Engaños
Habían estado juntos más de una ocasión, pero esta vez se sentía diferente, los gemidos de Kiba se escuchaban tristes, forzados, como si en cualquier momento fuera a llorar desconsoladamente, Naruto se detuvo y pensó, y pensó tanto en un minuto que sintió como si la cabeza le fuera a explotar.
- Lo siento – recargo la cabeza en el pecho del castaño – Soy de lo peor – susurro apenas audible sintiendo como sus respiraciones se calmaban
- No lo eres Naruto – Lo abrazo de los hombros hasta recostarlo en su esbelto cuerpo – Sé porque lo haces y a mí no me afecta ayudarte ¿Sabes? Simplemente me da miedo que se enteré – lo dijo, ya no podía callarlo por más tiempo
- ¿Enteré? ¿Quién? – se levantó de golpe para verlo a los ojos sin deshacer la postura- ¿De qué hablas?
- Bueno… verás… He comenzado a salir con alguien – desvió la mirada avergonzado
La cara de Naruto cambio completamente, se sintió mal por Kiba, por ser así de esa manera tan débil y dejarse llevar por cosas del pasado afectando a sus amigos.
- Lo siento, lo siento, lo siento tanto Kiba – se incorporó en la cama apenas tapando su hombría con la sábana. – No debí haber ido a la fiesta, ni debí haberte besado, soy de lo peor
Kiba trago saliva, entendía porque el rubio se comportaba de esa manera, la relación que había tenido con Sai lo había destruido pues el azabache se había encargado de destruir emocionalmente al rubio.
- Está todo bien – murmuro abrazándolo
- No lo está – se dejó abrazar - pensé que ya estaba superado, pensé que si lo volvería a ver no sentiría esta confusión. Este amor – sentenció
El castaño no dijo ya nada, sedujo a su amigo para terminar lo que habían comenzado hacía un rato, ambos se dejaron llevar por el placer de sentirse infieles. Esa noche habían hecho hasta lo impensable, estuvieron toda la noche en acción pues, aunque ni uno lo dijera ambos sabían que sería la última vez que dormirían juntos, o al menos en mucho tiempo, hasta que la relación de Kiba fracasara, pero Naruto no deseaba eso, le deseaba felicidad, siempre, todo el tiempo.
El medio día llego y con eso mucha hambre para ambos, se bañaron juntos sin hacer nada simplemente se tallaron la espalda mutuamente y salieron de la ducha para decir al mismo tiempo “ramen”, supusieron que por eso se llevaban tan bien, su parecido en actitud y sus gustos similares hacían que su amistad perdurara. Salieron del apartamento de Naruto hacia el ramen. Pidieron lo de siempre y comieron hasta quedar satisfechos, el rubio como estaba de buen humor invito aparte de que como veía a Kiba como la parte femenina siempre le pagaba todo; eso era algo que nunca le contara.
Al terminar se despidieron y cada uno se fue a su respectivo hogar, la noche había sido pesada y necesitaba descansar bien pues esa noche tenía que comprar algo de comida para tener en casa, de cierto modo quería ver a Sasuke, le gustaba ver sus mofles y sus diferentes gestos, pero comenzaba a tener mala idea con Gaara.
La noche había llegado de nuevo, el rubio paso por el azabache a su casa donde Gaara dormía y ni cuenta se dio cuando su novio se fue, Sasuke sabía que había perdido todo el interés en él sin embargo dejo una nota diciendo que había ido al súper.
- ¿Listo?
- Sí. – miro su puerta esperando ver al pelirrojo pero nunca apareció
Caminaron en silencio gran parte del camino, cuando estaban por llegar el rubio sintió nervios y comenzó a platicar de cualquier cosa que lo distrajera como videojuegos, películas, cine, etc., habían concordado en ir a ver una película que iba a salir de zombis dentro de una semana, el azabache tenía ganas de verla pero como a su novio no le gustaba ir al cine nunca iba porque sabía lo que correspondía dejar a Gaara solo más de una hora, infidelidad. Comenzaba a odiar la idea de ser la niñera de su novio,
- ¿no se supone que una relación es para disfrutar estando con otra persona?
Pensó que lo había dicho en su mente, pero se llevó la sorpresa cuando escucho la voz de Naruto respondiendo
- Sí, de eso se trata y si no te sientes así con tu pareja es porque las cosas no van bien y no mejoran la mayoría del tiempo.
El rubio miro al otro y le sonrió amablemente.
Entraron al súper, suspiró y con todas sus fuerzas rezo para no encontrarse con Sai, pero cual fue su sorpresa al ver que estaba ahí, en frente de ellos.
- Vaya, anoche te fuiste con uno y hoy vuelves con otro – escupió en cuánto los vio
- Habla de Kiba – explico Naruto pues no quería que Sasuke se llevara una mala idea de él, aunque si era lo que Sai decía.
- Ah, vale, ¿Podemos ir por verduras? – ignoró el azabache.
- Sí
- Hey, Naruto – lo llamo Sai. – ¿Qué se siente ser siempre el segundo? – sonrió socarrón y el rubio se congelo – Me entere que fuiste el amante de Kiba, Shino se llevó una gran sorpresa cuando le dije que los vi besándose anoche.
La cara de Naruto cambio completamente a impotencia agacho la mirada y sus ojos se taparon con el rubio de su cabellera. De haber sabido que Kiba tenía pareja jamás lo hubiera besado y mucho menos le hubiera pedido que fueran a su casa, por eso la sonrisa de Sai en aquel momento, por eso no les tomo importancia, por eso lo dejo irse con él, para tener con que atacarlo la próxima vez que lo viera y él de idiota fue rápidamente a que lo volviera a humillar.
- Eres tan patético. – le susurro acercándose a él nunca espero que Sasuke quien escuchaba todo se interpusiera entre ellos
- ¿Acabaste? – lo miro con odio – Si no tienes algo interesante que decir, no abras tu asquerosa boca, imbécil.
Sí, la cara de ambos cambio a sorpresa, nunca, de los años que Naruto lleva conociendo a Sai, le había visto semejante cara de sorpresa.
- Vaya – sonrió con arrogancia – así que ya tienes a tu princesa que te rescata, te doy un consejo Naruto, deberías abrirte para la gente pues pareces más nena que muchos ukes. Semejante seme marica que he conocido.
- Pero bien que te gustaba que este marica te la metiera. – ataco Naruto ya harto de lo que Sai le decía.
- Hoy vienes muy huraño, te ha de faltar quien te dome, o un buen polvo
- Ya lo tuve, no seas tan ofrecida –
Sai ya no dijo nada y se fue al ver que la dependienta de la tienda le llamaba, eso no se iba a quedar así, pensó.
Naruto sabía desde el primer momento en que piso esa tienda que no era buena idea ir ahí, sabía cómo era Sai, pero se rio al ver como Sasuke se enojaba, él mismo se había sentido molesto, impotente ante las acusaciones de Sai.
- Ya era hora de que dijeras algo – le regaño Sasuke
- No tiene importancia, es un estúpido bien hecho – suspiro
Terminaron las compras entre risas, como si lo que paso unos momentos atrás no fuera en esa realidad, sino en otra muy lejana.
- Si sigues así también nos correrán de esta tienda – dijo entre carcajadas Sasuke
- No lo harán – sonrió con los dientes de plástico que había sacado de una bolsa, sí, estaba siendo vándalo en ese momento, pero al final lo iba a pagar
Sasuke no recordaba la última vez que se rio de esa manera, sus mejillas dolían y su estómago también.
- Están molestando a los demás clientes, bajen la voz o nos veremos obligados a correrlos de aquí
- Sí – dijeron al unísono aun entre risas
Fueron a pagar lo que iban a llevar, Naruto acompaño a Sasuke a su casa cargando todas las bolsas, quizá era un complejo o algo similar pero siempre que iba con un uke tenía que hacer el papel de macho alfa.
Se pasaron al departamento hablando un poco entre susurros esperando no despertar a Gaara, cuando Sasuke fue a revisar el cuarto Naruto ya se había dado cuenta así que corrió tras él pero no alcanzó a taparle los ojos, aun así lo intento logrando que solo viera un poco. Estaba en shock, ¿Cuántas veces habían sido con esa? ¿La tercera? ¿La quinta? Ya ni siquiera lo recordaba ¿Por qué seguía con él? ¿Amor? No, ya no era así, seguramente era costumbre. Sí, eso debía ser.
- Sasuke – escucho a lo lejos la voz de su novio
- Sasuke – escucho a lo lejos la voz del rubio
¿A qué voz tenía que recurrir?