Podían divisar un casa bastante grande con una estructura tradicional. Estacionaron el auto y descendieron de él. Se acercaron a la puerta y tocaron el timbre. Posteriormente la puerta fue abierta por una empleada de la casa quien los guío a lo que parecia ser el living, en allí los esperaba Masato vestido con prendas tradicionales y a su lado un pequeño niño de cabellos dorados de casi dos años.
-Buenas tardes, Itokki-kun- dice el peliazul y Akaya hace una reverencia.Apesar de los años que se conocían el peliazul seguía siendo igual de formal.
-Buenas~ Masato-chan, Aka-chan- Otoya tenía a Syusuke.
-Por favor tome asiento. Mitsuki-san trae el té.- La señora abandono la habitación para acatar la orden y Otoya se sentó frente a Masato aun sosteniendo a un inquieto Syusuke.
-Wow, Syu-chan estas muy activo! Que sucede?- A Masato le brillaron los ojos, aunque no lo aceptara a buenas a él le encantaban los niños, sobretodo después de haber tenido uno propio.
-Ittoki-kun puedo cargar a Syusuke?- pregunto esperanzado de que el pelirrojo aceptara.
-Uhh? Claro!- le entrego cuidadosamente a su hijo.
-Que sucede, Syusuke? Quieres jugar? Con Akaya?- Masato pronunciaba cada palabra con mucho cariño.
A todo esto, Akaya permanecía quieto, dado que desde que nació su "madre" lo habia educado estrictamente. Todo lo contrario a lo que le enseñaba su padre. Ren era un poco más irresponsable. Pero hiciera lo que hiciera Akaya habia eredado el caracter de Masato.
La señora Mitsuki llego con el te y coloco todo sobre la mesa- Gracias, Mitsuki. Ahora por favor lleve a los niños a la sala de juegos, por favor.- Mitsuki se retiro con Syusuke en brazos y de tras de ella lo seguía Akaya con un brillo en los ojos ansioso de jugar con el pequeño peliazul.
-Como has estado, Ittoki-kun? Te paso algo interesante últimamente?.-
-Mmm..- recuerda lo que sucedió con Reiji y se ruboriza violentamente- Etto.. N-no na-nada-contesta rapidamente- Mejor hablemos de otra cosa!...Mmm como estas, Masato? Como te va con Aka-chan? Y Jinguji-san? No lo veo por aqui...-
-Gracias por preguntar. Me encuentro bien. Por suerte Akaya es un buen niño y con respecto a Ren..- Masato comienza a ser rodeado por un aura oscura- fue a hacer unas compras...innecesarias.- dice un poco molesto
De repente se oye el sonido de la puerta principal cerrandose y...
-Masato~! Ya llegue...hoy si que nos divertiremos a lo grande!- dice con una voz increiblemente sexy.
Masato al oir esas palabras, sabiendo a lo que se refería el rubio, se ruboriza violamente.
Cuando el Ren entra en al living se cuenta de la situacion y no se inmuto en esconder nada.
-ahh.. Hola, Otoya! Mira. Fui a hacer unas compras, pero no me olvide de ti y de Tokiya! Les traje un regalo- extiende el brazo para para darle la bolsa que contenía el regalo dentro.
- En serio? Gracias!- Dice feliz e intenta agarrar la bolsa pero Ren hace el amago de dárselo.
-Pero te lo dare con una condición.- dice divertido
-Mmm? Una condición?.- dice intrigado.
-Dime como les fue con el regalo.-
Otoya no entendía las palabras de Jinguji, pero por lo contrario Masato, las entendia a la perfeccion, por lo que pensó: "pervertido!".
El pelirrojo habré la bolsa y..- Ren, eres un pervertido!- cierra la bolsa y la deja al lado suyo.
-Pero Otoya, se que después de tener un hijo es dificil tener sexo. Por lo cual, me tome las molestias de reactivar su vida sexual con esos juguetitos- dice orgulloso- es 100% efectivo..ne, Masato?- A estas alturas el peliazul sentía que dejaría a su hijo sin uno de sus padres. Las ganas que tenia de matar a Ren eran incalculables.
-callate,baka! Por favor, Ittoki-kun olvide eso- dice avergonzado- Ren guarda "eso" y ven a tomar el té con nosotros- dice autoritariamente.
-Sip- sube a la habitacion que compartía con Masato muy satisfecho de haberlo hecho enojar.
Luego de que Ren guardara "eso", se dispuso a tomar té con su esposo y amigo. Comenzaron a hablar como señoras chismosos contándose lo que sabían:
- Tenemos que ir a visitar a Syo y Natsuki!- dijo alegremente el pelirrojo.
- Por qué?- dijieron al unisolo Masato y Ren
- Porque el adorable Syo esta embarazado- dijo imaginandose a lo hermoso que seria el hijo de esos dos.
-Wow! Natsuki si que sabe dar en el blanco! Cómo te enteraste?- dijo el rubio con entusiasmo mientras que Masato todavía estaba procesando la noticia.
- Es que Tokiya se encontro por casualidad a Natsuki y Syo que estaban yendo al hospital para el control del embarazo y le contaron la noticia. Ah y que tiene solo unas semanas de embarazo.-
-Entonces dentro de poco tendremos a todos los sucesores de STARISH!
-Ittoki-kun, sabes algo de Nanami?- dijo el peliazul saliendo del shock por la noticia anteriory esperanzado de sabes algo de su amiga
-Si! Hace poco Haru-chan se declaro a Tomo-chan y adivinen que paso- dijo divertido por generar intriga
-Tomo-chan correspondió a los sentimientos de la corderita y ahora ambas están saliendo como pareja- dijo Ren convencido de su conclusión y Más alto asintió a favor.
-ah? Cómo supieron??- dijo llorando falsamente
-Fue muy evidente por tu expresión, ademas era algo que ya se veía venir- dijo simplemente Masato
-Por fin la corderita es feliz- dijo Ren.
Asi siguieron charlando hasta que oscurecio por lo cual Otoya decidió que ya era hora de volver a casa para hacer la cena.
-Hasta luego, Ren! Nos vemos, Masato! Bye bye, Aka-chan, otro día vendremos a jugar con Syu-chan!- se despedida el pelirrojo mientras que el bebé que tenia en brazos movía las manos en señal de despedida, a lo que Masato y Akaya quedaban maravillados por la ternura.
-Chao, Otoya! No te olvides de decirme como les fue con el regalo!- le guiñe un ojo. Masato y Akaya hacen una reverencia.
-Cla-claro!- dice avergonzado.
Camino a casa Otoya pensaba como utilizar el obsequio de Ren. El plan era el siguiente:
1° Hacer la cena.
2° Darle de comer de a Syu-chan. Porteriormente, llevarlo a dormir.
3° Cuando llegue Tokiya, seducirlo indirectamente, luego llevarlo a la cama donde c o menzaria su juego sexual.
Al llegar a su hogar realizo 2 de los 3 puntos de su plan. Ahora solo tenia que ordenar todo para que saliera perfecto y fuera una noche inolvidable.
Desparramk en contenido de la bolsa, se ruborizo imaginandose las cosas que harían él y Tokiya toda la noche en compaña de aquellos particulares objetos que eran nada mas y menos que: unas esposas, un látigo, velas rojas, un vestido de lolita negro super sexy, muchos condones y lubricantes, y unas cuantas cadenas para decorar el ambiente.
Primero coloco las velas y cadenas en lugares estratégicos para darle un toque sádico. Después guardo las esposas y el látigo en un cajón de la mesita de luz, luego puso los condones y los lubricantes en la bolsa y lo escondió debajo de la cama.
-Uff! Que cansador pero todo sea por mi Toki!.- dijo para darse ánimos asi mismo con aquellas paabras.
Si bien Otoya no era la clase de personas que hacían esas cosas, ahora las hacia para que Tokiya se liberara del estrés.
Antes de dar la tarea por finalizada, se probo el vestido de lolita asegurandose si le quedaba bien, quedándose satisfecho con el resultado.
Pero para que todo esto funcionara tendría que usar un ingrediente enpecial en la comida: sedantes.
Cuando escucho el auto de Tokiya estacionar en el garage, se levanto del sofá presuruoso. Se acerco a la puerta para abrirle a su esposo quien entro con una cara de cansancio notoria.
-Buenos noche,Tokiya- dijo seductoramente.
-Buenas noches...- esa accion por parte del pelirrojo le pareció un tanto extraña pero no dijo nada al respecto- estoy exhausto!-se saco la chaqueta.
-Lo se, mi amor- le da un beso en la mejilla- es por eso que te prepare una cena especial...y el postre te encantara- estas ultimas palabras se las susurro en el oído.
Tokiya sin sospechar nada se sentó mientras Otoya servia la cena.
-Wow! Se ve delicioso!.-
-Y lo es!-dijo feliz
El peliazul comenzó a comer y sentía que los parpados el pesaban.
-Dime Toki- Otoya se paro y se sentó sobre sus piernas, presionando su trasero contra su pene- quieres seguir comiendo...o..tal vez..me prefieras a mi?- antes de que Tokiya pudiera pronunciar una palabra siquiera cayo en un sueño profundo.
~•~•~•~•~•~•~•~
Se despertó en una habitacion extrañamente decorada con cadenas e iluminado con velas rojas. Cuando intento levantarse se dio cuenta que sus manos estaban esposadas a la cabezera de la cama. Se preguntaba qué rayos habia sucesido.
De repente vi una figura salir de las sombras. Cuando logro devisar con claridad a la persona no cabía en su asombro y sin su consentimiento su "amiguito" se estaba despertando.
¿Y como no reaacionar asi?
Otoya estaba con un vestido negro de lolita super sexy que apenas cubría su trasero y unas pantimendias negras con liguero que le llegaban un poco mas arriba de la rodilla. Ademas de zarandear sensualmente un látigo.
El pelirrojo se acercaba a paso lento, moviendo sus caderas seductoramente. Cuando estuvo frente a la cama se sentó sobre el pene de Tokiya, acomodando cada pierna al lado de la cadera de su esposo. Claramente, Otoya pudo sentir la gran erección del peliazul.
-Vaya vaya...si que estas duro, Toki!- dijo mientras se relamia los labios.
-Otoya...-lo estaba volviendo loco con Esa exquisita presion en su zona baja.
El pelirrojo comenzó a desabotonar la camisa de Tokiya. Fue descendiendo dejando un camino de besos húmedos hasta llegar a los pantalones. Primero los desabrocho y luego los bajo hasta dejarlos a la altura de la rodilla, dejando la ropa interior intacta que se habia humedecido a causa de la exitacion. Se podía con facilidad la estrepitosa erección.
-Toki~...quieres que te la chupe?- dijo mirando con deseo la erección del peliazul.
Ante tal pregunta tan obscena Tokiya se excitó más y como pudo pronuncio un tosco: Sí.
Posteriormente, el pelirrojo bajo con su boca el elastico de la ropa interior liberando el pene erecto del peliazul. La tomo entre sus manos y comenzó a masajearla de arriba a bajo mientras observaba al peliazul que jadeaba levemente. Cuando sintió que era suficiente, puso todo el pene en su boca y lo chupo despacio, degustando la deliciosa "paleta"de su esposo. Cuando vio que Tokiya estaba llegando a su limite acelero el ritmo. El peliazul se corrió y el pelirrojo se encargo de tragar todo el liquido blanquecino.
Mientras Tokiya estabilizaba su respiración, Otoya comenzó a prepararse. Se sentó a los pies de la cama abriendo sus piernas en dirección al peliazul y levanto su vestido, confirmando que no tenía ropa interior, mostrando su pequeño ano y su semi-erección. Lamió tres de sus dedos de forma provocativa, luego introdujo uno hasta que se acostumbro, después metió el segundo haciendo movimientos de tijera para ensanchar su entrada. Finalmente, el tercero mientras se masturbaba.
Todo esto lo hacia bajo la atenta mirada de Tokiya, que al principio estaba desesperado por no poder tocar a su pelirrojo pero luego se relajo, porque Otoya habia cometido un error. Asi es, nuestro distraído pelirrojo se habia olvidado las llaves de las esposas cerca del alcanze de Tokiya quien se libero del agarre hace poco tiempo.
-Otoya eres descuidado.-
-ahh ahh..porque lo dices..?.- movía los tres dedos en su interior.
-Por nada..mmm..veo que ya no te conformas solo con tus dedos.-
-Toki...- ambos estaban ruborizados.
Otoya se sentó sobre la cadera del peliazul, elevo su trasero e, armandose de valor, introdujo el pene de Tokiya de una sola estocada.
-AHH! Ahhmm- trataba de reprimir sus gemidos, acoatubrandose a la intromisión. Sintió u nas manos posarse sobre su cadera- Tokiya?! Cómo...?
- Shh...no importa- comenzó a mover su pelvis en un vaivén lento hasta que Otoya se acostumbrara. Luego se sentó.- Otoya, montame.
- ahh ahh- Otoya daba pequeños saltitos sobre el pene de Tokiya.
El peliazul noto que Otoya no podía seguir subiendo y bajando por lo cual lo puso en cuatro y lamió el ano del pelirrojo mientras acariciaba sus glúteos.
-Mmmm..ahh..Tokiya..y-ya basta!...Me..metela..ra-rapido..te necesito dentro!- Ante estas palabras Tokiya embistió salvajemente al pelirrojo.
-Mmm.. Otoya..voy a..!
-Ahhh ahh..yo también.- Tokiya agarro el pene de Otoya y comenzó a masturbarlo. Eso fue lo máximo que pudo soportar el pelirrojo, que se corrió produciendo que sus paredes se contrajeran, apretando el miembro de Tokiya. La estrechez de Otoya estaba enloqueciendo al peliazul que no tardo en correrse dentro del pelirrojo.
Ambos estaban exhaustos, se besaron profundamente. Pero esa solo fue una parte,la noche era joven y ellos la aprobecharian.Lo hicieron 5 veces más. La noche y el alba fueron testigos de aquellas noche de pasión. Segados por el amor y deseo se olvidaron de un pequeño pero importante detalle.
Continuará...