Capitulo 13
Melodías de corazón.
Caminamos. Aún estábamos en el centro comercial.
Ni siquiera quise ver a Mello, después de todo lo que dije sería incomodo tratar de entablar una conversación con el.
A mi lado estaba Linda y detrás de nosotros 2 estaba Mello, Beyond y Lawliet, hablaban de algo, no sabia muy bien qué, ya que estaban como a metro y medio de nosotros.
-¡Kyyya! Mira~ ¡Toda una tienda de ropa para bebe! ¡Vamos a ver!-
Jaló de mi brazo arrastrándome a esa tienda.
Había muchos artículos para bebés, demasiados para ser precisos.
-¡Woah! ¡Beyond ven aquí!- Al parecer ella y Beyond se habían hecho amigos.
-¿Ah? Ya vamos- dijo el jalando también a Mello para que entrara a la tienda.
-Near ¿Que va a ser tu bebé?-
-N-Niña-
-¡Waa! Que lindura~
Fue lo que dijo antes de jalarme de nuevo para ir al pasillo de accesorios.
Ellos dos miraron demaciadas cosas, preguntaron precios, y hasta compraron ropita. ¿Por que lo hacian? ¿Sera verdad que Linda ayudara a Mello a cumplir su promesa?
Y para empezar... ¿Mello cumplirá con su promesa? No lo sabia, ya ni siquiera sabia si en realidad me amaba o si solo era una vil mentira. Comenzaba a desconfiar de el ¿Por qué? ¿Por qué desconfiar de la persona que me salvó? ¿Por que desconfiar de la persona que estuvo contigo cuando estabas solo?. Decidí no responder a ninguna pregunta, por supuesto terminaría llorando de nuevo. Siempre me pasa así.
-Chicos, aún falta mucho para que nazca el bebé ¿Por que se precipitan?- Dijo el rubio cruzado de brazos, estaba lejos de mi, yo solo desvíe la mirada hacía el suelo, no quería verlo a los ojos.
-No sabemos, hay que ir adelantándonos ¿No lo crees, Mello?- Mello rio. En todo el rato que paso, no me habia mirado, probablemente ni siquiera había pensado en mi, no se preocupó por como estaba. Al menos eso creia yo...
Salimos de la tienda, yo sinceramente solo quería volver a casa, no quería hacer nada, ya estaba algo cansado y algo pensativo, por todo lo que paso, por la situación en la que estaba, ¿Como es que me metí en todo este embrollo? ¿Como es posible que una sola persona pueda cambiar tu vida a tal grado de darle un giro brutal a todo?
-Near, ¿Te sientes bien? Últimamente has estado algo raro.- Dijo Beyond cuando saliamos de aquella plaza. Sinceramente no queria responder aquella pregunta.
Cuando alguien dice: "¿Estas bien?" se supone que la mayoria de las personas contestan "Si" aún que no sea cierto, y yo no soy diferente a todas ellas...
-Si, estoy bien- Dije dando una tenue sonrisa. Mierda, probablemente se han dado cuenta.
Beyond le contó algo a Lawliet y Lawliet se lo dijo a Mello, parecian viejas chismosas.
Subimos al autobus para regresar a casa, subí primero yo y me senté en el asiento que está a un lado de la ventana, me gustaba ese asiento.
Cuando sentí que alguien se sentó a lado de mi... Era Mello.
Fue totalmente incomodo. Desvie la vista a la ventana, para fingir que estaba viendo algo.
Luego, dió una pequeña palmadita en mi cabeza inesperadamente, me asuste y volteé por reflejo involuntario, el sonrió y yo me sonroje, me volteé de nuevo, no quería que me viera todo rojo.
-¿Ya estas más tranquilo, Peluza?- Dijo acariciando mi cabeza.
Yo solo asenti. No sabia que decirle, ni como hablarle, ¿Y ahora que hago?
El tomó mi mano y me jalo delicadamente, tomó mi mentón y me dio un beso, de esos que me vuelven loco, de esos con ls que perdo toda la cordura, me hacen sentir una explosión entera en el estómago y en todo el cuerpo; era suave, delicado, tranquilo. Pude sentir como sus labios me decían todo lo que no pudo decirme en todo el día, lo que yo no permití que me dijera.
Soy un idiota.
En el camino a casa, me jaló haciendo que recargara mi nuca contra su pecho, era confortante, podía sentir su calor. Cerré los ojos, respire profundo y me acurruque en el. Quería que ese momento nunca se acabase, quería seguir escuchando los latidos de su corazón, esos sonidos que me recordaban que estoy vivo, que la vida no es tan mala, esos hermosos sonidos que tranquilizaban todo mi ser.
Para mi sus latidos eran como si el mismo Paganini reviviera y tocara una de sus hermosas obras maestras, esas hermosas melodías que sólo el puede tocar con la fluidez, armonía y sentimiento que nadie tiene y nunca tendran.
El simple hecho de escuchar su corazón latir me resultaba hermoso, y para mi, eso era amor...
-¿Estas dormido?- susurró, muy, muy, muy bajito.
-No- yo igual susurré.
-Esta bien, oye...-
-¿Que paso?-
-Te amo.-
No conteste, me sonroje mucho, mucho, tape mi cara con mis manos, no sabia que contestar ¡Por supuesto que también lo amo! Pero... ¡Aiñ!
-¿Que pasa? ¿Estas bien?- trató de quitar mis manos de mi cara, yo me rehúse.
-No lo hagas.-
-¿Por que no?-
-Por que no te merezco...-
-¡Deja de ponerte de digna que ya tuvimos esa platica y sabes que te amo y siempre te voy a amar! Ahora callate, quitate las manos de la cara y besame.-
Me tomó con fuerza de las muñecas para quitar mis manos y me volvió a besar, pero era un beso diferente, nunca me había dado uno así, fue brusco pero lindo. Sentí como su lengua pedía permiso para entrar a mi boca, yo acepté.
La abrí diminutamente y juntó su lengua con la mía. Bailó dentro de mi, era como si bailaramos tango, un pequeño tango en el que deseaba que nunca acabara. Soltamos el beso lo mire con los ojos entre cerrados.
-Tus mejillas arden... ¿Te sientes bien?-
-Mejor que nunca...- enrosque mis brazos en su cuello y baje la cabeza a su pecho.
-Te amo, Mihael-Dije aún acurrucado en su pecho. Me abrazó, y volvió a acariciar mi cabello. Suspiré.
-¿Ya dejaron de comerse? Ya hemos llegado- dijo Beyond palmeando en la cabeza a Mello. Ni siquiera me había dado cuenta de cuando habíamos llegado, el tiempo se fue como rayo.
Mello se paró, me extendió su mano, la tomé y me ayudó a bajar, el bebé o mejor dicho "la" bebé estaba creciendo mucho, y para mí estaba demasiado grande para el tiempo que llevaba embarazado.
Entramos a casa, yo me senté con algo de dificultad en el sofá. Lo unico que quería ahora era dormir.
-Waaa~ fue un día cansado, creo que ya es hora de que regrese a casa.- Bostezo Linda mientras se estiraba.
-¿Hmp? ¡Ah! ¿Quieres que te acompañe?- Preguntó Mello.
-No, estoy bien, solo queda a unas cuantas calles de aquí, no te preocupes.- dijo con una sonrisa.
-Si te pasa algo no me lo perdonaría, así que insisto.-
-Bueno, bueno, tan terco y persistente como cuando eramos niños ¿No es así?-
Mello se hecho a reir y salieron.
Yo suspire ante tal escena.
-¡Oh! ¿Que pasa, Near? ¿Estas celoso?- dijo Beyond con mirada sospechosa pero con una sonrisa en su rostro.
-¡¿A-Ah?! ¡N-No!-
-Si, estas celoso, se nota- Esta vez dijo Lawliet mientras seguía comiendo dulces, muchos muchos dulces.
-¡N-No, no es cierto, no estoy celoso!-
-¡Y yo soy superman, Near! A nosotros no nos mientes, te dan celos de que Linda haya conocido primero al amor de tu vida~
-¡No es así!- estaba sonrojado al extremo.
-Si no estuvieras celoso, no estuvieras gritando una y otra y otra vez que no es cierto.
-¡P-Pero es la verdad! ¡No estoy celoso de Linda!- En ese momento, y para mi desgracia, entro Mello.
-¿Qué pasa aquí? Desde afuera se escuchan tus gritos, Near.- dijo acercandose al respaldo del sofá.
No supe que decir o explicar, no me daban celos de Linda pero tampoco me gustaba como la abrazaba de vez en cuándo, o como la rodeaba con su brazo de la cintura, o como le hablaba melosamente, al menoS eso veia yo...
Me puse nervioso, todos se me quedaron viendo, no soporte tantas miradas y sin pensarlo subí las escaleras, me encerré en mi cuarto, ya no quería salir. Lawliet, Beyond, son unos idiotas.
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