No podían existir niños más opuesto que Eijun y Furuya; uno escandaloso y bajito y el otro alto y callado. Se podría decir que habían crecido juntos y se consideraban completamente como miembros de sus familias. Kagami y Himuro aunque no compartían ningún lazo sanguíneo, en todo momento les habían dicho a los pequeños que eran primos y así se consideraban.
Asistían a la misma escuela y aunque casi todo el tiempo estaban peleando entre ellos, cuando alguien más molestaba a alguno de los dos, el otro se metía para defenderle, generalmente Eijun era el que intervenía. La mayoría de los niños rechazaban a Furuya por ser el más alto de la clase y casi nunca hablar. Eijun no tenía ese problema, era demasiado sociable pero se enfurecía cada vez que hacían menos al más alto. El podía molestarlo pero el resto no tenían ese derecho.
Furuya generalmente no le decía nada, solo lo observaba y lo acompañaba cuando lo mandaban a la dirección
-siempre es lo mismo Eijun, no deberías meterte en problemas.
-eeehhh?? pero si ellos tuvieron la culpa y tu también por no defenderte. Eres alto, haz lo que siempre dice el tío Mura “los aplastare a todos” –Furuya negó con la cabeza ante la imitación de su padre.
Furuya se había tardado de más en la cafetería y cuando salió al patio no encontró por ningún lado a su primo, frunció el seño, eso no era normal. Una niña, de la cual no recordaba su nombre se le acerco con el rostro preocupado
-unos de los niños mas grandes se llevaron a Ei-chan al patio de atrás, no creo que se pueda zafar de esta tan fácilmente –sin alterar su semblante Furuya asintió con la cabeza pero de su cuerpo emanaba una aura amenazante que asusto a la pequeña
A grandes zancadas Furuya se dirigió al patio de atrás donde encontró a cuatro niños que rodeaban a Eijun y los golpeaban, imaginaba que su primo habría intentado defenderse pero al ser más termino haciéndose bolita. Furuya termino de acercarse, los otros niños notaron que se acercaba pero no se detuvieron
-suéltenlo… -pero no le hicieron caso
-¿o qué? –Furuya rodo los ojos, no quería seguir ese consejo pero no había mas remedio, sobre todo porque Eijun había levantado la cabeza para verlo
-o los voy a aplastar –se irguió completamente y su aura fue más intensa.
Los niños dudaron pero aun así no desistieron, Furuya soltó un suspiro, se acerco a los niños y los empujo a los lados para hacerse un hueco y alcanzar a Eijun, los otros niños no esperaban que fuera tan fuerte y entonces la anterior amenaza parecía posible. Furuya levanto de la playera a Eijun y camino tranquilamente con su primo al que le colgaban los pies, al ver que los otro no los seguían Eijun se sonrió, les saco la lengua y se jalo la parte de abajo de su ojo. Haciendo que los otros dieran un paso hacia delante pero Furuya les dedico otra mirada asesina que los detuvo en el acto.
Eijun se carcajeo de lo lindo una vez en su casa donde Kuroko le ponía un curita bajo la atenta mirada de Furuya
-mami, lo hubieras visto, por primera vez Furuya siguió uno de mis consejos y funcionó
-EIjun quédate quieto y aunque funcionara eso no estuvo bien, mira como estas. Aun así muchas gracias Satoru-chan por defender a Ei-chan
-no fue nada, además él lo hace todo el tiempo –lo dijo casi en un susurro y desviando la mirada. Kuroko no pudo evitar sonreírse
…
Era el fin de semana y era uno de eso días cuando sus padres se juntaban con sus tíos para jugar basket, aunque su papá siempre se quejaba de lo aburrido que era. Eijun había llegado más emocionado que de costumbre y le puso una pelo frente a sus ojos.
-mira esto Furuya, es mejor que esa cosa asesina –el pequeño señalo la pelota de basket. Y Satoru solo levanto una ceja –tómala, yo sé lo que te digo, esta pesa menos
El otro niño la tomo y le dio la razón a su primo. Con aquello Eijun lo tomo como una señal para continuar y le explicó cómo funcionaba el juego y como se usaba la pelota. No tardaron en ponerse a jugar con la intensión de que Furuya le entendiera mejor. Kuroko y Himuro que veía a la distancia, se dieron cuenta que Furuya tenía bastante fuerza en sus brazos y que solo era demasiado flojo como su papá.
Himuro no le sorprendió cuando su hijo le dijo que quería jugar Beisbol, alegando que no quería que Eijun le ganara. Murasakibara se encogió de hombros, no era como que le importara mucho si Furuya jugaba o no basket.
Por mala o buena suerte Furuya no termino en el mismo equipo de Eijun. Ambos siguieron discutiendo todo el tiempo, sobretodo porque sin proponérselo había terminado en la misma posición y ninguno de los dos tenía la intensión de perder frente al otro. Sus ligas eran diferentes y no pudieron realmente enfrentarse en un partido oficial.
Seguían siendo completamente opuestos incluso en su forma de lanza pero algo no cambiaba, Eijun seguía defendiendo a su primo aun de su propio equipo, que por lanza con tanta fuerza se negaban a recibir sus lanzamientos. En esas ocasiones Eijun los llamaba cobardes y se ponía a atrapar los lanzamientos de Furuya. Y claro después de que salían del campo, Furuya se encargaba de llevarse a su primo acuestas porque el resto de los niños lo esperaban para golpearlo.
Cuando se dieron cuenta que ambos asistirían al mismo equipo, eso solo aumento sus deseos de probar sus fuerzas frente al otro
-no voy a perder contra ti Eijun. Eso tenlo por seguro
-jejeje no esperaba menos Furuya. Tal vez nunca nos enfrentemos en diferentes equipos pero por mi está bien. No te dejare las cosas tan fácil
-lo mismo digo. Y espero que dejes de meterte en problemas, que ya me canse de arrastrarte fuera de las peleas…
-pero si son por tu culpa, más bien tu deberías empezar a hacer mas amigos. Por cierto creo que Haruchi también vendrá, así que la preparatoria será interesante
-ya lo creo que si…