Capítulo 2: Oyendo las Suplicas
Tomo el teléfono, tenía que llamarla antes de que se le olvidara. Marco el número y como supuso, le contesto al instante, escuchando réplicas de un hombre de fondo
— ¿Riku? ¿Pasa algo? ¿Necesitas los dibujos ya o quieres ver cómo van? —pregunto medio apurada la mujer al otro lado de la línea
—No, aunque si me gustaría verlos, pero quería preguntarte algo…¿crees que podrías venir mañana a mi departamento?
— ¡Oh! Claro~ ¿dónde estás? Neku me conto que te mudaste
—Estoy en la residencia…—no se había dado cuenta de que el nombre era absurdamente ridículo—…Nobody…
— ¿Enserio? —escucho como si abrieran una puerta
—Si, en el piso 5, apartamento A
—Ah…Vaya… ¿te puedo decir algo?
—Claro—en eso sonó el timbre—Un momento están tocando el timbre—camino hasta la puerta—Que quieres decirme entonces—pregunto abriendo la puerta
—Que yo también vivo aquí—dijo con un risita nerviosa, Riku sintió un tic en la ceja derecha, viéndola ahí, saludándole aun con el celular en el oído como unos idiotas
— ¿Es un chiste cierto?
—No, vivo en el piso de abajo—explico—…siendo así espera un momento ya traigo los dibujos—antes de que Riku le dijera algo, ella salió volando a su propio departamento,
Riku suspiro y se recostó de la puerta, un hombre alto, de cabello negro y bastante formido paso, pero siguió de largo Al volver con un montón de hojas y algunas plumas entro y lo dejo todo en lo que sería la mesa del comedor, Riku se sentó frente a ella mirando los apuntes sobre el diseño de cada personaje
— ¿Te gustan? ¿Quieres hacer algún cambio? —pregunto interesada, queriendo saber la opinión del albino
—Estos serían Marluxia…Vexen y Zexion—decía mirando el boceto y leyendo las notas— ¿Es mujer?
— ¿Quieres que sea hombre?
—Sería mucho mejor—opino— y este es Axel…creo que lo harías un tanto más…delgado
—Creí que sería mejor que quedara un tanto más fornido, para que tomara realidad en cuanto a sus armas—dijo mostrándole otras hojas con unos Chakrams dibujados. Hubo un momento en el que se quedaron en silencio, ella dibujando y el viéndole hacerlo,(Kuma) siempre le pareció cómico ese cabello rosado, tan largo que le llagaba casi a los tobillos, ojos negros y piel blanca, parecía muñeca de porcelana y su estatura ayudaba a esa igualdad
—Kuma…Quiero preguntarte algo, no sobre la novela…
— ¿A si? ¿Qué pasa? —pregunto un tanto confundida—No me estés asustando con tu suspenso—pidió medio nerviosa
— ¿Yo puedo confiar en ti no?
—Claro, siempre
— ¿Tu sabes qué pasa con el vecino? Sora…
—Ehhh…Bueno…honestamente me da un poquito de pena hablar de eso—dijo un tanto roja—Y lo conozco desde antes de que se mudara aquí, es muy buena persona, no te dejes engañar por su actitud
—Tú… ¿Lo pusiste adrede como un posible protagonista no? ¿Te basaste en el?
—Me descubriste pero si, la mayoría de las cosas que te traigo son de personas que he visto antes, con ciertas modificaciones claro—explicó—Y bueno tu…tu querías ser el antagonista
—…—se quedó pensando un poco— ¿Él siempre ha sido un prostituto?
—No sabría decirte, cuando lo conocí tenia…18 creo y lo era, pero no es su culpa, él es el más inocente aquí—dijo defendiéndolo, se escuchó un golpe—Me-mejor me voy…
— ¿Qué pasa?
—…Ya llego alguien—parecía algo desilusionada y decepcionada, se fue como vino, casi como un remolino. En el trayecto se le había quedado un dibujo, era del sora de su novela, dentro de una especie de flor enorme, como una burbuja
— ¿Todos saben lo que pasa pero no el por qué? —murmuro extrañado
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Siempre se había despertado tarde, toda su vida, hoy no era la excepción pero el golpe a la puerta de al lado de le despertó de su amado sueño que le traía inspiración. Maldijo a todos los dioses que se conocía y los que no. Se levantó y camino hasta la puerta dando pisotones y sin importarle realmente estar con su cabello plateado desarreglado y con solo un pantalón de dormir abrió la puerta
— ¡¿QUE RAYOS ES LO QUE TE PASA?! DEJANDO PASAR A XALDIN—vio a una pelinegra de ojos dorados muy molesta regañando a Sora, el cual estaba en peores condiciones que el día pasado, con solo una camisa holgada manga corta y un short podía verse la cantidad de cicatrices y marcas más recientes, no tenía el parche pero no se veía tan mal
—No lo iba a dejar pero iba a tumbar la puerta—dijo tomando de un mueble de la entrada la caja de cigarros, los cuales la pelinegra le quito
— ¿Que te dije de fumar? —pregunto con una sonrisa maliciosa y regañona al mismo tiempo
—Lo mismo que con la mayoría de las cosas—dijo volviéndola a tomar y sacando unos
—Sora, por una puta vez en tu vida ¿podrías hacerme caso?
—Sí, Ventus 2º—dijo encendiendo el cigarro
—No es por nada, pero podrían no se… ¿No interrumpir el sueño de los demás? —pregunto Riku con expresión cansada. Izanami lo miro y casi se muere de la risa, Kuma venia subiendo
—Uyy… ¿¡No me pudiste esperar!? Yo también quería decir algo—se quejó con al pelinegra
—No me habías dicho que se mudó—dijo divertida a la peli rosa
— ¿te conozco? —pregunto confundido
—Riku…ella es Izanami—presento Kuma, Riku se le fue la mandíbula al piso
— ¡¿La…Diosa de la Destrucción de la Editorial Shikon es ella?! —pregunto con la boca abierta
— ¿Que esperabas? ¿Más divinura? Déjame decirte que eso es imposible—se vanaglorio Izanami
—No…de hecho creí que sería una vieja amargada, encorvada y gruñona a mas no poder…O al menos así era como te describían—dijo haciendo memoria, una vena en la frente de Izanami se hincho, Sora soltó un suspiro con el humo y soltó una risita
—Guao, como aplanar el orgullo de Izanami, y es menor que ella, lo mejor que ha pasado—dijo de forma burlesca, tomando otra calada del cigarrillo
—Dime quienes fueron, los matare en este instante—dijo con un tic en la ceja derecha
—Básicamente toda la editorial, menos Kuma—aclaro, Izanami rodo los ojos, todo el mundo sufriría su ira, menos su amiga peli rosa
—Y tú, considerando que soy de las únicas que te apoyaron con tu proyecto deberías tener mejor imagen
—Aja….
—Ya esta charla no me incumbe—dijo Sora a punto de entrar de nuevo a el departamento
—Eyeyeye, usted no se escapa—dijo tomándole de la cara, le vio un rato a los ojos— ¿Tomaste algo de licor anoche?
—No soporto el alcohol, es horrible su sabor—le recordó
— ¿Umm…te drogas?
—Cuantas veces tengo que decirte que no lo hago—se soltó—Ahora, si me permites quiero ir a mi sofá a dormir hasta las 5 de la tarde—gruño cerrando la puerta
—Qué carácter, es un amor—bufo Riku
—Claro... —dijo Izanami de la misma manera— ¿Y tú? ¿Ya terminaste de escribir? O tomaras un poco más de tiempo—pregunto cruzándose de brazos
—Tardare un poco más, aún tengo 4 meses para terminar Chain of Memory—dijo con tranquilidad—y si vas a regañar al niño de aquí al lado ¿podrías al menos no gritar? Mi sueño es algo sumamente importante para mí
—Disculpe señorito—dijo burlona—y de niñito no tiene nada, solo la cara y el alma—dijo bajito
— ¿A no? ¿Parece de unos 15 pero tiene cuánto? ¿20?
—Tiene 25 años y este año cumple los 26—le aclaro Kuma, Riku se puso pálido, debía ser un chiste, ¡era mayor que él! Apenas iba a cumplir los 22
—Ah…Claro…—dijo medio ido— ¡Y tú! ¿Sabías que él era mi protagonista y no dijiste nada?
—No vi el por qué hacerlo, estas reflejando su verdadera naturaleza aunque no lo creas, él no es frio, es todo lo contrario, quizás lo note al terminar de leerlo—dijo con serenidad
—Sí, claro—gruño por la bajo
— ¡Eps! Que ni se te ocurra formarte una idea equivocada de ese niño—advirtió—A sufrido más que tú en cada segundo de tu vida que tú mismo
—Si como no—bufo entrando a su departamento y azotando la puerta
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Tenía que salir a una maldita reunión familiar, no le molestaba tanto por el hecho de verse con su padre, de hecho era al único de su familia que soportaba y podría decirse que quería, pero sus 3 hermanos eran una historia aparte, el odio era mutuo
Riku era el hijo de en medio, sin embargo era de una infidelidad de su padre, sus otros tres hermanos siempre le odiaron por ellos, pues cuando el nació su hermano menor ya tenía 5 meses en el vientre de la esposa legal de su padre
Se terminó de arreglar, poniéndose una floja cola de caballo, de seguro se tendría que tragar todos los insultos que se supiera con su hermano Xehanort, el muy infeliz sabia como hacerle rabiar y en su mayoría era insultando a su desconocida madre. En escala de rabia le seguía Xemmas, mayor por 4 años, era demasiado soberbio y mandón, y como se creía rey de todo Riku al no obedecerle se empezó el odio infinito por no ser sumiso y obediente
De ultimo estaba Ansem, mayor por 8 años, el más serio y aunque era muy listo era extremadamente inútil en momentos de presión, se alteraba y por ende enloquecía, al punto de atacar a la gente, corría con la suerte de su apellido para no ir preso. Y finalmente su padre, Sephiroth Crescent, no fue una maravilla de padre, pero si pasaba amas tiempo con el que sus demás hermanos, sumando algo más a la lista de odio
Sephiroth le conto una vez que su madre, era una persona muy dulce he igual que su personalidad actual, escondía esa dulzura y se la pasaba seria…aunque de vez en cuando usaba palabras en masculino, confundiéndole no sabiendo si hablaba de su madre o hasta un amante hombre o algo así
Salió y lo primero que vio fue una cabellera castaña alborotada, sentado en la escalera, parecía estar realmente cómodo, leyendo tranquilamente
— ¿No es mejor leer en tu casa? —pregunto cerrando la puerta
—No es mi casa, solo un departamento—contesto sin prestarle demasiada atención
— Vives ahí, es tu casa—replico inconforme, quizás si replicaba y le llevaba la contraía le sacaría las cosas
—Casa u Hogar son términos relativos, yo los califico como el lugar donde estas cómodo y te sientes bien, donde hay gente que te quiere—dijo volteando a verlo, Riku alzo una ceja al verlo
— ¿Tus ojos no eran azules?
—Son lentes de contacto—dijo sin mayor relevancia volviendo la vista al libro y pasando la pagina
— ¿los necesitas para leer o son mera decoración?
—Nada en específico, a veces me los pongo…Creí a verme puesto los rojos—dijo leyendo
—Umm… ¿Lees lento o apenas lo empezaste? No creo que solo lleves 60 páginas
—Lo llevo leyendo un buen rato, pero lo hago de a poco, me quedare sin nada que leer si lo termino rápido—explico—Además, me sigue extrañando el parecido tan espantoso físicamente conmigo así como contigo y otra persona que conozco—menciono viendo la ilustración
—Mi ilustradora vive en el piso de abajo—dijo como si fuera la mejor explicación
— ¿Y tú? Vas a algún lugar que estas tan elegante? —pregunto de forma un tanto cínica
—Una reunión familiar…Y tú me dirías por que tanto odio a tu casa?
—No es mi casa, es un departamento y quizás lo comprendas por ti mismo—dijo suspirando. Riku ya se iba, sin embargo escucharon unos pasos acelerados, vieron aparecer a un hombre de cabello azulado, que le cubría casi media cara, p<recia molesto—Oh no…—murmuro medio encogido, Riku ni siquiera lo vio venir pero ese hombre agarro a Sora del cuello y lo alzo
— ¿¡POR QUE DEJASTE AL MALDITO DE XALDIN TOCARTE!? —grito molesto, Sora dejo caer el libro ponía las manos en la mano que le sostenía, dejando salir un quejido
—Iba a…tumbar la…me arrollo—balbuceo buscando aire
—¡¡Pero qué coño te pasa suéltalo!! —dijo Riku tratando de ayudar a Sora, el cual estaba un poco lejos del suelo
—No me importa si te drogo, ¿¡porque mierda te dejaste tocar!? ¡¿No fui claro la última vez?!
—Si te hiciera caso…debería con los de—el hombre le pego con la pared, Sora sintió su cerebro rebotar
—¡¡Maldita sea!! —Riku le metió un gran golpe y el hombre por fin soltó a sora, el cual se derritió hasta el piso, tomando aire
— ¿Y tú como quién eres? —pregunto el de pelo azul por fin prestándole atención
—Pues una persona y a menos que salgas de aquí en primera te dejare irreconocible y luego llamare a la policía—amenazo
—Tsk…No te creas salvado Sora—dijo levantándose y yéndose como vino. Riku miro a sora, el cual solo se quedó recostado de la pared
—Párate, te llevo a tu casa
—Prefiero quedarme aquí…—dijo en un suspiro
—A ver y ahora porque…Oye te está sangrando la cabeza
—No es la primera vez—dijo con normalidad—quiero quedarme aquí un rato
— ¿Por qué no quieres volver a tu casa?
— ¿Tu llamarías casa al lugar donde te torturan, insultan violan y destruyen tu corazón en pedazos tan pequeños que no podrías juntarlos nuevamente? ¿Volverías? —pregunto mirándole a los ojos
—Volvería…pero para buscar esos pedazos de mi corazón—respondió con al misma metáfora, entendiendo que se refería la libro en cuanto a eso. Sora soltó una risita pero sin dibujarla en sus finos labios
—Lo que se podía esperar de un escritor que sueña—respondió cerrando los ojos—Yo no volvería…por que no tendría nada que salvar, porque mi corazón ya es simple polvo que la brisa se lleva—dicho esto Riku vio la batalla perdida y volvió a su departamento, ya no iría a la dichosa reunión, eran 40 minutos tarde y para cuando llegara de seguro seria para pelear
Eran las 11 de la noche, no tenía mucho sueño aun, estaba muy inspirado escribiendo su libro, además de eso era como si le vinieran más idea a la mente. Se quitó los lentes y se rasco la frente, tenía que quitarse la costumbre de arrugarla al escribir.
Iba a irse a dormir, estando sumamente agradecido por no escuchar golpes en la pared. Justo se terminó d acomodar en la cama…
— ¡¡¡HIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡AHHH!!! ¡¡¡AHHHHHHH!!! ¡¡¡AHHHHHHH!!!—se levantó espantado por esos gritos, salió casi volando del departamento y sorprendentemente abrió la puerta del departamento de Sora, estaba totalmente abierto, sería que había alguien con él? Lo busco en la sala, cocina, baño hasta al final entrar al cuarto. Estaba sentado en un rincón agarrándose la cabeza
—¡¡Hey Hey!! — le llamo Sora dejo de gritar parpadeo un par de veces mirando al frente
—No…hay nada…—balbuceo, miro a Riku el cual estaba mirándole entre preocupado y confundido, con una ceja alzada por la duda
— ¿te caíste o algo? Deberías de cerrar la puerta con seguro
—Ah…claro…—dijo medio ido viendo el piso— ¿Podrías…irte? Quiero dormir…—débilmente se levantó y camino a la sala para extrañeza del peli plateado
— ¿Hey…enserio estas bien? —puso una manos obre su hombro, sora se crispa, Riku sintió el gran temblor que dio el cuerpo del menor
— ¡No me toques! —dijo apartándole sin mirarle. Riku suspiro y salió, observando en el trayecto mejor el departamento, estaba bastante ordenado, limpio y muy bien decorado, noto que no habían fotos por ningún lado o bueno, solo habían dos, enmarcadas y grandes
En ellas había una mujer castaña, con una hermosa sonrisa con ojos azules, cabello largo y atado en una trenza, a excepción de dos mechones grandes que enmarcaban el rostro de la misma. En una tenía un vestido rosado y estaba entre flores ya en otro tenía un bebe en brazos y un vestido blanco, abrazando con cariño al bebe
Termino de salir, cerrando la puerta y escucho al instante el seguro y como si pudiera un mueble en la puerta. Entro a su departamento y fue a la habitación, creyó escuchar sollozos pero no estaba seguro así que se durmió un tanto intranquilo
Capítulo 2: Oyendo las Suplicas