Capitulo 12
Promesa.
Las horas pasaron.
Linda me dijo que vivía cerca de mi casa por lo que me encontró fácilmente.
Linda se fue y junto con ella Beyond y Lawliet también.
Near seguía dormido, ¿Como es que una persona podía dormir tanto? Creo que empezó a invernar o algo por el estilo.
Subí a su habitación y entre sin hacer ruido, no quería despertarlo.
-No eres nada sigiloso ¿Sabias?
-Ah! Lo siento, ¿Te desperté?
-No, ya estaba despierto.
-Bueno, menos mal.
-¿No querías despertarme?
-No, quería que siguieras durmiendo tranquilamente- dije mientras me recostaba a su lado. -¿No tienes hambre? Casi no comiste.-
-Un poco- Bostezó -¿Quien era ella?-
-Es una amiga de la infancia, se podría decir que es mi mejor amiga o algo por el estilo.- le respondí con una sonrisa, pero el no hizo el mismo gesto.
-¿Por que te emocionaste tanto al verla?- dijo cambiando la expresión de su cara.
-Por que hace mucho tiempo que no la veía, a parte, me dejé llevar por el momento.-
No me dijo nada solo se volteo y se dispuso a seguir durmiendo.
-¿Que paso? ¿Tienes sueño?-
-Si- Dijo de mala gana, ¿Otro cambio de humor? Me dijeron que por lo general así iba a ser por un tiempo.
-¿Estas enojado?-
-¡No, solo tengo sueño!-
No le dije nada, ¿Por que ese comportamiento tan raro? No lo sabía, solo me dispuse a dejarlo dormir. Cerré los ojos y me dormí yo también.
----------POV Near----------
Desperté, me sentía del asco, abrí los ojos y me lastimó la luz del sol, tape mis ojos con mis manos. Estúpido sol, siempre me despierta.
-Buenos días- dijo Mello cambiandose de ropa. Lo mire un rato y me tape de nuevo, me sentía mal, no sabia por que.
-¿Seguirás durmiendo? ¿Quieres que cierre las cortinas?-
-No, solamente tengo flojera de levantarme.-
Mello se hecho a reír, al parecer le gusta mi sufrimiento.
-Bueno, bueno, arriba Peluza.- dijo mientras me jalaba de un brazo. De nuevo con ese apodo.
Me enderece y sentí algo de nauseas, me mareé un poco, debía acostumbrarme a los síntomas del embarazo.
-Que horror- dije mientras me llevaba una mano a la cara y baje la cabeza.
-¿Te sientes bien?- Preguntó mientras se acercaba a mi y ponía su mano en mi cabeza.
-No del todo.-
-¿Que sientes? ¿Tienes hambre?-
-No, solo...-
No pude terminar la frase, salí corriendo al baño para terminar vaciando lo que mi estomago tenía, lo poco que había comido ayer.
Mello entró rápido al baño y me dio palmaditas en la espalda mientras yo seguía con mi hermosa plática con el toilet.
-¿Todo bien? ¿Quieres que te traiga algo?-
-... No, estoy bien.-
-¿Quieres recostarte un rato?-Preguntó mientras me ayudaba a mantenerme de pie.
Me quede callado, no quería recostarme pero tampoco quería estar de pie. Ni siquiera yo me entendía.
-¿Asi sera de hoy en adelante?-
-¿Asi? ¿A que te refieres?-
-Nada... Olvidalo.- Suspire.
-Pero...-
-Tengo hambre.- dije interrumpiéndolo.
-¡¿E-Eh?!-
Más tarde Mello, Beyond Lawliet, Linda y yo fuimos al centro comercial. Nos paseamos por las tiendas, Beyond y Linda compraron miles de cosas y al final nos paramos a comer.
Tenia hambre, había comido en casa pero no fue suficiente, con eso de que ahora tenia que comer por 2 no me era muy agradable.
-¡Woah! Comí demasiado.- dijo Beyond mientras se recargaba en el respaldo de la silla.
-¿A si? Eso dicelo a Near.- dijo ahora Mello con una ceja arriba y una sonrisa en su rostro. No me gusto el comentario que hizo.
-¡Ah, bueno! Como fue mi culpa quedar embarazado.- Respondi. Sentía que desde que salí del hospital Mello me estaba hechando en cara el hecho de que me habían violado. Como dije, a el le encanta mi sufrimiento.
-Oye...-
-No, nada.- desvíe la mirada a otro lado.
-No te enojes Peluza, solo es una broma.-
-Si, también es una broma el hecho de que me hayan violado y ahora este embarazado ¿No es así? Es una broma el tener que pasar por un trauma sin que nadie se de cuenta de tu dolor ¿No es así?-
Lo mire con la sonrisa más sarcástica y falsa que había hecho en toda mi vida. -Lo siento, saldré a tomar aire-
Me levante de la silla y salí del lugar. Afortunadamente estábamos sentados algo lejos de las otras mesas por lo tanto ninguna persona pudo escuchar lo que dije.
Ni siquiera quise voltear a ver la expresión de Mello, probablemente todos tenían cara de "-¿Que paso aquí?-". Sin embargo, a el le hacia gracia el que yo estuviera soportando todo esto, desde un principio dije que me rehusaba a tener al bebé pero yo fui el idiota que se fue haciendo ideas, yo fui el idiota que tuvo la esperanza de encontrar después de tanto tiempo a una persona que no me hiciera daño.
Me estuve un rato en un balcón que había en la planta alta del centro comercial y me recargue en el barandal. No pensaba absolutamente nada, solamente quise mirar. Sabia que entre más pensaba más daño me hacia, solo me estaba lastimando. Y llamando mi atención de la vista que tenia, alguien me palmeo la espalda, sabia que no era Mello, el hubiera hecho otra cosa, esa persona también se recargo y miro hacia adelante.
-¿Ya estas más tranquilo?-
-... Si.- conteste bajando la vista.
En estos últimos meses me habia sentido con miles de sentimientos: enojo, rabia, angustia, melancolía, tristeza, felicidad... Amor.
¿Por que pasaba eso? ¿Asi sera hasta que tenga al bebé? ¿Que pasará después? ¿Y si pasa una complicación? ¿Morire? ¿El bebé morirá? ¿Me quedare solo? ¿Mello cumplirá su promesa?
Todas y cada una de estas preguntas resonaban en mi cabeza, era como el sonido de una campana, cuando la tocas el sonido se queda en tu cabeza hasta que pasa un rato, o al menos así me pasaba.
-Ya deja de torturarte pensando en cosas tan complicadas, si sigues así solo te angustiarás y eso no es bueno ni para ti ni para el bebé.- Me dijo tomando una de mis manos, sonriendo confiablemente, como si me tratara de decir algo.
-¿Como es que sabías en que estaba pensando?- Suspire, enserio tenia esa duda.
-¿Eso? Es fácil, se veía en tus ojos. Los ojos son como las puertas del alma, puedes saber muchas cosas mediante ellos y una de esas cosas es lo que piensas en este momento.- dijo tomando con sus manos mis mejillas.
-No te preocupes, Mello puede ser un idiota, pero te aseguro que cumplirá su promesa y desde ahora yo le ayudare para hacer que la cumpla.- tomo aire y volvió a hablar -No volverás a estar solo, Nate.- volvió a sonreir. Esa sonrisa demostraba confianza y seguridad en sus palabras, no pude evitar temblar la mandíbula, no pude evitar que esas pequeñas gotas de agua salieran de mis ojos.
-Gracias, Linda- Fue lo único que dije antes de caer de rodillas al suelo. Comencé a sollozar, muy muy bajo, ella se arrodilló y me abrazo, acarició mi cabeza, tal como lo hacía Mello, tal como me gustaba. Nos quedamos un rato ahí. Oí unos pasos pero se detuvieron, pude ver dificilmente por las lágrimas que se trataba de Mello, Beyond y Lawliet.
Mello no se acercó, probablemente no quiso alterarme o ponerme peor.
Después de un rato, Linda me ayudo a levantarme, aún tenia lágrimas en los ojos. El embarazo me estaba poniendo demaciado sentimental últimamente, era mas sensible de lo que ya era.
Dios mío, me las vas a pagar Matt, te veré en el infierno.
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