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No diré que es amor por MrVanDeKamp2

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Notas del capitulo:

n.n

Por fin de vuelta y ya el recta final del semestre así que ya me verán más por acá.

Al fin terminé el fic, espero que hayan disfrutado los dos anteriores capis.

Dedicado a mi ehrmosa Athair


Eh vuelto amor xD

Y a todos los que pasan a leerlo, no lo olviden, pueden hacer sus peticiones. Ya solo temrinaré el de mi pareja favorita y comienzo con las peticiones que ya me han hecho. Saludos.

El lunes fue la última cita que tuvieron antes de que Hyoga decidiera parar con toda esa locura: Jabu era un gran chico y cada vez se sentía más mal por sólo jugar con él, si tan solo no hubiera hecho esa apuesta con June, si su maldito orgullo no lo venciera…

 

---

-Bueno, te veo mañana en la escuela – la sonrisa de Jabu siempre mostraba mucha seguridad, casi arrogancia, pero era parte del encanto – Buenas noches.

-Buenas noches Jabu… y… Gracias por todo – el rubio más claro se volteó rápidamente para que el escorpio no se diera cuenta de su sonrojo.

Observó desde la ventana como el rubio bronceado cruzaba la calle para llegar a su casa. Se sentó en silencio, el elegante salón en tonos azules estaba a obscuras; no se dio cuenta que unos profundos ojos aguamarinas lo observaban desde el comedor.

 

Si a los engaños dieran premios, hubiera varios ya ganado

No me interesa tener novios… Eso es historia ya lo sé todo

 

- Maldita sea… - pensó en voz alta – no debí aceptar esto, nunca – se reprochaba a sí mismo.

- ¿Hyoga? – una suave mano se postró en su hombro.

El rubio menor adivinó al instante de quién se trataba.

-Hice algo estúpido…

-¿Tiene algo que ver con Jabu Onassis? – Shaka estaba preocupado por su hermano menor.

-Sí – Hyoga volteó a verlo como cuando los niños rompen algo, no podía evitar esa mirada llena de inocencia.

-¿Es algo… sexual?

-No, no – se sorprendió por la pregunta, pero en seguida su cara de culpa apareció de nuevo – es solo que…

-¿Qué? ¿Qué pasa con Jabu? ¿Te gusta?

-Pues si… pero…

 

¿A quién crees que engañas? El es lo que tú más quieres, ocultarlo tratas, es hermoso lo que sientes. No lo disimules, bien sabemos donde está tu corazón.

 

-¿Pero? – Shaka jaló a Hyoga a un sillón - ¿Qué es lo que pasa?

-Es que no debí enamorarme, no tan pronto…

-¿Enamorarte? Bueno, eso es normal a tu edad y…

-Pero soy un tonto, no aprendí nada con el imbécil de Ikki.

Shaka bajó la mirada, era cierto que en todo romance adolescente siempre hay un montón de drama, pero en el caso de esa relación, el chico de tez morena fue bastante cruel al sólo jugar con el rubio, mintiéndole una y otra vez, hasta que Hyoga descubrió la verdad acerca de sus múltiples parejas.

-Pues, en estos días te he visto más felíz que en mucho tiempo.

-¿Qué? – Hyoga tragó en seco.

-Lo que oíste; llevabas meses siendo un dolor de cabeza, para los maestros, para tus amigos… inclusive aquí eras insoportable.

Hyoga se ruborizó violentamente al escuchar aquellas palabras tan francas de su hermano mayor, sentía la más horrible de las vergüenzas.

-Y de pronto llega este chico y en unos días, nos devolvió al Hyoga que todos extrañábamos por aquí…

-Pero…

-Pero nada, si él es lo que necesitabas, entonces tómalo, adelante, si es por un día, por una semana, por un mes, o por toda una vida, ésta es la oportunidad que estabas esperando.

-¿Y si me lastima?

-¿No lo tendrías bien merecido? El otro día escuché por accidente a June cuando vino a visitarte, y sé que es lo que están planeando.

Hyoga sintió aún más vergüenza.

-No fue algo ni ético ni moral jugar con alguien, por que lo viviste en primera persona, pero – tomó las manos del menor – he visto tu cambio, y si estoy en lo correcto, creo que te ha vuelto a latir el corazón…

 

No van a oír que lo diga; no, no.

Tu sueño es, no lo niegues.

Jamás lo haré, no diré que es amor

 

- No – Hyoga volvió a la actitud de orgulloso – no lo haré, y voy a terminar con esta locura de una vez. Voy a llamarlo y…

- ¿Vas a decirle que no se verán más? ¿Qué todo era una apuesta y nada más?

-Pues… - Hyoga se ahogaba en desesperación, no sabía que contestarle a Shaka.

- Si le vas a romper el corazón, bien, hazlo, pero al menos se honesto, y hazte a la idea de que lo vas a ver diario, por que vive cruzando la calle, por que llevan clases en común, y por que, diablos – era muy raro que Shaka se exaltara – hasta toman el mismo bus en la misma parada.

- No… - los ojos de hielo del rubio menor se nublaron instantáneamente – no quiero eso… - y se lanzó a los brazos de su hermano.

 

Creía ya haber aprendido, siempre el inicio es hermoso, mi mente dice “ten cuidado” ¡Por que no todo es maravilloso!

 

-Siempre tengo que arruinarlo todo – gruesos lagrimones rodaron por las suaves mejillas del rubio menor – siempre conozco a gente maravillosa y termino alejando a todos.

-Lo que pasó la vez anterior, no fue tu culpa – Shaka acariciaba el suave cabello de su hermano, consolándolo.

-Si lo fue – sollozó más fuerte – y esto ahora también es mi culpa. Pensé que no volvería a caer en esto.

 

Claramente vemos, que lo quieres y lo extrañas. No lo aceptaremos ¡Date cuenta que lo amas! ¡Trata de admitirlo! ¡Muy enamorado estás!

 

-Le diré la verdad, y me lo quitaré de encima – dijo con su último dejo de orgullo y limpiándose las lágrimas.

-¿Eso es lo que realmente quieres?

-Si, además, no te puedes enamorar tan pronto – llevo dos semanas saliendo con él – esnifó.

-Eso es cierto – Shaka se despegó de él – uno no se puede ir con el primero que le esboce una sonrisa, lo invite a un helado y sea la versión adolescente de Mr. Mundo.

Hyoga lo miró irónico.

-Hyoga, si de verdad Jabu no te importara en lo más mínimo ¿Qué es lo que acaba de pasar aquí? Tú sollozando, arrepintiéndote de haberlo ilusionado. Si de verdad te fuera indiferente, le hubieras dado el cortón desde que te dejó en casa.

 

 

No van a oír que lo diga ¡No, no!

Ya ríndete tu sonrisa es de amor

No insistan más ¡No diré que es amor!

 

-Se lo daré mañana.

-Bien, solo espero que estés consiente de las consecuencias. No creo que te perdone por esto.

-Lo haré Shaka, y si me va a odiar por siempre entonces que mejor, un engreído más a la lista.

Shaka sólo le dio un gesto de desaprobación.

 

Quieras o no, te atrapó el amor

¡No pidan más que lo diga!

¡No harán jamás que lo diga!

 

El menor subió las escaleras y se dirigió a su habitación; esa noche, no pudo dormir de pensar en lo que le diría a Jabu y en las consecuencias que habría.

Pero una apuesta era una apuesta y su palabra estaba de por medio.

Cruzaron por su mente imágenes y sensaciones muy vívidas: la sonrisa brillante de Jabu, sus intensas cejas; el fulgor en sus ojos; el perfume tan exquisito que usaba; la seguridad que sentía a su lado.

Pero eso se acabaría, quedaría en un recuerdo nada más, y le demostraría a Shun y a June que podía hacer lo que él quisiera, total, era Hyoga Williams, el chico más lindo y popular de la escuela.

 

Su orgullo no deja que hable de amor…

Nadie sabrá, no diré que es amor…

 

El martes, Hyoga evadió a Jabu, desde temprano, espero a que subiera al bus, para después tomar un taxi y llegar a la escuela con unos minutos de retraso.

“Estás bien? No te vi en la parada”

Visto, dejó el mensaje de Jabu en visto.

El rubio más obscuro se dio cuenta, pero solo atinó a no reaccionar.

Hyoga se encontró con sus compinches y el trío calavera volvió a sembrar el terror en la preparatoria, evitando el rubio a Jabu por todos los medios posibles, entraba a las clases junto con los maestros y salía un minuto o dos antes que ellos; de regreso volvió a casa en taxi y al tercer mensaje sin respuesta, Jabu decidió no molestarlo más.

El miércoles en la mañana, el plazo determinado para la apuesta de June, llegó y finalmente Hyoga haría lo que todo imbécil haría: le rompería el corazón a Jabu.

 

-Disculpen ¿han visto a Jabu? – se dirigió a los casilleros del gimnasio donde el equipo de baseball se reunía.

-¡Hey Onassis! – le gritó uno de sus compañeros - ¡Te busca el señor presidente!

Jabu inmediatamente dejó lo que estaba guardando en el casillero y lo dejó abierto, vio a Hyoga que se alejaba de los jugadores y decidió seguirlo

-Hey – le saludó sonriente el rubio más obscuro - ¿Estás bien? No has contestado mis mensajes.

-Hey… - Hyoga hizo una pausa – Tenemos que hablar, la hora del desayuno es en veinte minutos, te veo en la cafetería.

-Bueno… - a Jabu le extrañaba la actitud de Hyoga, totalmente diferente a como había sido las dos semanas anteriores.

 

Llegó la hora del desayuno y el de los ojos celestes estaba esperando a Jabu en su típica mesa, al centro de la cafetería, June y Shun estaban en otra cercana para ver la reacción y correr a “festejar a Hyoga” por cumplir su apuesta.

 

-¿Hora del desayuno sin desayuno? – se sentó Jabu tomando por sorpresa al rubio más delgado.

-Jabu… - los ojos de hielo se nublaron – respecto a nosotros, a nuestras salidas… – se pausó un momento para luego seguir – la verdad – un violento sonrojo lo atacó – no se como decirlo.

-Oh Dios, me estás aventando – Jabu lanzó directo y sin rodeos.

Una lágrima rodó por el pómulo de Hyoga – Te mereces algo mejor… - el sentimiento de culpa no lo dejó aventar todo el discurso mamón que había preparado – hice algo horrible y tengo que confesarte la verdad, y vas a creer que soy una persona horrible, y la verdad, lo soy, pero…

-¿Tiene esto algo que ver con la apuesta que hiciste con June? – Jabu le preguntó tranquilo.

Hyoga abrió los ojos como platos.

-Tú… tú… ¿lo sabías?

-Si – bajó la mirada – de hecho fue ella quien me lo dijo hace unos días.

El rubio más claro lo miró confundido – Pero… Si tu sabías… Y aún así te portaste tan bien conmigo… - la cara no podía arderle más de vergüenza.

-Lo sabía, es cierto – Jabu lo miró con una mirada inquisitiva – pero – esa mirada cambió de repente – en dos semanas, pude verte a fondo, pude escuchar tu risa de verdad, pude ver que también te ensucias comiendo helado, o que disfrutas de una caminata por la calle; y eso, esa mirada, esa felicidad que sentí que había en ti, me dijo que aunque hubieras mentido, no puedes ocultar tus sentimientos…

-Jabu, yo… no sé que decir.

-Dime sí o no.

-¿Sí o no?

-Si, Hyoga Williams ¿Quieres andar conmigo?

El comentario y la situación tomaron por sorpresa a Hyoga, quien tras pensarlo un momento, gritó un enorme “SI” por toda la cafetería.

Shun y June no salían de su asombro.

-Entonces ¿me perdonas?

-¿Me comprarás una pizza?

-Hablo en serio…

-Si no te hubiera perdonado, no te preguntaría si quisieras andar conmigo. Yo también seguí el juego y ambos tenemos la responsabilidad, pero, si la pasamos genial, deberíamos de darle otra oportunidad ¿Qué dices?

-Digo – Hyoga sonrió felizmente – que de ahora en adelante, voy a tratar de hacerte miserable… miserablemente feliz.

Jabu puso su mano sobre la de Hyoga y se miraron en complicidad. Después de todo, siempre hay una solución.

Claro excepto para June, quien tuvo que conformarse con salir con Seiya y besarlo para que le pasara la tarea de ciencias.

Notas finales:

Muchísimas gracias por leer, se que fue un cap bastante largo pero no podía extenderlo más, ya no me era posible xD

Muchísimas gracias por leer y como siempre espero sus reviews!


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