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La Familia STARISH por NekoPame

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Notas del capitulo:

Holis~ gente! Aquí les traigo un nuevo cap :) que lo disfruten.

 

-¡Ittoki-kun, ya puede cambiarse!¡Terminamos por hoy!-

-Hai~!-dijo el joven color carmín muy feliz dirigiéndose hacia su camarin para cambiarse de atuendo.

Cuando terminó de cambiarse, comenzó a sentir hambre por lo cual se apresuró en encontrar a su pequeño hijo.

Caminaba hasta casi correr. Syusuke no aparecía y se estaba desesperando más y más. Trato de llamar a Reiji pero le daba el contestador. Pero luego, como si fuera un milagro, vio a su hijo que estaba en que estaba en los brazos de Tokiya. Otoya relajo su expresión y fue corriendo hacia ellos. 

-Toki~, Syusuke~.- tomó al bebé en sus brazos y lo apego más contra si.- Mi bebé, te extrañe tanto-

El peliazul abrazo por la espalda al pelirrojo y le susurro al oído - Ne, Otoya vamos a algún restaurant a almorzar- y le mordió el lóbulo de la oreja, lo que le causó un escandaloso sonrojo al pelirrojo que a duras penas pronunció un “sí”.

En el camino hacia el restaurant, Otoya recordó que su ex-sempai estaba con Syusuke, pero ¿Dónde estaba ahora?, intrigado decidió preguntarle a su esposo.

-Toki~ Toki~ .- canturreo hasta llamar su atención.

-¿Si?.- dijo sin dejar de prestar atención en el camino mientras conducía.

-Rei-chan estaba cuidando a Syu ¿Donde está?

El peliazul frunció el ceño- No lo sé- fue su única respuesta que dijo secamente.

-Pero...

-¿Por qué quieres saber donde esta?No debería importante...- dijo tratando de soñar molesto.

-¡Te equivocas! Claro que debe importarme, Rei-chan es mi amigo, además me hizo un favor cuidando a Syusuke y no pude agradecérselo.- se explicó el pelirrojo.

El peliazul suspiro hondo para relajarse, él no quería gritarle a Otoya, pero aquel interés que tenia por saber de Kotobuki no le gustaba para nada.

-Otoya, si se te dificulta estar con Syusuke en tus sesiones podemos contratar a una niñera - dijo un poco mas calmado.

-¡N-no qu-quiero!¡Me niego a que Syu sea cuidado por otra persona!- dijo decidido el pelirrojo.

-¿Por qué?- 

-Es que siento que si dejo que Syu pase mucho tiempo con otra persona que no sea yo....dejará de quererme y otra persona ocupará mi lugar(N/A: Nose si se entienda pero creo que lo que siente Otoya se lo puede llamar “sentimiento maternal”).

-Sólo piénsalo.... Ya llegamos- dijo el peliazul estacionando el auto.

-Que bien! Me estaba muriendo de hambre - dijo alegre.

Cuando bajaron del auto, Otoya cargo a Syu-chan en sus brazos y entraron al restaurant italiano. Inmediatamente apareció frente a ellos un mozo que los guio hacia su mesa que Tokiya había reservado hace algunas horas.

El mozo les entregó la carta- cuando tengan sus pedidos listo me llaman- dijo y se fue en dirección a la cocina.

-Mmmm....Creo que pediré...- 

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De todas las personas con quien pudo haberse encontrado tuvo que ser con Ranmaru. No es que no lo soportará sino que hoy estaba de malas y no quería hablarle mal.

-Hola, RanRan- dijo con una sonrisa algo forzada.

-Hola, Reiji- dijo con su tono característico

-¡Que casualidad encontrarnos!

-De hecho no es casualidad. Yo...necesitaba hablar contigo de algo importante-

-...-el castaño lo miro intrigado.

Durante todo el camino se pregunto que seria tan importante como para que Ranmaru lo buscará. Sumido en sus pensamientos no se habia dado cuenta que ya habían llegado a una cafetería. Ambos tomaron asiento y ordenaron lo que iban a tomar: en el caso de Reiji pidió café con medialunas y Ranmaru sólo café.

-Bueno, RanRan ¿de qué querías hablar?-

El peligris se mantuvo en silencio buscando las palabras correctas mientras la intriga del castaño aumentaba con cada minuto. 

-Sabes que yo no soy bueno con estas cosas, ni soy cursi, asi que lo dire sin rodeos- Ranmaru acerco su rostro al del castaño, que lo miraba confundido- me gustas- soltó esas palabras en un suspiro que al viejo idol, le costaron asimilar.

-¡¿ehhh?!- estaba claramente asombrado.

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-¡Mira,Syo-chan,esta cuna me gusta mucho!.- dijo maravillado con la pequeña cuna color rosa que veía a través de la pantalla del portátil.

-Es linda pero aun no sabemos si será niño o niña. Ademas ¿no te parece que es muy apresurado?.- dijo el rubio mirando a su esposo.

-No lo creo. He leído en una revista de padres que siempre es mejor tener todo preparado o por lo menos tener una idea de lo que pensamos comprar.-dijo el de mirada oliva con una sonrisa mientras seguía viendo cunas, armarios y cualquier artículo para bebés que pudiera encontrar.

-como digas.- dijo simplemente restandole importancia.

Ambos rubios yacían acostados en su cama, en realidad Syo estaba acostado tratando de dormir, claro que no lo lograba porque Natsuki, que estaba sentado en la cama con el portátil sobre las piernas, le hablaba cada tanto para mostrarle cada cosa para bebé que le parecía adorable, osea TODO.

Con sus casi dos meses de embarazo, Syo salió de la cama para dirigirse a la cocina, donde se posicionó delante del refrigerador para sacar un pote de chocolate, tomó una cucharilla y volvió a la habitación que compartía con su pareja.

Su pancita apenas podía visualizarse pero él, al ser tan delgado antes, sentía como si hubiese engordado toneladas de kilos, exagerado su condición. Aun así eso no le impedía saciar cada antojo que se le presentaba, como el reciente antojo de comer helado de chocolate.

El ojiverde al estar tan entretenido con el portátil no se dio cuenta de la ausencia de Syo hasta que esté entró en la cama.

-¿Quieres?-le pregunto mientras comía un poco de helado, degustandolo lentamente.

-S-si- dijo mientras miraba atentamente como comía su esposo, sin dejar pasar por desapercibidos los gestos de placer al comer aquel delicioso y frío postre.

Paro de comer al sentirse observado, giro su cabeza para mirar a su esposo que lo miraba con suma atención, incomodandolo.

Sin previo aviso Natsuki se lanzó encima de Syo para besarle con devoción.

-¡Natsuki, idiota, sueltame!¡Déjame comer en paz!-decía el rubio menor tratando de zafarse del ataque de besos de su esposo, en un intento en vano dado que Natsuki le ganaba en fuerza.

-¡Syo, eres tan adorable!¡Sin duda nuestro hijo o hija será hermoso!.- dijo mientras intensificaba el reciente abrazo cuidando de no lastimar al pequeño ser que crecía y fortalecia dentro de la persona a la que le había jurado amor eterno.

Continuará...

 

Notas finales:

Antes de que digan que el cap fue horrendo debo aclarar que termine de escribirlo a las 3 am u.u así que no estoy tan segura que tanta coherencia tenga... dejen comentarios, please! 

También quiero comentarles que tuve ayuda en este cap :v por lo tanto el crédito no es todo mío uwu. 

Hasta pronto~ 

Ah, se me olvidaba! El próxima. Cap será, en su mayoria, de la familia Jinguji ;)

 


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