Era una mañana estupenda. Una leve y agradable brisa corría por el ambiente. Claro que eso era lo que menos les importaba a aquellas personas que estaban a las corridas en aquel salón de fiestas.
Habían pasado dos meses y hoy era el cumpleaños de Akaya.
-¿Ittoki-kun,donde pongo esto?.-preguntaba una ayudante sosteniendo un arreglo de mesa.
-En las mesas del fondo.-dijo el pelirrojo señalando el lugar mientras se disponía a ir a otro sector del lugar.
La temática elegida había sido “Alicia en el país de las marravillas”. El salón estaba bellamente decorado con tal ambiente, además de que contaba con peloteros y muchas áreas de diversión dependiendo de cada niño.
El pelirrojo se dirigía al patio donde lo esperaban un inquieto Masato y un relajado Syo.
-¿Cómo les fue?.-pregunto Otoya.
-Bien. El tema de la comida esta listo.-dijo Syo.
-Con respecto a la decoración, ya mande a arreglar los últimos detalles. ¿Y que hay de ti, Masato-san?.-el pelirrojo se volteo hacia el peliazul.
-Tengo un retraso por parte del pastel.-
-Bueno, entonces....podemos mover esto y esto acá....-murmuraba el pelirrojo mientras revisaba la lista de horarios.-Tranquilo. No hay nada de que preocuparse. Ya moví algunas cosas y le da el tiempo suficiente al pastel para llegar justo a tiempo.-dijo dando fin al problema.
-Perfecto. Ahora podemos relajarnos un poco.-dijo el rubio sentándose en una silla siendo seguido por los otros.
-Repasemos lo que tenemos. A ver, la fiesta comenzará en una hora, en eso vendrán ya listo los niños y nuestros esposos.-dijo dando por finalizada la organización.
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Mientras tanto en la casa de Haruka y Tomo-chan, ambas se encontraban vistiendo a Syusuke y al cumplañero.
El pequeño peliazul tenía puesto unos jeans negros, una remera musculosa blanca y sobre esta una camisa color salmón abierta. En los pies, unos zapatillas negras que hacían juego con su ppantalón.Akaya vestía un disfraz de príncipe que hacía juego con sus ojos azules y sus cabellos dorados.
Ambas chicas miraban embelesadas a su obra maestra. Tomo-chan no se aguanto más y fue corriendo a abrazar al pequeño príncipe.
-¡Kawaii!.-decía mientras depositaba pequeños besos en el rostro del rubio.
-Si, quedaron muy lindos. Se nota que son hijos ex-idols.-
Desde pequeños a estos bebés se les notaba la clase de personalidad que tendrían. El hijo de Tokiya y Otoya, Syusuke, era más social, muy amable y extrovertido. En cambio, Akaya era más callado y educado imitando la personalidad de Masato aunque había momentos en los que se parecía a Ren.
-Ne~ Haru. ¿No estas emocionada? Pronto nos darán Tomoe. Ahh~.-dijo suspirando feliz la pelirroja.
-Si. Ya no aguanto más por tenerlo en mis brazos.-decía la pelirosa imaginándose esos momentos.
Resulta que a Haruka, viendo que todos a su alrededor comenzaban a formar una familia con niños, se le había despertado su lado materno por lo cual ahora ella también quería tener un bebé. A Tomochika le daba igual tener un bebé, con tal de ver feliz a Haruka ella también era feliz.
La pelirosa había decidido, después de preguntarle a su pareja, que adoptarán a un niño. Ella creía que era mejor brindarle cariño a un niño que lo necesitaba.Con ese pensamiento, visitaron orfanatos encontrando en uno de ellos al hijo de sus sueños.
Como todos saben, la adopción de un niño toma mucho tiempo y ellas lo sabían y aun así seguirían adelante.
El pequeño que adoptarian era una hermosura. Tenia los ojos del mismo color que Haruka y una cabellera azabache. Poseía una tez blanca y suave como la seda. Era bastante afectuoso y se alegraba cada vez que lo iban a visitar.
DIN DIN DIN DIN *teléfono celular de Haruka sonando* (soy una genia con los sonidos especiales xD)
La pelirosa vio quien era y contestó.
-Hola, Hijirikawa-san. Si, ya estamos yendo para haya.-dijo cortando la llamada.-Debemos irnos pronto.-
-¡Yes! Andando~.-dicho eso cargo a Syusuke y lo introdujo dentro del auto mientras Haruka hacia lo mismo pero con Akaya. Les abrocharon los cinturones de seguridad.
Ambas entraron al auto y se dirigieron hacia donde se celebraría el cumpleaños de Akaya.
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La fiesta había comenzado. Akaya entraba por la puerta principal en manos de Ren acompañado por Masato.
A media que iban avanzando eran deslumbrados por las luces, los efectos especiales y algunos personajes del cuento que eran interpretados por personas disfrazadas.
Todo parecía mágico. Detrás de ellos venían los invitados también quedándose perplejos por la vista tan espectacular. Todos se detuvieron al final del salón.
-¡Muchas gracias por asistir al segundo cumpleaños de mi querido hijo Akaya! Mi esposo y yo estamos muy felices. Espero que disfruten de la fiesta!.-dijo el rubio sumamente feliz a los invitados.
Seguidamente todas las personas comenzaron a dispersarse por el salón de fiesta. Los niños iban hacia los juegos y los grandes hablaban entre ellos comiendo algunos bocadillos que habían comenzado a servirse.
Los ex-integrantes de STARISH se sentaron en la misma mesa. Todos felicitaron a Akaya y hablaron de trivialidades. Luego, unas niñeras se llevaron a Syusuke y a Akaya a jugar.
-Ne~ Masato-san. ¿Invitaste a Cecil-san?.-pregunto el pelirrojo mientras comía un bocadillo.
-Si. También invite a los sempais pero todavía no llegan.-
-Ex-sempais.-recalcó Ren.
De repente, se abren las puertas principales de par a par dejando ver a los integrantes Quarter Night y a Cecil. Estos caminaron hacia donde estaban los chicos que alguna vez habían sido parte de STARISH. Estos miraban sorprendidos a sus ex sempais, a pesar del tiempo ellos seguían brillando como la primera vez.
Todos se veían perfectos pero....habían algunas cosas diferentes..como por ejemplo de que venían en parejas. Ranmaru venía acompañado por Reiji , y Cecil al lado de Camus, dejando a tras a un solitario Ai.
Aun así sus miradas no se apartaban de Camus quien sonreía pero no era una sonrisa arrogante sino una de...¡Felicidad!. Ademas por si fuera menos se podía visualizar un notorio bulto en su vientre. ¡Esperen! Camus no engordaria así sino fuera por....No, eso no podía ser posible ¿o si?. Abrieron grandemente los ojos ante esa posibilidad.
Todos se pararon para acercarse hacia ellos hasta quedar todos reunidos frente a frente.
-¡Gracias por venir!.-dijeron Ren y Masato mientras los demás hacían una pequeña reverencia.
El primero en hablar fue Camus.
-¡Hola, chicos! ¡Gracias a ustedes por invitarnos!.-dijo contento.-¿Donde está el cumplañero? Por cierto que bien te ves, Masato.¡Oh! Mírate, Otoya, parece que el embarazo no le ha hecho nada a tu esbelto cuerpo. ¿Syo, cómo estás? Parece que tu también estas en la dulce espera...-y siguió hablando sorprendiendo a todos.
-Gracias, Camus-san.-dijo perplejo Masato.
-Ja ja ja No es para tanto...-dijo el pelirrojo rascándose la mejilla.
- “Tu también”...”Dulce espera”...¿Acaso tu..-pregunto dudoso Syo.
-Claro. Camus también está embarazado. Tiene 6 meses.-dijo Cecil muy feliz.
Si. No habían fallado en sus sospechas. Si alguna vez habían odio hablar de que el embarazo cambia el humor de las personas viendo el estado de Camus podían confirmarlo.
Hijirikawa le hizo una seña a las chicas para que trajeran a Akaya y a Syusuke. Una vez estuvieron cerca se los entregaron a sus respectivos padres.
-Así que ti eres el cumplañero. ¡Felicidades, Akaya!.-dijo abrazando a Akaya.- ¡Que hermoso te queda esa disfraz de príncipe!.-dijo devolviendoselo a Masato. De repente, sintió como algo tiraba levemente de su pantalón, agachó la vista viendo al pequeño peliazul.- ¡OMG! ¿Eres Syusuke verdad? ¡No esperaba menos del hijo de Tokiya y Otoya!.-dijo dándole pequeños besos en las mejillas haciendo reír al menor que gustado recibía el afecto. Luego, se lo entrego a su “madre”.
-Por favor, tomen asiento.-dijo cortesmente Masato.
Así comenzaron una charla amena siendo comenzada por Ren.
-El otro día los vi juntos a ustedes dos paseando por el centro comercial.-dijo divertido Ren.
-¿Que hacías sólo en el centro comercial?.-cuestionó Masato.
-¿No te acuerdas de los “juguetitos” que usamos la otra noche? Los compre de una “Sex Shop”.- se explicó Ren.
-¡Callate!.- dijo el peliazul mirando hacia otro lado.
-B-bueno es q-que...-trataba de explicarse Reiji.
-No es de su incumbencia pero si tanto les interesa saber....somos pareja.-finalizó sin importancia.
Dejando perplejos a los demás menos a Camus y a Cecil que ya lo sabían.
Se preguntaron por qué Ranmaru y Reiji son pareja. Por donde lo vieran, ellos eran casi opuestos. Lo que los demás no sabían era que el peligris y el castaño arreglaron un especie de acuerdo.
#FLASHBACK#
-Me gustas.-dijo mirando fijamente al peligris.
-¡¿Ehhh?!.- dijo sorprendido.- B-bueno yo... lo siento pero me gusta alguien más.-dijo angustiado el castaño.
-Lo se. También se que ese alguien no corresponde tus sentimientos y bla bla. Bueno, dejémonos de rodeos ¿Quieres o no salir conmigo?.-dijo serio.
Reiji quedó nuevamente sorprendido con la pregunta. De hecho, nunca se había dado cuenta de los sentimientos de Ranmaru hacia él. Siempre estuvo tan atento a Otoya que casi no paraba mucho en los demás.
Trato de pensarlo rápido. Sabía que Ranmaru era muy paciente.
Si se ponía a analizar su situación, ya había sufrido bastante por Otoya. Sabía que nada cambiaría. Debía olvidar ese sentimiento pero...¿Estaba bien que lo hiciera estando con RanRan? Sabía que si el peligris descubría que solo lo estaba utilizando lo o diaria. ¿Que debería hacer?
-Escucha, RanRan. Es posible que yo jamás llegue a corresponder tus sentimientos y..-
-Está bien. No le des mucha importancia. Después de todos, solamente saldremos, si no da resultado haremos como si nunca hubiera pasado nada y ¿que dices?.-
-De acuerdo.-dijo dudoso el castaño.
#FIN DE FLASHBACK#
Desde entonces salen juntos. Reiji había comenzado a sentir que ya no era sólo amistad lo que sentía por Ranmaru. Si, comenzaba a gustarle aquel peligris malhumorado y rebelde que poco a poco iba descubriendo que era más tierno de lo que aparentaba. Lo había comprobado en la primera vez que lo hicieron.
Aquella noche, Ranmaru lo trato con sumo cuidado como si fuera lo más valioso de la tierra y del universo.
Al parecer no había sido tan mala idea salir con RanRan. Estos últimos dos meses ni siquiera había pensado en Otoya..¿y si...en realidad había confundido amor con simple atracción? Después de todo, Otoya era tan mono y divertido que cualquiera se habría confundido.
Fuera como fuera, lo importante era que ya no sentía nada por el pelirrojo. Hasta ahora solo se habia limitado a decirle un “te quiero” a RanRan pues aun no podía decirle “Te amo”. Iría despacio con el peligris procurando de no confundir este sentimiento que sentía, no quería echarlo a perder.
Así fue transcurrió la fiesta a lo largo de la tarde. A la hora de partir la torta, todos se juntaron alrededor del pastel. Luego, le cantaron el “feliz cumpleaños” a Akaya. Posteriormente le entregaron sus regalos al cumpleañero.
Después todos los invitados se fueron retirando quedándose solamente los familiares más cercanos.
-¡Chicos, tengo una noticia!.- dijo muy contento el modelo.
-¿Qué es?.- pregunto intrigado Kurusu.
-Otoya esta embarazado. -dijo Tokiya abrazando a su esposo.
-Wow. Vuelvo a confirmar por segunda vez que donde Ichi pone el ojo también pone la bala.-dijo Ren.
-¡Felicidades, Ittoki-kun!.-felicito Masato.
-Gracias, Masato-san.- agradeció el pelirrojo.
Los demás también felicitaron a la familia Ichinose.
-¿De cuanto estas?.-pregunto el actor.
Kurusu, al disolverse STARISH, siguió la carrera de actuación convirtiéndose en un excelente actor. Claro que tuvo que posponer su carrera hasta que naciera su hija.
Así es. El bebé que esperaban sería niña. Hace unos días había ido al hospital junto con Natsuki para hacer las revisiones de rutina. En la ecografia, el doctor le informo que seria una niña. La alegría de Natsuki había sido tan grande que tuvieron que pedirle que no abrazo tan fuerte a Syo.
-De tres meses. ¡Estoy tan contento!.-dijo regalandole una encantadora sonrisa a todos.
Con esa hermosa noticia término el cumpleaños del pequeño Akaya.
Continuará....