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Infidelidad Inducida por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos mis lectores la espera ha terminado he aquí un nuevo episodio alusivo a esta fecha, espero que les guste. 

 

Infidelidad Especial de San Valentín

 

El mes del amor y la amistad había llegado a Tokio, adornos con hermosos corazones predominaban en las calles, los negocios pero más que nada en los pensamientos de todos aquellos que estuviesen enamorados; como era el caso de la pareja formada por el presidente de NG y el vocalista de BL quienes vivían su romance a flor de piel.

 

- Estoy tan emocionado, este será mi primer San Valentín al lado de Thouma - pensaba el cantante de cabellos azabaches quien disfrazado caminaba por las calles admirando cuanto aparador se le cruzaba - Que debería regalarle a Thouma.

 

La mayor preocupación del cantante era encontrar un buen obsequio para su lindo novio el cual tuvo que viajar de improvisto a Suiza para arreglar un asunto de vital importancia según el rubio.

 

- No se que debería darle - el cantante miraba sin encontrar nada apropiado para así completar su idea de una velada romantica.

 

En conjunto con su regalo tenía pensado preparar una romantica cena en su departamento con velas, flores champaña todo bajo la luz de la luna, para después terminar la noche con una buena sesión en su habitación; todo estaría perfectamente calculado de no ser porque encontrar ese presente especial resultaba ser un desastre.

 

- Demonios - pensó el cantante frustrado ya que apenas sí contaba con tres días para hallar su objetivo.

 

En el otro lado del mundo el presidente de NG se encontraba en el Banco Suizo a la espera de que lo atendieran, había viajado hasta ese país con el único fin de conseguir el regalo perfecto para su novio al cual amaba infinitamente y ese detallé excepcional no se encontraba en las tiendas sino en una de sus tantas cajas de seguridad en aquel lugar.

- Señor Seguchi - saludo el encargado del lugar que venía llegando con una caja de acero - Aquí está su paquete se lo entregare con gusto, tan pronto me proporcione la clave.

 

- Por supuesto - el rubio otorgo lo que solicitaron a lo cual el encargado le entrego finalmente su paquete, el cual abrió para revisarlo, al quedar completamente satisfecho se retiró dando las gracias por los servicios prestados.

 

El día esperado para muchas parejas había llegado, en todas partes se podía ver enamorados compartiendo alegremente su amor, sin embargo nuestros amantes favoritos se verían hasta la noche donde el cantante le tendría una linda sorpresa al rubio.

 

- Hola cariño - saludo el rubio en la entrada del departamento de su pareja, extendiéndole un enorme ramo de todas rojas.

 

- Hola - saludo el cantante muy feliz, al mismo que invitaba a su pareja a entrar y recibía el arreglo - Que detallé - aspiro la fragancia de aquel detalle para sonreír - Son hermosas.

 

- No tanto como tu - afirmo el rubio ingresando al departamento para así besar a su niño al cual había extrañado infinitamente - Te extrañe tanto.

 

- Yo igual - el menor correspondió el gesto con alegría, logrando que el mayor lo acorralara contra la pared.

 

El ramo de flores quedo en el suelo mientras los amantes se demostraban todo su amor con aquellos contactos.

 

- Es mejor parar - opino el menor alejándose muy a su pesar de su amado, quien no tenía planeado dejarlo escapar.

 

- Pero te necesito - declaro el mayor apretando su miembro con el de su adoración, estaba más que ansioso por llevarlo a la habitación para hacerlo suyo.

 

- Ni lo pienses - río divertido el menor, escapando al fin de los brazos de su captor - Trabaje mucho en esta velada y vamos a disfrutarla - miro fijamente a su pareja - Entendido - sentencio el menor.

 

- Será como tu digas mi amor - el rubio acepto a regala dientes, pero ya se las cobraría más tarde - Pero me la debes, tres días es una eternidad.

 

- Me parece perfecto - afirmo el menor mientras levantaba sus rosas del suelo - Espérame en la sala iré a ponerlas en agua.

 

- Claro, te esperare con ansias - afirmo guiñandole el ojo sensualmente.

 

El menor se fue por un momento a la cocina donde coloco las flores en un jarrón precioso, para después regresar con su pareja la cual estaba en el sofá a su espera. El empresario lucía increíble esta noche ya que no usaba su típico traje de etiqueta sino unos vaqueros negros con una camisa granate, con los últimos dos botones abiertos, con sólo verlo se relamía los labios

 

- Que sucede? - pregunto el rubio quien ya estaba consciente de la mirada de su pareja.

 

- Nada... Es sólo que te ves muy bien - comento acercándose para besar a su pareja sonriéndole

 

- Tu no te quedas atrás - opino el rubio continuando el beso, para lograr una sonrisa en el menor

 

-Ven, - en azabache lo tomo de la mano llevándolo a la terraza donde una cena romántica los esperaba.

 

- Vaya... - el rubio se mostraba impresionado por lo que tenía ante sus ojos - El lugar está hermoso.

 

La terraza fue adornada con muchas flores de dulce aroma, una mesa para dos con mantel blanco, una vajilla perfectamente colocada con copas, velas y justo al lado la champaña enfriandose y al fondo la vista de la ciudad balada en luz, todo era muy romántico.

 

- Que tal sí brindamos - propuso el mayor acercándose a la botella para abrirla y comenzar a servir en las copas - Cariño - le ofreció una a su pareja la cual fue bien recibida.

 

- Gracias - contesto el azabache con la copa en mano - Y por que brindamos - pregunto con inocencia.

 

- Por nosotros - afirmo el rubio para acercarse y quedar frente a frente con su pareja - Por nuestro futuro y nuestra felicidad.

 

Las copas chocaron para iniciar la celebración, la cena transcurrió con tranquilidad mientras la pareja disfrutaba la compañía mutua, una plática interesante, risas, palabras dulces lograban crear un ambiente mágico que con dificultad podría romperse, sólo el frío de la noche hizo que obraran por continuar con su velada dentro del departamento.

 

Ya en la sala la pareja continuo bebiendo por un largo rato más, sus mejillas ya estaban rojas a causa del alcohol, la temperatura estaba subiendo y aquel par era responsable de ello; el mayor besaba con fogosidad a su niño quien lo sujeta de la cabeza intentando profundizar el contacto.

 

- Si seguimos así - río el cantante separándose un poco de su amante - Vamos a terminar en mi habitación.

 

- Cariño, esa es la idea - contesto el rubio levantando al menor para que quedase a horcadas sobre el, a manera que sus miembros se rozaran. - Tres días sin ti son una eternidad.

 

- Entonces... Será mejor que te de esto antes de olvidarlo - contesto el menor estirandose hasta una mesa lateral, extrayendo una pequeña cajita de un cajón - Feliz San Valentín, mi amor.

 

El rubio sujetó el pequeño presente muy contentó por el detalle de su novio, tanta era su curiosidad que no pudo esperar para abrirla, cuando descubrió el contenido sintió muchas ganas de llorar pero se contuvo.

 

Su presente era un hermoso par de anillos de tres oros muy elegantes, para pareja uno para el hombre y otro para la mujer.

 

- Uno es para ti - dijo tomando el anillo masculino entre sus manos para pegarse a su pareja para mostrarle la leyenda oculta en la parte trasera - Incluso los mande a grabar.

 

- Thouma y Shuchi por siempre - se apresuró a decir el rubio sonriendo con infinita gratitud a su niño por aquel detalle - Es hermoso - lo miro con un poco de burla para después preguntar - Me lo pongo yo mismo o...

 

El menor tomo con delicadeza la mano derecha de empresario deslizando la joya por el dedo de sí pareja quien se mostraba muy complacido, después repitió la misma acción con el anillo femenino que por extraño que pareciera le quedaba perfectamente al cantante.

 

- Prometo que pronto te daré un anillo - confeso el mayor imaginando lo que planeaba para el futuro, sin embargo el menor no comprendió la intención de su pareja por lo que hablo.

 

- No tienes que regalarme un anillo - el menor se acurruco en el pecho de su pareja, últimamente se sentía protegido en los brazos del rubio. - Yo estoy bien así.

 

- Mi amor - el rubio lo llamo logrando que los ojos de ambos quedarán frente a frente - Creo que no me has entendido - le sonrió con dulzura para después - El anillo que estoy pensante en darte no es sólo un detalle más de los muchos que tendré contigo durante la vida que quiero compartir a tu lado, - el corazón del menor latía con fuerza - Se que aún es muy pronto y que hay muchas cosas que resolver antes pero cuando el momento llegue te entregare ese anillo y... Te pediré que te cases conmigo.

 

El cantante se derrumbó en ese preciso instante, esto tenía que ser un sueño, en verdad Thouma deseaba casarse con el, lo miro buscando alguna clase de engaño encontrando sólo sinceridad en esas gemas esmeraldas que tanto le gustaban, no tenía palabra alguna.

 

- Entonces... - llamo el mayor abrazando a su niño para reconfortarlo - Cuando llegue el momento Te casarás conmigo.

 

- Si - grito el menor lanzándose sobre su pareja quien quedo bajo acostado en el sillón recibiendo aquel fogoso beso. - Por supuesto que sí.

 

El rubio estaba muy complacido al saber que su amado aceptaba casarse con el un poco más adelante, así que para recordar aquella promesa supuso que era el momento de darle su regalo.

 

- Feliz San Valentín - comento el rubio mostrando una caja cuadrada frente a su pareja, para así incorporarse y entregarle el paquete - Ábrelo, hasta que te de aquel anillo, esto te encantare.

 

El menor no aguanto las ansias así que comenzó a quitar el papel al descubrirlo por completo, se quedo sin habla.

 

- Dios - dijo el menor contemplando aquella pieza de joyería tan hermosa y poco usual.

 

Se trataba de un relicario, por su corte era evidente que no era una artesanía del país tenía rasgos europeos; la cadena era muy fina al tacto, el dije era ovalado con un diamante al centro y algunos cortes rodeándolo era evidente que fue tallada a mano por algún joyero durante años, de verdad se trataba de una pieza excepcional.

 

- Este relicario perteneció a mi tatara tatara tatara tatara tatara abuela, ha pasado de generación en generación en mi familia - el rubio tomó un momento la joya entre sus manos para abrirla dejando ver en su interior la foto de ambos rodeada de un ovalo de diminutos diamantes - Al morir mi madre paso a mis manos, ella siempre me decía que debía entregársela a la persona que más amasé en este mundo y esa persona eres tu - miro al menor con ternura.

 

- Oh, no Thouma no podría es algo muy valioso para ti - el menor se sentía halagado con el detalle, pero no era una persona muy cuidadosa, si algo le pasaba a aquella pieza Thouma se pondría muy triste y por ningún motivo sería participe de ello.

- Shuichi eres la única persona que podría usarla, Te amo - dijo con ternura rogando que su adoración no se negase, para el era sumamente importante que la persona que más amaba aceptase aquel detalle, el cantante sería su esposo por ende esa joya sería por obligación suya.

 

En el pasado su antigua mujer Mika, muchas veces le pidió que le dejase usar aquel relicario, en conjunto con las demás joyas pertenecientes a su familia, porque si el relicario no era la única gema existente; su respuesta fue negativa ya que aquel matrimonio no era más que una pantalla, no amaba a la castaña así que no existía motivo para dársela, al final tuvo que ocultarlas en Suiza debido a que su ex mujer en más de una ocasión intentó hacerse de ellas, pero ahora Shuichi seria quien las llevaría con orgullo.

 

- Por favor te lo ruego - pidió el mayor con mucha ilusión - Concédeme el honor de verte usar las joyas de mi familia, como ya lo te lo dije eres el único que merece usarlas.

 

El cantante se sentía muy honrado por aquella confesión, Thouma lo trataba con tanta ternura era evidente que era muy importante para el rubio; aún se sentía muy inseguro en cuanto a usar aquella joya pero sí eso hacia feliz a su amado, lo haría con gusto.

 

- Claro mi amor - contesto el menor sonrojado - Para mi será un honor llevar el relicario de tu familia, - mientras daba su respuesta fue contemplado con alegría por el mayor, quien sentía un alivio enorme.

 

- Déjame que te lo coloque - pidió el rubio recibiendo un asentimiento por parte de su pareja, quién se giró esperando a que su pareja le pusiera el collar.

 

El rubio coloco delicadamente el collar en el cuello de su niño, el corazón de ambos latió fuertemente durante todo ese tiempo, aquel regalo implicaba al más que un objeto material valioso, era una prueba de confianza, seguridad, amor pero más que nada era el recordatorio de una promesa de eternidad entre ambos.

 

- Es hermoso - dijo el menor contemplando su regalo, se sentía infinitamente feliz - Este es el mejor día de mi vida.

 

- Y aún no termina - las palabras del empresario confundieron al cantante, sin embargo no fue necesario preguntar porque fue tomado en brazos por su pareja.

-

Thouma, Que haces? - pregunto juguetón el cantante sonrojado ante aquella acción.

 

- Ya te lo dije, tres días sin ti fueron una eternidad - el mayor se dirigió a la recámara principal, esta noche sería muy movida.

 

Al otro lado del mundo un hombre de cabellos rubios tomaba sus alimentos en absoluta soledad, a pesar de que apreciaba el no estar rodeado de nadie, una parte de su ser le hacían sentir que algo le faltaba, por más que se detenía a analizar el motivo por el cual se encontraba tan intranquilo no lograba acertar, aburrido de aquello saco de su chaqueta un cigarrillo y justo cuando estaba por encenderlo su cerebro pareció encontrar la respuesta.

- Shuichi...

Notas finales:

Eso es todo saludos 


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