Al abrir la puerta me di cuenta de que tenia razón al dudar de aquella acción. En efecto, desearía no haber abierto ese objeto que servía de separación entre nosotros 2. Era el... Era Matt.
Abrí los ojos hasta el límite, no podía creer que era el, no quería que fuera el, hubiera preferido a otra persona ¿Por qué el? ¿Por qué ahora? No sabia el por qué de muchas cosas y mucho menos el por qué estaba Matt aquí. No dije nada solo lo observe con un nudo en la garganta, no me salían las palabras.
-Hola... ¿P-Podemos hablar?- me dijo algo inseguro.
-...No tenemos nada de que hablar- le dije bajando la cabeza para que no pudiera ver mi cara, tenia nauseas, quería vomitar, quería llorar, no sabía que hacer, si cerrarle la puerta en la cara o simplemente escuchar las vagas mentiras que me diría, así que opte por la primera opción, pero al hacerlo el me detuvo, abrió la puerta bruscamente y se puso de rodillas poniendo las manos en el suelo y agachando a cabeza, ¿A dónde diablos quería llegar?.
-... L-Lo siento... Enserio... Perdoname por lo que hice, fue... Casi inevitable, yo... No quería hacerte daño con mis estúpidas acciones, se que... Que me odias y que probablemente no volveré a verte por lo que hice pero yo te amo y cuando te vi corriendo alejandote de mí, te juro que me desmorone. Por favor... Perdoname Near... N-No sabes... Lo arrepentido que estoy- Aún sollozando, se levantó y me abrazó. Tenía lágrimas en la cara, no sabia si creerle o no, pero por una razón que ni siquiera yo entendía, me enoje, no sé por que pero me molesto mucho que estuviera haciendo eso, probablemente parte de mi me decía que me volvería a lastimar. Enojado y algo cansado lo empuje no muy fuerte, ya que yo tenía un cuerpo demaciado débil. Al hacerlo el se sorprendió, limpio sus lágrimas y camino acortando la distancia que había entre nosotros, sonrió y tomo mi mentón sellando así un beso que el quería hacer duradero pero yo no lo permití. Lo empuje de nuevo.
-¡¿A caso eres idiota?! ¡No quiero volver a verte en toda mi vida!- le grite, estaba realmente enojado, el qué se haya revolcado con la maldita rubia oxigenada me enojaba, y mucho.
-¿... Tu... No me amas?- dijo sonriendo descaradamente como si de un juego se tratase. Se acerco y me cargo sosteniendo mis piernas y colocandome boca abajo en su hombro, trate de resistirme pero era inútil, la diferencia de fuerzas era incomparable, aclarando que el era una cabeza más alto que yo.
Al llegar a mi habitación, me bajo y me empujo para que cayera sobre mi cama y posándose sobre de mi, me estaba asustando... No supe en que momento empezó todo esto, empecé a temblar, tenia miedo, se acerco a mi cuello, y empezó a lamerlo, con cierto patrón:
lamer, chupar, besar morder,
lamer, chupar, besar, morder,
lamer, chupar, besar, morder.
Así una repetida cantidad de veces, sentía como se me endurecía allá abajo, me sentía sucio, trate de empujarlo pero solo empeore las cosas; comenzó a masajear mi miembro por encima de mi ropa.
-¡A-Ah! N-No... ¡P-Para!... ¡Nggh!- solté un gemido, me sentía totalmente incómodo, "-esto va a terminar mal-" dije en mi mente. El seguía con lo suyo mientras yo con los ojos entre cerrados.
Estaba muy excitado, me puse una mano en la boca para evitar que salieran más gemidos, pero así como todo lo que hago, fue inutil, pose mi otra mano en su pecho y empeze a precionar, trate de que se separara de mi, el siguio masajeandome ahí.
-¡M-Matt, por un... demonio. P-Para de una... V-Vez... ¡¡¡Ayudenme!!!- estúpidamente grité para que alguien detuviera esto, esta claro que no piensas claramente cuando te están acariciando tus partes íntimas.
-Hahaha, Amor, ¿Realmente crees que alguien te va a escuchar? No hay nadie que te pueda ayudar, no hay nadie que te salve de esta- dijo burlándose y sonriendo de una manera tan sádica y descarada, lo odiaba... Odiaba estar solo y más aún odiaba a Matt, maldito sea el día en que lo conocí, maldito sea el día en que nací...
Paro de lamer y masajearme, abri los ojos y vi que se levanto ¿Sera que se cansó de jugar conmigo? Esa pregunta se alejó rápidamente cuando vi que se quitó la camisa dejando al descubierto su torso, me sonroje hasta las orejas, ¿Que estaba haciendo? La respuesta la descubrí cuando empezó a quitarme la playera, desabrochando uno por uno los botones mientras me besaba retorsiendo su lengua por toda mi boca, obviamente yo no respodí al intento de beso, pero el me obligaba, trate de evitar que me separara de mi camisa, pero, aún excitado el es mas fuerte que yo, me la quito a la fuerza, se levanto y buscó por la habitación, yo, en un intento de escape salí corriendo de la cama hasta la puerta, ya sentia la libertad, estaba a unos cuantos centímetros de poder ser libre, pero logro sujetarme firmemente del torso. Me resbalé haciendo que cayera de boca al suelo, al hacerlo creo que me había torcido el tobillo, me dolia mucho, gemi un poco de dolor pero a el no le importo, me jaló de la cadera y me regreso a la cama tomando mis manos las amarro dolorosamente a la cabecera de la cama, me asuste mucho, le rogué que no lo hiciera pero... Se poso abriendo mis piernas quitándome así de un tirón mi pantalón junto mi ropa interior dejando al descubierto mi miembro ya endurecido por las acciones de hace un rato. Bajo su cabeza hasta mi torso lamiéndolo usando casi el mismo patrón que uso cuando lamió mi cuello, empecé a temblar aún más, moví mis manos tratando de liberarme del agarre, pero no pude siquiera que se afojara ni un poco. El comenzó a bajar a mi entre pierna lamiendo mi pene, metiéndolo en su boca, subiendo y bajando, una y otra vez, me retorcí, me excite, las piernas se me contrajeron, levante la cadera en un reflejo involuntario tratando de no venirme, pero el empezó a estimular mi miembro para que lo hiciera, y... Lo logro, solo pude ver como su cara se llenaba de aquel liquido blanco que salio disparado, por un momento me sentí más tranquilo, pero mi respiración cambio repentinamente cuando el levanto la cabeza e introdujo dos dedos en su boca, los empapó de saliva y después los introdujo en mi entrada, moviéndolos sin parar dentro de mi.
-¡Aahh!... ¡¡¡Nggghh!!!... Ngh... N...no... ¡¡¡Aggh!!!- gemí
-Eres tan violable Near, que persona tan más frágil... Tienes cuerpo de prostituta al cien porciento... Dejame... Probar todo de ti. Cada minúscula parte de tu cuerpo, cada pequeña parte quiero probarla...-
Al terminar esa frase, me beso, duro demaciado el beso. Mis pulmones ya no resistían, rogaban por que les llegara aire de nuevo, solto el beso y pude volver a respirar, pero realmente hubiera deseado ya no volver a respirar nunca ya que saco sus dedos de mi y se bajo parte del pantalón dejando al aire su miembro y al mismo tiempo introdujendolo en mi entrada. Cuando lo hizo, sentí un fuerte dolor insoportable causando así que yo gritará lo suficientemente fuerte como para que me oyeran hasta otra casa. Ell solamente se río y movió sus caderas embistiendo lenta pero descuidadamente, luego un poco más fuerte, y... Finalmente me embistió a diestra y siniestra, muy intensamente a tal grado de ya no poder, mi entrada empezó a sangrar más y más, al parecer no me dilaté bien, a parte yo era virgen... Virgen... Perdí mi virginidad en una violación...
Me dolía que el estuviese haciendo eso pero a el no le importo, seguía disfrutando de lo suyo, y para mi eso era como un infierno, estaba a punto de desmayarme de tanto gritar y de lo agitado que estaba, cuando oí que se abrió la puerta bruscamente, el volteo inmediatamente para ver quien interrumpía SU sexo o mejor dicho MI violacion; cuando un golpe de la nada lo sorprendió, era un hombre, eso pude verlo pero no alcance a ver quien era, me dolía todo,veía borroso y todo era negro; ellos siguieron golpeándose y mi salvación gano... Haciendo que Matt saliera de mi casa.
Aquella persona desamarró mis manos y me revisó cuidadosamente percatándose de que yo no estaba bien. No pude ver quien era aquella sagrada persona que me salvo, vi como salió de mi habitación y regreso después de unos cuantos segundos, había cogido un teléfono, y solo escuche que llamo una ambulancia, ¿Tan mal estaba? Era coherente, me sentía deplorable, no sentía mi cuerpo, perdí toda aquella sensibilidad que antes tenía, todo era oscuro, solo pude escuchar cuando llegaron los paramédicos y me subieron a la camilla. Me desmaye en cuanto me subieron a la ambulancia. Solo una duda quedaba... ¿Quien era la persona que me salvo?...