El lunes por la mañana antes de bajar a desayunar. Me duche y vestí con uniforme, este consistía en un pantalón color gris, un saco azul rey con el escudo de la escuela, una camisa de manga corta. Nunca me quitaba el saco—Debido a las cortadas en mis brazos— Me puse los zapatos y baje a la cocina. Abrí el refrigerador y saque una jarra con jugo de naranja, Me serví en un vaso grande, no tenía apetito. Tome uno que otro dulce de la vitrina.
Subí nuevamente y me lave los dientes.
Watari me llevo a la escuela. Mis otros hermanos aun estaban en clases, Beyond y yo éramos los que asistíamos en la tarde, pero el ya se había adelantado. Mi madre había salido y mi padre estaba en el trabajo.
Siempre llego treinta minutos antes de iniciar clases, me gusta estar solo y mirar el cielo, el sentir el viento—La gran mayoría de clases que tomaba era en los pisos altos— jugar con mi cabello.
Últimamente mis “amigos de la escuela” no se comportaban de la misma manera para conmigo. Ya no me hablaban, a menos que necesitaran saber algo o que les ayudará con la tarea. Eso me entristecía un poco…
Durante la secundaria y preparatoria no hice amistades, pues pensaba que todos era unos interesados y se aprovechaban de uno. Hasta que entre a la universidad, pensé que no todos eran igual, pero ahora me confirmaban el pasado.
Me senté en el pasillo, un poco alejado de la puerta del laboratorio. Miraba las hojas de los arboles moverse. Saque un cuaderno pequeño que yo mismo había hecho—es realmente difícil— En el tenia cosas escritas que nadie debía saber, lo llevaba a la escuela por temor a que mi madre lo encontrara.
Estaba haciendo un calendario para las cosas que haría en mis dos meses de vida restantes. Quería hacer buenos recuerdos con mis hermanos, quería que me recordaran de buena manera antes de…
No me di cuenta cuando Daniel—Uno de mis amigos, el más cercano—llegó, aun escribía en mi cuaderno.
— ¿Qué haces?—Me sobresalte y cerré rápidamente el cuaderno, lo mire y sonreí nerviosamente.
—Nada… ¿y tú?— se sentó aun lado y dio un gran suspiro
—Llegaste temprano…— dije mientras guardaba el cuaderno.
—Sí, mi papá me trajo ¿Hace calor o es mi imaginación?— Intento abanicarse con la palma de su mano.
—Hace calor…
— ¿Y cómo es que estas con el saco?—Me miro extrañado.
— Ya me refresque.
—Por cierto... ¿hiciste la tarea de Calculo?— Me sentí molesto. Hubo un pequeño silencio, hasta que decidí responderle.
—No… ¿Crees que Leopoldo la tenga?— Daniel suspiro algo cansado.
Poco a poco los estudiantes fueron llegando, cada quien con su grupo de amigos, entre Daniel y yo no hubo más conversación, pues llegaron los otros y converso con ellos y aprovechó para pedir la tarea que necesitaba.
Finalmente la profesora llego, saco de su bata de laboratorio las llaves del salón. Algunos ya tenían puesta su bata, yo me puse la mía encima del saco. El laboratorio era bastante grande con 10 mesas de trabajo, mas las mesas de granito que estaban a los costados del salón —ahí ponían el material y reactivos que se ocuparían en la práctica— Hoy expondrían algunos equipos. Así que no importaba donde te sentaras, la mayoría se amontonaba en las dos primeras mesas.
Tome un banco y me senté en la tercera mesa, junto a unos pocos compañeros, creí que Daniel se sentaría a mi lado pero me di cuenta que se había ido con Oscar en la cuarta mesa, Sonreí levemente. Mira al frente, los compañeros conectaban su portátil a la pantalla que se tenía en el salón. Entonces una voz llamo mi atención
— ¿Puedo sentarme aquí?— Era Light, apenas había llegado y entro rápidamente pues no tenía la bata.
—Si gustas…— El me sonrió y saco su bata de la mochila, se incoó para no ser visto por la maestra y se la puso—Que calor… y tú con el saco puesto—rio levemente.
La exposición había comenzado. Muchos de nosotros no ponían atención, la mayoría hacia la tarea, aprovechaban que la maestra estaba entretenida viendo su celular. Mire de reojo a Light, me sorprendí al ver que el también estaba haciendo la tarea. Light dejo frene a mí un papelito hecho bolita y continuo escribiendo.
Lo tome y leí su contenido “Hola Elle ¿En qué piensas?” sonreí levemente. Saque mi pluma, fije mi vista en el papelito pero o sabía que escribir… ¿En qué pensaba? En mis hermanos, “amigos”, madre… incluso pensaba en el…
“En nada y ¿tú?”
Le devolví el papelito, el lo abrió y me volvió a escribir, recibí el papel de nueva cuenta. “Tengo flojera… terminare la tarea” En la esquina tenía un dibujito de un panda.
Finalmente la clase concluyo, la maestra termino molesta, ya que algunos equipos no prepararon bien su exposición, por lo que ponía en duda si continuarían las exposiciones. Light Salió a prisa y alcanzo a su grupo de amigos, mire a la mesa cuatro, ya no estaban.
Bajaba las escaleras lentamente, al frente estaban “mis amigos” Sentí rencor, dolor y tristeza. Cada vez era más notorio lo poco que les importaba.
No tenia animo de entrar a la siguiente clase, por lo que me desvié y me fui por otro camino. En la escuela había muchas zonas verdes. Antes de sentarme en el pasto bajo un árbol, me quite la bata y la guarde, no quería que se ensuciara. Mire el cielo, se había nublado. Pronto llovería.
Escuche la tranquilidad del lugar, algunos pájaros cantaban. Sentí el vibrar de mi celular, lo saque rápidamente para ver de qué se trataba, había recibido un mensaje.
<> mire el mensaje y efectivamente era la dichosa compañía, reí levemente, nunca recibía mensajes más que de la empresa, sería casi un milagro que recibiera de alguien ajeno a ella.
Me puse a mirar algunas fotos que había tomado, necesitaba borrar algunas, llegue a una carpeta la cual llevaba por nombre “Amigos”. La mire durante un tiempo y poco después me animé para ver que recuerdos tenía.
En la primera estaba Òscar, Leopoldo, Daniel y yo, Alguno de nosotros no salimos completamente, ese día el profesor estaba entregando calificación y haciendo revisión de exámenes.
La segundo foto que apareció fue cuando, celebramos el cumpleaños de Oscar. El estaba frente al pastel, la siguiente fue cuando lo enterramos en el pastel.
Me detuve al ver una de las fotos, era Daniel y yo en el laboratorio, sentados sin hacer nada, más que sonreír a la cámara…
Mi vista se nublo, cerré los ojos y las lágrimas comenzaron a salir ¿Cómo es que todos aquellos momentos habían quedado tan lejos? ¿Había hecho algo como para que se molestaran?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿¡Por qué!?
¿¡Por qué!?
Ellos no podían entender lo importantes que eran para mi, deposite mi confianza, quise creer que las personas no siempre te utilizaban y desechaban… pero…
Calle rápidamente mis sollozos, escuché unos pasos acercarse, mire por detrás, era Beyond.
Sus ojos se clavaron en los míos, sonrió con un toque de superioridad, agache la mirada, sentí vergüenza…
Beyond se coloco en cuclillas para quedar a mi altura, su mano tomo suavemente mi mentón, mientras que con su otra mano secaba mis lagrimas.
— ¿Cuál es la razón de tu dolor?— La voz seria de Beyond hiso eco en mi cabeza —Has cambiado… te has vuelto débil… ¿Por qué te dejaste caer? ¿Por el dolor? ¿O por el miedo a enfrentar la soledad de nuevo?—Lo mire sorprendido, una sonrisa se dibujo en sus labios.
Me sentí invadido, transparente ¿Cómo se atrevía a decir tales cosas? El siempre ha tenido amigos, nunca está solo, lo peor era que él también se había alejado de mí hace tiempo, se comportó de una manera grosera que poco a poco nos distancio... ¿Cómo se atrevía a hablar por mí?
Lo empuje y me levante rápidamente, tome mi mochila y Salí corriendo de ahí.
— ¡Sabes que tengo razón!— Me detuve en seco, no voltee a mirarlo, me había arrepentido por haberlo empujado, mordí mi labio y continúe mi camino.