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La Familia STARISH por NekoPame

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Notas del capitulo:

Aquí está el cap 9!

*4 meses después* 

El cielo estaba nublado y amenazaba con comenzar una tormenta. La leve llovizna regaba el pasto y los árboles.

Eran casi las 9 de la noche, cuando se removió entre las sábanas inquieto e incómodo. Se sentía húmedo y unas leves contracciones en su vientre que iban aumentando cada vez más. Se sentó en la cama y levantó la sábana que lo cubría para comprobar que efectivamente estaba mojada. Abrió grandemente lo ojos. ¡Estaba en proceso de parto!.

-¡NATSUKI!.-grito llamando a su esposo que estaba en la cocina.

-¿Q-que pasa?.- dijo agitado por lo rápido que llego a la habitación.-¿Estas bien?.-

-¡¿Y qué te perece?!.-dijo mostrandole su estado.

El más bajito estaba comenzando a sudar mientras agarraba su vientre su vientre. Su zona baja estaba húmeda porque rompió bolsa.

El mayor le paso un abrigo a Syo para que pudiera cubrirse. Después agarro el bolso que habían preparado con las cosas de la bebé. 

Ambos bajaron y subieron al auto. Natsuki le paso su teléfono celular a Syo para que llamará al hospital así prepararian la sala de parto. 

Cuando llegaron inmediatamente unas enfermeras se llevaron a Syo en una camilla.

El doctor le dijo que al ser el primer parto, este sería más riesgoso y complicado. Esto preocupo a Natsuki, que se olvido de avisarles a sus demás amigos.

Por suerte, Otoya había llamado a Syo para preguntarle por su estado pero al no poder comunicarse con el rubio, llamó preocupado al rubio de morada oliva. 

-Hola, Natsuki. ¿Syo esta contigo?.-

-Syo esta en trabajo de parto. Los doctores me dijeron que podría complicarse la intervención.-dijo con la voz a punto de quebrarse.

-¡Oh, Dios! Estamos yendo para allá.-dijo con la voz agitada como si hubiera comenzado a correr.-¿le avisaste a los demás?.-

-No.-

-Ok. No te preocupes. Yo me encargo.-de repente el pelirrojo paro de golpe.- No hay de que preocuparse, Natsuki. Syo es fuerte y muy determinado cuando se propone algo.-

-Tienes razón.-dijo al rubio recuperando la confianza.

~•~•~•~•~•~•~•

-¡Tokiya Tokiya Tokiya!.-decía el pelirrojo mientras buscaba a su pareja.

-¿Qué sucede, Amor?.-

-¡Syo esta en trabajo de parto!.-

-Okey. Primero tranquilizate ¿De acuerdo?.-hablo calmado el peliazul.

-Si..-

-Ahora yo llamare a los demás porque supongo que Natsuki no lo hizo ¿verdad?.- el pelirrojo asintió.- Bueno, tu buscarás las cosas que necesitaremos y nos iremos ¿si?.-

-¡Si!.-dicho eso el pelirrojo se fue corriendo. 

-¡Otoya, no corras! Podrías caerte..-reprendió el peliazul dado que si se caía podría lastimarse, además de hacerle daño a los gemelos que llevaba en su abultado vientre de 7 meses.

-¡Tokiya es malo! Me reta todo el tiempo....BUAAA~!.-el pelirrojo comenzó a llorar intensamente.

-¡Lo siento! Por favor no llores..-

Tokiya trataba de calmar a su pareja pero las cosas se complicaron cuando Syusuke se acerco gateando hacia ellos también se puso a llorar por ver triste a su “mami”.

Así habían comenzado a ser los días de Tokiya desde hace unos meses. Al parecer, los cambios de humor durante el embarazo no sólo habían afectado a Camus, sino también a Otoya y Masato. 

Para sorpresa de muchos, el hijo mayor de la familia Hijirikawa, Masato, también estaba en la espera de los 9 meses. El peliazul lo había descubierto luego de unas semanas del cumpleaños de su hijo.

Tokiya se preguntaba cómo Ren lograba lidiar con Masato, dado que el rubio tenía muy poco paciencia y como todos saben los más calmados son los que sufren cambios más radicales.

~•~•~•~•~•~•~•

Con respecto a Ren, el rubio se encontraba en una excelente situación. Los cambios de Masato normalmente le molestaban pero cuando se ponía lujurioso era lo mejor. Rara vez el peliazul se soltaba tanto.

RING RING RING*suena el teléfono celular de Ren*

-A eso le llamo se inoportuno...-dijo enojado el rubio incorporándose para ver si era algo importante.- Ah sólo es Ichi...-

-No contestes. Sigamos con lo nuestro. .-decía un lascivo Masato. 

-Puede ser importante.-dijo contestando.-Hola, Ichi. ¿Qué sucede?.-

-Es Kurusu. Esta en trabajo de parto.-dijo el peliazul.

-¡¿Justo ahora?! ¡Que mala suerte! Ok. Enseguida salgo. Nos vemos allá.-dijo colgando.- Mira, Masato. Tendremos que dejar esto para después porque Syo esta en trabajo de parto...-

Esas palabras fueron suficiente para que el peliazul vuelva a su habitual carácter. 

Otoya y Masato cambiaban de humor constantemente pero cuando se trataba de algo importante volvían a la “normalidad”

Apresurados, salieron de su casa rumbo al hospital dejándose a Akaya con ellos ya que no habría nadie disponible para cuidarlo.

Una vez allí, se encontraron con todos sus amigos(lease como STARISH, Quarter Night, Haruka y Tomo-chan).

No podían hacer mucho, solo esperar y confiar. Así pasaron 7 horas eternas en las cuales llovió intensamente hasta que escucharon un llanto proveniente de la sala de parto. De repente, el cielo se despejó dejando ver una enorme luna que iluminaba todo. Vieron salir a una enfermera. Ella les anuncio que todo había salido bien. Luego, les dijo que podrían pasar a visitar a Syo. 

Todos querían entrar para ver a Syo y a la bebé pero tendrían que pasar de a poco. Cuando se acercaron a la recepción fueron reconocidos por la enfermera a cargo. Ella era fan de ambas bandas los dejo pasar a todos advirtiéndoles que no debían hacer mucho ruido.

Al entrar vieron a un Syo totalmente agotado recostado sobre la cama con un pequeño bulto del cual sobresalía una pequeña cabellera rubia.

El primero en acercarse fue Natsuki.

-¡Muchas gracias, Syo! ¡Gracias por hacerme tan feliz!.-dijo el rubio impregnado de una felicidad indescriptible mientras lloraba de alegría.

Luego beso a Syo y se detuvo a contemplar a la pequeña Mizuki que estaba en los brazos de su “madre”. Mizuki significa “bella luna” como aquella que había salido con el nacimiento de la pequeña.

Poco a poco todos comenzaron a acercarse a Syo, al cual saludaban y felicitaban para después mirar embelesados a la bebe que reposaba en su cuna levemente dormida.

-Felicidades, Kurusu-kun. Es una niña muy hermosa.-dijo Masato acariciando su vientre de 6 meses.

-Permiso, Permiso.-decía Camus abriéndose paso entre los demás.- mis felicitaciones por tu primera hija. Espero que Christopher y Mizuki se lleven bien.-

Hace aproximadamente un mes había nacido Christopher Aijima, hijo de Cecil y Camus, hijo de un Conde y un príncipe.  

El pequeño era la réplica perfecta de Cecil con la excepción de que poseía los encantadores ojos azules de Camus.(N/A: alias “al que se la meten pero realmente” xD) 

Luego, todos se fueron dejando solos a la familia con su nueva integrante. Cuando todos se hubieron marchado, Mizuki abrió sus grandes ojos mostrando por fin su mirada color verde agua.  Sus padres quedaron maravillados pero no pudieron contemplarlo mucho ya que la pequeña se volvió a dormir.

~•~•~•~•~•~•~•

 Se encontraba en el balcón del apartamento que compartía con Ranmaru. El viento despeinada su cabellos castaños mientras él miraba hacia la nada pensando en todo. Su mente analizaba los timos cuatro meses que había convivido con RanRan. Ahora se sentía seguro de decirle “Te amo” y tenía una razón en especial. 

Inconscientemente paso una mano por su plano vientre que irremediablemente crecería con el paso del tiempo. Así es. El castaño estaba esperando un hijo, al hijo de ambos, de Ranmaru y de él. Se habia enterado de su condición hace unos días.  según los estudios del hospital tenía un mes de embarazo. Eso explicaba los leves mareos y náuseas que se iban intensificando.

Tenia que decírselo a Ranmaru ¿pero cómo? 

Si supuestamente el peliplata lo quería tanto como decía la noticia debería caerle de maravillas ¿no?

Con ese pensamiento se dispuso a encarar a su pareja apenas llegará. 

De repente, se escuchó la puerta de entrada su eso cerrada.

Se alejo del balcón y entro al departamento justo cuando Ranmaru estaba ingresando en la habitación donde se encontraba.

-Hola, Reij---

-¡RanRan, estoy embarazado!.-dijo de golpe cerrando los ojos.

La habitación quedó en completo silencio. Lo próximo que sintió fue un cuerpo más grande que él abrazandolo protectoramente. Al abrir los ojos y mirar hacia arriba, vio como unas finas lágrimas caían de los ojos del peliplata y una gran sonrisa invadía su rostro.

-Te amo tanto, Reiji.-

-Yo también te amo, RanRan.-dijo mientras se unían en un tierno beso que duraría hasta que hiciera falta el oxígeno en sus pulmones. 

*Dos meses después*

El pelirrojo se encontraba enfrente de dos cunas en las cuales en cada una yacían dormidos apasionadamente dos bebés de cabellera roja.

Hace una semana, Otoya habia dado a luz a un par de gemelos los cuales habían heredado los ojos azules de Tokiya. 

Afortunadamente el parto había resultado sin complicación alguna

Los pequeños se llamaban Touma y Otomi-chan y eran muy queridos por Syusuke y sus padres. La habitación de los gemelos era de color lila con muchas calcomanias de estrellas pegadas en las paredes, además de los típicos muebles para el cuidado de bebés. 

-BUAAAA~! BUAAAA~!.-los gemelos llamaban la atención de sus padres.

-Tranquilos. Aquí llegó “mami”.-decía el pelirrojo para que sus bebés reconociera su voz.- A ver...esto va aquí...creo que quedo bien.-decía mientras trataba de cambiarle el pañal a Otomi.

-BUAAAA~!.- Touma también calmaba por la atención de su “madre”.

-Ya estoy contigo, Touma.-decía el pelirrojo cansado. 

Evidentemente era agotador cuidar de gemelos. 

Tokiya entró en la habitación con Syusuke en los brazos.

-¿Necesitas ayuda?.-pregunto sabiendo la respuesta.

-¡Toki~!. Si, por favor. Ayúdame como buen padre que eres.-

-Claro.-dijo dejando a Syusuke en el suelo sobre la alfombra con algunos juguetes.

-¡Manos a la obra!.-dijeron al unísono hasta que se detuvieron en seco. De nuevo sufrían la “amnesia paterna” esa que sufrieron a la hora de cuidar a Syusuke cuando era pequeño.

-Otoya, esto va así ¿verdad?.-

-Mmm creo que si..pero antes debes ponerle talco..-

-No, talco no. Tengo que pasarle las toallitas húmedas.-

-No lo creo...-

Así comenzaron a debatir por cual producto deberían utilizar. Ellos podrían hablar todo el día pero sus hijos no los esperarían.

-¡BUAAAA~! ¡BUAAAAA~!.- de golpe comenzaron a llorar a todo pulmón los gemelos y Syusuke.

-Ahhh!.-Otoya por el susto apretó el pomo de talco haciendo que este, al estar abierto, se esparciera por toda la habitación dejando una capa blanca. Esto sólo intensificó el llanto de los menores.

-O-otoya, ahora que haremos?.-

-No lo sé, Toki~.-

En ese momento, repentinamente, a Haruka Nanami le recorrió un escalofrío por la espalda. Sintió que debía ir a la casa de Tokiya y Otoya lo antes posible.

-¿Haruka, a donde vas?.-cuestionó la pelirroja.

-A la casa de Ichinose-san y Ittoki-kun. ¡Vamos, Tomo-chan! Algo me dice que necesitaré de mucha ayuda.-

Si Otoya y Tokiya creían que ser padres de un solo hijo ya era demasiado extenuante, situaciones como esas con la llegada de los gemelos sólo sería la punta del Iceberg. 

 

Notas finales:

Y Fin!!!! 

Nah, mentira xD. Pero deben saber que este fue el penúltimo capítulo :v el próximo aún está en progreso y será el último. Bueno desde ya quiero agradecer a todas las personas que leyeron este fic y agradecerles todos sus comentarios.

Hasta el próximo cap~

 


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