Ese estúpido de Alan me corto la llamada sin poder preguntarle más al respecto ¿Algo habría pasado? ¿Por qué quería quedarse en casa de Andrew? Eso era algo extraño y al mismo tiempo divertido pero quería saber el porqué, además estaban las palabras de Andrew que me dejaron con preocupación.
Dispuesto a volver a llamarle el teléfono del departamento empezó a sonar haciendo que un quejido saliera de mis labios, me acerque hasta el y descolgué -¿Quién es?-
-Hijo estoy abajo ábreme, me olvide de las llaves-
No respondí y colgué el teléfono para soltar un fuerte suspiro –Esto será una larga semana-
Mi madre había tenido la idea de quedarse en mi departamento durante esta semana para así facilitarse el trabajo en buscarme una pareja, de esa manera podía estar cerca de mí y mostrarme a cuanta chica se le cruzara por el camino diciendo que sería buena como esposa enun futuro.
Baje por las escaleras ya que quería tardar lo más posible antes de llagar con ella, no es que no quiera a mi madre pero cuando se pone con estos temas me atormenta al punto de no querer tenerla cerca y ahora al estar una semana conmigo acá en el departamento estoy seguro que llegare a volverme loco
Ya cuando solo quedaban unos escalones para llegar a la planta baja mi teléfono sonó, miré el identificador de llamadas y una boba sonrisa se dibujó en mi rostro.
-¿Estas bien?- Pregunte mientras me detenía en aquellas escaleras
-¿Tengo que estar mal para llamarte?- Solté una pequeña risa y le escuché acompañarme.
-Lamento preocuparme por ti- Mire el reloj que se encontraba en mi muñeca, suspire –David-
-¿Estas bien?- Quise responderle con una broma pero no me dejo -¿Hay algo que te moleste? Sabes que… que puedes contar conmigo- Sonreí ante ello -¿Te pasa algo? ¿Llame en un mal momento?-
-Nada de eso, llamaste en el mejor momento, gracias por ello- Sin saberlo él me estaba animando, él era al único que quería, era el único que quería que mi madre viera como mi pareja; pero sabía que estaba difícil, mi mama quería nietos de mi parte y si me juntaba con David eso no sería posible. Suspire de nuevo –David luego te llamo para la cita- Escuche como se chocaba con algo y reprimí una risa al imaginarme su rostro –Cuídate-
-S-si… tú también cuídate- Quedamos unos instantes en silencio –Estaré esperando a que llames-
Sin decir más cortó y me dejó con las palabras en la boca, al parecer hoy era el día de hacerme eso con las llamadas. Mire la pantalla de mi teléfono y sonreí como un bobo enamorado, porque eso es lo que era, estaba enamorado de David y en nuestra cita se lo quería confesar, solo había un pequeño problema de todo, y ese problema se encontraba esperándome afuera del edificio.
Retome mi camino y llegue hasta la entrada viendo a mi madre afuera con una gran cantidad de equipaje con ella, me acerque inspeccionando a su alrededor sorprendiéndome de ver tantas maletas para solo 6 días.
Al verme abrir la puerta de entrada salto a mis brazos dándome un fuerte apretón que según ella era un abrazo de madre amorosa –Hijo que hermoso estas- Sostenía mi rostro en sus manos mientras le miraba e inspeccionaba a su gusto –No puedo creer que con ese hermoso rostro no tengas a nadie contigo- Hizo un gesto infantil que me causo cierta gracia –Eres tan hermoso, eres una copia mía y aun así andas soltero ¿Hijo estás haciendo algo mal?- Me miro con reproche –¿No estas tratando a las chicas como se debe?-
La mire un poco nervioso, mi madre era una mujer de 50 años que como lo había dicho, tenía un gran parecido a mí, aunque en realidad yo soy el que se parece a ella. Su rostro a pesar de mostrar algunas facciones de su edad se mantenía firme y con elegancia, su cabello corto hasta los hombros de un hermoso color rubio que se mezclaban con algunas canas las cuales se camuflaban en con su tono natural y unos destellantes ojos grises; yo había salido igual a mi madre, si me ponían frente a mi padre se dudaba de mi procedencia, creo que solo se podría decir que era su hijo debido a nuestros cuerpos.
-No les trato mal, no es que no tenga pretendientes, es solo que no estoy interesado- Me miro analizante sin soltar mi rostro haciendo que me sintiera más nervioso.
-Eso está por verse- Liberó mi cara y dio media vuelta para tomar en sus manos su primera maleta, imite su acción y le ayude con la gran mayoría mientras ella llevaba unas cuantas.
-¿Mamá?- No gestionó palabra alguna pero sabía que me estaba escuchando -¿Por qué tanto equipaje?-
-Eso hijo mío- Volteo a verme y un escalofrió corrió por mi espalda al ver su gran sonrisa –Es porque me quedare el tiempo necesario hasta que tengas una pareja a tu lado y tenga asegurado que tendré nietos de tu parte-
-¿Eh?- Y de nuevo, se iban dejándome con las palabras en la boca, mi madre se adentró al ascensor y subió ella sola al piso donde se encontraba mi departamento, Ahora si estaba muerto, mi madre estaría conmigo toda la vida ya que no tendrá nietos de mi parte.
POV Alan
Di otra vuelta en aquella cama mirando todo a mi alrededor, no había podido dormir en la noche por no para de pensar en todo lo que había pasado el día anterior, la llegada de Ian, el abuso de Charly y luego lo que paso con Andrew; No sabía que hacer porque todo se complicaba cada vez más.
Escucho que tocan la puerta de la habitación y miro la hora en mi teléfono, era hora de levantarme pero no tenía el valor para verle a la cara, me tapo con las sabanas y me hago un ovillo escuchando como seguían tocando con suavidad la puerta.
-Alan ¿Estas despierto?- La voz de Andrew se escuchaba algo lejana pero aun así podía oírle con claridad, mi corazón se aceleró y coloque mi mano en mi pecho intentando calmar así mi pulso sin éxito alguno. Escucho como la puerta se abre lentamente y me ponía más nervioso -¿Alan? Si no te despiertas llegaras tarde-
Sentía como mi corazón no para latir con fuerza, escuchaba sus pasos acercarse lo cual me ponía peor ¿Por qué no simplemente me levantaba y terminaba mi tortura? Esa misma pregunta se respondía al instante al imaginarme su rostro cerca de mí, su respiración mezclándose con la mía, no estaba preparado para verle si con solo mi imaginación mi corazón quería salir de mi pecho.
De un momento a otro el frio invadió todo mi cuerpo haciendo que me levantara de golpe observando a Andrew con una gran sonrisa mirándome y entre sus manos estaba aquello que me protegía de verle.
-¡¿Qué haces?!- Sin calmar mis latidos desbocados intente quitarle la sabana de las manos y volverme a tapar con ella – ¡Tengo frio dame eso!-
La risa de Andrew me volvía loco y lo peor fue cuando me acercó a él utilizando la sabana como medio de atracción y nuestros cuerpos quedaron muy juntos.
-Tienes que arreglarte para poder irnos- Sus ojos no se alejaban de mí y su voz se escuchaba con cierta alegría que no me ayudaban en nada –Si tienes frio nada más me gustaría que darte de mí calor- Mis mejillas comenzaron a arder y Andrew las acaricio con suavidad con sus manos –Pero ahora no tendría tiempo para hacerlo- Nos miramos unos instantes fijamente a los ojos, aquellos ojos grises que me estaban empezando a gustar de gran manera, desvíe mi mirada hacia sus labios y observe una pequeña sonrisa lo cual me hizo sonreír un poco nervioso.
-De-deja me vista y nos vamos- Volví a perderme en sus ojos que no dejaban de mirar mis gestos, me dio un beso en la mejilla y se fue sin decir nada más.
Me quede en la habitación en donde solo escuchaba el sonido que provenía de mi pecho, mi respiración estaba algo acelerada y sentía mi rosto quemar. Luego de cambiarme de ropa, la cual en la noche anterior Andrew me había prestado y estuvo un largo tiempo riéndose se lo grande que me quedaba la suya; llegue a la sala ya arreglado encontrandome con Andrew quien tiene en sus manos su teléfono.
-Te voy a pedir que te sostengas bien a mí cuando estemos en la moto- Se levantó del sofá donde estaba sentado y me paso un casco –Si no nos apuramos llegaremos tarde-
Durante el camino a la universidad no dejaba de abrazar con fuerza a Andrew por la espalda, estábamos a una gran velocidad y tenía miedo de que algo nos pasara; pero en cierta manera me estaba gustando la emoción que crecía en mi interior a medida de que el tiempo pasaba.
Al apenas llegar me entraron ganas de lanzarme al suelo y besarlo por poder llegar a salvo pero me controle, primero no quería que me viera Andrew de esa manera, segundo habían muchas personas a esa hora llegando a la universidad. Le di el casco y él termina de asegurar su moto para voltear a verme con una sonrisa.
-¿Estoy viendo bien o mis ojos me engañan?- Volteamos hacia la voz que escuchamos encontrándonos con el mellizo quien nos miraba sorprendido -¿Andrew y Alan viniendo juntos? ¿No estoy soñando verdad?- Se acerca a Andrew quien ya le miraba a la defensiva –Andrew si me dices que pasa acá seré muy feliz- Su sonrisa es tan grande que siento que en cualquier momento se quejada del dolor por casi deformar su rostro.
-No hay nada que explicar- Contesto Andrew quitándose el brazo de Steven de los hombros.
-¡Oh señor! Yo creo que si hay cosas que explicar- Una segunda voz llama nuestra atención observando a Isaac quien se detenía a unos paso de nosotros -¿Y bien? ¿Por qué pediste mi ayuda ayer?-
-Hola Alan ¿Cómo estás? Espero que bien- Conteste con sarcasmo causando una risa de su parte, se acercó a mí dándome un abrazo.
-¿Me vas a contar?- Volvió a preguntar luego de separarnos del abrazo, mire de reojo a Andrew quien no dejaba de vernos con el ceño fruncido, suspiro para tomar un poco de valor.
-¿Tengo que decirte?- Quise buscar una última salida pero al ver su expresión seria comprendí que no tenía escapatoria –No puedo decirte acá, pero te diré luego- No respondió, solo se limitaba a verme.
-Ustedes de allí será mejor que no lleguen tarde a las clases- Escuchar esa voz hizo que mi cuerpo temblara de miedo, le mire observando como tenia parte del labio lastimado, contuve la respiración al sentir sus ojos sobre mí –Buenos días Alan, espero tuvieras una buena noche- Se fue sin esperar respuesta alguna.
El temblor de mi cuerpo aumentaba y sentí que mis manos comenzaban a sudar, mi respiración comenzaba a fallar y mi visión estaba poniéndose borrosa; cuando pensé que me perdería en una oscuridad logro ver dos destellos brillantes que me llamaban, comencé a sentir una especie de calor recorrer todo mi cuerpo y poco a poco mis temblores fueron cesando.
No quería alejarme de esa calidez, cerré los ojos respirando con calma e inundando mis fosas nasales de un delicioso aroma, se me hacía familiar y no quería dejar de sentirlo, no sé cuánto tiempo estuve así, pero cuando logre abrir mis ojos y enfocar bien me encontraba recostado en una cama en una habitación blanca, supuse que era la enfermería debido a todos los medicamentos que se encontraban en la estantería, mis ojos se fueron a mi lado derecho donde se encontraban tres pares de ojos viéndome con alivio.
-¿Estas bien?- Colocó una mano sobre mi mejilla y una estúpida sonrisa se dibujó en mí.
-Lamento preocuparles- Cierro los ojos comprendiendo que la calidez que sentía en aquel momento era de Andrew -¿Qué paso?- Les mire y observe como se dirigían miradas entre ellos.
-Quiero que me digas algo- El primero en hablar fue Andrew -¿Ese hombre era Charly?-
Su pregunta me tomo por sorpresa al igual que Isaac quien me miraba con la pregunta clavada en su rostro al igual que una pizca de enfado en sus ojos, solo asentí ya que tenía un nudo en la garganta.
-Alan por favor dime que ese maldito no te ha hecho nada- La voz de Isaac hizo que todos le miraran, yo solo me mordí el labio -¡Mierda!- Grito y aparto a Andrew, tomo mi rostro y podía ver de cerca como el suyo estaba tornándose en ira -¡¿Qué te hizo?! ¡¿Cuándo fue?!-
No supe en que momento Andrew alejo de mi a Isaac y le sostuvo del cuello de la ropa mirándose a los ojos fijamente y desafiantes –¡Si tanto te preocupas por él debiste denunciarlo antes de que algo como esto pasara!- Ahora era el turno de Andrew de gritar -¡No le paso nada grave ya que Ian le salvo pero ¿Qué hubiera pasado si ese maldito viejo lograba lo que quería?!- Intente levantarme de la cama pero la voz de Isaac me lo impidió.
-¿Sabes cuantas veces he querido partirla la cara a ese desgraciado? ¿Sabes cuantas veces me he golpeado a mí mismo por no poder cuidar de Alan?- De un rápido movimiento se soltó del agarre de Andrew -¡Alan es un terco que no quiere que algo me perjudique!- Sentí mi corazón doler -¡No quiero que nada le pase!-
De un momento a otro vi como Andrew golpeaba a Isaac quien de la sorpresa se tambalea un poco pero no termina cayendo -¡Me importa una mierda si algo me llega a pasar a mí, yo preferiría mil veces a que Alan este a salvo!- Se quiso acercar de nuevo a Isaac pero Steven se lo impidió tomándole de los brazos -¡Suéltame Steven!- Se removía y podía ver que si él se lograba soltar Isaac estaría en problemas. Toda la ira que Andrew estaba acumulando empezó a ser liberada de golpe.
-¡Tienes que calmarte Andrew!- Alzo la voz le mellizo causando que el mencionado dejara de moverse -¡Por Dios! ¡Estas asustando a Alan!- Al decir aquello volteo a verme y sus ojos se abrieron sorpresivamente al observarme. Agacho su mirada y no dijo palabra alguna.
-Dime que fue lo que paso- Isaac se encontraba sobándose la mandíbula sin quitarle la mirada a Andrew.
-Intento violarme- Dije sin más, un silencio se apodero de nosotros, Steven soltó a Andrew por la sorpresa pero esté ni se movió del lugar; los ojos de Isaac llegaron a los míos con rapidez.
-¿Qu-qué?- Su voz se quebraba al hablar y note un leve temblor en su cuerpo, me levante de la cama y camine hasta donde se encontraba que era solo unos pocos pasos; le abrace y él tardo en corresponderme el gesto con más fuerza –Y-yo… soy un idiota… Yo no he hecho nada… para protegerte- Sentí algo húmedo descender por mi mejilla y me separe de él viendo que tenía algunas lágrimas derramadas, seque con mis manos todo rastro de ellas –Lo siento-
Volvió a abrazarme y esconder su rostro entre mi cuello y hombro, supe que no quería que le viera llorar, mire hacia donde estaban Andrew y Steven quienes nos observaban sin decir palabra alguna, a pesar de ello pude ver preocupación en el rostro de Steven y dolor en el de Andrew.
Luego de unos minutos Isaac se separó de mí y se acercó a Andrew, me asuste de que fuera a golpearle –Tienes todo el derecho de golpearme, así que si quieres hacerlo de nuevo te lo agradecería- Me miro de reojo –Soy un idiota al no poder hacer algo para evitar que los acosos siguieran-
Andrew le miró para luego posar sus ojos sobre mí, suspiro y negó con la cabeza –No lo haré, ya tengo suficiente con el golpe anterior, además no quiero ganarme el odio de Alan por golpear a su amigo-
-Nadie golpeara a nadie- Fue Steven quien habló –Tenemos algo más importante que hacer ¿No creen?- Camino hasta donde me encontraba y tomo mi rostro entre sus manos –Peque deja que te ayudemos- Quise negar pero su sonrisa me detuvo –No queremos que nada te pase, y si ya se atrevió a hacerte algo como ello es capaz de hacer algo peor- Su mano izquierda descendió hasta mi cuello tocando en círculos una pequeña zona que logro sacarme un quejido de dolor –Debo suponer que esta mordida es de su parte ¿No?-
Simplemente asentí, en aquellos momentos a pesar de que Steven sonreía su mirada me daba miedo, estaba furioso, mire hacía Isaac y Andrew quienes estaban igual; ya no había marcha atrás con lo que fueran a hacer estos chicos.
Era extraño como se desarrollaron los siguientes dos días, nunca me dejaban solo ni para ir al baño, con todo esto David empezó a sospechar algo y nos preguntó que ocurría, cuando se le contó lo sucedido comenzó a llorar mientras me abrazaba por largo tiempo y al momento de calmarse tenía la misma mirada que los chicos. A las chicas preferimos no decirles nada, no queríamos que se preocuparan.
Martes y miércoles la pasamos sin mayor contratiempo, el problema fue cuando llego el jueves; tenía clases de Mecánicas Electrónicas y para mi mala suerte tenía que ver a Charly. David e Isaac estaban sobreprotectores conmigo y eso me daba gracia y les agradecía con todo mí ser, la puerta del salón es abierta poniéndome nervioso pero para mi suerte y gran alivio quien entraba era Elliot.
Durante toda la clase en ningún momento nuestras miradas se cruzaban y eso me tenía en calma, los chicos no bajaron la guardia durante toda la clase; ya al terminar y al guardar nuestros útiles el teléfono de Isaac sonó y con una mueca en su rostro se alejó para contestar la llamada.
-¡Rayos!- Escuche a David quejarse mientras se movía de manera extraña causando que me riera.
-Ve al baño, esperare acá- Note como dudaba en ir, le sonreí –Estaré bien-
-No te muevas de acá- Salió corriendo seguramente en busca del baño más cercano.
Me recosté sobre la mesa escondiendo mi cara entre mis brazos, me alegraba que me cuidaran y protegieran pero tenía miedo de que algo les pasara a ellos por lo harían en su momento, sé que algo están planeando pero no me lo quieren contar.
-Me di cuenta que ahora no solo es el baterista, también tienes a otros sobre ti impidiendo que me acerque- Me sobresalte al escuchar esa voz detrás de mí ¿En qué momento llegó allá? Me levanté de donde estaba con rapidez y tome mi bolso para salir del aula pero me tomó del brazo haciendo que le mirara -¿Por qué de repente pareces tener escoltas?-
-Suéltame- Me miraba fijamente logrando que fuera perdiéndome en sus ojos dorados, esos ojos que tenía un extraño color.
-¿Sabes? Desde que te vi llamaste mi atención- Tiro de mi brazo para atraerme más a él; al sentir su pecho chocar contra el mío intento alejarme de él pero la diferencia de fuerza me supera, empiezo a sentir miedo, de una manera parecida ocurrió lo de Charly, ahora algo similar me ocurre con Elliot, en lugar de que alguien me proteja, debería de defenderme yo mismo.
Con esos pensamientos en mi mente golpeo su pecho para logar soltarme –¡Te he dicho que me sueltes!- No sé como pero logré escapar de sus brazos y al ver su cara me sorprendí al notar que tenía una expresión difícil de descifrar.
-Entonces si tienes dueño ¿Eh?- Me miró amenazante -¿Qué tal es en la cama?- Todo mi cuerpo se estremeció cuando posó su mano sobre mi cuello en aquel lugar donde aún no terminaba de sanar la mordida de Charly –Por lo que veo es rudo-
-Bas-basta- Su mano no deja de tocar mi cuello y de un atque de furia golpee su mano alejando su tacto de mi piel –N-no me toques- Le mire desafiante -¡¿Qué hice yo para llamar tu atención?! ¡Dime para saber si es por eso que ese maldito no me deja en paz!- Comencé a gritarle mientras el solo me observaba sin decir nada -¡Maldición habla!-
-¡Alan!- Escuche la voz de Isaac quien entraba junto a David, los dos se acercaron a mi rápido y me sentí débil al tener que depender de los demás para que me ayudaran, salimos del aula sin que ellos le dirigieran alguna palabra a Elliot quien se quedó en el aula viéndonos salir.
Los chicos me llevaron por el pasillo en silencio hasta llegar al salón de ensayo donde se encontraban todos los de la banda, al verme las chicas me abrazaron con alegría mostrándome una pancarta que se encontraba arriba de los instrumentos donde se leía “Bienvenido a la banda” mi corazón salto de emoción y miré sorprendido a los demás quienes me sonreían.
-Peque queremos que te integres como miembro oficial de la banda- Steven se acercó a mí dándome un pequeño abrazo.
-Pensamos que sería lo mejor para todos- Mire a Stephy quien estaba aún a mi lado sonriendo.
-Tú querías seguir en la banda y nosotros te queríamos a nuestro lado- Esta vez fue Elena quien habló.
-Así que decidimos que te unieras a la banda- Mire a Ian –Puede que no te conozca como ellos, pero si quieren tenerte en la banda yo no puedo hacer nada- Me dedico una pequeña sonrisa.
-Esperamos que seas feliz con nosotros Alan- Mis ojos se encontraron con unas perlas grises que me parecían las más hermosas del mundo.
Asentí y sonreí como hace un tiempo no lo hacía, estaba feliz por poder permanecer en la banda con los chicos, me olvide de todo lo que estaba pasando, me olvide de Charly, me olvide de Elliot, me olvide de Fred, me olvide de la traición de mi madre, me olvide de todo lo que me estaba causando dolor. Ahora solo tenía frente a mí una nueva felicidad que se me estaba dando la oportunidad de disfrutar, no debía desaprovecharla.
¿Qué si me estuviera sintiendo atraído por alguien más? ¿Qué si me llego a enamorar de él? La verdad sería grandioso poder superar mi pasado, poder seguir viviendo, no niego que me duele aun el daño que causo Fred, pero si se me da la oportunidad de vivir mi presente y continuar hacia un futuro más brillante ¿Por qué desperdiciarlo?
Observe a Andrew mientras hablaba con David e Isaac ¿Me gustaba o me atraía? Ahí está la pregunta que da vuelta por mi cabeza sin dejarme tranquilo, sonrío y estúpidamente imagine que esa pregunta estaba escrita en un papel el cual convertía en una pelota y la lanzaba lejos; mire a Isaac y sus palabras junto con las de Andrew sonaron en mi mente “Amor a primera vista”
Puede que en mi caso no fuera a primera vista pero el trato que recibo de él ha hecho que mi corazón lata de gran manera ¿Qué le hacía diferente a Elliot del cual al verle me pierdo en mí mismo y soy débil? Simple, Andrew demuestra que le importo con su mirada, su sonrisa, sus gestos, sus acciones.
No es imposible que yo poco a poco termine enamorándome de él con locura como si no existiera un mañana ¿Por qué? Porque de algo estaba seguro ya en estos momentos, el lugar que ocupaba Fred en mi corazón está volviéndose más pequeño, Andrew está apoderándose de ello, Andrew está logrando que me enamore de él.
Salgo de mis pensamientos al sentir como alguien se sentaba al lado mío en el sillón, miro hacia mi derecha encontrándome con Ian quien miraba a los demás chicos de la banda.
-Como ya dije, no te conozco en realidad pero si algo te pasa puedes contar conmigo- Voltea a verme –Poco a poco podremos ir haciéndonos amigos por eso… Deja que también pueda ayudar a los chicos en lo que planean hacer- Su mirada se torna seria.
-La verdad no sé qué estén planeando, no me han dicho nada- Suspire –Pero tengo miedo de que les perjudique en algo, no quiero que por mi culpa ellos carguen con las consecuencias-
-Alan- Posa su mano sombre mi hombro –Déjales hacerlo, son hombres al fin y cuenta, tienen orgullo y no permitirían que algo que les importe sea lastimado aun si por ello salgan perjudicados, por lo que he escuchado David e Isaac son grandes amigos tuyos, y se nota que les importas por lo tanto no quieren que te ocurra nada- Sonrió de forma burlona –Steven aunque no lo parezca en el fondo te aprecia- Sonreí ante eso y mire al mellizo que estaba siendo golpeado por Andrew.
-Lo sé, pero…-
-Son egoístas y así seguirán hasta que logren lo que quieren- Nos miramos y me da un golpecito en la frente –Además entre ellos tienes a alguien que daría todo por ti- Mis mejillas se sonrojan al entender de quien hablaba –Lo conozco desde hace muchos años, sé cómo es cuando se meten con alguien que le importa, así que… -Vuelve a sonreír y se acerca a mi oído para susurrar –No puedes hacer nada para detenerles, y yo me uniré a ellos-
Se aleja de mi rostro manteniendo una sonrisa ladina, tras un suspiro se levanta del sillón y se acerca a los chicos quienes se encontraban riendo sobre algo que no lograba escuchar, me quede sentado en el mismo lugar viéndoles desde la distancia.
Las chicas tenían que irse un momento a buscar algo y al apenas cerrar la puerta tras salir noto las expresiones serias que tenían los muchachos. Me levanto con calma y me acerco a ellos quienes no dejaban de ver cualquier movimiento mío.
-Peque no queríamos hablar sobre esto con ellas presente, así que lo haremos rápido-
-Tenemos una idea de cómo hacerle quedar descubierto teniendo en cuenta de que no quieres que algo nos pase- David sonría con amabilidad mientras los demás seguían con una expresión dura.
-Solo para que sepas, te lo contaremos para que estés al tanto- Isaac miro a Andrew –Pero no permitiremos que intervengas-
-¿Qué están planeando?- Pregunte algo preocupado.
-Provocarle y hacer que confiese- Mire a Isaac sin entender muy bien lo que decía.
-Será algo complicado pero es la forma más “civilizada” de actuar- Hizo un gesto con los dedos mientras decía esa palabra.
-¿Cómo piensan hacerlo?- Se miran los unos a los otros para luego sonreír con malicia, un escalofrío recorrió mi cuerpo -¿Q-qué van a hacer?-
-Tranquilo peque, no haremos nada malo- Aun esa sonría no se iba de sus rostros y me preocupe por lo que harían, mire a David sorprendiéndome que compartía la misma expresión que los demás.
En ese momento comprendí algo para tener en cuenta en un futuro; no meterme con ellos y tenerles como enemigos, me están dando escalofríos de solo ver sus rostros y no paro de imaginar cosas peligrosas que pasan por sus mentes.
Pienso en Charly y miro a cada uno de los chicos, él la tendrá fuerte al meterse conmigo, teniendo junto a mí dispuestos a ayudarme y protegerme a estos demonios, porque ahora solo veo demonios frente a mí.
No sé cómo harán para que Charly confiese, no sé qué tienen planeado hacer, solo espero que esto no les cause algún mal, después de todo es un profesor con gran poder en esta universidad, solo me queda esperar a lo que sucederá.
-Bueno chicos, como lo planeamos empezaremos a movernos y hacer caer a ese viejo gordo asqueroso- La sonrisa de Steven se notaba maldad y picardía, esto sería un desastre total.