Bruce Banner sencillamente se sentía acojonado y muchísimo, la sonrisa de Steve era de: Oh sí Banner voy a bailar sobre tu cuerpo cuando te haya matado lenta y dolorosamente. Y el peor temor de Bruce era que hubiese alguien bailando felizmente sobre su cadáver, en serio Tony le debía una ENORME DEUDA que…NO DUDARÍA EN COBRARSE luego de que todo ese asunto se terminara, eso si es que él salía vivo de todo aquello.
Los adultos hicieron acto de presencia, despidiéndose de sus niños y claro recalcándoles que tuvieran mucho cuidado, aunque ya los mandaban con todo el equipo de seguridad y el joven italiano Stefano que les había agarrado cariño a los mocosos, por lo que prometió que los cuidaría y vigilaría con su vida. A lo mayores les hubiera encantado acompañarlos pero nuevamente temas de suma importancia dentro del hotel les hicieron permanecer en él para atender dichos temas.
Stefano se encargó de guiar a todos los niños dentro de la limusina ayudando a las pequeñas damitas a subir, aunque tuviera que hacerlo con “sumo” cuidado cuando se trataba de la Srta. Carter. Los demás solo subieron tranquilamente menos Bruce que temió más por su vida ya que Steve decidió sentarse junto a él, a su derecha mientras que Tony estaba a su izquierda. Lo peor de todo es que Pietro estaba pegado a Clint como chicle revolviéndole el cabello al menor mientras que este reía feliz ajeno a como Bruce se desmoronaba internamente ya que estaba perdiendo ante Maximoff, pero había decido ayudar a Tony con su loca idea.
La limusina iba avanzado sobre la hermosa ciudad italiana y pronto llegaron a su destino el Castillo Maschio Angiono , los niños bajaron apresurados del vehículo para poder ver mejor aquel castillo que contaba con 5 torres, todas suyas para explorar, conocer historia y divertirse.
-Lento, bambini. No se alteren –decía Stefano con su característica sonrisa-
-Oye, chofer ¿ya podemos entrar al castillo y hacer el recorrido?-dijo la pelicafé que todos adoramos (miento) Peggy Carter-
Wanda enarcó una ceja visiblemente molesta, ella odiaba que la gente que tenía posición social y dinero fuera tan petulante con quienes les servían y ayudaban. Pensó en golpear a aquella niña pero ella era una dama así que con tono seguro y firme le dijo:
-Señorita Carter, él no se llama chofer. Su nombre es Stefano y el muy amablemente no se dirige a ti como “niña rica” o cosas de ese estilo. Respeto guarda respeto.-concluyó ella mientras que Peggy solo frunció el ceño y asintió.
Stefano sonrió al ver como la damita le defendía, era todo un tesoro la piccolina, pensó.
-Gracias, bella signorina.-le halagó y le guiñó el ojo provocando que la pequeña se sonrojara pero asintiera feliz-
De inmediato apareció una hermosa chica con un traje semiformal, que les sonrió a todos y les explicó que ella sería su guía. Todos asintieron emocionados y se dispusieron a seguir a la preciosa mujer italiana que los iba guiando entre los enormes pilares del castillo. Se encontraban en una de las cinco torres con las que contaba el castilo, la chica les había dicho que tendrían un breve descanso para admirar el paisaje y comer algunos refrigerios que ya se les estaban entregando a cada uno de ellos junto con refrescos.
-Delicioso –murmuraban Pepper junto con Wanda y Peggy un poco más alejada ya que no había logrado simpatizar mucho con las otras dos-
Tony se encontraba muy feliz comiendo pero se dijo que ya debía comenzar con su malvado plan. Bruce estaba un poco más alejado junto con Pietro y Clint, era obvio no iba a dejar ganar a Maximoff y de metido estaba ahí también Steve. Entonces el pequeño castaño se acercó con su comida y justo Steve quedó al lado de Bruce, Tony tomó un pedazo de aquella tarta que les habían dado y con una sonrisa de oreja se disponía a darle de comer a Steve o eso creyó el por lo que muy contento ya estaba abriendo la boca pero la agrandó más al ver como Tony pasaba de él completamente y le daba de comer a Bruce mientras le sonreía y le hablaba entre susurros. El rubio de inmediato cerró la boca e internamente estaba que ardía de enojo por ver como Tony hacía con Bruce lo que había hecho con él, en definitiva Bruce Banner tenía que morir.
-Tony, deberíamos parar esto. Steve me va a matar –le susurró aterrado el niño de los rizos a Tony que solo se reía con ganas-
-Estarás bien Brucie, solo resiste un poco más –le dijo el castaño-
Terminó el descanso por lo que todos volvían a seguir a la guía pero Tony y Bruce iban de la mano, cosa que no pasó desapercibida por Steve ni Clint quien si antes estaba totalmente feliz con Pietro, también extrañaba a Bruce y no le gustó nada que ese Tony le tomara la mano de esa forma ya que Bruce solo se daba esas atenciones con él y claro también Pietro.
Tony empezó a hablar con Bruce sobre los trabajos de sus padres y de todo lo que les gustaba para que el de los rizos se calmara y actuara normal. Steve intentó más de una vez intervenir en la conversación de los dos pero en todas las ocasiones Tony se paraba en seco y le soltaba una de sus frases sarcásticas indicándole que se fuera a otro lado, que esa charla era exclusivamente de él y Bruce. Steve no podía estar más frustrado ya ni estaba disfrutando del recorrido en el hermoso castillo, por otro lado Tony gozaba y saltaba internamente al ver tan celoso a Steve, pero también entendía que Bruce necesitaba estar con Clint por lo que le dejó ir con el pequeño rubio mientras que él se quedaba solo, el rubio de ojos azules aprovechó inmediatamente esa oportunidad por lo que se puso junto al castaño.
-Tony, por favor ya no me hagas esto. No soporto verte tan cerca de Bruce, siento que voy a morir si no te tengo junto a mí-le miraba suplicante-
-Tú te lo has buscado Rogers, yo no te mandé a desconfiar de mí. Ahora piérdete iré con Bruce-dijo eso y le saco la lengua dejando al rubio más triste y a la vez encolerizado de lo que ya estaba-
Tony se disponía a ir tras de Bruce cuando vio que este venía hacia él con semblante triste y frustrado.
-¿Qué te pasó Brucie? –dijo un poco preocupado el castaño tomando la mano de su amigo-
-Clint está que no me soporta, creo que es porque nos vio juntos-le respondió y dio un profundo suspiro-
-Lo siento amigo, te metí en todo esto sin pensar en cómo podría afectarte.-Tony palmeaba el hombro de Bruce como disculpa y muestra de apoyo- Pero…si Clint está celoso y Steve también solo tenemos que darles el correcto detonante para que reaccionen
-¿En qué estás pensando Tony? –murmuró con tono cansado el de cabellos rizados-
-Tú sígueme la corriente cuando lleguemos a la última torre ¿ok?
-Espero que no sea otra de tus locas ideas
Bruce parecía un alma en pena deambulando por el castillo mientras la guía les explicaba muy entusiasmada los reyes que habían vivido dentro del lugar. Tony intentaba subirle el ánimo pero era inútil además no ayudaba que Clint anduviera risitas de aquí para allá con Pietro que le acariciaba coquetamente. Tony pensó que su amigo debía sentirse miserable menos mal que con él las cosas no estaban tan mal.
Oh no pero Tony estaba equivocado, Steve ya un poco cansado de estar rogándole al castañito que lo perdonara y lo dejara estar a su lado, decidió jugar al mismo juego por lo que de inmediato se puso a platicar con Peggy mientras le sonreía abiertamente a la niña e incluso besó su mano. Tony que era testigo de…según él El repugnante juego de Barbie y Ken se puso rojo de rabia y todo empeoró cuando Steve ni bien había terminado de besar la mano de la niña le miró con superioridad y con una enorme sonrisa sarcástica –Yo también puedo jugar Anthony-
-Ahhh mi querido Rogers, me estás provocando ¿eh?¡ Muy bien si quieres jugar, juguemos!-
-¡Bruce, no puedes tirar la toalla!-le dijo determinado a su amigo mirándolo fijamente-
-Pero…Clint –decía como alma en pena-
-Mira atentamente mi amigo –sujetó la cabeza de Bruce y le obligó a mirar como el rubio de ojos verdes se divertía de lo lindo junto a Pietro- ¡Si quieres recuperar a Clint pues hay que actuar!
-Tienes razón Tony. ¡Hay que hacerlo!-dijo abrazando a su amigo que era ligeramente más bajo que él por lo que lo alzó y empezó a dar vueltas con él mientras que el castaño reía y dos rubios de ojos azules y ojos verdes miraban la escena totalmente descolocados-
El recorrido continuó y todos se disponían a subir a la última torre, algunos ya se hallaban cansados como Pepper y Wanda que necesitaron ayuda de los caballerosos Steve y Bruce que les ofrecieron sus manos para poder subir, Clint estaba por tomar la mano de Bruce para poder subir pero grande fue su sorpresa cuando Tony lo apartó “amablemente” y tomó la mano de Bruce.
-¡Oye!-le gritó el pequeño rubio-
-Juhm Brucie me ofrecía su mano a mí no a ti –dijo y le saco la lengua infantilmente y procedió a caminar junto a Bruce-
Brucie, Brucie…..Bru-cie
Tanto a Steve como a Clint les retumbaba el cariñoso apodo que le había dado el castaño a Bruce y también a ambos les dio un tic en el ojo al ver como los dos seguían tan juntos sin soltarse. Peggy que esperaba la ayuda de Steve para subir, casi termina en el suelo ya que el rubio como estaba tan molesto se largó hacia un rincón para estar solo y no golpear allí mismo a Bruce Banner. Pietro intentaba que el pequeño Clint no estuviera tan molesto ero fracasaba estrepitosamente.
-Te lo dije Bruce, está funcionando-le susurró Tony-
-Lo sé, los dos están que se mueren de celos –exclamó completamente feliz Bruce-
-Ahora…El toque final –le dijo Tony – No te me vayas a asustar Brucie, hay que hacer esto bien. Cierra los ojos y acércate a mí lentamente, yo haré lo mismo
-E-está bien –dijo aún con duda el pequeño Bruce pero obedeció a su amigo-
Ambos niños estaban acercándose el uno hacia el otro lentamente, aprovechando que la guía estaba muy ocupada charlando con Stefano. Wanda estaba absorta mirando el paisaje cuando vio lo que estaba haciendo su amigo Bruce por lo que jaló a Pepper y les señaló a los dos niños que estaban a punto de besarse, Peggy también se percató de ello y sonreía feliz ya que pensaba que Tony ya no le estorbaría.
Pepper se cubrió la boca y junto con Wanda empezaron a saltar emocionadas, Clint y Steve las miraron extrañados pero entendieron todo cuando vieron que Tony y Bruce ya casi se besaban.
¡Ahhh no, eso sí que no!- fue el pensamiento de ambos rubios
En menos de dos segundos Steve corrió hacia los dos y apartó bruscamente a Tony, así también lo hizo Clint jalando a Bruce. Pero Steve estaba que lo llevaba la condenada así que ya se iba a lanzar a golpear al niño que había osado besar a su Tony pero fue detenido por Stefano que luchaba por que el niño no pataleara tanto.
-¡Suéltame! ¡Yo lo mato! –vociferaba Steve con el rostro rojo de la ira que sentía. Tony por otro lado estaba sorprendido pero a la vez feliz de que Steve lo quisiera tanto como para agarrarse a golpes con su amigo-
-Piccolino cálmate ¡Porfavor!- le decía el joven italiano que lo sujetaba con fuerza-
-¡Ya cállense todos!-gritó el pequeño Clint y se acercó a Tony- Y tú nunca más toques a Bruce ¿entendiste? ¡BRUCE ES MÍO! –gritó a todo el pulmón el pequeño y tomo a Bruce del cuello de su polera poniéndolo a su altura y le plantó un beso torpe pero lleno de sentimientos que dejo a Bruce atónito, así como a todos los presentes-
Clint se separó de Bruce y respiró agitadamente mientras que Pepper y Wanda gritaban felizmente muy emocionadas. Stefano soltó a Steve que finalmente se calmó, Tony sonrió abiertamente al ver que había ayudado a su amigo, ya después resolvería sus asuntos con Steve. Bruce estaba que se moría de felicidad por lo que volvió a tomar a su pequeño rubio y lo besó.
-No te pases Banner, yo también tengo derecho-murmuró haciendo puchero Pietro Maximoff que de inmediato sujetó a Clint y lo besó-
Clint estaba rojo como un tomate por todo lo que había sucedido, solo tocaba sus labios y sus dos pretendientes lo miraban expectantes.
-¿Cuál te gustó más? –dijeron los dos a coro –
-Los dos me gustaron –murmuro sonrojado Clint-
-Wow, wow Bruce, Pietro dejen a Clint respirar. –dijo Tony que ya había puesto un brazo sobro los hombros de Clint- Disculpa amigo, nunca más le pongo las manos encima a Brucie –le dijo y le guiñó el ojo-
Clint asintió y rápidamente fue abrazado por sus pretendientes, uno de cada lado y él en medio. Luego de toda la conmoción, la hermosa chica que había sido su guía les avisó que el recorrido había terminado entonces todos fueron bajando y llegaron a la salida. Allí el personal les entregó unas pequeñas réplicas del castillo como recuerdo y todos los niños agradecieron y Stefano después de tanto “charlar” con la joven guía consiguió que esta aceptara salir en una cita con él.
Todos iban subiendo a la limusina muy felices, unos porque habían logrado su cometido, otras como Pepper y Wanda emocionadas por haber presenciado el beso o bueno los besos que recibió Clint, que por cierto seguía muy avergonzado ya que esos dos no lo soltaban para nada. Pero también estaba Peggy que estaba mortalmente enojada al ver como Steve había saltado cuando vio que Tony pudo haber besado a Bruce, de nuevo estaba en el medio de Steve y Tony siendo ignorada ya que cada uno iba sumergido en sus pensamientos.
Stefano llevó a cada uno de los pequeños a sus respectivas casas, se despidieron amablemente todos y Bruce claro antes de irse agradeció a Tony por todo y quedaron en encontrarse de nuevo en unos días y esta vez salir sin tanto contratiempo, el castaño aceptó sonriendo y también le agradeció por haber colaborado en su loco plan. Finalmente Stefano dejó a Tony, Steve y a Peggy en el hotel, cada uno fue yendo a su habitación, aunque la pelicafé había intentado pasar más tiempo con Steve pero este la rechazó ya que le urgía aclarar las cosas con Tony.
Tony fue el primero en llegar a la habitación y se dirigió a pequeño balcón que tenía su lujosa habitación, pronto sintió la presencia de Steve detrás de él.
-Hablemos Tony –le pidió el rubio-
-Hablemos entonces Rogers –le respondió el castaño con la mirada perdida en el puerto-
-Explícame qué pasó con Peggy –dijo poniéndose a su lado pero sin llegar a tocar a Tony-
-Pasó que estaba aburrido y quería cambiar de actividad. Barbie me pidió que sujetara su dibujo y así lo hice, se fue por sus acuarelas pero cuando volvió me las arrojó y también sobre su dibujo, luego le reclamé pero ella me agarró, perdí el equilibrio por lo que quedé encima de ella y empezó a patalear, a llorar y claro a pelear por el dibujo. Yo solo estaba enojado y muy confundido. Pero entendí todo cuando viniste y lo viste todo y saltaste para defenderla, sin escucharme.-concluyó el castaño-
-Peggy…No puedo creer que haya hecho eso-dijo sumamente sorprendido Steve-
-Pues lo hizo y ya ves hasta donde puede llegar Barbie
-Lo siento tanto Tony…Debí escucharte desde el principio –le dijo Steve al borde de las lágrimas- Perdóname te lo pido, no quiero que estés cerca de Bruce ni de nadie que no sea yo no al menos de esa forma. Te quiero solo a ti…perdóname –suplicaba Steve-
Tony se dio la vuelta y quedó frente a Steve, vio que de verdad el rubio se arrepentía de todo lo que le había dicho, con una sonrisa asintió. El niño rubio ya iba a abrazarlo cuando el más pequeño le detuvo.
-Con una condición, jamás volverás a dudar de mí sin antes escucharme y le dirás a Barbie que se disculpe como se debe-dijo autoritario el heredero de Industrias Stark-
-Lo haré Tony-dijo seguro Steve secándose las lágrimas- Ahora ¿me dejas abrazarte?
- Está bien Steve-le sonrió el más pequeño-
Steve abrazó a Tony con fuerza, ambos estaban en su propio mundo en ese momento, disfrutando estar juntos de nuevo. Steve estaba feliz de tener de nuevo a su castaño con él, de que este le dejara abrazarlo y que le hablara como siempre solía hacerlo. Pero necesitaba probar los labios de su pequeño que tanto le hacían falta y que casi le fueron arrebatados en esa tarde por Banner, aún tenía que discutir con Tony sobre eso pero luego sería.
-Tony, ¿puedo? –le preguntó sonrojado el rubio de ojos azules-
-Sí, tonto Steve –se rió el más pequeño-
Entonces el más alto, tomó de la cintura a Tony y lo besó dulce y suavemente, disfrutando del sabor dulce de los labios de Tony de lo embriagante que eran así como adictivos. Podía pasarse la vida entera besando a su pequeño castaño pero pronto tuvieron que separarse para poder tomar aire. Ambos se sonrieron y cada uno fue a tomar una ducha, una vez listos Steve no perdió el tiempo y fue a meterse a la cama junto a Tony.
-¿Qué haces Steve? –preguntó confundido el castaño-
-Pues quiero dormir contigo. ¿Me dejas porfavor?-pidió suplicante el rubio-
-Si lo pides así, no puedo negarme –sonrió el castaño-
Steve subió a la cama junto a Tony, de inmediato lo abrazó y ambos se cubrieron con las sábanas.
-Buenas noches Tony- susurró Steve y le dio un pequeño beso-
-Que descanses Steve-dijo el castaño y rozo su nariz con la del mayor-
-No sé qué haría sin ti mi pequeño Anthony…Te quiero demasiado –murmuró el rubio adormilado-
-Yo también Steve. Te quiero mucho mucho
Fue lo último que se dijeron antes de quedar profundamente dormidos pero abrazados y felices de tenerse el uno al otro.