Dolor era todo lo que podía sentir en ese momento, Tony le había ignorado olímpicamente y para colmo de males se había ido con ese niño que no conocía.
Se había quedado parado en medio de la fiesta con su mente confundida por todas las cosas que habían sucedido aquel día, tuvo que salir de su trance mental al sentir como su madre le zarandeaba para que reaccionara, Peggy estaba ahí también sonriendo triunfante.
Steve ni prestó atención a lo que su madre decía, solo la vio perderse junto a su padre en la fiesta mientras que Peggy se colgaba de su brazo, aunque por alguna razón quería sacársela de encima – Concéntrate Steve, ella es la afectada con todo esto…Tony la lastimó ¿o no?- Su mente le jugaba sucio de nuevo con aquellas dudas.
-¡Steve! Estoy aquí, reacciona –la castaña estaba molesta porque el rubio no le prestaba atención y eso que estaba en su vestido elegante color azul justo para combinar con los ojos de Steve- ¡Este vestido es nuevo! –intentó que el rubio le diera algo de atención-
-Uhm, está bonito Peggy –le sonrió un poco hastiado, en serio la pelicafé podía ponerse pesada cuando quería-
-Vamos por allá hay bocadillos
Cuando quiso reaccionar ya se encontraba siendo arrastrado por la niña hacia una bonita mesa decorada repleta de bocadillos. Mientras ella tomaba algunos y los ponía en un plato, él se perdía de nuevo hasta que vio que habían postres típicos de Italia, allí estaban las crostatas.
Rápidamente recordó cuando Tony había ordenado por ellos
***********Flashback**************
-Te lo dije Peggy….Investigué antes de venir…-dijo con una sonrisa de superioridad el castaño- La crostata es tarta rellena de mermelada de fresa y cerezas es dulce pero no empalaga y es deliciosa.
-Wow Tony..eres genial. Uff ya quiero probarlo se ve delicioso…-dijo Steve feliz-
-Espera Steve…yo te ayudo…-Tony de inmediato usó su tenedor con suma precisión y le acercó un trocito de crostata a Steve- Ahora abre…
************End Flashback******************
La sonrisa de su pequeño castaño, la forma en la que había dado de comer aquel delicioso postre. Después cuando los dos fueron a su habitación y compartieron aquel tierno abrazo y el beso, los labios de Anthony que era dulces, agradables, que le atraían tanto.
Tony…Toda su mente estaba enfocada en el pequeño castaño al que le había gritado sin haber oído su explicación, sin darle la oportunidad de defenderse. De inmediato se decidió a ir en busca del pequeño y pedirle perdón, prácticamente huyó de Peggy dejándola hablando sola y con los bocadillos. Recorría el enorme salón con la esperanza de encontrarlo pronto cuando lo vio, seguía junto a ese niño de cabellos rizados, le afectaba tremendamente ver como sonreía con aquel desconocido.
Se armó de valor y caminó decidido hacia los dos, una vez frente a ellos no pudo evitar que su mirada penetrante azul se posara directamente sobre Tony que se tensó de inmediato al ver al rubio.
-Anthony, ¿no me vas a presentar a tu amigo?-preguntó lo más calmado posible ya que los celos le estaban carcomiendo por dentro-
-Rogers, piérdete. Deberías estar con Barbie jugando a la casita o a dibujar sus cosas aburridas –le respondió el castaño mirándole sumamente molesto.-
Bruce Banner estaba oficialmente confundido, parecía que se iba a armar la Tercera Guerra Mundial entre esos dos y el para nada entendía lo que ocurría, ni porqué ese niño rubio le miraba como si quisiera matarlo lenta y dolorosamente…De todos modos decidió tomar acción, no se dejaría intimidar por él.
-carraspeó suavemente para que los otros dos le prestaran atención- Hola, mi nombre es Bruce Banner. Soy amigo de Tony – dijo sonriendo y tendiéndole la mano a Steve-
-Mucho gusto soy Steve Rogers y…
-Y además de ser un gigante, es un niño Barbie, le gusta jugar a ser Ken con…-decía Tony hasta que la observó acercarse-
Justo en ese momento venía Peggy Carter con una sonrisa de oreja a oreja- Debió ser payaso en su otra vida, pensó instantáneamente Tony- La niña como acostumbraba tomó del brazo a Steve y le reclamaba porqué la había dejado sola mientras que Tony sentía dolor pero a la vez su enojo volvía.
-Como te decía mi querido Bruce, también juega a ser Ken con la descerebrada Barbie –sonrió sarcásticamente a Peggy-
-¡Stark! ¡Yo tengo cerebro!-chilló la pelicafé-
-Otra cosa es que sepas darle uso, topolino- Tony volvió a mirar mal a la niña. Pero pronto su mirada chocó con la de Steve que le pedía a gritos que lo perdonara, que estaba dispuesto a escuchar todo y que estuvieran bien de nuevo. Iba a flaquear al ver su expresión pero Steve no confió en él, que se aguantara- Vamos Bruce, preséntame a tus padres – le dijo al de cabellos rizados como excusa para salir de allí y este solo atinó a asentir-
Peggy Carter estaba totalmente encolerizada, Tony le había vuelto a humillar delante de Steve y éste solo se había quedado viéndolo como idiota, sin hacer nada. Significaba que todo lo de la mañana había sido prácticamente en vano ya que el rubio ni bien el tal Bruce y Tony se fueron se desesperó por ir tras ellos, pero ella en un movimiento rápido tomó su brazo y puso su mejor carita de drama. Steve cayó otra vez y se quedó junto a la niña aunque en su mente y sobretodo en su corazón estaba latente el Corre por él, quédate junto a él.
**********En las escaleras**************
Tony había jalado a Bruce fuera del salón hacia un lugar más calmado y menos repleto de gente, llegaron a las escaleras que se encontraban vacías ya que todo el hotel estaba en el salón disfrutando de la fiesta. Bruce estaba en absoluto silencio esperando que su amigo le explicara que rayos estaba pasando aunque no era muy difícil de adivinar, dejó que el castaño se tomara su tiempo pero cuando quiso preguntar, vio que su amigo comenzaba a derramar algunas lágrimas.
-¡Tony! Vamos amigo, no llores. Estoy aquí puedes contarme que te sucede –le dijo con tono comprensivo y conciliador-
-Lo siento Bruce, no suelo hacer estas cosas o bueno solo cuando mi papá me quita mis videojuegos –dijo Tony esta vez sonriendo y provocando que Bruce también lo hiciera y le ayudará a secarse las lágrimas ofreciéndole un pañuelo-
-Ahora si quieres me puedes contar –le dijo él con una sonrisa-
Tony al ver esa sonrisa sintió que podía confiar plenamente en Bruce, no sabía cómo ni porqué pero él le provocaba una calma absoluta además hacerle sentir confiado. Partiendo de eso procedió a contarle todo lo sucedido con Steve incluso lo de los besos sonrojándose al llegar a esas partes de la historia. Bruce le escuchó atentamente todo el tiempo hasta que el castaño finalizó.
-Lo que importa es que no confió en mí, ni me dejó explicarle a pesar de que ya pasó tooodo eso que te dije – murmuraba Tony volviendo a ponerse triste-
-Tranquilo amigo, él se equivocó al no escucharte pero tú también al no escucharlo ahora, probablemente quiera pedirte disculpas y tú no lo dejas
-Pero…Bruce, no lo puedo perdonar tan fácilmente. Por eso ¡Tengo un plan! Y necesito tu ayuda–el castaño le miró con una sonrisa enorme –
-Tony…no sé qué planes pero mejor…
-Haré que este celoso de ti y de mí –lo dijo muy normal el castaño y a Bruce casi se le salen los ojos-
-Tony deberían hablar y listo –dijo Bruce en su último intento de no entrar en el plan malvado de Tony Stark-
-Di que sí Bruce…Te lo pido –puso su mejor carita de cachorro-
-suspiró- Está bien, lo haré ¿contento?
-¡Bruce eres el mejor! –dicho eso el castaño se lanzó a abrazar a Bruce que sólo sonrió y correspondió al abrazo, se había conseguido un amigo un poco extremo y con un ligero toque de locura. De todos modos sus otros amigos tampoco eran normales pero eran únicos tal y como eran, así los quería y agradecía por tenerlos junto a él en especial a cierto rubio de ojos verdes y sonrisa tierna.
Los dos se quedaron abrazados durante un tiempo mientras Tony saltaba y sonreía a Bruce por haber aceptado. Ninguno fue consciente del rubio que les miraba desde el final del pasillo con sus ojos azules a punto de cristalizarse por el dolor que sentía al ver como su pequeño abrazaba a Bruce Banner, se suponía que sólo él era dueño de esos abrazos pero en parte sentía que lo merecía por no haber escuchado y haber actuado precipitadamente hiriendo a Tony sin considerarlo en ningún momento. Estaba bien, había herido a Tony pero eso no significaba que se lo iba a dejar tan fácil a Bruce Banner porque Tony era solo suyo, pelearía por él hasta el final.
La fiesta concluyó un poco después de la media noche, para ese entonces Tony se encontraba despidiéndose de un soñoliento Banner, quedando para ir a pasear por la tarde, cosa que no pasó desapercibida por Steve. Todos se despidieron y cada quien yendo a su habitación, los niños escoltados por sus madres que les desearon buenas noches y fueron a sus respectivas habitaciones.
Tony estaba muy cansado con todo lo que había pasado, se quitó el traje y se puso el pijama cuando ya iba a dormir Steve apareció también ya en pijama.
-¿Se te perdió algo Rogers?-le dijo en tono sarcástico-
-Quiero ir contigo y Bruce a pasear mañana. Seguramente nos dirán que llevemos a Peggy también –fue directo al punto-
-Bien –dijo fingiendo estar resignado y enfadado- Si no hay otra opción pues qué le vamos a hacer –se encogió de hombros- Ahora vete, quiero dormir
-Hecho entonces –dijo Steve y fue a su espacio de la habitación sonriendo, al menos Tony volvía a hablarle aunque en ese tono tan peculiar suyo-
La noche se fue prácticamente volando y el día ya se hacía presente. El desayuno como el almuerzo transcurrieron tranquilos aunque Tony no le dirigía ni la mirada ni la palabra a Steve, esto fue visto por sus padres pero prefirieron dejar que los niños arreglaran sus diferencias.
Pronto llegó la hora en que irían al Castillo Maschio Angiono, Tony fue a recibir alegremente a Bruce que también venía junto a Clint, Pepper, Pietro y esta vez su hermana Wanda. Steve y Peggy llegaron entonces e intercambiaban miradas con los otros niños. Peggy como siempre con su pose altanera y Steve que solo les dio una mirada rápida para fijarla sobre Bruce Banner y se acercó a él.
-Hola Bruce –le dijo con una sonrisa forzada mientras sujetaba la mano del niño-Espero que la pasemos bien hoy.-lo dijo con un tono un tanto tenebroso que esta vez sí intimidó a Bruce-
-Por supuesto amigo-le dijo nerviosamente causando que la sonrisa de Steve se ensanchara más-
¡Ahh en qué me has metido Tony!–Bruce Banner ,temiendo probablemente por su vida