Ahora si, nadie en Yosen podía entender lo que estaba pasando. Himuro no dejan de tener esa expresión algo neutral pero no había duda que un cierto brillo había en sus ojos y soltaba carcajadas más seguido con cada tontería que el equipo hiciera. No podían evitar mirarlo un poco extrañados pero el capitán los reprendió a todos
-¡tontos! dejen de estar cuchichiando. Yo creo que esto es muy bueno, sea lo que sea que esté pasando. Nada había sido fácil para él en los últimos meses pero mírenlo. Yo no recuerdo cuando fue la última vez que lo había visto tan contento. Y una cosa si les digo, no lo estén atosigando e interrogando, si nos quiere decir no lo dirá… ¡oi Murasakibara! ¡¿ que crees que haces?!
Como siempre, el gigante fanático de los dulces decidió hacer lo que todos querían pero no se atrevían. En ese momento Himuro enviaba un mensaje cuando noto que Atsushi se le acercaba, tenía rato que se había dado cuenta que estaban en una extraña reunión en la mitad de la cancha
-oi Murochin, ¿te paso algo el fin de semana?
-¿eeh? ¿A qué te refieres Atsushi? –Murasakibara levanto los hombros y se metió una paleta a la boca
-mmm te ves más feliz
El resto del equipo se golpeo la frente, no podían esperar otra cosa, Murasakibara tenía en tacto de una piedra. Sin embargo fue la reacción de Tatsuya lo que verdaderamente los sorprendió. El cual abrió los ojos e inmediatamente comenzó a reírse sin poder controlarse. Aquello sí que era algo nuevo.
-hahaha bueno, tal vez tienes razón, tal vez si estoy más feliz.
-mmmm me alegro
Murasakibara no dijo mas y regresó con el resto del equipo, que no perdió el tiempo en regañarlo y darle unos cuantos golpes en la cabeza por sus imprudencias. Himuro seguía sonriendo, no esperaba que se le notara tanto, es más, creía que había ocultado muy bien las cosas pero imaginaba que para que Atsushi lo notara, había fracasado rotundamente.
Las vacaciones llegaron más rápido de lo que habían imaginado y cuando le preguntaron sobre su plan, el solo respondió que las pasaría con su hermano en Tokio. Todo el equipo afirmo y cruzaron miradas cómplices, habían sido eso viajecitos a Tokio lo que lo habían cambiado.
Taiga y Kuroko ya lo esperaban en la estación, definitivamente ese par se veía bien junto ahora que se ponía a pensarlo. Realmente el departamento de Taiga le resultaba muy familiar, en los últimos meses había pasado varios fines de semana ahí. Lo que no esperaba era que también Kuroko se quedaría en ese periodo de descanso. Imaginaba que eso sería un poco embarazoso pero ellos lo habían sugerido. Además que podía usar eso como pretexto para escaparse con aquella persona.
Taiga cocinaba la cena, cuando Tetsuya decidió preguntar
-entonces ¿tú y Nijimura-senpai son novios? –Himuro se atraganto un poco con el jugo que estaba tomando y un intenso sonrojo también se hizo presente
-mmm ahora que lo pienso, no lo creo, en ningún momento mencionamos la palabra novio
-¿pero???
-mmm no lo sé, supongo que somos algo como eso, digo… -su voz murió por lo que estaba a punto de decir
-¿se besaron? –el otro sin levantar la vista afirmo
Antes de que aquello continuara, Taiga anuncio que la cena estaba lista y el delicioso aroma los obligó a prestar atención a los alimentos.
Antes de irse a dormir Kuroko le entrego un trozo de papel a Himuro
-por si te interesa
El papel tenía una dirección y un horario, Himuro sonrió, sabía exactamente qué hacer con aquello.
Podía escuchar a la audiencia entrando a la cancha, era la semifinal pero Nijimura se sentía tranquilo, como siempre. Había revisado su celular y sabía que Himuro aun estaba ocupado con la escuela y por eso no creía prudente distraerlo, aunque le hubiera encantado que viera ese partido. Sobre todo porque la última vez que se enfrentaron a aquella universidad los habían vencido por un punto, cosa que no estaba dispuesto a repetir. Regreso su atención a su equipo, era tiempo de concentrarse en ese momento y en ese partido. Después de todo era el capitán y no podía darse el lujo de distraerse.
Tal como lo imaginaba el lugar estaba a reventar, la rivalidad entre ambas universidades tenía su historia y ningún estudiante quería perderse semejante duelo. Nijimura pasó la mirada por el público pero sabía que no había forma que él estuviera ahí. Kyo, uno de sus compañeros de equipo y de cuarto, le dio un golpe amistoso sobre el hombro
-es tu culpa por no invitarlo
-¿aahh??
-hahaha no creas que no lo he notado. Debe de ser alguien sumamente interesante para que lograra mejorar tu humor hahahaha
-cállate
-¡Taiga idiota! ¿que no simplemente puedes conformarte con lo que de digo? Ahora por tu culpa voy tarde.
Llego a la universidad justo a tiempo para ver el lanzamiento de salida. Tal como lo imagino el estadio estaba lleno pero de algún modo logro encontrar un asiento disponible casi hasta delante. En cuanto vio los primeros segundos de juego, se quedo sin palabras. Nijimura era realmente asombroso, en todo momento tenía el control del juego y de su equipo, era un líder nato y no se dejaba abrumar por el ambiente de las gradas. Los gritos de algunas chicas lo sacaron de sus pensamientos
-¡Nijimura es super sexy!
-ya lo creo y escuche que está soltero, hahahaha
-tengo entendido que se está organizando una fiesta para la próxima semana, ¿por qué no lo invitas?
-hahaha y ¿por qué esperar tanto? Yo creo que lo esperare a la salida después del partido, podríamos tener nuestra pequeña fiesta privada, ¿si entienden a lo que me refiero?
Las dos chicas se rieron escandalosamente ante sus propios comentarios. En ese momento la mente de Himuro se nublo un poco mientras regresaba la vista hacia el jugador, también las palabras de Kuroko lo invadieron. Aquella persona era increíble y tenía a cientos de chicas esperando por una oportunidad, era casi imposible lo que parecía que estaba pasando con él. Además ellos dos no eran nada. Apretó los puños tratando de alejar aquellos pensamientos de su cabeza pero entre mas veía jugar a Nijimura mas se preguntaba
-¿en que estabas pensando?
Pero fue el mismo Nijimura que detuvo todo aquel caos… el equipo contrario había pedido un tiempo. Como acto reflejo Shuuzo volvió a pasar la mirada por las gradas, se detuvo en seco a escasos centímetros de la banca sin poder creer lo que veía, Tatsuya estaba ahí. Kyo notó que su compañero se había detenido y también dirigió su mirada en esa dirección
-mira nada mas, parece que después de todo está aquí. Tienes a alguien de tu parte, capitán.
Aun estaba sorprendido pero no se le escapo que algo no estaba del todo bien con Tatsuya. Su mirada se movia nerviosa y se mordía ligeramente el labio. No tardo mucho en notar a las chicas que estaban a su lado, un par de mocosas que seguido lo molestaba. Nijimura rodo los ojos, comprendiendo lo que pasaba. Intensificó la mirada y logró que el otro diera un pequeño brinco e hiciera contacto visual. En cuanto eso sucedió Shuuzo le dedicó una brillante sonrisa.
Himuro se sintió golpeado por aquel gesto, al parecer esa casi imposible posibilidad era toda suya. Inmediatamente sintió las miradas hostiles de las dos chicas, las cuales no había perdido detalle de a quien el capitán dirigía tan encantador gesto. Tatsuya también esbozo una tímida sonrisa.
El partido dio fin con la victoria a favor de Nijimura. El equipo estaba en la final y se esperaba un gran festejo, del cual el capitán declinó la oferta, tenía algo mucho más importante que hacer.
Himuro lo esperaba en una de las bancas a la salida del complejo deportivo. Las mocosas también fisgoneaban por ahí, era tiempo de ponerle un punto final a ese par. Se acercó a Tatsuya, el cual se puso de pie y acorto la distancia en cuanto lo vio. Habían quedado justo en el ángulo visual perfecto. Sin darle oportunidad al menor para que dijera algo, Shuuzo llevo sus manos hasta las mejillas contrarias para acortar aun más la distancia y besarlo largo y lentamente.