Y allí estaba Key parado frente a la puerta de su ex sin saber qué hacer en esos momentos, miles de escenarios se pintaban dentro de su cabeza pero ninguno era confiable por esa habilidad suya de hablar sin pensar en lo que salían de sus labios. Aún vivía con el miedo de que lo que hubiera dicho JongHyun ¿si todo era cierto? ¿Y si todo lo que él creía, hubiese sido una completa mentira y en serio lo odiase?
Pese a esas altas probabilidades quería arriesgarse, quería hacer lo posible para unir a su pequeña familia antes de que fuera demasiado tarde, no quería dejar de intentarlo. Porque lo amaba tanto que dolía, además sabía que jamás encontraría alguien como su amado puppy y menos con un bebe en brazos.
KiBum hizo un puchero empezando a ir de un lado a otro jugando con las mangas del suéter hecho un manojo de nervios incapaz de disimularlos. Aquel que lo miraba seguramente moría de risa, es que todas las personas que pasaban a su lado parecían arquear una ceja como si estuvieran examinando una especie rara de animal.
¿Acaso alguno de ellos jamás habían visto alguien a punto de lidiar a una bestia sanguinaria como la que él debía enfrentar? Aunque mentalmente se inclinaba más ante la opción de que no creyeran que alguien de "su tipo" estuviera parado frente a ese tío amargado que cuya vida social se resumía a la nada absoluta por razones desconocidas. Esto último hecho, era lo que más le hacía desear escapar, pues le dolía el hecho de que TaeMin supiera más del chico que él que había sido su novio.
¿Y si en serio lo suyo no tenía solución?
¿Y si terminaba en una discusión peor que la que tuvieron antes?
Todos los pronósticos apuntaban en esa dirección pero algo dentro de su pecho decía lo contrario y él quería creer en esa corazonada que lo había llevado hasta allí.
Sabía que le estaba dando demasiadas vueltas a la situación, así que harto de parecer un idiota indeciso, con un movimiento de cabeza alejo aquellos pensamientos antes de que su cerebro estallara cual bomba, así pues respirando profundo, exhaló sus temores con el aire que escapaba de sus pulmones.
Si, sólo debía tocar y hacer un esfuerzo sobrehumano para que sus piernas no lo llevaran de nuevo a su casa. Tan sencillo y complicado como es...
Antes de que sus propios impulsos lo traicionaran, levanto la mano tocando con los nudillos suavemente para luego subirse la gorra de la sudadera, para cubrirse un poco más. Porque mientras menos pudiera verle la cara, menos nervioso estaría y más podría controlarse. Al menos eso era lo que esperaba.
Era básicamente un todo o nada...
Con demasiadas cosas en juego como para perder.
Su corazón se detuvo tan pronto escucho unos pasos irregulares acercarse, olvidando el cómo se respiraba mientras intentaba que sus piernas resistieran un poco más. Su corazón, ahora, latió desbocado y ese cosquilleo de culpabilidad lo ataco con fiereza haciéndolo pensar en salir corriendo, ahora que podía, a la seguridad de su habitación lo cual no solucionaría nada….
Podía jurar que el color escapo de su cara tan rápido como el aliento al notar que la puerta se abría dejando al descubierto a un JongHyun bastante alcoholizado, por lo que notaba, frunció el ceño levemente pero no dijo nada más que un leve “Amm”. Key sólo observó la forma en la que su mandíbula se tensó, mientras se tallaba los ojos con el dedo índice y el dedo gordo, como si intentara despertarse de un mal sueño. Lamentablemente, el chico, no sabía si eso era bueno o malo, solo respiro profundo con la mente en blanco dejando que la situación pasara.
Era algo verdaderamente incómodo para ambos estar parados allí, como extraños conocidos.
-¿Qué haces aquí?- su voz ronca se escuchaba tan cansada que se preguntaba desde cuando el otro había dejado de dormir, JongHyun traía puesto un par de bermudas con una playera que solía usar para jugar basquetbol. Aquel aroma fermentado llego de repente y KiBum sintiendo que las tripas se le revolvían, por el olor a alcohol que emanaba de aquel cuarto, fue todo un esfuerzo sobrehumano el no demostrar las arcadas que le causaba.
Con valentía que no sabía que poseía, sólo se encogió de hombros cruzándose de brazos sin poder evitar acariciarse el codo intentando que no se notara su propio nerviosismo.
-Yo….- trago saliva forzándose a salir de aquel estado de inutilidad - necesito hablar contigo ¿Puedo?
-No creo que…- JongHyun no termino la frase porque una parte de sí mismo se removió, entonces le indico que entrara con un movimiento de cabeza, al no poder controlar sus impulsos. Tuvo que usar todo su autocontrol para no correr a estrecharlo entre sus brazos, por lo mal que también se veía, meneando la cabeza pensó "¿Por qué tiene que ser tan difícil el siquiera mirarlo? ¡¡Joder!!" De forma involuntaria camino a la ventana abriéndola pues su subconsciente recordaba la forma en la que se ponía, aquel chiquillo, cuando aquel olor lo tocaba. Obviamente nunca pensó que el sería capaz de volver a verlo después de semejantes palabras, o KiBum era masoquista o solo un idiota valiente… -"Su idiota valiente"- se remarcó.
-Am… Yo lo siento - fue únicamente lo que dijo pues el nudo en la garganta ahogo cualquier otro sonido que pudiera hacer esforzándose por que no se notara las lágrimas que resbalaban por sus mejillas, solo respiro profundo esperando que su voz no se escuchara tan estrangulada como realmente la sentía en la garganta – Simplemente no estaba pensando, solo…. Me enoje y… No pude contenerlo… ¿Sabes? Nunca pensé que esto sería tan difícil, es más nunca pensé que duraría tanto tiempo lejos de ti, no me gusta… En lo absoluto (Nótese que lo puntos suspensivos son hipidos)
JongHyun cerró los ojos ante esas palabras soltando una leve sonrisa que KiBum no supo descifrar en ese momento.
-KiBummie, solo déjalo… - murmuro yendo hacia su desordenada cama al sentirse mareado, era tan molesto todo eso.
-Aun no término – lo cortó levantando la cabeza tragando saliva haciendo que el otro pusiera los ojos en blanco tensando un costado de la boca para nada contento sin girarse a mirarlo ¿Por qué solo no se iba? ¿Por qué seguía parado? En definitiva estaba dando más guerra que los demás con los que tuvo que lidiar en el pasado, con la boca del estómago ardiéndole se lanzó contra el mueble fingiendo indiferencia ahogando sus palabras un poco con la almohada, no pudo evitar removerse en ella –No te creo, después de pensarlo mucho me di cuenta que todo lo que me dijiste era mentira… Por qué eres igual que yo y odias estar solo – Empezó a caminar hacia el aprovechando que el otro se había acostado y ahora miraba al techo igual de agobiado que él, fingiendo irritación. No entendía como pero podía oler su frustración en cada movimiento que hacía, desde las comisuras de la boca hasta el estado de alerta de su cuerpo que no dejaba de cambiar de posición en ningún momento – Lo único que no siento es que no me hubieras dicho nada de aquello que te agobiaba, se supone que confiabas en mí y nunca fuiste capaz de decirme que tu pasado afectaba lo nuestro, es horrible enterarte por otras fuentes de esas cosas… - se quejó haciendo un gesto de agobio, JongHyun centro su mirada en su persona tamborileando sus dedos en el muslo esperando a que acabara. La verdad era que se sentía acorralado y no sabía de donde se había enterado de aquello, TaeMin no pudo a ver abierto la boca porque no era ese tipo de chicos boquiflojos, pudo a verlo escuchado mientras discutió pero su estado de embriaguez le impedía pensar en algo que no fuera en alejarse o saltar por la ventana tan pronto menos de medio metro los separaba, demasiado nervioso para continuar con su indiferencia decidió ponerse de pie entrecerrando los ojos dispuesto a enfrentarlo
– Pude a verte ayudado o al menos entendido y así evitar que mi boca hiciera lo suyo, si en serio me equivoco… – sin pedirle permiso tomo una de las manos sacándolo de balance colocándola sobre su vientre apenas abultado. Era cierto estaba recurriendo a una táctica infalible, que tal vez se arrepentiría más tarde de usar. Es que se supone que él bebe no pintaba en su discusión pero si no lo presionaba, sabía que él no diría nada. Si algo odiaba más que estar solo, eso era su silencio y aún más porque sabía que si guardaba silencio era porque sus demonios le estaban aconsejando cosas que posiblemente no serían buenas, lo conocía de maravilla - dímelo por él bebe y juro que me iré por esa puerta y nunca más volveré a aparecer en tu vida
Y JongHyun supo en ese momento que KiBum había ganado, cerró los ojos maldiciendo entre dientes mientras recordaba sus gritos ese día, poco le falto para que también gritara de frustración y destruyera algo recordando que no estaba solo como siempre, KiBum tenía razón, en ese periodo de tiempo había odiado estar solo pero aun temía que alguno de sus arranques pudiera herir a su pareja de nuevo, posiblemente ese era su temor y lo que había querido evitar desde un inicio
-No sabes cómo odio que tengas razón, pero aun así siento que estarías mejor sin mí, acéptalo, odias mis arranques y estoy seguro que no querrías volver a lidiar con ellos porque no sabes cómo reaccionare ¿Y si en serio te hago daño?- No se lo perdonaría
-No me dejes solo de nuevo…- JongHyun sintió una leve punzada en la cabeza que lo obligo a rodearlo para poder apagar las luces mientras que el silencio reinaba en la estancia, no pudo evitar suspirar mientras lo abrazaba por la espalda derrotado que se mostró sorprendido, si no podría alejarlo al menos intentaría darle a entender el origen de todos sus males, el solo hecho de aspirar su aroma consiguió que su cuerpo dejara de doler, no podía evitar sentirse muy nervioso porque no se lo había contado a nadie después del juicio y era algo que se había esforzado por enterrar en lo más profundo de sus memorias
-¿Quieres que te cuente una historia? Luego me dirás que es lo que piensas, así que escucha con atención porque empieza así… Hace mucho tiempo, más de lo que se puede rememorar, un pequeño niño vivía con sus padres en una pequeña casa en el centro de la gran ciudad, al principio de toda su vida todo era amor y paz hasta que un día el papa del niño regreso sin trabajo, su jefe lo había despedido porque uno de sus compañeros lo inculpo de una mala inversión que salió muy cara, su esposa al principio decía que no había problema, que pronto se resolvería pero... Con el pasar de los días, de los meses y de los años, el niño observaba como poco a poco su madre enfermaba hasta que un día no despertó… El niño y el papa se quedaron solos en una depresión tan profunda que el niño perdió el habla por más de un año, el padre por otro lado hacia lo que podía hasta que un día consiguió un trabajo de mala paga que le consumía todo el día, por esa razón decidió buscar a una niñera para su hijo, lo que el desconocía era que esa niñera al estar sola era cruel y aprovechaba el silencio del niño para lastimarlo, el niño le cogió odio pero aun así seguía sin poder articular palabra, siempre que esa mujer aparecía él se escondía pero cuando lo encontraban el castigo era horrible. Pero quizás lo peor llego cuando ellos dos se casaron… - El tono de JongHyun se volvió una octava más grave y KiBum intuía que esa historia era lo que le había tocado vivir sintiendo ganas de llorar, su tono melancólico era tan intenso que no pudo evitar soltar un leve sollozo cuando el otro apretó un poco más su agarre a su cuerpo, le estaba costando aquello pero lo apreciaba
-No es necesario que me lo cuentes todo de una vez…- murmuro recibiendo una leve negativa del otro que sentía que si no lo sacaba en ese momento moriría, necesitaba sacarlo por el bien de ambos
– Ella solo se había casado con él para subir de puesto en el trabajo, ella jamás amo al hombre y menos al niño, siempre le decía que era un bueno para nada y le destrozaba sus peluches en su cara para hacerlo chillar, quizás fue por eso que su falta de lenguaje se agravo, pese a eso encontró la forma de reparar los retazos creando así uno al que le recurría cuando sus penas era demasiadas, le dolía no poder decirle a su papa que cuando el salía, su mujer llevaba hombres a la casa, siempre uno diferente hasta que un día el mismo hombre volvió, y así por mucho tiempo dándole a entender que no se iba a ir pronto, para que no diera lata lo encerraban en el armario o en su alcoba a veces sin darle de comer en todo el día, lo malo venia después cuando el papa llegaba y ella le decía mentiras sobre el niño haciéndolo rabiar, aquella bruja quería matar al pequeño por múltiples razones. El tiempo siguió su curso y las cosas empeoraron no solo para el niño, con sus antecedentes, el papa no podía encontrar un mejor trabajo por sus antecedentes y la mujer solo se lo reprochaba en la cara, poco a poco la salud mental del hombre fue minando hasta que un día que estaban solo con su pequeño, dieron un paseo y al llegar a un gran edificio lo abrazo susurrándole dulcemente que lo amaba con todo el corazón, al principio el niño no entendió porque su padre le pidió en voz de susurro que se quedara parado en medio de la acera sin moverse, el pequeño obedeció quedándose en ese sitio esperando a que su progenitor regresara, nunca lo hizo o bueno si pero no como él esperaba… El niño lo vio todo y como por arte de magia recupero el habla pero, demasiado tarde, la custodia la gano la mujer perversa esa, los tratos se intensificaron y un día tras una pelea el niño empujo a su madrastra por las escaleras, odiaba su voz, la forma en la que lo tocaba y sobre todo sus reproches, aunque no lo quisiera admitir, disfruto hacerlo, era como si estuviera vengando a su padre, la verdad es que pudo a verla salvado pero por alguna razón solo se detuvo en lo alto de la escalera observando cómo se desangraba en el suelo, ella con la voz hipócrita le suplico que la ayudara pero el niño no escucho, solo bajo las escaleras, le arranco el peluche de las manos que siempre lo había acompañado y se alejó, el niño no estaba muy cuerdo pero bueno cuando esta dejo de producir sonido fue cuando alguien llego a ayudarlo, el niño se quedó solo y temía volver a lastimar a alguien cercano…- suspiro cerrando los ojos un momento un tanto avergonzado de decir eso, nunca lo había admitido pero ahora que lo había hecho se sentía un poco más ligero, como si se le hubiera quitado un gran peso de encima y no pudo evitar soltar una ligera risita de nervios por ello, eso era tan raro que le ponía la piel de gallina ¿De seguir vivo su padre que le hubiera dicho? ¿Estaría demasiado avergonzado como para seguir considerándolo su hijo? KiBum guardo silencio asimilando todo eso empezando a atar demasiados cabos, ahora entendía todo y aún más que eso… Tan sencillo que no pudo evitar sentirse como un completo idiota por todo lo que se hubiesen podido a ver ahorrado desde ese día de a ver platicado aquello
En serio el amor te vuelve idiota
-¿Y cómo termina la historia?- pregunto dándose la vuelta después de unos angustiosos minutos para encarar al otro que seguía medio perdido en la nebulosa del recuerdo, espabilando para pasarse las manos por la cara presa de un dolor en el pecho preguntándose porque demonios Key había decidido ir a verlo cuando estaba aún medio ebrio, así no podía pensar en ninguna excusa para alejarlo o para mínimo contarle algo sin profundizar en el tema como en ese momento
-No sé, aun no tiene un final supongo- hablo entre dientes con un gemido tomándose el puente de la nariz con la mano
-¿Y si le ponemos un final feliz? El niño no merecía sufrir tanto y mucho menos vivir solo toda su vida, lo que el niño necesita es un poco de cariño y algo de comprensión… Confía en mí, podemos solucionarlo- finalizo Key quitándose la capucha esbozando una leve sonrisa al notar la mirada aterrada de su pareja, no le importaba en lo absoluto sufrir un poco al menos hasta que JongHyun se estableciera de nuevo, todos tenían sus arranques e inclusive a él le había sucedido, no pudo evitar extender los brazos a los costados indicándole que quería que lo abrazar respirando profundo - ¿JongHyun?
El mayor se mordió el labio inferior dudando un momento terminando por estrecharlo soltándose al llanto de forma inevitable contra su pecho, nunca se había sentido tan ¿Conmovido? ¿Querido? ¿Comprendido? Una combinación de ambos, en toda su vida. Key solo se limitó a enredar sus dedos en los cabellos castaños de JongHyun preguntándose porque demonios él no estaba llorando, ¿Cuándo se había invertido los papeles? No lo sabía pero dejo que se desahogara por completo, tanto dolor y frustración hubieran terminado por matarlo si no lo sacaba nunca, haría lo posible para que dejara de sentase tan mal, después de todo de eso se trata ser una pareja ¿No? De entenderse el uno al otro y darse apoyo cuando más lo necesitaba
-Si… Le dices a alguien de esto puedes darte por muerto… -Dijo con una leve sonrisa recuperando la cordura mientras el otro soltaba un bostezo, había sido una noche bastante productiva y sabía que al día siguiente le tocaba examen escrito de educación física porque no podía hacer al 100% el físico, en serio el mundo debía odiarlo demasiado pero mientras tuviera a JongHyun en su vida era lo de menos.
-¿Podría quedarme? –El otro miro al techo con una leve sonrisa ladeada, levanto la mano situándola frente a su cara teniendo la respuesta -¿Estamos bien de nuevo?
-Por ahora – respondió enlazando sus dedos con los de KiBum todavía bajo los efectos de su borrachera, ¿Qué hubiera pasado de estar en sus 5 sentidos? No quería pensar en ello –Ve a dormir, yo me iré a dar un baño para que se me pase esto…
Lo que JongHyun no se podía imaginar es que el solo hecho de ver a KiBum dormido sobre su cama le produjo una sensación de felicidad que no recordaba a ver tenido desde que su madre biológica lo había abrazado…
No pudo evitar sonreír tomando la toalla echándosela sobre el hombro soltando un suspiro
Después de todo la soledad si era una mala compañera…
Solo esperaba que KiBum estuviera allí para ahuyentarla cuando quisiera regresar de nuevo…