relajante, se convirtió en una guerrilla entre dos chicos que odiaban perder.

El rubio logro acercarse, y siguieron empujándose. El juego se parecía tanto a sus típicas peleas, solo que ahora no había esa “tensión” sin definir. Y era más divertido. Al poco rato el baño se quedo pequeño, así que se encaminaron torpemente al cuarto. Era increíble que entre tantos empujones y patadas las toallas de sus cinturas no se cayeran. Las maletas fueron las que lograron parar a los jugadores haciéndolos caer.

Ahí en el suelo soltaron unas carcajadas mirando al techo.

-Deberíamos ponernos algo de ropa – comento Naruto todavía divertido – Gracias a toda el agua me enjuague bien – sonrió.

Se miraron para una última risa y luego se levantaron. Cada uno se concentro en buscar su ropa, Sasuke en su maleta y Naruto en alguna parte del cuarto donde lo haya lanzado. El moreno termino más rápido y regreso al baño para ordenar el desastre que dejaron, al ser un baño pequeño no demoro nada.

Cuando al fin el rubio encontró su ropa interior su novio le paso un pantalón suelto para que durmiera con ellos.

- Es mejor si duermes con la camiseta que viniste-

Hizo caso al comentario y se terminó de vestir, en ese momento Naruto se dio cuenta de las gotas que seguían cayendo de los cabellos oscuros. Se acerco a su novio y lo jalo para que se sentara en la cama.

-Que estas…

-Espera aquí – se alejó y en unos segundos regreso con una toalla seca. Se coloco detrás de el y puso la toalla en su cabeza.

-Todavía está chorreando agua, te puedes resfriar – dijo moviendo la toalla en los cabellos oscuros.

 Aunque el gesto fue inesperado, ya se estaba acostumbrando a los cuidados repentinos que recibía del rubio. No se quejo ni reclamo, se quedo en silencio, los toques en su cabeza lo terminaron por relajar tanto que poco a poco termino apoyándose en el pecho de su novio.

-Mañana terminare de arreglar todo…- comento recostado completamente en Naruto.

-Te ayudare – dejo la toalla y le siguió dando toques en el cabello.

Se quedaron un rato en esa posición. Hasta que el Uzumaki empezó a darse cuenta de algo, estaban completamente solos.

Sasuke empezó a prestar atención a los latidos que sonaban cerca de su oreja, estaban acelerados. Levanto la vista y se encontró con un rostro nervioso y feliz. Se contagió de esa vergüenza y se separó.

 

-Vamos a dormir…- logro decir el rubio ante el silencio incomodo.

-Si…

 

Naruto se recostó con su novio después de apagar las luces. Al inicio se quedaron mirando el techo en la oscuridad, los nerviosismos no paraban.

Debajo de las mantas el rubio busco una mano que capturar. El moreno se dejó atrapar y enlazaron las manos. El Uzumaki por fin se giró y levanto las manos unidas para verlas.

-Buenas noches – dijo y luego cerro los ojos. La pequeña desvelada le termino por pasarle factura.

Sasuke se giró cuando confirmo que estuviera durmiendo, se apegó un poco más y cayo en un sueño profundo.

 

.

.

.

 

 

 

Los primeros rayos de sol que se filtraron por la nueva ventana terminaron por molestarlo y se obligó a abrir los ojos. Hasta hace nada el moreno estaba plácidamente dormido, pero ahora estaba siendo consciente que tenía un gran cuerpo rodeándolo por la espalda. Se rindió en apartarse, ya no le era incomodo.

Lo primero a lo que le prestó atención fue a una mano que estaba bien cómoda en su cintura. Con cuidado fue subiéndola hasta la altura de sus hombros para poder verla.

Estiro la palma para compararla con la suya, casi del mismo tamaño. Empezó a moverla y juguetear con los dedos, separándolos o recorriéndolos desde la base hasta la punta. No eran muy suaves, pero esa ligera aspereza le encantaba. Termino por enlazar sus dedos con esa mano cuando esta reacciono aprisionando su mano.

Sin darle tiempo a reaccionar sintió como la cabeza del otro se acercó con velocidad a su cuello, y lo mordió.

 

-Venganza…- hablo después de soltarlo.

Sasuke se toco el cuello avergonzado, pero de inmediato empujo al otro queriendo atraparlo. Volvieron a empezaron otra guerrilla entre las mantas. La situación no paso a mayores cuando Naruto logro dominar a su novio entre risas y pataleos, y finalmente la ruidosa alarma de su estómago que anunciaba la hora del desayuno los paro.

Ambos se separaron.

-Pfff. ¿Acaso tiene vida propia? – se burló el Uchiha.

- Es normal tener hambre a estas horas – se defendió.

El moreno lo siguió viendo con burla. Al no poder cocinar, decidieron ir a desayunar afuera y aprovechar para visitar los lugares, así como comprar algunas cosas.

 

-También compraremos ropa – anuncio el Uchiha.

-Para que…

-No pensaras quedarte con la misma ropa los siete días que estarás aquí, o sí.

 

Tenía un punto.

 

Antes de salir el moreno le dijo que le pasara la polera con la que vino para dejarla con la ropa que iba a llevar a lavar después. Pero cuando la tuvo en sus manos se dio cuenta de un detalle que le fascinó. La polera lejos de oler mal, tenía impregnada el olor de su novio.

- ¿Huele raro?, la encontré al fondo de mi ropero. No me fije…- comento el rubio algo incomodo luego de verlo oliendo la prenda.

-Mmm – contesto sin prestarle mucha atención.

 

Cuando verifico que el otro no lo veía, agarro una bolsa hermética y guardo la polera. No planeaba lavarla.

.

.

.

 

Encontraron un restaurante no muy lejos de la residencia de estudiantes. Luego de comer, se dieron un gran paseo por los alrededores y luego visitaron los lugares turísticos. Gracias al Google encontraron rápido tiendas de ropa de todo precio y modelos.

Sasuke le fascino la idea de ser el quien eligiera la ropa; sin embargo, su novio no era fácil de convencer y casi siempre terminaba ganando. Eligieron tres camisetas más, un par de jeans, y dos chaquetas para clima invernal.

Luego de la ropa, aprovecharon para comprar algunos materiales de escritorio que necesitaría el Uchiha junto con algunos servicios y utensilios para comer y cocinar. Hacer todas esas cosas los llevo a un mismo pensamiento.

“Parecían una pareja que se acababa de mudar”

 

.

.

.

 

Regresaron muy avanzada la noche, pero apenas entraron en la habitación se toparon con un ambiente realmente frio.

-Creo que la calefacción se descompuso – concluyo el rubio luego de darle una revisada.

Sasuke de apresuro en llamar al encargado del edificio, y este le contesto que en un par de días lo solucionarían. Resignados y cansados de su larga travesía decidieron ir de frente a dormir.

Gracias al frio el rubio aprovecho para abrazarlo por detrás, quiso divertirse debajo de las ropas de su novio, pero de inmediato sintió ligeros temblores en el cuerpo del otro.

- ¿Estas bien?

- No pasa nada…

Estas situaciones ya las conocía bien. El Uzumaki se levantó y trajo la enorme chaqueta de invierno que le regalaron. La acomodo sobre los dos y encima puso las mantas.

-No se que hare si algo similar pasa y no estoy a tu lado para calentarte…- lo abrazo por la espalda.

-Que ruidoso -quiso apartarlo, pero el calor era perfecto – no tenía tanto frio.

Naruto se acercó su rostro al cuello y le dio ligeros besos. El moreno se giró para verlo de frente y le devolvió los besos. Ambos se acompasaron y empezaron a darse ligeros toques.

El momento era perfecto, pero Sasuke ya se sentía adormecido y relajado con todo lo que recibía. Llego un punto donde sus ojos ya no pudieron mantenerse abiertos y se quedó dormido bajo las tiernas caricias que le daban. Recibir calor en un ambiente frio muchas veces te terminaba en profundo sueño.

 

-Pareces un gato en invierno…- le susurro al oído su novio cuando se vio obligado a parar.

.

.

.

 

Abrió los ojos ante una ráfaga fría que se coló en la habitación. Sasuke se topo con la vista de una espalda.

 

Que déjà vu.

 

Era obvio que su novio no podía mantener una misma posición mientras dormía, y al final termino por darle la espalda. Aunque de esa forma todavía seguía recibiendo calor, le molesto no poder verle la cara.

La situación era parecida a la de ese viaje a las montañas, solo que esta vez no había nada que le impidiera adueñarse de su fuente de calor. Además de que se maldijo por dormirse tan pronto anoche.

Con cuidado metió sus manos debajo de la ropa y rodeo la cintura del otro. Piel con piel, contacto directo. Al ver que Naruto no reaccionaba continuo con su juego. Subió sus manos a los pectorales, los presiono y luego fue bajando por las líneas que marcaban su abdomen hasta llegar a la cintura del pantalón. Trato de meter su mano, pero rápido fueron atrapados.

El Uzumaki lo tomo de las muñecas y las coloco encima de su cabeza.

-Parece que estas listo para continuar…- le sonrió excitado y enseguida lo beso.

El Uchiha no se dejó llevar fácilmente, la situación se transformo en quien desvestía al otro más rápido entre besos y caricias. Cuando al fin estuvieron desnudos sin nada que los bloqueara y sin importarles el frio que se colaba, dieron rienda suelta a sus deseos.

 

.

.

.

 

Los días continuaron, y parecía que habían logrado tener una rutina. Comer; hacer alguna actividad como pasear, recorrer la universidad; luego regresar, besarse, tener sexo.

Ahí alejados de todos, solo debían de centrarse en el otro. Tenían un pequeño paraíso.

 

-Imagino que esto será una buena práctica para cuando vivamos juntos – comento Naruto mientras comían un delivery de pizza en la noche.

 

Sasuke se estaba volviendo codicioso, estos días se habían convertido en una convivencia muy amena, y a veces divertida. Odiaba que los días avanzaran.

 

-Espero que tengas mejores costumbres para entonces – respondió – no sé cómo encuentras tus cosas si nunca lo dejas en el mismo lugar.

-Es un don – le sonrió.

 

Al pasar los días tuvieron que controlar sus noches, ya que los alumnos llegaban para ocupar las habitaciones vacías. Ya no tenían tanta privacidad. Entonces el quinto día llego, cuando la universidad daba la orientación a los nuevos ingresantes.

Por supuesto, Naruto logro colarse con el grupo de alumnos.

 

 

-Sip, no me equivoco – escucharon una voz a sus espaldas al terminar la orientación.

-Son mis vecinos. Hola – sonrió un chico pálido.

La pareja lo miro confundido.

-En serio no me reconocen – se ofendió el chico – mi habitación esta literalmente al frente de la suya.

-Tienes tan poca presencia que no te notaron – se burlo la chica pelirroja que estaba con él.

-Que esperabas si nunca les hablaste- comento el otro chico de cabello naranja.

-Me hacen quedar mal – les reclamo – en fin, prefiero llevarme bien con mis vecinos. Encima si uno de ellos es el encargado del piso. Mi nombre es Suigetsu Hozuki, el otro chico es Juugo Takaru. Ambos estamos al frente de ustedes – sonrió.

-Yo soy Karin Uzumaki – se presentó por si sola la última chica.

 

-Eh… Uzumaki? – se extrañó el rubio.

-Tiene algo mi apellido… – se extrañó la chica.

-Ah… no, pero yo también soy Uzumaki. Naruto Uzumaki.

 

Los dos se miraron un buen rato.

-Al menos que nuestros padres tuvieran una aventura; lo cual dudo… debemos ser parientes lejanos – concluyo la peliroja.

 

- ¡Esto es genial! Tengo familia en Londres – se emocionó mirando a su novio.

-¡Un gusto!; primo, tío, sobrino, o lo que seas – la chica le estiro la mano como saludo.

-Igualmente- respondió el saludo.

Mientras los Uzumakis estaban en su mundo, el resto los miraron de lejos. Se notaba que al menos tenían un parentesco con esa energía loca que desbordaban.

-Genial, otro Uzumaki – se maldijo el Uchiha.

 

-Entonces solo quedas tu…- hablo Suigetsu refiriéndose al moreno.

-Sasuke Uchiha – respondió seco.

 

-Esto es genial, ya que ustedes son prácticamente familia, esto nos hace a nosotros amigos – dijo refiriéndose al Uchiha – llevémonos bien – sonrió Suigetsu.

-Que horarios tienes, debemos coordinar para encontrarnos y hablar de la familia – se emociono Karin atajando al rubio.

-Ah… yo no estudio aquí – confeso sin pensar.

El trio miro a la pareja un buen rato en silencio, y llegaron a una conclusión.

 

A Karin le pareció divertido tratar de molestar al chico malhumorado que los miraba a matar.

- Entonces, si no es rudo preguntar, ¿ ustedes son…?-

El que entro en pánico de inmediato fue el Uzumaki, la reputación de Sasuke en este nuevo lugar debía de ser impecable.

-Ah… porque sería rudo… somos ami---

-Somos novios, es mi pareja – lo corto directo.

Naruto quedo totalmente en blanco.

El Uchiha mantuvo su expresión impecable y altiva.

 

 

Lejos de mostrar alguna reacción negativa, el trio los miro felices.

-Si se les ve bien juntos – comento Suigetsu.

-Sin duda alguna – confirmo la chica.

 

-Si no tienen más que decir, debemos irnos – hablo cortante el Uchiha.

 

-Si, si. Los dejamos solos – respondió Karin - Bueno, primo-sobrio o tío seguimos hablando luego. Le daré mi número a Sasuke para que te lo pase después.

El Uchiha la miro a matar

-Hasta luego – Juugo tomo a sus otros dos amigos y los arrastro lejos.

 

-Son molestos…

-Pero parecen buenas personas – le contesto divertido su novio.

 

.

.

.

 

Solo les quedaba el fin de semana, el domingo Naruto debía de regresar. Sentir la despedida cerca los hizo preferir quedarse juntos. Ya no salieron de la habitación, y se dedicaron por completo al otro.

Hablaron de lo que harían en ese tiempo, de que se comunicarían por videollamadas cada que podían, y se mensajearían a diario. Aunque tenían una diferencia horaria de alguna forma conectaban y tenían tiempo para hablarse.

El Uchiha aprovecho y menciono su plan de usar sus vacaciones para adelantar cursos y así terminar antes, por lo que no podría volver en esos años. Por supuesto el Uzumaki se mostro desilusionado pero acepto la idea.

.

.

 

Llego el domingo y el rubio se dedico a organizar sus cosas para el viaje. Habían comprado algunos regalos y recordatorios para sus amigos y familia, así que al final terminaría regresando con una maleta.

El moreno se quedo mirando la polera que había escondido de lavar. Aunque luchara con todo y tratara de negarlo, sabía que estar sin Naruto le provocaría un gran vacío.

Creyó estar preparado hace una semana, pero cuando uno esta realmente preparado para separarse.

Si era por su tranquilidad, tener esta prenda de alguna forma lograría calmarlo. Se convenció de ese hecho. Y tenía cierto sentido, y hasta derecho, ser algo posesivo y quedarse con su polera, debía ser normal.

 

- ¿Hay algo que falte guardar? - pregunto el rubio. Siempre fue un caos para él ordenar una maleta de viaje, y encima ahora que había comprado tantas cosas.

-No, ya revisé. Esta todo listo –

 

.

.

.

 

 

-Bueno llego la hora…- suspiro el rubio a esperas de abordar.

Sasuke solo se quedó observándolo fijamente. Quería grabar en su mente cada segundo que les quedaba.

Naruto miro la expresión de su novio, apenas mostraba algo. Pero él podía leerlo a la perfección. Ojos algo cristalinos, labios apretados. Estiro su brazo para acariciarle la mejilla.

-Se supone que yo te despediría, no al revés.

-Usoratonkachi – le respondió apoyándose en esa mano.

El Uzumaki avanzo un paso y le dio un beso. El moreno de inmediato se aferro a él.

 

-Hasta pronto – Sasuke hablo en un casi susurro cuando se separaron ligeramente.

-No, es hasta la próxima llamada. – le sonrió.

 

Entonces llego su turno de abordar. Giro una ultima vez, y se despidió enérgicamente con una sonrisa característica.

 

 

 

 

 

Que es una separación física,

Cuando estamos conectados por algo

Mas grande y más especial.

Volveremos a tocarnos pronto.

Espéralo.

Notas finales:

Y... que les parecio. Este no es el final, quedan dos capitulos mas. El siguiente sera de breves relatos de esos años que estuvieron separados, habra de todo un poco. Y boda, sip. Desde el inicio de la historia ya tenia planeado el escenario, asi que ya lance el pequeño spoiler jajaja. Espero les guste, espero sus comentarios, dudas o sugerencias. Nos leemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).