Sasuke quiso quitar sus manos de la nueva chica, pero increíblemente su agarre era fuerte. Cuando al final la chica paro de agitar sus manos se soltó.
-No tengo tiempo para esto, solo he venido por mi cámara- pudo hablar por fin el moreno.
Naruto aún seguía en su trance, y Naruko se dio cuenta. Le dio un codazo algo disimulado.
-Ah!- volvió a la realidad- Así! La cámara, ahora vuelvo- el rubio se encamino algo distraído a su habitación dejando solos a la rubia y el moreno.
Sasuke evitaba el contacto visual con la rubia, si se parecían físicamente también sería igual de molesta.
Naruko se dio cuenta de que el moreno no le gustaba estar ahí con ella, se notaba que era arrogante, sus pensamientos sobre él se estaban modificando. Tenía que actuar de otra manera, sonrió maliciosamente.
-Aquí esta!- por fin apareció el rubio con la cámara en manos.
-Ya era hora- cogió la cámara molesto- en verdad eres un despistado usoratonkachi, idiota- el moreno empezó a caminar en dirección a su casa.
-Teme!!, quieres pelar, tu eres él que olvido pedírmela idiota!!- grito pero el moreno ya estaba entrando a su casa ignorándolo.
Naruko no sabía que pensar, las palabras que dijo su primo y como lo dijo obviamente se sentía que se llevaban realmente mal, pero la ligera sonrisa que mostro Naruto después de gritarle decían lo contrario.
-¿Porque sonríes?- le pregunto la rubia.
-Que?!, sonreí- el rubio la miro realmente confundido- deberías de entrar ya, estas realmente cansada-
Naruko estaba analizando todo esto, su primo ni siquiera se daba cuenta de nada. Tendría que prestar más atención a esta situación, o su plan se iría al caño.
. . .
El primer día de clases empezó, todo bien para ambos. Increíblemente ese día y los siguientes días de la semana se habían mantenido alejados. No habían discutido, no se habían retado, nada. E increíblemente el rubio se mantenía muy calmado, no había hecho bromas ni nada, pero todo esto tenía su explicación.
Desde que volvió a ver al moreno se mantuvo muy pensativo, pensaba que el asunto del beso y lo demás estaba resuelto.
Por qué volvió toda esa tontería, en las vacaciones casi no había pensado en él, así que, que le estaba pasando. Pero lo peor de todo era que, Naruto había pensado que el incidente de su casa había quedado; por lo menos, dejado atrás, ahora el moreno lo estaba ignorando totalmente, si esto seguía así, ya no habría la rivalidad que siempre hubo. Y eso no lo quería en absoluto, después de tantos años cortar todo de golpe no se sentía bien, incluso a veces sentía que su rivalidad se estaba convirtiendo en amistad, y para Naruto, Sasuke se había convertido en un tipo de amigo muy diferente al resto, perder todo eso no le sentía bien.
Por eso, su mente estaba muy ocupada, tenía que solucionar muchas cosas, pero como debía de hacerlo…
. . .
Paso la tercera semana y todo seguía igual, por lo menos para el rubio.
Sasuke había decidido que jamás volvería a tener contacto con ese idiota, ese era su plan; y al parecer estaba funcionando, pero no esperaba que fuera tan fácil. Casi no tuvo que hacer nada, Naruto por si solo se estaba manteniendo alejado, esperaba por lo menos tener la gracia de ignorarlo cuando quisiera retarlo o molestarlo, pero nada. Y de cierta manera sentía que él era el ignorado, y eso lo ponía molesto, como era posible. Había cambiado, eso era cierto, su imagen era diferente y cosas realmente diferentes le estaban sucediendo.
Cuando el rubio iba a practicar en el club de básquet había una gran cantidad de chicas que rodeaban la cancha gritando emocionadas, más de lo normal, mayormente iban a ver al pelirrojo Gaara, pero al parecer con la nueva figura de rubio el club de básquet tenía más fans. Luego, cada vez que Naruto pasaba por algún grupo de chicas caminando distraído, estas se emocionaban, y hasta se sonrojaban. Todo el mundo hablaba de lo bien que se veía el rubio.
Para colmo en la primera semana descubrió que la prima de Naruto, Naruko se había inscrito para estudiar en la misma escuela que ellos, pero ella era un grado inferior, para su suerte, sin embargo eso no era todo. Esa semana la rubia lo había estado siguiendo en los recreos, y lo estaba vigilando constantemente, eso le estaba resultando engorroso.
-Que es lo que quieres- le pregunto.
-Nada, solo te estoy observando. Me parece que es algo a lo que deberías estar acostumbrado con todas tus fans, verdad- contesto con una sonrisa inocente.
-Al menos esas chicas lo disimulan, no te parece-la miro con desgano.
-Sí, puede que sí, pero yo soy más directa, no me gustan los rodeos- contesto con otra sonrisa- pero no te preocupes, ya no te voy a seguir más. Ya termine lo que tenía que hacer contigo.
-Como sea- respondió con desgano.
-Te voy a decir algo…- su expresión se volvió seria, después de un toque de drama continuo - no eres la gran cosa Uchiha Sasuke- la sonrisa esta vez no era la de una inocente chica, esta vez parecía la de un estratega militar. - <<al menos no por ahora>> susurro para si misma.
Al moreno no le dio tiempo de responder, la rubia se fue rápido. Cuál era el problema que tenían esos dos, que querían con él. Y la actitud de Naruko no era nada comparado a lo que el rubio estaba haciendo ahora.
Cualquiera esperaría de Naruto reaccionara con altanería, muy orgulloso de su popularidad, pero sucedía todo lo contrario, se mantenía muy pensativo ignorando las cosas de sus alrededor, parecía que no le importaba lo que le estaba sucediendo, se mantenía serio. Y eso lo hacía ver…maduro – pero no era solo eso- y el moreno no quería aceptar más que eso, contra todo pronóstico Naruto era popular, y eso no le agradaba nada a Sasuke, no le agradaba que fuera más popular que él, no le agradaba que tuviera las mismas chicas que hace poco lo perseguían a él, no le agradaba que todo el mundo se fijara en él, había muchas más cosas que no le estaban agradando, pero no tenía palabras para describirlas, como odiaba sentir que no tenía el control.
Estaba realmente molesto, verlo lo ponía molesto, tener que compartir el salón con él lo ponía molesto, escuchar su voz lo ponía molesto, que lo ignorara lo ponía molesto; ¿que intentaba hacer con todo esto?, ¿se estaba burlando de él?, ¿quería demostrar algo?, no lo entendía.
Llego el recreo, al moreno solo le faltaba un grano de arena para explotar, y como una maldición apareció Naruto con la mirada distraída y pensativa que tanto odiaba, estaba en el pasillo, y no había mucha gente. Sasuke lo miro muy desafiante, muchas veces solo con esa mirada bastaba para iniciar una pelea, pero al parecer el rubio ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, ese grano de arena ya estaba a punto de caer.
Ambos estaban caminando en dirección al otro, faltaban unos pasos para chocar, Sasuke hizo un movimiento brusco y le golpeo el hombro.
-Lo siento- fue la única reacción de Naruto, luego siguió de frente.
El moreno no soporto más, el grano de arena toco fondo. Lo agarró del brazo fuerte.
-Oye- dijo peligrosamente calmado, la mirada de Sasuke mataría a cualquiera en esos momentos.
-Que quieres lograr con todo esto- su voz seguía calmada pero su mirada no.
-¿Qué?- el rubio lo miro sorprendido, no sabía que estaba pasando.
-Basta!!- grito- no te hagas el idiota- volvió a hablar serio.
-Sasuke, que…- el rubio no sabía de qué estaba hablando.
-No entiendo, que quieres demostrar, te estas burlando de mi!- lo sujeto de la camisa y lo atrajo cerca de él, lo miro directo a los ojo –aunque tuvo que levantar la vista un poco, su control se estaba desvaneciendo.
El rubio no podía estar más perdido, por que Sasuke estaba tan molesto, él no había hecho nada, quería responder pero se dio cuenta de la proximidad, su mente volvió a ser un revoltijo y sus latidos lo pusieron nervioso.
De pronto se oyó un gran grupo de chicas riendo.
-Que no se escape esta pendeja!- grito una.
Ambos miraron por la ventana, estaba en el segundo piso y el lugar de donde vino la voz era un lugar muy escondido. Un grupo de estudiante estaba rodeando a una chica, Naruto vio claramente de quien se trataba. Naruko estaba parada en medio de las chicas, muy tranquila.
-Esto es malo- el rubio se asustó de la escena, se soltó del agarre del moreno y salió corriendo.
Sasuke volvió a recuperar el control y se calmó, que estuvo a punto de hacer, él estaba iniciando una pelea, y encima con Naruto. Ya más calmado pensó algo, tal vez toda esta actuación era para ver hasta cuando aguantaba, quería verlo perder el control como estuvo a punto de pasar. Enfrió su mente, quiso irse al salón, pero extrañamente su cuerpo se quedó al lado de la ventana, pero no sabía que esperaba ver.
La escena le era realmente familiar, cuando estaba en el jardín de niños cosas como esta le pasaban seguido, hasta que una vez cuando estaba lloviendo al salir de clases unos grupo de niños lo rodearon, Sasuke estaba muy enfermo, así que no podía defenderse muy bien, pero alguien apareció y lo saco de ahí, no recordaba muy los detalles, pero estaba seguro que fue su hermano.
-No te escapes zorrita- el grupo ya la acorralo en la pared.
-Quien te crees idiota, apenas unas semanas aquí y te crees lo mejor- hablo otra, había cerca de quince chicas que la estaban rodeando.
-No tienes derecho a hablarle de esa manera a Sasuke-sama.- al parecer se habían enterado de su pequeña conversación.
-Gracias a ti mi novio me dejo- un coro le grito en apoyo a esa chica- eres una zorra, los hombres por eso se te pegan!- volvieron a gritar.
-Vas a pagar rubia- la chica que parecía la líder se acercó a ella y le agarro una coleta- seguro que esto es teñido- saco de su bolsillo unas tijeras, acercándolo a su cabello.
-Empecemos por ese cabello- grito otra.
-Luego por ese rostro, ya tiene marcas en su cara de todos modos- la chica de las tijeras señalo las líneas en su mejilla.
Naruko tenía todas las de perder, pero en ningún momento emitió alguna queja por cómo le jaloneaban el cabello, no las miraba con miedo, más bien con aburrimiento.
-Ustedes son las que piensan que son inferiores, yo no tengo la culpa de sus problemas de autoestima- hablo tranquilamente, la multitud se calló.
-¡Cómo te atreves zorra!- la chica de las tijeras le jalo aún más el cabello, la rubia no pudo evitar una mueca.
La chica que hablo de su novio se acercó a ella y le dio un golpe en su rostro.
-Te arrepentirás de esto- hablo Naruko, las miro de tal manera que las chicas se alejaron un poco instintivamente.
Naruko movió los brazos bruscamente logrando soltarse de las chicas que la sujetaban.
-Vaya, vaya- una voz masculina se escuchó no tan lejos, la rubia y el moreno sabían de quien se trataba.
-No te metas!- le grito una de las chicas.
-Yo no voy a hacer nada, solo quería decirles algo, mi amigo Kiba le encanta sacar fotos, y bueno parece que estuvo sacando algunas de este lugar- señalo entre los arbustos donde se pudo ver al chico con un celular.
-Nos estas amenazando- hablo la chicas la lider.
-No lo sé, ustedes díganme- hablaba como una persona realmente autoritaria, algo que el moreno jamás vio- en estos momentos con solo apretar una tecla las fotos serán enviadas a la página de la escuela, y cuando eso suceda mi gran amigo Shikamaru que está hablando casualmente con el director lo encaminara hacia aquí. Finalmente Gaara volverá a enviar el mensaje a la página del comité de padres. Entonces díganme esto es una amenaza- se puso las manos a los bolsillos y las miro muy fríamente.
-Vámonos- solo dijo la chica de las tijeras. El grupo se separó en silencio.
-Tienes suerte rubia- hablo por última vez la líder y desapareció.
Sasuke no lo podía creer, cuando preparo todo esto el idiota de Naruto. Desde cuando podía poner esa voz amenazadora, y esa tipo de mirada. El pelo se du nuca se erizo un poco ante todo el show, no sabía el porqué; pero rápidamente volvió a tener control de su cuerpo.
-No era necesario que me ayudaras- le reclamo la rubia algo enojada.
-Si lo sé- el rubio le sonrió y le acaricio la cabeza, al parecer era un hábito que tenía con ella.
-Moh!, no me trates como una niña- le volvió a reclamar con una sonrisa.
Sasuke apretó su mano en un puño y se fue del lugar en dirección al salón. Ver la última escena al parecer no le agrado, ignoraba el porqué.
-Parece que tu plan funciono- Kiba salió de su escondite y se unió a la pareja- en verdad se creyeron todo- se puso a reír.
-Por suerte se tragaron el cuento- dijo aliviado.
<<Mi miedo en realidad era por lo que les iba a hacer Naruko a las pobres chicas. Suerte que llegue antes de que empezara a golpearlas, o si no tanto Iruka como yo tendríamos grandes problemas>>- el rubio soltó un suspiro. <<Y parece que la situación con Sasuke está casi resuelto, por lo menos me volvió a hablar!!>>- esta vez sonrió con muchas ganas, y Naruko se dio cuenta.
“Si no fuera por ese orgullo y la duda
Tal vez ahora algo nuevo estaría pasándonos
A los dos”