Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Volar sobre el pantano" por madroj

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mi Padre regresó al coche dejando a la pareja discutiendo entre ellos. Mi casa estaba a media cuadra de distancia. Llegamos de inmediato, los gritos de los vecinos se escuchaban hasta aquí.

Mamá estaba esperándonos. Apenas entramos quiso consolarme, pero yo me separe y fui a mi cuarto. Casi tropecé con mi dos hermanas y dos hermanos mayores que me miraban como si fuera un fantasma.

Dentro de mi cuarto di vueltas, me tire a la cama; sentí que me hundía en un pantano, asfixiado por una soledad opresiva. Estuve llorando por más de media hora.

-Abre por favor- ordenó mi madre.

-Déjenme en paz.

-No queremos que estés solo en este momento.

La palabra “solo” fue directo a mi entendimiento como daga al corazón… ¿Qué había dicho? ¿Cómo era capaz…?

Entonces abrí la puerta y me enfrente a mi familia. Mi madre y mis hermanas y hermanos estaban en primer plano, mi padre estaba atrás.

-Tranquilízate. Ese joven no te conviene…

Interrumpí a mis consoladores de forma tajante. Nunca pensé en decírselos así, pero si querían  entender la magnitud de mi desdicha, tenían que saberlo.

-¡¡¡¡Estoy embarazado de él!!!

Apenas lo mencione se hizo un silencio sepulcral.

-¿Qué dijiste?- peguntó mi madre.

-Lo que oyeron. Estoy embarazado… Pensaba explicarlo el otro día…

El pasmo fue impresionante. Tardaron en asimilarlo, pero apenas reaccionaron…

-¿Cómo te atreviste? ¿Qué no piensas? ¿Eres estúpido?

Me encogí de hombros. Al darles la noticia, mi coraje desapareció y comencé a desmoronarme, a entender precisamente eso: QUE ESTUPIDO QUE HABIA SIDO.

-¿Lo amas?

-¿Por qué te acostaste con él?

-¿Te forzó?

Negué con la cabeza a todas las preguntas. Hablar con melancolía, carencia de afecto, baja autoestima, hubiera sido peor. Ellos querían argumentos razonables y no estupideces.

-¡¡Maldición!! – dijo mi padre empujando a todos y entrando a mi habitación. Arranco la lámpara de lectura y la hizo trizas, bufó, gritó ¿Por qué?, una y otra vez. Se acercó a mí como dispuesto a golpearme, me tomo de los hombros y me reclamo con un grito:

-¿Has probado la droga?

-No, no.

Me empujó hacia atrás, me deje ir por el impulso. Apenas mi cara estuvo a unos centímetros del suelo entendí que había caído… física, intelectual, moral, emocionalmente…

-¿Cuánto tiempo tienes de embarazo?- cuestionó mi hermano mayor David.

Le conteste haciendo un tres con los dedos de la mano izquierda…

-¡Eso es, lloriquea!- remató mi padre – no te queda otra opción, has acabado contigo y además tu aventurilla nos afecta a todos… a tus hermanas más que todo, ¿Qué dirán de ellas?- las palabras se le atoraron en la garganta, respiro profundamente - ¿tú crees que es justo? Yo siempre supuse que llegarías alto al igual que tus hermanos, no sabes lo decepcionado que estoy – corrigió – que estamos todos de ti…

La última frase calo duro en mi corazón y lo peor es que nadie se movió para defenderme.

Tirado en el suelo, quise levantar mi cabeza y preguntarle a mi padre  donde había quedado lo que me dijo en el auto “yo también estoy destrozado de tu tristeza”. Quise reclamarle a mi madre “no queremos que te encuentres solo en este momento”. ¿Es que lo habían dicho sin pensar? ¿O es que estaban a mi lado dispuestos a consolarme por ser una desilusión personal? pero por supuesto que NO  porque para ellos mi error afectara su imagen de buenos padres ante los demás, su estatus se vendrá abajo y su maldito apellido de familia virtuosa que no puede darse el lujo de tener una “madre soltera” en casa.

El padre de Connor llamó por teléfono, quería hablar conmigo, trate de levantarme pero no pude. Mamá se puso de cuclillas y colocó su mano sobre mi espalda; tuve deseos de quitarla, decirle que repudiaba su postura convenenciera, pero había perdido toda la energía. Me sentía pequeño… como un gusano inmundo.

Mis hermanas trataron de moverme, no lo lograron, yo era un bulto pateado, una persona sin amor propio, llorando a mares, acreedor del peor castigo por no haber pensado bien las cosas, sintiéndome indigno de estar vivo, odiando al bebé que llevaba en mis entrañas y al mismo tiempo, amándolo al ser mi cómplice…

El único amigo desvalido que comprendía mi dolor y que, sin tener la culpa de nada, era el culpable de todo…

Me sentí madre por primera vez. Una madre sola.

Haciendo un esfuerzo sobrehumano me puse de pie y fui al teléfono para contestar al papá de Connor.

 

 

 

Notas finales:

Quiero que me digan que les parece, si es, no se, algo que se deje leer o definitivamente es un cero a la izquierda.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).