Siendo Consumido por la Oscuridad por Sailor cosmos

Capítulo 7: Pasado y presente doloroso

Estaban sentados uno frente a otro, después de todo era una limosina. Cloud no se atrevía a mirarle a la cara, por lo cual veía la ventana, a diferencia de Sephiroth que le veía con insistencia, como queriendo analizarle cada cabello en la cabeza y cada rasgo visible

No había cambiado mucho, tenía los ojos un poco más pequeños, casi nada, su rostro se notaba más maduro y no tan aniñado, sino más juvenil. Tenía un arete o zarcillo con forma de león en el lóbulo de la oreja derecha, su gran duda era saber cuándo se lo hizo, sabía que el rubio no era fanático de las perforaciones

—¿Puedes dejarme enfrente de mi casa? —pidió esperanzado de que Sephiroth le dejaría tranquilo…cosa que evidentemente no seria

—No, tu y yo tenemos asuntos pendientes—declaro, Cloud parecía estar nervioso—¿Desde cuando estás aquí? ¿Por qué no me avisaste?

—No vine porque quisiera, son asuntos de trabajo… más o menos—decía un tanto bajito, algo incómodo—Además tú y to no tenemos nada de qué hablar

—Claro que sí. Llevas como 15 años sin decirme nada, sin contactarme…

—No vi por qué hacerlo—eso era una completa mentira

—Cloud no sé si te ubicaste en el espacio y tiempo…pero ya pasaron 30 años, tengo 40 y tú 38. Ya no es lo mismo, ahora sí se puede

— ¿Poder qué? Estas casado, con una graaaan y reconocida compañía además tu padre así te estés muriendo de viejo y el en el infierno nos dejaría ser algo— le enumeraba todas y cada una de las razones por las cuales en el pasado no pudieron ser algo mas

—Riku quiere verte

—¿Ve-verme? Como sabe de mí—la piel se le puso de gallina la momento de que se puso tieso

—Siempre ha querido saber cómo su madre, desde que puede hablar pregunta por ella

—¿Y tu esposa? ¿No debería hacer el papel de madre al menos de imagen? No se…De algo tiene que servir esa arpía ¿no? — decía entre gruñiditos, el conocía a la esposa de Sephiroth, es decir, ella misma había ido –cuando eran jóvenes y estaban en la prepa- a hablar de que dejara a su marido en paz

—Ella no es buena madre ni con sus propios hijos, además Riku no es tan ignorante, él y Kim no se parecen en nada, principalmente por la piel y los ojos, él los tiene perfectamente mezclados, son medio azules, ¿lo olvidas?

—Siéndote honesto esperaba que con los años se opacaran un poco

—No, siguen igual que siempre. Ahora, deja de ponerme ese asunto como excusa, estas aquí y no planeo dejarte, así tenga que ponerte una cadena en el cuello y dejarte en mi habitación

—Sephiroth…

—¿Qué? Sabes que soy capaz de cumplirlo—dijo con cierta sencillez—Además…No he dejado de amarte en todo este tiempo—dijo de forma distraída,

—Aunque suene narcisista, lo sé—dijo con un ligero carmín en las mejillas—Pero…sabes que no puedo devolvértelo de la misma manera…

Sephiroth se le quedo viendo, siempre había sido así, por eso le encantaba Cloud, siempre tenía esa idea de que no podría hacer las cosas bien y era tan inseguro que le daban ganas de protegeré celosamente del mundo entero.

—Sigues teniendo cara de niño—dijo de forma burlesca

—Y apariencia de personaje de videojuego—respondió de la misma manera pero con voz algo temblorosa

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—No finjas que no te duele—dijo Riku de forma algo irritada, curándole la espalda a Sora, el cual solo frunció el ceño

—No lo finnnnnnnnnnnnnnnn—se ahogó el chillido al momento de sentir el agua oxigenada sobre su piel. Saix también había golpeado su espalda con la fusta, además de eso le ardían las mordidas que tenía en el cuello y muslos—…Ugnnnnn—hundió la cara en la almohada, no queriendo ver a Riku con expresión de reproche

—¿No qué no? Puedes gritar si quieres, no creo que nos escuchen en el piso de arriba—decía limpiando cada herida, ya iban como 5 algodones y su paciencia para hacer este tipo de cosas no era infinita

—No es que lo finjYAAAAAAAAA—Riku tampoco colaboraba, interrumpiéndole cada oración—Solo es…Costumbre—mascullo

—Nadie puede acostumbrarse al olor. Es más que imposible—aseguró—Necesito levantarte un momento

No recibió una respuesta así que lo medio sentó y le vendo prácticamente toda la espalda y el torso por supuesto. Paso el agua oxigenada por las mordidas en el cuello y enrosco una venda ahí.

—Que tantos sádicos has soportado como para “Acostumbrarte” —pregunto con un tono algo quejumbroso y sarcástico

—Son 10 de personas de contar a Vanitas… Saix, Lexaeus, Demyx, Xaldin… Marluxia… Todos tienen algo que les diferencia,  solo puedo decir que están enfermos, todos han tenido más de un psicólogo y algunos han estado en la cárcel, no me preguntes como Vanitas los conoce

—Que horrible—se limitó a decir un tanto perturbado

—De seguro vendrá alguien más en la noche…DE verdad me quiere matar—decía entre dientes

— ¡Hey! Quien dijo que ibas a salir de aquí

— ¿Acaso me planeas dejar aquí? ¿Enserio?

—No te puedes ni levantar así que no tendré que hacer mucho esfuerzo, Ahora—lo acomodo, dejándole acostado boca abajo—Duérmete un rato, tengo que trabajar

—No quiero dormir aquí—sentencio—Llévame al sofá si quieres mantenerme en este departamento

—La cama es mucho más cómoda, para que quieres el sofá? —pregunto algo confundido por esa lógica de Sora, tan extraña…aunque cada cosa que le pasaba al moreno era extraña, ya no era de sorprenderse

—No me gusta estar en una cama, prefiero un sofá. Nunca duermo en mi cama a menos que caiga inconsciente a decir verdad—explicaba intentando por lo menos sentarse por sí solo

—Esa es una de las cosas más extrañas que me has dicho, algún motivo en especial por tu odio a  este mobiliario—pregunto con un toque de sorna

—Quédate un año entero encadenado a una y después hablamos—con un tono tan dulce que sonó macabro—Msh, Vanitas me tuvo amarado a una cama cuando termine la preparatoria porque sabía que huiría de él, probablemente con Terra y se odian a muerte

—¿El esposo de Aqua?

—Sí, no sé por qué, nuca me lo han explicado, pero se odian, y como sabía que huiría de el con Terra seguramente me mantuvo metido en el cuarto encadenado. Luego cuando perdí el interés en irme por saberme derrotado me dejo ser un poco más libre

—Qué libertad más metafórica. —refunfuño tomando su laptop

—Lo sé, pero hay que aprender a vivir con lo que se tiene—respondió un tanto adormilado—Desde niño lo comprendo

— ¿Tu madre te lo enseño?

—No, fue por mi cuenta…Preferiría no hablar de ella

—Sé que murió en un accidente, fue por eso que Vanitas se volvió tan cruel contigo?

—Pff…jajaja, no, siempre lo fue, mi madre se dio cuenta cuando tenía 5 años, ella pensaba huir conmigo a Alemania con sus padres, es decir mis abuelos… Pero No pudo

—El accidente…

—Si…Pero es peor, nadie sabe realmente que paso, solo yo y Vanitas—explicaba con voz quebrada, Riku rodo los ojos con algo de molestia, Vanitas tenía que ver con todo. En eso capto un poco mejor el mensaje

—Que quieres decir con eso… Fue un accidente de tránsito ¿no?

—Accidente, esa palabra me causa gracia—dijo entre risitas suaves

—Sora…

—Vanitas la atropello, yo estaba en el auto y la cabeza de mi madre se estrelló contra el vidrio, fui lo último que vio antes de morir, el vidrio se llenó de su sangre y luego el paso sobre su cuerpo, el sonido de sus huesos…es…—había empezado a temblar

—Sora

—Paso dos veces sobre ella, la aplasto completamente y luego abrió el seguro, solo para patearle y verme llorando por ella

—MAMI…MAMI—Sora lloraba sobre el cadáver de su madre, tocando la cara que era lo que permanecía igual, solo que manchado de sangre y con ojos muertos

—Ves lo que le pasa a la gente desobediente Sora…—le susurró al oído con malicia, Sora empezó a llorar más fuerte—Ni tu ni ellas pueden escaparse de mi…Lo comprendes ¿verdad?

—Pero…NO TENIAS POR QUE…—Vanitas le jalo del cabello y lo metió de nuevo al auto, cuando vio que gente se acercaba empezó a a actuar dolido y  como si de verdad le estuviera destrozando la muerte de su esposa

—Todo estaba regado por el suelo, sus órganos, de la cintura para abajo había quedado en las ruedas del auto y también por debajo…

—Sora…—volvió a insistir al verlo tan ensimismado

—A él no le importo pisarle  mientras le insultaba y...

—SORA—Sora pego un brinco y miro a los lados, como aturdido—Mejor duérmete—le arropo hasta el cuello y prendió el aire acondicionado. Sor ano duro nada en dormirse, sin embargo se veía verdaderamente incomodo

Riku se había puesto a escribir un poco pero no sabía exactamente si estaba bien la escena, borro las dos páginas que había logrado escribir y volvió a  empezar, frunciendo levemente el ceño

Sora estaba confundido, era como si poco a poco sus recuerdos estuvieran desvaneciendo, y aunque Riku era recordado perfectamente al igual que Kairi, había otra persona en la isla… Otra niña

—¡¡YA LO RECUERDO!! Había una chica más en la isla…

— ¿Sora, quien es ella? ¿Cuál era su nombre? —Donald de igual manera trataba de recordar alguna posible pista de lo que atormentaba al castaño

—Ummm—poso los brazos tras de su nuca, como suele hacerlo cuando piensa, mirando a un punto muerto en el techo—No lo sé…No lo recuerdo

Siguieron caminando a la siguiente habitación de aquel castillo blanco que parecía ser un laberinto, pues todas eran casi iguales y no tenían un fin. Sora se paró apenas entraron, pensando aun en esa amiga que aún no recordaba

—Por qué no nos la defines Sora—le sugirió el caballero viendo la frustración del castaño

—Es…Bajita…Usa vestidos blancos y sandalias, cabello rubio y ojos azules—describía—Le encantaba dibujar… pero…

—Pero—dijeron tentativos ambos animales

—¡¡No lo sé!! No recuerdo su nombre—se alboroto el cabello de ser posible

—Con esto me doy cuenta que estoy seco de imaginación. Me queda solo un maldito mes—gruño cerrando la laptop. En eso vio a Sora, parecía que un torbellino había pasado sobre la cama, él estaba casi en el piso con una cara de incomodidad única—no era mentira que no puede permanecer en una cama

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—QUE HACE EL AQUI—Cloud se puso atrás de Sephiroth, el cual solo rodo los ojos. Bajando las escaleras de la impresionante mansión se encontraba una mujer e piel morena, ojos dorados  penetrantes y cuerpo de infarto –por tanta cirugía- Sephiroth realmente no le hizo mucho caso

—Esto no es buena idea, déjame irme antes de que me coma los ojos—él tenía muy en cuenta de que parecía una arpía, además la mirada fulminante que le daba no ayudaba…

— ¿Y qué te escapes cual gacela saliendo del país? No Gracias. Y por cierto Kim, esta casa es mía así que puedo traer a quien me dé la gana, más que todo a quien será el otro propietario

— ¿¡Disculpa!? Que nos e te olvide que eres mi esposo, no puedes serme infiel a menos que quiera que te lo quiete todo

—Acaso tengo que contar cuantas veces te has acostado con otro hombre, tengo una lista en el estudio si quieres que te la muestre, no me alzan los dedos de las manos para contarlos a todos—Cloud no pudo reprimir la risa, pero se tapó la boca apenas salió una mínima risa

—¡¿COMO TE ATREVES?! Y sobre todo trayendo a este…engendro castigo de la creación

—Mira quien lo dice—Sephiroth suspiro—Ve preparándote para cierto documento llamado divorcio, te doy cuanto quieras pero te largas de una vez, ahora Cloud…

—¿¡QUE!? NO NO, TU NO ME VAS A DEJAR, NI MURIENDOTE ME OISTE

La técnica utilizada para evitar más gritos de la morena fue la más antigua que existía, la cual consistía en: Montarse a Cloud en el hombro, correr a su habitación, cerrar con llave y poner un mueble en la puerta para que ella no fuera a abrir de manera mágica y misteriosa –la llave-

—Perfecto, enfadaste a tu arpía y ahora el rollo que se armara aquí será culpa mía, Sephiroth piensa un poquito las cosas, estas grandecito, entiende que…

—Entiendo que si viniste o es una indirecta del universo para decirme que ahora de verdad te puedo tener o una acción muy inconsciente tuya por volver conmigo—Cloud se puso rojo cual cereza, se dio la vuelta tapándose la cara, Sephiroth le abrazo y beso la nuca, la cual estaba descubierta

—¡Hii! —se puso recto al sentir el beso y se volteo entre los brazos de Sephiroth—Que estás haciendo…

—Ya hablamos mucho por hoy—dijo en tono algo tangente, reclamando los labios del rubio, que realmente no pudo mucha resistencia, solo se dejaba, poniendo sus manos en el pecho de Sephiroth palpándolo un poco, si antes tenía los pectorales marcados ahora precia que fueran perfecto

—Tu esposa está afuera…—le susurro cuando cortaron el beso

—Lo sé, puede escuchar si el da la gana, no me importa, te espere demasiado

La prudencia, decencia y un poco del sentido común se fue por la borda. Sephiroth paso ambos brazos por debajo de los glúteos de Cloud para alzarle y quedar casi a la misma altura, mientras que Cloud le agarraba el rostro con las dos manos, jugueteando un poco con el cabello plateado del mayor

Camino prácticamente a ciegas y pudo haber chocado por alguna cosa –que por suerte no paso- y tiro a Cloud a la cama, aun besándolo y apoyando casi todo el peso de su cuerpo sobre el del rubio, empezando a quitarle la ropa al igual que Cloud

—Por fin te salieron uno que otro musculito ¿no? —pregunto burlón, pasando su lengua por el pectoral derecho de Cloud, el cual gimió pasito

—Que estudiara idiomas no significa que…Ay…eso duele—se quedó cuando lo mordió uno de sus pezones

—No te vayas a quejar ahora,

—No soy masoquista

—Con tu cara de adolescente adorable me parece que si

—Ador—antes de terminar ya Sephiroth estaba jugando otra vez con su muy sensible pezón

No se tomaron demasiadas preocupaciones –o más bien no se extendieron jugando con el cuerpo del otro- Las ropas estaban tiradas por el piso, algunas rotas –el bóxer de Cloud- y otras solo tiradas, como si un huracán hubiera pasado por ahí. Sephiroth se puso entre las piernas de Cloud y pasando las manos por debajo de las rodillas le alzo ambas piernas

— ¿Listo? —pregunto en un jadeo, ambos estaban sudados, el cuarto tenía un ambiente caluroso y con olor a pasión

— ¿Si te digo que no pararías?—pregunto dando a entender su respuesta, aunque Sephiroth rio bastante. Fue adentrándose poco a poco en el cuerpo que tenía abajo suyo—Unhgg…

—Mierda…que estrecho…—refunfuño, Cloud estaba aguantando la respiración a decir verdad.  Sephiroth soltó las piernas de Cloud y le tomo las muñecas, no por querer hacerle sentir atrapado o algo. Anclo con sus manos las muñecas a la cama, se puso erguido y de un solo empujón entro

Cloud había abierto los ojos y abrió las boca soltando un gemido demasiado fuerte, al tiempo que una pequeña lagrima salía—¿T-te duele? —pregunto un tanto nervioso al verle

—N-no…Solo…espera…—decía entre jadeos, intentando acostumbrar a el miembro del peli plata

Sephiroth en lo que esperaba empezó a dejarle marcas demasiado visibles en el cuello, quería que todo el mundo las viera de ser necesario, aunque estaría un poco difícil conociendo el gusto en cuello de tortuga y bufandas de Cloud, pero ahora eso no le importaba

Con un ligero movimiento de caderas Sephiroth empezó un vaivén lento, moviéndose lentamente en el cuerpo de su amante, el cual le mordía los hombros y le arañaba la espalda lo que le daba un aire erótico a las cosas

Sephiroth perdió la cuenta de cuantas veces se lo hizo, pero debieron ser muchas considerando que ya era de noche.  Además Cloud estaba mas que rendido, acostado y respirando de manera tranquila. Sephiroth le acaricio la cabeza con cariño. Cloud abrió un poco lo ojos parpadeando un par de veces

—Aún tengo sueño…—balbuceo

—Duerme si quieres

—Tengo que llamar a Zack…—dijo medio moviéndose, la sabana cayo dejando ver su espalda, toda marcada por mordidas y besos de Sephiroth, el cual frunció el ceño

—¿Quién es Zack?—frunció el ceño, Cloud soltó una risita

—Es un amigo de la universidad, un idiota pero es como mi hermano—bostezo de nuevo, buscando un teléfono –o su pantalón con su celular- para llamar al pelinegro que le estaría dando un ataque de histeria

—¿Vives con él?

—Si pero no te imagines cosas raras, no he estado con nadie en todos estos años—aseguro—No hay un teléfono…—decía aun viendo a todos lados. Sephiroth le tedio el teléfono de la habitación y Cloud lo tomo y marco el número

No hizo falta que estuviera en altavoz para escuchar la estridente voz de Zack chillando y berrinchándole por desaparecer toda la tarde. Sephiroth trataba de entender que hablaban pero el alemán no era lo suyo, menos el ruso o lo que sea que estuvieran hablando. Cuando colgó Cloud parecía cansado, con la cara enterrada en la almohada

—Se va a aprovechar de esto el desgraciado

—si lo hace puedes decirme y le enseño como hago yo las cosas—Cloud sintió un escalofrió, con eso se refería a casi matarlo  golpes, Sephiroth cuando se molestaba era bastante agresivo y se trataba de Cloud peor aun

—No hace falta, solo me dirá que tengo que cocinar por una semana o un mes, nada fuera de lo común—dijo con sencillez, Sephiroth se acostó y lo atrajo a su cuerpo

—¿Te gustaría ir a conocer a tu hijo? —pregunto besándole el hombro

—No… Realmente no me gustaría, al menos no ahora, déjame prepararme psicológicamente para eso—Ya no era tanto el pánico, sino que el hecho de que probablemente se pondría  llorar frente a el por el mero hecho de no haber compartido nada con él en su infancia

—Dentro de un mes es mi cumpleaños…

—Lo se…

—Pensé en hacer una celebración, iba a invitar al niño del que Riku está enamorado…

—¿Esta enamorado? ¿De un hombre?... Espero que no le toque esta suerte

—La situación es mala, pero mejor duérmete, mañana te cuento

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—Maldito Vanitas, malditas leyes, malditos médicos de mierda que están comprados y malditos los abogados de Vanitas—refunfuñaba Izanami, la mesa del comedor estaba prácticamente tapizada de documentos, todos de lo mismo. Izanami sintió un par de brazos rodear su cintura y como alguien apoyaba la barbilla de su hombro—No estoy de humor

—Lo sé, te saldrá una arruga enorme así que es mejor que lo dejes por hoy

—Vincent, lo único que me dices cada jodida noche es lo mismo,

—Te estas matando y lo entiendo, pero lleva todo el día en lo mismo, así que es hora de que te duermas—dijo dándole un besito en la mejilla, , Izanami solo se soltó y se sentó en uno de los sofá que habían en la sala

—No puedo dormir tranquila sabiendo que Vanitas sigue torturando a  Sora cada vez que le da la gana

—Y tú crees que a mí no me molesta también? Técnicamente hablando…también es mi sobrino

—Cierto…Lastima que él no lo recuerde…Aunque tampoco me recuerda  a mi

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—¡¡Pero mama!! Mi primo Vanitas es demasiado malo conmigo, no quiero ir—refunfuñaba una niña de 7 años, con los mofletes inflados y cruzadita de brazos

—Tranquila, solo vamos a ir a ver a su bebe, no a el—dijo su madre riendo, a  diferencia de su hija ella era increíblemente rubia, además de unos ojos azules muy pero muy potentes

—Pero…

—No te queje mis cielo, no pasara nada, ¿no que querías cargara  un bebe? —su padre si era prácticamente igual a ella, únicamente sus ojos eran distintos, pero sus ojos dorados eran de familia ya que su primo tenia los mismos ojos dorados

Resignada decidió irse pero se iba a portar fatal, si no quería ir, para que rayos le llevaban si ella no quería conocer al bendito bebe que de seguro le quitaría el puesto de consentida de la familia. Cuando llegaron al hospital el primero en recibirlos para su mala suerte fue su primo

—Hola enana—le despeino con saña, Izanami –era una niña bastante fastidiosa al estar molesta-le mordió los dedos, causando que Vanitas chillara de dolor

—Ya ya cielo, clámate—dijo Zeito de forma nerviosa, Izanami inflo los mofletes

—Ya vámonos…¿Si? Quiero ir a casa—pidió con ojos de cachorro

—Nos iremos después de ver al bebe—sentencio su madre mirándole de manera reprochaste. Izanami se dejó arrastrar a  al habitación, donde habían un montón de flores, peluches y regalos al recién nacido –no tan recién nacido, ya tenía como un mes pero era muy débil-

Al entrar vieron a  Aerith, cargando un pequeño bultito envuelto en mantas amarillas, se le veía la alegría en la cara. Pentecelia –como de costumbre- llego casi volando hacia Aerith y la abrazo con cariño como saludo

—Anda, pero esperaba verte  peor, tu estas perfecta—le aseguro, Aerith soltó una risa nerviosa

—Quisiera decir lo mismo de Sora, mi bebecito aún sigue medio débil, pero no te rindes verdad mi cielito—decía haciendo algunas caras al bebe que empezó a reír, Izanami se acercó algo curiosa—Oh… Pero si tu estas preciosa Izanami

—Hola…—saludo algo tímidamente

—Como dijiste que se llamaba, ahora que lo pienso dejamos el regalo en el auto—decía Zeito buscando las llaves en sus bolsillos

—Sora, lo llame Sora, Vanitas quería llamarle Ventus—rio recordando la infantil pelea que habían tenido

—Sora es bonito—dijo Izanami, poniéndose de puntitas para ver al dichoso bebe que estaba dando demasiado misterio

—¿Lo quieres cargar? —pregunto Aerith al verla

—Ehhhhh—Con verlo le bastaba y sobraba, ¿qué pasaría si se le terminaba cayendo? ¡No!

—Si lo quiere cargar, solo que le da pena—aseguro Pentecelia, la cual sentó a Izanami en el sofá de la habitación y luego cargo al bebe— ¿Quieres a tu tía Peni? Si verdad que si~—decía contenta de que él bebe le riera cuando el hablara

Pentecelia dejo él bebe en brazos de la niña peli negra, la cual con nerviosismo le agarro con algo de fuerza. Se le quedo viendo al bebe, tenía un poco de cabellito, café como el de la madre y algunos mechoncitos cortos y muy pocos levantados. Los ojos eran grandes, preciosos he inocentes, de color azul cielo

Él bebe alzaba sus manos, queriendo tocar la cara de Izanami y se quejó al no poder. Con un poco más de confianza Izanami lo alzo para dejarle frente de su cara. Sora le palpo la cara mostrando un poco sus encías por las risitas y por último se acercó a la cara y empezó a mordisquear la nariz de Izanami la cual se asustó un poquito

—Awww te quiere—dijeron Pentecelia y Aerith a la vez, viendo como Izanami se ponía roja de no saber qué hacer y Zeito tomaba una foto

— ¿Qué clase de cariño es este? —se preguntaba Izanami, no siendo capaz de quitarlo, ¿y se ponía a llorar?

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—¿Viste que no estuvo tan mal? —Pentecelia se caracterizaba por ser algo burlona, más que todo cuando Izanami armaba berrinches por algo que no quería pero terminaba gustándole

—Me quería comer la nariz—dijo con un puchero

—Aún no  tiene dientes, así que le gusta cómo se siente, debiste caerle demasiado bien considerando que duraste como una hora con él en brazos—rio Zeito

—Pero… ¿No era muy pequeño?

—Nació muy débil—explico Pentecelia—Por eso aun están en el hospital, cuando salga y crezca puede que seas su amiga, ¿te parece?

—Umm…¿Yo lo cuidaría de Vanitas?

—Él es su padre, no podría hacerle daño—aseguro Zeito

Sin embargo a los 4 años de Sora, a Pentecelia le había llegado una oferta de trabajo y tuvieron que irse, por lo cual no supieron del accidente de Aerith sino varios años después, sin embargo Izanami no volvió sino 14 años después, encontrando a Sora de forma bastante desastrosa, ni siquiera le recordaba, fumaba y se veía como si fuera un muerto en vida

—¡¿QUE FUE LO QUE LE HICISTE?! —chillo entrando de forma atropellada a la casa

—Vaya, no te había visto en años primita, estas muy hermosa—Izanami se crispo y le dio una bofetada, la más grande de su vida y Vanitas vio un poco impactado a la pelinegra

—Que le hiciste—siseo, intimidando un poco a Vanitas que se puso erguido y más serio

—La pregunta es que no le hice niña. Sora es mío, creí que eso se notaba en su cuello

—Tu... —lastimosamente había entendido a que se refería y gruñía cual perro rabioso—Te voy a  demandar de una manera en la que ni con el mejor abogado vas a poder ganar y Sora se vendrá conmigo—dijo firmemente, Vanitas ensancho una sonrisa

—Es curioso que digas eso cuando en este papel—tomo una hoja que estaba en uno de los muebles— Soy el responsable de la persona Sora Gainsborough hasta que se considere prudente y después de pruebas para asegurar lo mismo

Leyó el documento al derecho y al revés y era autentico, no comprendía por que le dejaron a Sora a quien el torturaba, aun no cabía en su mente.

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—Maldita sea—se mordió la uña—Voy a dormir, pero mañana seguiré y que ni se te ocurra decirme lo contrario

—Para nada, mañana vendrá Squall para ayudarte

—¿Y tu porque no lo haces?

—Por qué tengo que entregar la semana que viene el proyecto y aun me falta mucho

—Echaras raíces en la habitación—resoplo, Vincent como programador de Juegos habían veces en las que casi parecía un muerto en vida, pero que le iba a hacer, le gustaba su trabajo, además si se estaba medio muriendo Izanami  se preocupaba un poco y le ordenaba dormir, por alguna razón le gustaba… Con eso se confirmaba como Masoquista

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—Déjame hacer algo, me aburro estando aquí echado—reclamaba Sora con un mohín en la boca, estaba sentado en el sofá, lo cual ya era mucho, pero Riku quería tenerle vigilado mientras cocinaba

—Cuando te puedas levantar sin derretirte en el suelo eres libre de venir—dijo con cierto toque de burla, escucho un golpe y miro a  Sora, estaba tirado en el piso con cara de frustración

—No me gusta quedarme quieto…

—Pareces un niño de 3 años—dijo entre risitas

—Discúlpame señor maduro—se mofo— Dicen que movimiento es vida para mi es literal, me siento muy vulnerable

—Nadie va a entrar Sora, cálmate, nadie sabe que estas aquí

—¡¡Aghhhhh!! Ya lo sé pero igual,  dame algo que hacer porque si no enloqueceré

—Eres bastante… ¿como llamarlo? A si… Con problema de los nervios—dijo tomándolo de nuevo y sentándolo—Solo cálmate, no te vas a morir

—Soooora~ —Sora le brinco encima a Riku

—Pero que ra—Sora le tapó la boca

—Has silencio…

—Soraaaaa~ donde estas mi cielo~— alguien le llamaba desde el interior del otro departamento— No te escondas, soy Marluxia, me vas a hacer sentir rechazado

—Sora

—Cállate

Escucharon los llamados por unos 5 minutos más, Sora se quedaba quieto, haciéndose prácticamente el mudo. Riku por su parte se le quedaba viendo, parecía algo nervioso, además de eso le parecía algo sorprendente que aun con el frio que había –por el aire acondicionado- Sora se encontrara tan cálido…

—Se fue…—suspiro, destensando sus músculos—Ummm… ¿T e molestas si te digo que no siento las piernas?

—No realmente, lo veía venir—admitió, levantándose un poco, Sora se quedo sentado sobre su regazo— ¿Quién era?

—Es Marluxia, su oído es demasiado fino, si hablabas iba a saber que estoy aquí, no creo poder soportarlo hoy—admitió  suspirando

—Que hace el?

—le encantan los disfraces, Maid, Consejo, Lolita, etc. Además siempre eme venda los ojos por alguna razón, la cual aun no comprendo y realmente no me interesa, además de eso, gasta mucho dinero en vinos solo para bañarme o no sé qué rayos hace

—El que necesitara un psicólogo después de saber de todos tus acosadores seré yo—afirmo con cierto tono de humor, Sora soltó una risita para pasmo del peli plata

—Tú eres el que quiere saber más de mí ¿no? —Dijo en tono algo coqueto, tomando la cara de Riku entre sus manos—Siendo tu…No me importaría—le dio un beso suave en los labios

Sorprendentemente algo parecido le había dicho Kairi, sin embargo no era lo mismo, en boca de Sora era distinto, era como si… ¿le estuviera teniendo confianza? O bueno, más bien parecía que le estaba incitando a conocerle más. Pero tenía algo bien claro, también tenía que ir con cautela…demasiado

Si quería atraparlo de verdad debía ir con cuidado, porque Sora simplemente podía tomarlo como otro abusador más y esa no era la idea, su celular sonó y estirando su mano lo tomo y leyó el mensaje

—… ¿Tienes algo que hacer el 18 de Agosto?

—Pues…realmente no—admitió algo pasmado— ¿Por qué?

—Mi padre me está diciendo que hará como una fiesta de cumpleaños…Y me está diciendo que tengo que ir con un acompañante… ¿irías conmigo?

—Pues…