-… Riko Aida estoy enamorado de ti
Aquellas palabras resonaban en toda la escuela mientras que la aludida estaba paralizada en su lugar viendo en dirección hacia el techo donde Hyuuga había gritado aquella verdad. Su cerebro se negaba a creerlo mientras que su corazón latía a mil por hora
-¿por qué estas latiendo tan de prisa? esto no puede ser cierto, el quiere a… es de el de quien Hyuuga se enamoro ¿por qué no lo entiendes? Deja de engañarte
Todas su compañeras había volteado a verla, algunas se cuchicheaban entre sí con la misma interrogante que ella tenía en la cabeza. “¿Qué no era de Kiyoshi de quien Hyuuga estaba enamorado?” Otras no podían hacer más que envidiarla, ella era la dueña del corazón de uno de los chicos mas apuestos de la escuela y sus amigas mas allegadas estaban algo preocupadas porque no parecía que existiera reacción alguna en la chica
-Riko, está hablando de ti. Hyuuga acaba de hacer la locura más grande de la historia, se te esta declarando frente a toda la escuela. Deberías correr a verlo. Si no lo haces te va a ganar el director.
De pronto en la cabeza de Riko todo comenzó a tener sentido. Aquello estaba pasando, no era su corazón haciéndole una mala pasada. Hyuuga estaba en el techo de la escuela con todo el equipo respaldándolo. Apretó los puños y salió corriendo
-esta me la pagas Hyuuga
Las chicas que la oyeron mientras corría al encuentro de su enamorado, parpadearon mientras que una gotita de sudor escurría por sus frentes. Aquella no parecía la frase más correcta cuando corrías al encuentro de la persona que se te ha declarado.
…
Hyuuga había observado la reacción de Riko completamente ansioso. La había visto quedarse completamente en blanco, ante eso se removió incomodo en su lugar y volteo a ver a Izuki, quien se mostraba tranquilo a pesar de la mirada asesina que su capitán le dedicaba, con la mano le alentó a que regresara su mirada hacia el patio
-creo que esto fue una mala idea. Fue demasiado
-para nada
-¡oh claro que si!
Todos los del equipo notaron el cambio de tono en la voz del capitán, este volteo a verlos un tanto pálido
-¡viene corriendo hacia a acá!
Todos se imaginaron la expresión que debía tener Riko, si había hecho palidecer al capitán, un poco en pánico Hyuuga comenzó a caminar hacia la salida
-tengo que huir antes de que esto termine en tragedia
-¡alto ahí! ¡Ni se te ocurra Hyuuga! ¡Chicos deténganlo!
Izuki parecía bastante divertido con todo aquello y no permitiría que su amigo huyera. El resto del equipo obedeció sus órdenes y retuvieron a Hyuuga, que los hacía responsables si algo le pasaba. Aun estaban forcejeando cuando la puerta se abrió de golpe y obstruyendo la salida se encontraba Riko, que respira con algo de dificultad. Los chicos al verla dejaron de retener a Hyuuga y por su propia seguridad se alejaron un par de pasos.
Cuando la chica levanto el rostro estaba sonrojada aunque los chicos no estaban seguros si era por la carrera que había realizado o por la declaración del capitán. Riko tomo aire con fuerza antes de levantar la vista y señalar al valiente capitán
-¡tuu!!! ¿Qué demonios fue todo eso?
El resto del equipo dio otro paso más hacia tras mientras la chica corría hacia Hyuuga y le aplicaba una de sus famosas llaves. Todos los del equipo negaron mientras Izuki se apretaba el puente de la nariz. “tal vez si habían exagerado un poco”
-vamos Hyuuga explícame ¿qué fue todo eso? Necesito que me digas ¿qué está pasando? Porque yo… porque yo… no puedo con tus juegos
Mientras hablaba iba aflojando el agarre hasta finalmente soltarlo y apretar los puños sobre su falda. Hyuuga quedo hincado frente a ella y lanzo una mirada asesina a los espectadores para que los dejaran solos. Los chicos ni tardos ni perezosos salieron a toda prisa. Una vez a solas, Hyuuga llevo su mano hacia el mentón de Riko y suavemente hizo que esta lo mirara, estaba sonrojada y con los ojos ligeramente vidriosos. Estaba conteniendo las ganas de llorar porque si todo aquello solo era una broma, su corazón no podría soportarlo.
-es justo lo que dije… Riko es de ti de quien estoy enamorado. No te puedo decir cuando paso o como paso, solo sé que cada vez que veo hacia atrás en todos esos momentos siempre has estado tu y quiero que siga de esa manera en el futuro, quiero estar a tu lado.
-pero dijeron… y esas miradas…
-Riko no seas necia, nunca has querido verlo pero todo este tiempo solo he tenido ojos para ti. Es a ti a quien siempre volteo a ver cuando me siento perdido. No sé qué ideas te has estado haciendo pero conociéndome ¿crees que me habría plantado y gritado que me enamore de ti frente a toda la escuela si fuera broma? –Riko negó con la cabeza por fin entendiendo que todo aquello en serio estaba pasando
-entonces ¿entre tú y Kiyoshi? ¿No hay nada?
-por dios santo, claro que no, eso es demasiado raro, jamás podría verlo de esa manera
-pero ¿todas aquellas miradas? Y ¿todo ese tiempo que pasaban juntos muy… sospechosamente?
-es mi amigo, uno por el que me preocupo porque junto a ti fue quien me hizo regresar al basket, pero solo eso. Además el siempre ha visto en otra dirección y si pasábamos tiempo juntos era porque estábamos viendo lo de su viaje y el trataba de convencerme de que te dijera lo que siento, para ser sincero –Hyuuga desvió un poco la mirada y se llevo una mano a la nuca. –el se dio cuenta de lo que yo sentía por ti antes de que yo lo hiciera. Y no había día que no estuviéramos juntos que no me dijera que hablara contigo. –volteo a verla de una manera que la dejo sin aliento -me prometí en secreto que hablaría contigo cuando ganáramos el torneo y ya es una realidad. Somos los mejores de todo Japón, soy ese alguien de quien puedes estar orgullosa
-te equivocas –Hyuuga frunció el seño ante aquellas palabras
-aun cuando no fueras el mejor de Japón, siempre he estado orgullosa de ti –Hyuuga soltó un suspiro
-es bueno saberlo
Le dedico una enorme sonrisa y en un movimiento que ni siquiera pensó, llevo su mano hasta el cuello de Riko y la atrajo para besarla, con calma y con una dulzura que la chica no le conocía. Cuando les hizo falta el aire se separaron y pegaron sus frentes sin dejar de mirarse a los ojos, ambos estaban ruborizados y no sabían que decir. La atmosfera fue rota por un pequeño click y un par de leves aplausos. Ambos se separaron para voltear a ver hacia la puerta, donde todo el equipo estaba encimado en el marco de la misma e Izuki tomaba una foto para el recuerdo
-creo que les dije que se fueran bola de metiches
-no pueden culparlos, queríamos ver a nuestra entrenadora y a nuestro capitán por fin juntos, en serio que son un poco lentos para todo esto
-¡Izukiiii!
Hyuuga se estaba tronando los dedos pero quien verdaderamente los espanto fue el aura malévola de Riko. Aquello era una promesa de extra entrenamiento. Todo el equipo huyo antes de que en serio aquello terminara en tragedia.
Cuando por fin se quedaron realmente solos, ambos negaron y comenzaron a carcajearse, tal vez un poco de nervios y un poco de alivio de que en realidad el sentimiento era mutuo
-en serio no puedo creer que creyeras que yo y Kiyoshi teníamos algo
-pues ¿qué quieres? me sentía amenazada y uno se cree las tonterías que los demás dicen
-pero con todo eso por fin resuelto creo que solo queda algo por hacer
-¿qué cosa?
-Aida ¿quieres ser mi novia?
La chica se sonrojo hasta las orejas, apretó los labios y se le abalanzo para besarlo, respondiendo a la pregunta.
…
Tan sumida en sus recuerdos estaba que Riko soltó una leve risita mientras seguía abrazada a su esposo, el cual dejo de ver el partido para voltear a verla con el seño fruncido
-¿qué es tan gracioso?
-que tal vez nunca nos imaginamos que terminaríamos así
-así ¿cómo? ¿A punto de volvernos familia con Hanamiya?
-hahahaha no tonto, así… como una familia y con un hijo increíble –Hyuuga dejo de verla mientras sonreía y dejaba escapar un leve suspiro
-no, tal vez no lo imaginamos pero haber usado ese megáfono fue la mejor de mis ideas
Ambos volvieron a reír, sabiendo que eran felices. El momento termino cuando el teléfono sonó y Riko vio que se trataba de su padre que había dicho que quería hablar con su nieto, el cual no había regresado de estar con… Kazuya
-¡ese mocoso ahora si me las va a pagar!
En el parque cercano a su casa, Youichi estornudo y sintió un escalofrió que recorrió su espalda.