En el capítulo anterior de Yu-Gi-Oh!
─Que comience la última fase de esta prueba… ¡Ahhhhh!... ¡Ataque de Magia Oscura!
/
─Felicidades
/
─Nos ganamos nuestras alas ¿ahora a donde vamos amigos?
─Supongo que a esa gran puerta en el cielo.
─Claro
─Todos para uno… ¡Y uno para todos!
Opening
*música*
Youuu Youuu Youuuu
Yuuuu Giiiiiii Ohhhhhh!
*música*
Youuu
Yuuuuu Giiiiiii Ohhhhhhh!
¡Es hora de de de de de de de del duelo!
*música*
Yugi-oh! Monstruos Encapsulados... Hoy presentamos…La Maldición del Dragón
─Primero estuvimos atrapados en un desierto, luego quedamos atrapados en una isla flotante ─enumeró Tristán ─ ¿Y ahora nos arrojan a un basurero prehistórico cubierto de lava? ─se quejó.
En realidad el paisaje no era muy alentador que digamos, parecía una isla desierta arrasada por una erupción volcánica, todo el suelo, montañas y demás a su alrededor era de color negro o rojo y el cielo estaba teñido de oscuro gracias al humo.
Tristán resbaló a la orilla de un acantilado que terminaba en un rio de lava, por fortuna Joey y el abuelo alcanzaron a sujetarlo.
─ ¡Tristan! ─gritó Joey sujetándolo ─ ¿Por qué no pones atención en lugar de quejarte? ─regaño.
─Joey tiene razón obsérvame y haz lo que hago ─dijo el abuelo, pero gracias al resbalón de Tristán el suelo bajo el anciano cedió y este cayo, por fortuna seguía sujeto a Tristán quien seguía sujeto por Joey ─ ayyyyy.
─ ¡Ahhh Auxilio! ─pidió Tristán.
─ ¡Resistan! ─dijo Yami yendo con Yugi a ayudar a Joey a levantarlos.
─ ¡Ayúdenme chicos! ─pidió el rubio.
Finalmente lograron subirlos.
─Ay, necesito unas vacaciones ─murmuró el abuelo recuperándose del susto, de rodillas en el piso.
─Se suponía que estas eran unas vacaciones, no un juego que nos pone en peligro ─ dijo Tea ─quiero salirme ─ se quejó como niña pequeña.
Yami la miró con algo de molestia ─Todos queremos ─le dijo Yugi también molesto con su comentario ─pero la única forma de hacerlo es ganar pasando el resto de las pruebas.
─Sí, así que déjenme está a mí ─dijo Joey de pronto, los tricolores se giraron a mirarlo ─seguro que cerca hay una pista, así que ustedes despreocúpense y dejen que ya maneje esto ─habló el rubio con confianza ─no volveré sin una pista ─aseguró echando a correr.
─Es imposible, si eres un despistado ─le dijo Tristán, pero el rubio ya iba a su rollo.
─Tal vez deberíamos darle el beneficio de la duda ─propuso Tea ─ha tomado decisiones atrevidas desde que lo conocemos y todo siempre salió bien ─argumentó.
─Si, porque siempre evitamos que él intervenga ─refutó el moreno.
─Déjalo en paz ─regañó la castaña ─solo trata de ayudar y lo menos que debemos hacer es agobiarlo; así: ¡Puedes hacerlo Joey, estamos contigo, encuentra esa pista! ─alentó.
─Y cuando lo hagas deja que alguien con cerebro la descifre ─pidió Tristán.
Atrás, Yugi hizo un puchero ante las palabras de Tristán, por esta vez apoyaba a Tea ─recuerden que de no ser por el entusiasmo de Joey nunca abríamos encontrado el pasaje secreto que nos condujo a este mundo para llegar al abuelo ─defendió a su amigo con una sonrisa. Yami asintió antes las certeras y amables palabras de su novio.
─Y tampoco olviden ese mapa ─sumó la castaña ─si no lo hubiera encontrado no hubiéramos sabido a donde ir.
Tristán tuvo que aceptar que tenían razón.
─Son buenos puntos, creo que cada quien tiene un don ¿verdad? ─dijo finalmente el moreno. El abuelo asintió ─eso nos hace un buen equipo.
El abuelo se llevó la mano al mentón ─y como el experto histórico residente supongo que tengo cierto trabajo, por esa razón fue que vine, para averiguar ¿quién creo este mundo y por qué?
Yugi se apartó unos pasos del grupo cuando su abuelo tocó ese preciso tema ─“Yo me he preguntado lo mismo y algo me dice que no nos gustará la respuesta” ─pensó serio con los ojos cerrados, hasta que sintió los cálidos brazos de Yami rodearle.
─Y yo ─respondió al pensamiento de su aibou ─ tengo la extraña sensación del que el secreto reside en el último nivel de este juego ─expresó depositando un disimulado beso en su mejilla, aprovechando que les daban la espalda a los demás, quienes estaban al pendiente del camino que había tomado Joey.
─Pues tenemos mucho que recorrer antes de llegar ahí ─expuso el menor respondiendo al gesto con un tierno roce de mejillas.
No se dieron cuenta de que Tea los miró de reojo.
-o-
─Cada uno de estos retos comenzó con uno de esos estúpidos acertijos y seguro este no es diferente ─se decía Joey mientras avanzaba por el borde de un acantilado que también terminaba en un rio de lava varios metros más abajo ─pero hallarlo es otra historia ─un sonido como el de un ave de caza aproximándose desde atrás lo hizo voltear, encontrándose de frente con un viejo conocido, un dragón.
El Dragón le sobrevoló a pocos centímetros con notable agresividad por lo que Joey corrió a ponerse a cubierto tras unas rocas, el dragón se dio la vuelta y de nuevo pasó a su lado.
─Un momento ¡Es el dragón negro de ojos rojos! ─reconoció, el dragón enseñó sus garras y volvió a rondarlo, Joey derrapó unos metros ante la ráfaga ─después de todo lo que pasamos ¿así es como me tratas? ─le reclamó cual mujer celosa (xD)
El dragón preparo una esfera de energía roja en su boca.
(Dragón Negro de Ojos Rojos: Monstruo Normal. Atributo: Oscuridad. Nivel: 7. Tipo: Dragón. Ataque: 2.400 y Defensa: 2.000 / Descripción = Un dragón feroz con un ataque mortal)
-o-
Aprovechando que el sitio en el que estaban se hallaba varios metros sobre la lava y no estaba tan caliente todos se habían sentado en unas rocas a esperar a Joey.
─Yugi ¿estás seguro de que te sientes bien? ─preguntó de repente Tea, pues Yugi ya llevaba un rato recostado abiertamente contra Yami, quien estaba sentado a su lado muy cerca y mantenía una mano entre la cintura y la espalda baja del menor, aunque esto último no era visible para los demás.
─Por supuesto que sí, no se preocupen más por eso, ambos estamos bien ¿verdad? ─corroboró con su yami dándole una bella sonrisa.
Yami asintió regresándole una amable y pequeña sonrisa ladeada.
Luego de eso Yugi giró la vista llevándose una mano al mentón pon pose pensativa. Yami le miró curioso.
─ ¿Qué es lo que perturba tu mente mi aibou? ─consultó con cariño al oído en un susurro que nadie más escucho.
Yugi sufrió un pequeño escalofrío al sentir el aliento de Yami acariciarle la zona ─Bueno… solo pensaba en ese extraño sujeto enmascarado que no deja de aparecer ─le respondió en el mismo tono.
Mini Flash Back
─Si pruebas ser un verdadero Rey el poder que mereces será tuyo ─ el hombre empezó a caminar alejándose.
─ ¡Pero no quiero ningún poder! ─rebatió Yami.
─Hay quienes lo quieren y debes reclamar este poder antes que ellos ─sentenció antes de desaparecer entre las sombras.
Fin de mini Flash Back
─Si lo que dijo es cierto, significa que hay otras personas jugando también este juego ─razonó.
─Tienes razón amor ─Yugi se sonrojó levemente ¿desde cuándo su yami era tan cariñoso y expresivo? No que le molestara, claro ─ y la pregunta es ¿dónde están?
─Este lugar es tan grande que creo que pueden estar en cualquier lado… esperemos que quien quiera que sea no vaya ganando ─planteó recordando la advertencia del enmascarado, si quería que Yami reclamara ese poder era porque los otros jugadores eran ‘gente mala’
─Oigan chicos ─la voz de Tea los sacó de su íntima charla ─miren ─señaló en diagonal al otro lado del acantilado que estaba cruzando el rio de lava, allí había un pequeño pedestal de pierda donde reposaba un pergamino enrollado ─ ¿no se les hace familiar?
─Esa debe ser nuestra siguiente pista ─dijo Yugi.
─Lástima que está del otro lado de la lava ─detalló Tristán.
Yugi se levantó y tomó una de sus capsulas ─eso no es un problema, déjenmelo a mí ─dijo guiñando un ojo, Yami le veía con una pequeña sonrisa, Yugi cargo su brazal y disparó ─Lanza capsula, fuego. Ven aquí Kuriboh ─el pequeño monstruo café revoloteó animadamente alrededor del tricolor menor hasta que este lo tomó en brazos ─oye amiguito ¿me harías el favor de ir por eso? ─pidió amablemente señalando el pergamino, Kuriboh ronroneó en asentimiento y Yugi lo soltó.
El pequeño demonio voló al otro lado de la lava, tomó el papel con sus patitas delanteras y regresó al lado de los tricolores, Yugi había regresado a su posición al lado de Yami, ambos ya de pie. Kuriboh le entregó el pergamino.
─Que rápido, muchas gracias ─aduló Yugi acariciándole la cabeza, Kuriboh ronroneó feliz ante las palabras de Yugi y se posó en el hombro contrario a donde estaba el faraón, acariciando la mejilla de su amo, Yugi rio por las cosquillas que el pelaje de la criatura le causaba mientras Yami desenrollaba el pergamino, el abuelo también se le acercó para leerlo.
El anciano carraspeó ─Para ganar el premio de este deseo encuentren el monte que arroja fuego… ─
─La espada del caos debéis liberar para que la paz pueda reinar ─concluyó Yami.
─No creo que tengamos que buscar muy lejos ese monte que arroja fuego ─sentenció Yugi mirando a su derecha el gran volcán que se alzaba a poca distancia ─creo que todo apunta a ese volcán que escupe lava.
Si bien el volcán no estaba en plena erupción una densa hilera de humo negro emanaba de su boca y pequeños riachuelos de magma se escapaban de él.
─Si ¿pero qué dices del resto? ─intervino el abuelo ─lo de la espada del caos ¿será algún cuchillo? ¿Y cuando la hallemos cómo se supones que la liberaremos?
─Pueeeees, podemos quedarnos aquí todo el día preguntándonos ¿qué significa? O podemos escalar esa cosa y verlo en persona ─planteó Tristán. Yami, de brazos cruzados, asintió a sus palabras.
-o-
Joey corría agitadamente teniendo al dragón negro de ojos rojos siguiéndole el paso, de un fuerte aletazo Joey regresó al piso como por décima vez. Cuando lo vio dar un giro tomó de su cinturón una capsula empuñándola en su mano ─tú lo quieres ─cerró los ojos sintiendo algo que lo frenaba de cargar su brazal ─no puedo ¡No me hagan hacer algo que no deseo! ─gritó en suplica, aquel dragón era su fiel compañero en las batallas, no tenía corazón para enfrentarlo y hacerle daño.
El dragón de ojos rojos volvió a volar a su lado, levantando una fuerte ráfaga pero, de nuevo, sin tocar directamente a Joey ─Que raro ─notó algo ─él tampoco quiere atacar ─se dio cuenta de que en todo el rato su dragón solo volaba a su lado y le lanzaba ráfagas de aire, pero nunca le conectó un ataque.
-o-
─Me encanta que Joey desaparezca convenientemente cuando debemos que escalar el monte Santa Helena* ─se quejó Tristán entre gruñidos mientras todos subían por el volcán.
─Escala más y quéjate menos ─regañó Tea ─ ¿No aprendiste la lección anterior? ─refirió su resbalón anterior mientras subía otro poco pensando en la excelente idea que había sido ir con botas y no sandalias o esas zapatillas de suelas de plástico.
─Una persona no se resbala a un pozo de lava dos veces en un mismo día ─rebatió el moreno con una sonrisa confiada, pero, como ya era acostumbrado, el karma hizo su efecto diciéndole que había hablado demasiado pronto cuando la piedra de la que se afirmó para seguir subiendo se soltó ─ ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ─gritó en caída libre.
─ ¡Tristán no! ─gritó Yami que estaba haciendo la escalada por él y su aibou quien se quedó como espíritu abrazándose a su espalda y dándole besos en las mejillas de vez en cuando a modo de ánimo. Kuriboh ya había regresado a la capsula.
Afortunadamente Tristán logró aferrarse a una capsula que estaba salida del muro del volcán con una mano, colgando a solo unos pocos metros del magma líquido, incluso sentía el calor asarle los pies.
─Demonios, estuve cerca ¡Ahhhhhhhhhhhh!─pero entonces la capsula empezó a brillar y también se desprendió, volviendo a caer el chico, para fortuna suya el monstruo que había librado era una especie de dragón verde en el cual pudo montar y escapar del ardiente abrazo de la lava.
(Dragón de Trueno: Monstruo de Efecto. Atributo: Luz. Nivel: 5. Tipo: Trueno. Ataque: 1.600 y Defensa: 1.500 / Descripción = Descara esta carta de tu mano para añadir hasta 2 carta de ‘Dragón Trueno’ de tu Deck a tu mano. Luego baraja tu Deck) (N/A: en lo personal me parece una buena carta siempre que tengas los otros dos dragones en tu baraja y la polimerización en tu mano para convocar al ‘Dragón de Trueno de Cabezas Gemelas)
─Wooooaaaa ─el dragón se elevó hasta estar a la par de los demás.
─Tristán estas bien ─dijo la chica con alivio ─y estas sentado en un dragón.
─Jejeje ─rio nervioso el moreno ─pues, pensándolo bien ¿para qué esforzarme si puedo llegar con estilo? ─levantó el pulgar, apenas creyéndose la suerte que tuvo.
─Eso es una gran idea ─dijo Yugi retomando su forma corpórea, al lado de donde Yami estaba firmemente parado ─no tenemos por qué escalar esta cosa ─dijo al abuelo y a Tea sabiendo que su yami ya captaba su pensamiento.
─Ahhh, creo que sé a dónde quieres llegar Yugi ─dijo Tea con una sonrisa.
Yugi asintió ─entonces adelante ─dijo Yami tomando una capsula de su cinturón.
─Lanza capsula ─cargó Tea la capsula de la bruja oscura, mientras el abuelo subía al dragón de Tristán ─los veré en la cima chicos ─dijo Tea en cuanto su monstruo la tomó en brazos para volar hasta la cima del volcán.
─Muy bien, Lanza capsula ─le imitó Yami ─Mago Oscuro, activa la armadura de duelo ─Yami se fusionó de nuevo con su criatura, y una vez más las mejillas de Yugi ganaron un suave tono rojizo al ver a su pareja con ese traje. Sin decir nada Yami tomó a Yugi en brazos al estilo nupcial logrando ruborizarlo aún más ─en marcha ─ya con pleno dominio de su traje Yami los elevó a ambos para subir. Yugi, apenado ocultó su rostro en el pecho de su pareja ─ ¿qué pasa, aibou? ─preguntó divertido al notarlo.
─Calla ─murmuró. Yami solo rio divertido ante el nerviosismo de su novio.
─Oigan ¿es lo que creo que es? ─preguntó la chica a medida que se iban acercando.
El volcán lanzó una breve pero poderosa erupción antes de dejar ver a un costado de su boca una reluciente espada de mango negro con un rubí incrustado.
─Si crees lo que yo creo pues, creo que sí ─le respondió el moreno.
─ ¿Me quieren decir que es? ─pidió el abuelo asomándose a un lado de Tristán ─es que ya no veo muy bien ─se excusó.
─Tal parece que es una espada, metida en ese volcán ─le respondió Yami ─talvez se trate de la que menciono el acertijo, la espada del caos.
─Y de acuerdo al acertijo debemos liberarla para que haya paz ¿cierto? El caos debe referirse a la lava fundida que fluye desde esa monstruosidad ─habló Solomon.
─Ósea que si logramos descubrir la manera de quitar esa espada el volcán dejará de hacer erupción ─planteó la castaña.
─Si y pasamos la prueba ─corroboró Tristán. Finalmente los cuatro aterrizaron, Yami miró divertido como el leve sonrojo se esforzaba por no dejar las mejillas de su compañero por lo que este, al bajar de los brazos de Yami agitó la cabeza para aclararse un poco.
─/No era necesario que me cargaras, perfectamente pude haber esperado en el rompecabezas /─dijo el menor aun apenado.
─/Lo sé koi, pero preferí hacerlo/
─dejémoselo a la suerte a ver quién va a la cima.
─Tristán, todos iremos ─impuso Tea.
─No, algo me dice que esto es muy peligroso y como yo tengo la armadura, yo iré.
─Querrás decir nosotros iremos ─remarcó Yugi las últimas dos palabras cruzado de brazos, mirando a su pareja serio.
Yami pensó en objetar, pero conocía a su aibou, no le daría pie a ellos, además ¿para qué engañarse? Teniendo a Yugi cerca se sentía mejor, le dio una sonrisa a su novio en aceptación, en respuesta Yugi relajó la postura dándole una dulce sonrisa.
─De acuerdo aibou ─le dijo con cariño ─espérenos aquí ─el resto asintió.
Los tricolores se acercaron al pequeño tramo que faltaba por escalar hasta la espada cuando un sorpresivo ataque les llegó desde arriba, una bola de fuego al rojo vivo cayó justo a sus pies. Demostrando grandes reflejos Yami envolvió a Yugi en sus brazos para dar un salto hacia atrás evitando el golpe.
Una vez estables dirigieron su vista al lugar del que provino el golpe, sus ojos y bocas se abrieron al máximo al reconocerlo.
─Yugi… ¿e-es quién creo que es? ─quiso confirmar Yami al no creerse lo que sus ojos veían.
─Cre-creo que sí ─alcanzó a responder el menor sumamente atónito de la impresión.
En la cima del volcán, un joven rubio con una impresionante armadura negra y un largo báculo del mismo color cuya cima era una imponente hacha, se alzaba con porte imponente y arrogante.
─ Joey... ¿Qué te pasó? ─preguntó el faraón.
Una siniestra risa fue su primera respuesta ─No te hagas el tonto, lo mismo que te pasó a ti ─dijo recordando como hace apenas unos segundos, cuando se vio obligado a aferrarse al lomo del dragón negro de ojos rojos, este pareció fusionarse con él… aunque de una forma algo agresiva ─me combiné con mi monstruo favorito ─expuso al fin ─Y ahora que tengo más poder, creo que terminaré este juego sin ustedes, tontos.
─ ¿Ah sí? ─le gritó Tristán.
─Tranquilízate ─le paró el abuelo ─el que habla no es Joey, debe estar bajo el control de una fuerza maligna.
─Otra vez no ─se quejó la castaña recordando el control mental que Marik había ejercido sobre Joey durante ciudad batallas para hacerlo pelear contra Yugi (N/A: ehhhh! Que a ti también te controlaron, zotonta! ¬¬*)
─El abuelo tiene razón ─tembló levemente Yugi, aún entre los brazos de Yami ─ese no es el Joey que conocemos… Yami mira sus ojos ─le murmuró con preocupación, empuñando una mano contra el pecho de su par donde se refugió al sentir la peculiar energía turbia que rodeaba a su amigo.
El pequeño había notado un buen punto, los ojos de Joey, habitualmente ámbares, ahora estaban opacados por un perturbarte tono carmesí.
─Es verdad ¡Joey debes reaccionar! ─le gritó Yami.
─Están celosos porque soy más fuerte ¡Y ahora se los probaré! ─declaró confiado generando una nueva bola de fuego que lanzó directo a Tea, Tristán y el abuelo.
─ ¡No!
─ ¿Por qué no te preocupas mejor por ustedes para variar? ─lanzó un nuevo ataque a los tricolores.
─ ¡Joey no sabes lo que haces! ─intentó hacerlo entrar en razón antes de esquivar de nuevo el ataque con Yugi en brazos ─aibou regresa al rompecabezas, no quiero que Joey te haga daño.
Yugi lo miró con preocupación pero asintió, le dio un amoroso beso en la mejilla ─ten mucho cuidado Yami ─y sin más regresó al interior del articulo milenario, siempre al pendiente de lo que pasara.
─ ¿Qué pasa? ¿Por qué no dejas que el niño se una a la diversión? ─dijo el rubio cínicamente disparando de nuevo su ataque, esta vez dándole al tricolor y sin darle tiempo ni a respirar emprendió vuelo embistiéndolo ─debes dejarlo que crezca y se defienda solito, ya no es un bebe ─se rio de forma siniestra.
─ ¡Joey tienes que detenerte! Escúchame tu mente está siendo dominada.
Sin hacerle ni una pizca de caso Joey lanzo una serie de golpes a Yami, quien se defendía como podía sin querer hacerle daño al rubio.
─/No podemos luchar contra Joey /
─Realmente no tenemos otra opción Yugi ─ “Lo siente amor, pero tengo que hacerlo”
Tomando impulso para separarse de Joey, Yami lanzo su ataque: tres esferas de energía, ninguna dio en el rubio, pero le sirvió para imponer distancia.
─Con que eso es lo que quieres ¡Grave error! ─Joey arremetió nuevamente contra Yami, el faraón ágilmente lo esquivó y una persecución aérea comenzó entre los dos chicos.
─ ¡Joey! ¡Sé qué estas hay! ─intentó ayudarlo.
─Admítelo, el Joey que concias ya no existe.
─/ No es verdad /─ reclamó Yugi, aun en el rompecabezas, empuñó sus manos mientras dos pequeñas gotas de agua salada bajaron de sus ojos.
─/ No llores amor, traeremos a nuestro amigo de vuelta /─le consoló Yami.
-o- Mientras tanto en la mente de Joey -o-
─ ¿Eh? ¡Aguarda! ¿Qué estoy haciendo? ─se cuestionaba un confuso Joey ─algo pasó cuando me fusioné con ojos rojos y ahora no puedo controlarme, tengo que liberarme… ¡Yugi! ¡Yami! No quiero luchar contra ustedes, estoy atrapado en esta armadura y parece tener mente propia ─gritaba Joey, intentando que su voz llegara a sus amigos… inútilmente.
-o-
Afuera, la persecución continuaba, Joey le pisaba los talones a Yami mientras este trataba de encontrar una solución a toda esta alocada situación.
De vuelta con Tea, Tristán y el abuelo, la chica se erguía a duras penas luego de haber recibido el impacto de la energía oscura, rápidamente notó que la mentada “espada del caos” parecía estar hundiéndose más y más en la tierra.
─ ¡Miren, la espada! ─gritó la castaña.
─ ¿Huh? ─emitió Tristán, también recobrando el sentido ─eso no está bien, se está hundiendo aún más ─resaltó el moreno.
─ ¡Ah no! No hay tiempo que perder ─sentenció el abuelo ─alguien debe sacar esa espada ahora mismo.
─Creo que Yugi está ocupado ─murmuró Tristán.
─Pues no tenemos otra opción más que sacarla nosotros mismos ─dictaminó el anciano frunciendo el ceño en determinación.
─Deséenme suerte ─Tristán se levantó y corrió hacia la espada, pero de la nada Joey se interpuso en su camino.
─Parece que tenemos otro héroe ─se burló el rubio. Con un movimiento del hacha en la punta de su báculo, Joey creó una ráfaga de aire que empujó al moreno que gritó.
─ ¡Tristán! ─gritó Tea preocupada.
─Eso es por todos los ataques que me has lanzado ─determinó Joey, viendo al moreno tumbado en el piso.
Tea y Solomon fueron rápidamente a su lado, ayudándolo a sentarse.
─No te muevas ─dijo el anciano.
─ ¿Estas bien? ─preguntó la castaña.
Tristán asintió ─eso creo ─los tres dirigieron su vista al cielo donde Joey y Yami nuevamente se enfrascaban en su batalla ─Tea, si no sacamos esa espada ahora nunca pasaremos esta prueba ─dijo serio, pues el arma seguía hundiéndose.
Los tres aprovecharon que el faraón mantenía ocupado a su poseso amigo y corrieron hacia la espada de mango oscuro, entre los tres intentaron sacarla pero no hubo caso, estaba más enterrada que la Excálibur* pero esta seguía hundiéndose.
─Esta… atorada ─dijo Tristán en un gruñido por la fuerza que ejercía.
─Muajaja ─con una risa maligna Joey lanzó nuevamente otra ráfaga de aire para apartarlos.
─ ¡Abuelo, Tristán, Tea! ─gritaron los tricolores a la vez.
Los ya mencionados había caído de nuevo por el pequeño barranco que los separaba de la espada ─es hora de cambiar de estrategia ─dijo el abuelo.
─a-aahhh ¿qué se refiere abuelo? ─preguntó el moreno.
─Joey es muy fuerte.
─ ¿Y eso qué?
─Debemos derribarlo ─sentenció el abuelo.
Tea y Tristán se mostraron impactados, poseído o no ese seguía siendo Joey, su amigo.
Arriba, la batalla aérea continuaba con el choque de los báculos de ambos chicos.
─La única forma de tener esa espada… es quitando a Joey del medio ─determinó poniéndose de pie ─ ¿Listos? ─frunció el ceño.
Yami hacia lo posible por no lastimar a Joey, pero debía encontrar una solución pronto o sus energías iban a agotársele.
─para este trabajo necesito su ayuda, debemos atacarlo los tres al mismo tiempo ─expuso su estrategia.
─ ¿Es en serio? ─cuestionó Tristán.
─Saldrá herido (N/A: quien esté viendo/escuchando el cap al mismo tiempo, por favor, reparé en el tono de Tea… ¡Me enerva porque suena como si no le importara! Encima con la cara que tiene ¡Buf! >=C)
─Tal vez ─fue sincero, los dos adolescentes se levantaron ─es un riesgo que debemos tomar ─resaltó.
─Muy bien ¡adelante! ─aceptó el moreno.
─ ¡Lanza Capsula! ─gritaron ambos castaños al mismo tiempo.
─Sal Rayo Fugaz y Dragón del Trueno.
─Llamo a mi Bruja Oscura.
─Muy bien, no le disparen a Joey hasta tenerlo en la mira ─indicó Solomon.
─No sé si saldremos de esta chicos ─planteó Tea ─digo, si vencemos a Joey puede quedarse atrapado aquí para siempre ─dijo, viendo como Yami y Joey seguían su batalla.
─ ¿Y qué? ¿Nos quedamos sentados y no hacemos nada? ─ironizó el abuelo ─Así nunca completaremos este reto y nos quedaremos aquí para siempre. Sé que es difícil pero es la única opción nos queda.
.
─ /Joey, sé que el verdadero tu está atrapado, te prometo que hallaremos la forma de liberarte/ ─pensaba Yugi con las manos entrelazadas a la altura de su pecho, pensando desesperadamente en una forma de terminar con todo de una vez, tanto él como Yami se estaban agotando... una idea se le ocurrió, podría no funcionar pero debían intentarlo ─ / ¡Yami! /
El faraón solo asintió, había captado el pensamiento de su pequeño, tampoco sabía si iba a funcionar pero era lo mejor que tenían.
Desde lados opuestos, ambos embistieron al contrario, hubo un choque, el báculo de Yami y el de Joey, los ojos de ambos se encontraron. En la frente de Yami, el ojo de Horus brilló y el tricolor estiró su mano libre para tocar la cabeza del rubio.
Gracias a los poderes del rompecabezas que Yami utilizó, las mentes de Yugi y Joey lograron conectarse por escasos segundos.
-o-
Yugi se hallaba flotando en un espacio negro ─ ¡Yugi, tienes que ayudarme amigo! ─escuchaba la voz de Joey, pero no alcanzaba a ver nada entre tanta negrura.
─Sí pero ¿Cómo? ─cuestionó ─ ¿Qué sucede? ─habló más alto.
De la nada, la imagen del rosto de Joey apareció frente a él ─Algo andaba mal con la mente del dragón ─explicó ─así que cuando nos fusionamos él me infectó.
─Espera ─habló Yugi tratando de entender la situación, Joey también veía su rostro ─entonces ¿tengo que romper el hechizo que controlaba al Dragón Negro de Ojos Rojos?
─ ¡Así es! Y ¿Quieres saber cómo? ¡Destrúyelo! ─los ojos de Yugi se abrieron como platos ante la petición de su amigo… eso no, eso conllevaría a… ─Es la única forma.
─Pero… Joey, también te destruiría a ti.
─Lo sé amigo, pero no tienes otra opción ─Joey sabía lo noble que era Yugi y que le costaría aceptar esas palabras… pero desde donde lo veía él, era la única oportunidad ─si no lo haces el juego terminará.
-o-
Justo en ese instante Yami se vio forzado a separarse de Joey. La espada seguía hundiéndose.
─Debemos sacar esa espada antes de que se hunda en el volcán ─dijo Tristán.
─No mientras yo la proteja Tristán ─declaró el rubio, interponiéndose entre ellos y el arma.
─Es ahora o nunca prepárense para atacar ─dijo el moreno en un murmullo.
─ ¡aguarda! ─Tea calló de rodillas ─no puedo hacerlo, debe haber otra forma ─no podían hacerle eso a Joey.
Yami se posicionó tras ellos, justo frente a Joey ─Yo lo haré ─dijo con su típico porte serio e inexpresivo.
─Pero… ─murmuró la chica.
─Yu… Yami ¿estás seguro de seguir con esto?
La mano empuñada de Yami temblaba, en el interior del rompecabezas Yugi lloraba desesperado por pensar en otra solución, a Yami le dolía escuchar y sentir así a su niño pero… ─es el único modo.
─No me hagas reír, no tienes el valor majestad ─dijo burlón el rubio.
─ / ¡Deja de provocarlo! /─gritó Yugi para sí, lágrimas bajaban por sus mejillas, esto no podía ser.
Yami se forzó a ignorar el pálpito en su pecho que rogaba por responder al lastimero llamado que el alma de su compañero estaba emitiendo. Hizo unos movimientos con su báculo y se pusoen posición de batalla, clara invitación a Joey para que terminaran con todo de una buena vez.
─ ¿Quieres ver buenos movimientos? ¡Observa!
─Ah no, eso no, ya se acabó amigo ─se escuchó la voz normal del rubio.
‘Joey’ miró hacia los lados ─ ¿Quién esa ahí? ¿Por qué no puedo mover mis brazos? ─se quejaba el de oscura armadura.
Mientras, el Joey original intentaba retomar el control de su cuerpo, apresando al otro, procurando limitar su movimiento.
─ ¿No te enseñó tu mamá a no lavarles el cerebro a las personas? ─ni en momentos como este Joey dejaba de lado su característico humor.
─Grrrr ¡ya suéltame! ─gruñó el de ojos rojizos.
─ ¡Yugi, hazlo ahora!
─/ ¡Noooo! /
─ ¡Ataque de Magia Oscura! ─sin otro remedio, Yami lanzó su ataque, expulsando así al dragón-ojos rojos del cuerpo de Joey.
El rubio, ya libre, calló al suelo agotado.
─ ¿Estas bien amigo? ─llamó Tristán corriendo a su lado.
Yugi ni bien esperó a que Yami aterrizara, materializándose, de un saltó se colocó al lado del rubio y se arrodilló para asistirlo, no le dirigió ni una palabra, ni una mirada a su novio.
─ ¡Joey! ─gritó el menor ahogando un sollozo.
Con temor, Tristán colocó dos dedos en el cuello del caído ─está vivo ─decretó con alivio ─si funcionó.
Yugi soltó un profundo suspiro, relajando los hombros. Yami se acercó a ponerle las manos en los hombros pero no consiguió respuesta alguna del chico.
─ ¿Ya es él? ─preguntó Tea, también aliviada.
─ ¡aguarden! ─gritó el abuelo ─todavía no es hora de celebrar ─dijo mirando hacia la cima del volcán ─ ¡fallamos, la espada se está hundiendo!
─No puede ser ─se quejó Tristán.
─ ¿La prueba terminó? ─preguntó la chica con temor.
─Salvamos a Joey, pero se terminó el tiempo ─dijo Yami, apretando ligeramente sus manos, aun en los hombros de Yugi, el menor llevó sus manos sobre las de su novio.
El volcán escupió humo.
─Ahora nunca volveremos a casa ─se lamentó la castaña.
De entre el denso humo, una figura negra se acercó.
─ ¡Es el Dragón Negro de Ojos Rojos! ─dijo Yami poniéndose frente a Yugi en posición de defensa ─Aun está vivo.
El monstruo oscuro generó su esfera de energía negra y roja en su boca, lanzándola hacia todos.
Haciendo girar su báculo, Yami conjuró un hechizo para devolverle el ataque ─Ahora Cilindró Mágico ¡desvía su ataque!
(Cilindro Mágico: Carta de Trampa. Atributo: Trampa. Duración: en uso. Velocidad: Spell Speed 2. / Descripción = Niega el ataque de 1 monstruo de tu adversario e inflige daño a los Life Points de tu adversario igual al ATK del monstruo atacante)
El movimiento le regresó al dragón su propio ataque, haciéndolo caer a tierra.
Joey se levantó a duras penas ─Es hora de acabar con esto ─determinó, acercándose tambaleante y lentamente a su monstruo.
─ ¡Aguarda, Joey! ─le gritó el abuelo.
─ ¿Qué estás haciendo? ─cuestionó Tristán ¿acaso Joey se había vuelto loco?
Yugi no dijo nada, tenía una vaga idea de lo que Joey tenía en mente, simplemente se puso de pie y fue al lado de Yami.
Joey les ignoró y llegó hasta la criatura derribada, subiéndose en su lomo ─Aun no hemos fallado ─declaró.
─No lo entiendo, la espada ya no está ─declaró Yami, Yugi le puso una mano en el brazo.
─No, no exactamente ─el dragón empezó a agitar su cabeza cuando Joey montó en él, empezó a rugir.
─ ¡Miren! ─Joey jalaba una espada, que estaba enterrada entre las placas del cuello del dragón.
─Esa es… otra espada ─dijo Yami asombrado, viendo el diseño diferente del arma, en la punta de su mango tenía una calavera gris cuya boca alberga una especie de perla rojiza, el resto del mango era negro.
─Grrr ahh ─gruñia Joey por el esfuerzo, apenas logró sacarla un poco energía oscura emanó del arma y lo rodeó ─ ¡Ojos Rojos, te salvaré! ─el dragón gruñía de dolor.
─Así que esa debe ser… la verdadera espada del caos ─dijo Yugi.
Entre gritos, Joey finalmente logró sacar -épicamente- la espada del cuerpo del dragón. Más energía oscura fue liberada.
─Yami ─le murmuró Yugi sin dejar de ver a Joey, soltando el brazo de su novio.
El faraón asintió, comprendiendo a su compañero─ ¡Joey, esa espada es la fuente de la maldición! ─el rubio la lanzó hacia arriba ─Aun podemos pasar la prueba ─declaró Yami ─la espada del caos debe ser destruida ¡Ataque de Magia Oscura! ─la luz que emanó de su báculo dio fin a la siniestra arma.
En el cuello de Tea, el medallón brilló: anunciando que otro de los triángulos había cambiado de color… anunciado que había superado la prueba.
─Miren, pasamos el tercer desafío ─informó la chica.
─ ¿Pero cómo? ─consultó le moreno.
─No estoy segura.
─En realidad es simple ─habló Yugi, ya en calma atrayendo la mirada de todos ─la espada en el volcán era un señuelo ─informó mientras él y Yami ayudaban a Joey a mantenerse en pie.
─La verdadera espada del caos estaba en el Dragón Negro de Ojos Rojos de Joey ─como ya era habitual, Yami complementó las palabras de Yugi.
─El reto era retirar la espada y el hechizo que causaba ─siguió Yugi.
─Y gracias al valor de Joey pudimos salvar al Dragón de Ojos Rojos y restaurar la paz otra vez ─concluyó el faraón consiguiendo el asentimiento de su novio… a veces daba miedo ver como terminaban la oración del otro a la perfección.
─Si hubieran estado en mis zapatos habrían hecho lo mismo ─opinó con modestia el exhausto rubio.
─Pues no estábamos ─dijo con alivio el abuelo.
─Tu, sí ─Tristán le hizo un gesto con la mano.
─Bien hecho ─felicitó la chica.
Joey se soltó de Yami, apoyándose únicamente en Yugi ─por favor no fue nada ─dijo sonriéndoles a los tricolores antes de apartarse también de Yugi para volverse hacia su monstruo ─y tampoco sin tu ayuda Ojos Rojos.
El imponente dragón -ahora caído y tan agotado como su dueño- movió dócilmente la cabeza ante las palabras de Joey; el rubio, con pequeñas lágrimas en los bordes de sus ojos se acercó para abrazar cariñosamente la cabeza de su compañero ─ahora a descansar ─con una suave caricia en su hocico, el dragón se convirtió en luz y tomó su forma de capsula, quedando en las manos de Joey ─me da gusto que estemos de nuevo juntos, amigo ─le habló dulcemente a la capsula dorada en sus manos ─y ahora tenemos que acabar con el siguiente reto ─con un bostezo, Joey calló de rodillas ─pero antes a dormir ─balbuceó antes de cerrar los ojos.
Yugi también soltó un disimulado bostezo.
─ ¡Joey! ─llamó Tristán ─ah, genial ¿ósea que ahora tengo que cargar a la bella durmiente de reto en reto? ─se quejó.
Yami deshizo la fusión por fin y de la nada ambos tricolores se dejaron caer sentados al suelo, fatigados y respirando agitadamente.
─Chicos ¿están bien? ─Tea se inclinó en medio de ambos.
Yugi -inintencionadamente- la ignoró, moviéndose los centímetros que lo separaban de Yami, mirándolo con preocupación.
─ ¿Yami? ─murmuró casi angustiado.
El faraón abrió los ojos que había cerrado momentáneamente y miró a todos a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en Yugi ─ahh, voy a estar bien ─tranquilizó.
Yugi le sonrió a medias ─estaremos bien, descuiden ─dijo en voz alta para todos. Yami se levantó y le ofreció una mano a Yugi, quien la aceptó poniéndose en pie, recargándose levemente en su pareja.
─Pues vayamos a la siguiente fase, llevamos tres retos y nos faltan dos.
─ ¡Andando! ─afirmaron los tricolores con una sonrisa pero sin mucho ánimo, realmente estaban cansados. A pesar de haber descansado un poco antes de la prueba pasada, el desgate continuo de energía les era muy pesado.
Tristán tomó a Joey en su espalda y todos caminaron hacia un costado donde una gran roca empezaba a brillar. Cuando estuvieron frente a ella, esta empezó a deslizarse a un costado por sí sola, dejando un pasadizo al descubierto... brillante ¿cómo no?
─Creo que esa es la salida ─dijo el tricolor menor.
─Uyy ¿por qué lo dices Yugi? ¿Por la roca corrediza o por la puerta brillante? ─jugó Tea.
─Tal vez nuestra siguiente prueba sea en el espacio exterior ─fantaseó Tristán, Yugi volteó a verlo, la idea hasta le pareció emocionante, no había caído en cuenta que -viéndolo positivamente- esté ‘juego’ les estaba dando la oportunidad de conocer muchos lugares diferentes ─gracias al peso muerto en mi espalda, en este momento no soy muy partidario de la gravedad.
El pobre Joey dormía como un tronco en las espaldas de Tristán ─yo quiero 6 chocolates glaseados y 3 de crema bostoniana ─balbuceaba Joey dormido ─ ¿Cuánto es?... Póngalo en mi cuenta amigo.
Tristán lo miro con incredulidad, los demás rieron del rubio.
─Corramos al portal ─avanzó Tea con emoción.
─ ¡Oye! Hay quienes llevamos equipaje ─se quejó el moreno.
-o- En algún lugar… quien sabe dónde -o-
─Lo que dicen de ti es cierto, faraón ─reflexionaba el extraño enmascarado, guía de nuestros afamados jugadores ─eres tan leal como valiente. Si existe alguien que pueda concluir estas cinco pruebas y finalmente liberar mi espíritu ese, eres tú ─el del casco gladiador se retiró la máscara que cubría la mitad de su rostro, rebelando algunos mechones rubios de su cabello.
… Continuará xD