Las vacaciones de verano terminaron y era tiempo de volver a casa. Pasar tiempo con Taiga y Tetsuya había sido bueno y mientras ellos entrenaban pasaba cada instante con Nijimura. Algunas veces solo ellos dos y en otras ocasiones Kyo se les unía con la pelirroja, que resulto ser su novia. A Shuuzo no le agradaba tanto la idea de traer de pegoste a su compañero de cuarto pero al final terminaba siendo divertido. Habían vuelto al departamento en más de una ocasión. En cada una de las visitas habían sido tan intensos como la primara veces, lo cual les confirma que el alcohol no había tenido nada que ver.
Himuro estaba terminando de recoger sus cosas mientras sonreía, Tetsuya estaba desde hacía rato en el marco de la puerta pero el otro no se había percatado por estar perdido en sus pensamientos.
-Taiga ya entendió que no necesita llevarte a la estación –Himuro salto al escucharlo
-Tetsuya, ¡aaahh! ¡eehhh! Gracias. Después de todo no es la primera vez que vengo, es ridículo.
-presiento que quería sabotear tu despedida con Shuuzo jijiji, pero puedo ser muy persuasivo
-si, me he dado cuenta hahaha, ya te lo dije antes pero gracias Kuroko –el menor inclino un poco la cabeza en señal de pregunta –fuiste el que conecto los puntos entre Shuuzo y yo, si por mi hubiera sido simplemente lo hubiera dejado pasar… como tantas otras cosas
-no hace falta, lo hice porque pensé que era lo correcto y parece que entonces todo está volviendo a tener su lugar. En unos meses todo será aun mejor.
-si, parece que si -cuando fallas una y otra veces se vuelve difícil terminar de creer que todo mejora, Kuroko imaginaba que eso pasaba por su cabeza pero tenía fe en que solo era cuestión de tiempo –¡aah! ahora que lo recuerdo, no se lo digas a Taiga pero Shuuzo no va a ir a la estación, hoy son sus inscripciones
-¿aahh? Y entonces ¿por qué no…
-porque no es como si me fuera a ir a otro país, tal vez me tengan aquí el próximo fin de semana… yo que se
-bueno, en eso tienes razón…
Por suerte la estación estaba casi vacía, el tren no tardaría en llegar y estaría en casa para la tarde noche. Si todo salía bien, podría pasar a comprarse un café antes de ir a los dormitorios y tener que lidiar con Murasakibara y el resto del equipo. Dejó escapar un suspiro, aun cuando había dicho que no le molestaba, le habría gustado ver a Shuuzo. El semestre que estaba a punto de iniciar seria un tanto complicado. Muchas decisiones que tomar y poco tiempo para escaparse. Lo más probable era que no podría verlo hasta las siguientes vacaciones o algo así. Volvió a suspirar
-dos suspiros y aun no te vas… -Himuro se sorprendió y abrió los ojos como platos, se giró para encontrarse con la sonrisa de Shuuzo
-¿q-que haces aquí? Dijiste que tenías las inscripciones
-y así fue. Pero salí antes gracias a que cobre algunos favores
-¿te ayudo Kyo? O mejor dicho lo obligaste
-mmmm un poco de ambas. Eso le pasa por entrometerse en nuestras salidas –lo rodeo por la cintura y lo besó, tal como siempre lo hacía; con calma y suavemente. El anuncio de la llegada del tren los obligó a separarse. Nijimura se sonrió y se paso la mano por el cabello –te hago completamente responsable de mi mal desempeño en el próximo semestre
-¡¿eehh?!
-sí, no hay manera que deje de pensar en lo que paso este verano.
-a mí también me gusto este verano –la sencilla sonrisa de Himuro provocó un leve sonrojo en Shuuzo
-pero tú no puedes desconcentrarte, ¿me escuchaste? Este es un semestre importante, no tienes permitido arruinarlo.
-no lo hare, lo prometo
-bien, solo es un semestre, el tiempo se pasa volando
-eso creo… Shuuzo, yo… -la llegada del tren corto por completo lo que pensaba decirle.
Himuro le dio otro beso y Nijimura lo obligo a verlo a los ojos mientras recargaba su frente contra la contraria.
-te quiero…
Himuro se sonrojo hasta las orejas y sin soltar la mano del mayo comenzó a avanzar hacia la puerta del tren. Sus manos se mantuvieron juntas hasta que les fue imposible seguir así. Dio el último paso hacia el tren y antes de que las puertas se cerraran volvió a suspira
-creo que si eres la respuesta…
La puerta se cerró dejando a Shuuzo parpadeando y sonriendo de lado por lo que el otro acababa de decir
-tonto, ¿no pudiste decirlo antes?
8 meses después
-¡DEMONIOS! voy tarde, espero que aun no haya empezado. No es posible que tenga que retrasarme…
Cuando entró, el partido ya había comenzado. Pero habían lo habían parado gracias a un cambio, todos los del equipo se veían expectantes. Una sonrisa apareció en su rostro cuando lo vio entrar a la cancha, se le notaba tan distinto, ese era su lugar. Solo él podía imaginar el sentimiento que en ese momento pasaba por la mente de Himuro, volver al sitio al que siempre perteneciste pero del cual te alejaron.
Himuro sonrió al pisar de nuevo la cancha, su corazón latía tan fuerte que sentía que se le saldría del pecho, sentía un hormigueo en los dedos ansioso por volver a tocar el balón. Se giro hacia las gradas, encontrándose con la mirada gris de Shuuzo, no esperaba verlo ahí. No le había dicho del partido, porque no estaba seguro que jugaría pero estaba ahí, en el momento más importante. Tatsuya se daba cuanta que Shuuzo se había vuelto una constante en su vida, cada vez que algo mejoraba estaba ahí. En realidad era él, el responsable directo de que su existencia volviera a moverse.
Cuando el partido termino, Himuro casi no recordaba nada del mismo, salvo la sensación de sentirse feliz y la confirmación de que ese era su lugar. Si meses atrás le hubieran preguntado si era feliz, el no habría sido capaz de responder pero en ese momento solo había una respuesta…
No se dio cuenta que se había quedado parado a la mitad de la cancha sosteniendo el balón. El resto del equipo decidio que Tatsuya necesitaba de ese momento a solas para asimilar que estaba de regreso.
-¿y bien Himuro Tatsuya? ¿Ya tienes tu respuesta?
Himuro dejo caer la pelota y recorrió la distancia que lo separaba del mayor. Lo contempló antes de abrazarse a él, lo había extrañado. Nijimura tomo de la barbilla a Tatsuya para que lo viera a los ojos… su mirada tenía ese brillo que cuando lo conoció no poseía pero sabía que existía. Tatsuya terminó con la distancia que los separaba besándolo con lentitud y deseando no separarse…