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YGO Monstruos Encapsulados -versión Puzzle por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.
Ni 4Kids ni Kazuki Takahashi me pagan por patrocinar ‘Monstruos Encapsulados’


Link del cap http://animeseries26.blogspot.com.co/2012/05/yugioh-monstruos-encapsulados-12.html

 

Opening
*música*
Youuu Youuu Youuuu
Yuuuu Giiiiiii  Ohhhhhh!
*música*
Youuu
Yuuuuu Giiiiiii Ohhhhhhh!
¡Es hora de de de de de de de del duelo!
*música*
Yugi-oh! Monstruos Encapsulados... Hoy presentamos… El Verdadero Rey –parte 2

─Baja y enfréntame cara a cara ─continuó ─si quieres ese precioso poder ¡prueba que lo mereces y derrótame! ─insistió, mirándolo con una sonrisa altiva.

─ ¿Eso no es… un poco peligroso? ─murmuró Tea.

─Por el contrario, Yami quiere hacerle perder el control ─informó Yugi en voz baja ─entre más se altere menos será capaz de razonar bien las cosas y terminará cayendo en el error de la impulsividad ─explicó confiado.

─Hey, Alexander, parece que ya no eres tan listo ¿no es cierto? ─se burló Joey, siguiéndole la corriente a Yami.

─Al contrario mi joven amigo. Tal vez hayan destruido a mi Demonio de Siete brazos, sin embargo mis confiables sirvientes han regresado y han traído de vuelta a sus monstruos encapsulados ─declaró el rubio. Y tal como dijo, los monstruos de su guardia real habían re-aparecido tras acabar con el monstruo de 7 brazos ─y debo recordarles que aún sigo con el monstruo más poderoso del campo: Reshef el ente oscuro.

(Reshef, el ente oscuro: Monstruo de Ritual. Atributo: Luz. Nivel: 8. Tipo: Demonio. Ataque: 2.500 y Defensa: 1.500  / Descripción = Este monstruo sólo puede ser Invocado mediante una Invocación de Ritual con la Carta Mágica de Ritual "Ritual Final de los Ancianos". Descarta 1 Carta Mágica de tu mano. Toma el control de 1 monstruo en el Campo de tu adversario hasta la End Phase. Sólo puedes usar este efecto una vez por turno)*

─Ahora mis escuderos es hora de probar su lealtad hacia mí ¡Destruyan a esos amateurs y terminen con este juego! ─ordenó con un gruñido.

─En nombre del rey Alexandros, ve Pegaso Aladefuego ─mandó el anciano ─el caballo azulado con llamas lanzó su fuego al Excavador Aplastador de Tristán, acabándolo y haciendo a este gritar.

─Espada Garma, ataca ─mandó un muchacho. La criatura con múltiples espadas golpeó rápida y certeramente a la Bruja Oscura, destruyéndola y provocando que Tea se abrazara a si misma por el dolor.

¡Tristán, Tea! ─gritaron los tricolores, preocupados por sus amigos.

Sin esperar más, Joey montó a su dragón negro ─ ¡Te enseñaré a no meterte con mis amigos! ─Ojos Rojos lanzó su fuego infernal a Reshef, pero el Reflector se puso en medio, devolviéndole el ataque que le rozó cerca del ala.

─ ¡Joey! ─gritó Yugi.

─ ¡Muajajaja! ¿Ya fue suficiente castigo? ¿O aún creen que pueden ganar? ─se burló cínico, Alexander ─Adelante, atáquenme de nuevo para que pueda exterminarlos y reclamar lo que es mío.

Yami no perdía la compostura ─Que fácil decirlo desde esa distancia ─lo señaló con su espada ─ ¡únete a nosotros y demuestra que tan peligroso eres ─siguió azorándolo.

Alexander solo soltó su risa.

Yugi frunció el ceño ─ / ¿Cómo se supone que pasaremos este desafío si no podemos acercarnos al tipo para derrotarlo? /

─ /Déjame eso a mí, aibou/ ─quiso calmarle Yami ─Muy bien, necesito que sus monstruos distraigan a lo de ellos para poder hacer un ataque directo ─pidió Yami.

─De acuerdo ─afirmó Joey.

─Suena bien para mí ─se siguió Tristán.

─Estoy dentro ─se unió el abuelo.

─Yo también ─continuó Tea.

─Hagámoslo ─finalizó Yugi.

─Ya sabes que hacer, Ojos Rojos ─el dragón negro se acercó rápidamente, como un ave de caza, y tomó al Reflejador entre sus garras.

─Es tu oportunidad ─gritó el moreno sobre su Dragón de Trueno, el cual disparó su rayo de electricidad a donde estaba Espada Garma lastimando al muchacho.

Tea y el abuelo, montados en sus respectivos dragones también hicieron su ataque en conjunto.

─Ataca/Rapido ataquen ─mandaron el anciano y otro hombre a Pegaso Aladefuego y a Shogun de la Defensa Total.

─ ¡Chicos, ahora! ─gritó Tea.

Yami fue corriendo hacia el monstruo de Alexander, de un salto lo alcanzó y golpeó con su espada ─Tu armadura tiene una defensa formidable de lejos, pero ahora que estoy cerca, eso será inútil ─declaró el faraón.

─Mal ─rebatió el rubio ─ya que estas en esta mitad del campo, la defensa de Reshef es indestructible ─con un movimiento de su brazo, montones de compuertas se abrieron en el cuerpo de Reshef, dejando puntos rojos a la vista ─ ¡Actívate, Asalto Direccional de Láser Armadura*! ─todos eso puntos rojos se dispararon láseres en diferentes direcciones.

─ ¡Cuidado Yami! ─apenas Yugi gritó, el Mago Silencioso y el Mago Oscuro del Caos ya estaba en camino para elevar a Yami y sacarlo de la zona de fuego.

─Lo siento. Un mal cálculo de mi parte ─se excusó el faraón. Yugi suspiro de alivio.

─Ríndete ahora,* o siente la furia de mis sables ─amenazó el muchacho con Espada Garma.

─No puedes cortar a mi dragón con esas navajas de afeitar ─negó Tristán.

─Ya veremos eso.

─Seiyaryu, lanzallamas navaja ─mandó Tea contra el Pegaso de fuego.

─Ataque de Trote Llamarada ─ordenó el enemigo.

La maldición del dragón atacaba a Shogun, pero este interponía su escudo y golpeaba ─ ¿cómo puedes hacerle eso a un ancianito?*

─No me importa si tengo mala suerte por 7 años ¡rompe ese espejo! ─Ojos Rojos lanzó su fuego contra el Reflector y este se preparó para devolverlo ─no puedo decir que no lo vi venir ─murmuró el oji-ámbar, cubriendo su cara con un brazo cuando el ataque reflejado pasó a un costado suyo.

Mientras los magos mantenían a Yami fuera de los láseres el Guardia Celta protegía a Yugi.

─si sigues disparando ese láser lastimarás a tu equipo también ─le hizo ver el faraón.

─Esa es la diferencia entre tú y yo: yo no pertenezco al equipo. No me importa lo que se me cruce en el camino: si se atraviesa, lo destruyo, así de simple ─Yami lo miraba molestó, con un gruñido ahogado en el fondo de su garganta mientras el otro solo reía confiado.

─ /Creo que encontré su punto débil en la armadura, es un punto ciego/ ─le informó a su compañero, quien le veía preocupado.

─ / ¿Crees poder alcanzarlo? /

─ /Habrá que intentarlo/ ─  

─No hay donde correr, solo acepta tu destino ─le dijo el rubio.

─No te importa lastimar a otras personas con tal de conseguir el poder, sin embargo, lo único que  se interpone en tu destino ere tu mismo ─declaró Yami. Los láseres pararon momentáneamente ─Ahora absorbe tu propia ambición ─los magos lo llevaron por una ruta que él les indico, quedando fuera de la vista de Alexander.

─ ¿Uh? ¿Faraón? ¡Muéstrate ahora mismo!

─Ya que insistes ─Yami le llegó desde abajo, atacándolo.

─ ¡¿Cómo te atreves?!

Seguido, ambos magos se le posaron al frente ─me temo que lo peor está por venir ─ellos atacaron de nuevo con su poder combinado, dándole de lleno a Alexander mientras Yami regresaba al lado de su compañero.

─Sus láseres se apagaron ─dijo Yugi.

─Sí, es ahora que debemos atravesar su armadura ─afirmó el mayor ─debemos descubrir su punto débil para acabar con él, con un último ataque sorpresa ─saltó de nuevo hacia él.

─Me temo que no puedes engañarme dos veces con el mismo truco ¡Ahora mira y aprende! ─extendió los brazos a los lados.

─Aquí vamos amigo, intentemos de nuevo ─le dijo Joey a su dragón que atacó al Reflector, pero justo antes este se desintegro en una esfera de luz azul por lo que el fuego pasó de largo a la chica.

─No ¡Mi Reflector! ─chilló ella de dolor.

─ ¿Yo hice eso? ─cuestionó Joey.

Espada Garma también se deshizo en luz roja antes de que Tristán atacase ─Aun no, todos desaparecen ─notó el moreno.

Efectivamente, Shogun y Pegaso se volvieron luces amarillas y todas volaron hacia Reshef, fusionándose con su gran cuerpo.

─ ¿Qué está pasando? ─dijo Yugi con una mano en su cabello.

─ ¡Mirad… la forma máxima de mi armadura! Ahora nadie puede escapar de mi ira* ─gritó Alexander.

─Uuhhh ¿alguien puede decirme que pasa? ─preguntó Tea.

─Increíble ─musitó el abuelo.

─Sacrificó a los monstruos de sus sirvientes ─dijo al fin Tristán.

─Incrementó su fuerza ─añadió Joey.

Alexander rió ─su alteza, por favor, nos dejó sin monstruos ─le dijo uno de sus vasallos.

─ ¿Cómo podremos defendernos por nosotros mismo, mi señor? ─le dijo la mujer.

─Supongo que no pueden ─dijo sin importancia ─ ¡pero lo que si pueden hacer es donar su energía para que su rey vuelva al trono! ─dijo con una expresión y sonrisa lunática que hizo a Yugi temblar de miedo en su lugar ─los cuatro se miraron entre si ─ahora ¡ataca con Proyectil Doble! ─los puños, ahora separados del cuerpo, se lanzaron como proyectiles contra los tricolores, impulsados por las luces rojas y azules. El Mago Silencioso se apresuró a tomar a Yugi y apartarlo de la zona de impacto mientras Yami saltó para esquivar el suyo y lo golpeó con su espada.

Dos de los escuderos de Alex gritaron de dolor, cayendo al piso de rodillas.

─Okey Ojos rojos, es nuestro turno ─mandó Joey, a lo que su dragón atacó con su fuego la armadura, el impacto fue dirigido a la zona de la luz amarilla, provocando dolor a lo escuderos restantes ─oye, ese tipo ni sufre mientras que sus sirvientes toman todo el daño ─declaró Joey.

─Los está usando como escudo humano ─comentó Tristán.

─ ¿Cómo lo vencemos si no podemos dañarlo? ─planteó Tea. El abuelo gruñó.

─Faraón ¿ya empiezas a entender como un rey va por su propio camino por sus propios méritos?

Yami gruñó molesto, mientras el Mago Silencioso dejaba a Yugi a su lado antes de pararse debajo de la columna con el mago del faraón y el Guardia celta ─estás más que mal ─rebatió ─un verdadero rey respeta a sus súbditos ─la guardia de Alex lo miró sorprendido.

El puño de Reshef venía de nueva cuenta a por ellos ─ ¡Cuidado atrás! ─advirtió el abuelo.

Yugi fue el más rápido en reaccionar y empujó a Yami fuera de la columna, recibiendo el golpe de lleno pues sus monstruos no reaccionaron a tiempo ─ ¡No Nooooooooo! ─gritó Yami mientras su mago lo sostenía.

Yugi cayó al piso y rodó unos pocos metros antes de quedar semi-inconsciente en el suelo, bocabajo con el rostro ladeado.

─ ¡Yugi, no! ─gritaron los chicos y el abuelo, sin embargo nada comparado al desgarrador grito que nació en la garganta del faraón.

Yugi se retorció de dolor en su lugar. Su mago voló hacia él inmediatamente y Yami no demoró en seguirlo.

El faraón se arrodilló a su lado, apoyándolo entre sus brazos lentamente con la mayor delicadeza ─Yugi ─le llamó en un ahogado sollozo, sus manos temblaban al sostenerlo igual que el resto de su cuerpo, el menor no abría los ojos ─ ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¡Yuuuuugi! ─gritó el mayor casi sin poder contener las lágrimas que hacían arder sus ojos. Su Yugi… su adorado hikari estaba lastimado y él no había podido evitarlo.

─N-no-no quería… que te hicieran… daño ─susurró a duras penas el menor, con los ojos entrecerrados pero forzando una sonrisa para su yami.

─Yugi ─el mayor levantó la cabeza para verlo ─por lo que más quieras, no vuelvas a cometer una tontería como esa. Sentí… sentí que se me hacía pedazos el corazón ─sollozó Yami, ocultando su rostro en el pecho de Yugi.

─Descuida estoy… bien ─se sentó por su propia cuenta, con mucho esfuerzo, siento apoyado por su mago.  

─ ¿Qué decías, Faraón? ─fanfarroneó Alex, y Yami sintió que en ningún momento llegó a sentir tal furia y odio por alguien al oír su voz ─mírate bien ¿vez lo que pasa por perder el tiempo en tonterías como la ternura y el respeto? ─habló con superioridad, de brazos cruzados.

─Grrrr ¡Ya fue suficiente! ─gritó furioso. Ese tipo había lastimado a Yugi y su paciencia ya había llegado al límite. Llegados a ese punto no le importaría dejar esa maldita alma consumiéndose por la eternidad en el reino de las sombras, importándole bien poco el que se llevara consigo su mitad buena y a Alex Brisbane.

─De hecho, hay más. Un gobernante hace uso de sus súbditos sin importar lo que pase primero.

─No puedes. No a mis amigos.

Alexander lo miró con superioridad ─Ve, proyectil doble ─mandó de nuevo.

Un puño golpeó a Joey ─ ¡Dejalos en paz! ─el otro golpeó a Tea, luego se dirigieron a Tristán y a Solomon.

─ ¡Abuelo! ─gritó Yugi.

─ ¡No te saldrás con la tuya! ─rugió Yami.

Todos cayeron al piso apaleados, igual que sus dragones.

─Muajajaja Hasta la vista ─Alex se preparó para lanzar un nuevo ataque. Una esfera de energía brillante ─si toda tu preocupación por tus tan llamados amigos duele, imagina cuando no puedes mover un dedo para ayudarlos ¡Ahora exterminémoslos!

Yami se pudo en pie ─ ¡Detente!

─Te-tenemos que hacer algo rápido ─dijo Yugi, poniéndose en pie con ayuda de su mago, sosteniéndose un brazo con la mano contraria y manteniendo un ojo cerrado.

─Vamos a protegerlos. Con todo lo que tengamos ─dijo el mayor, deshaciendo su armadura por lo que apareció el Soldado del Brillo Negro.

El Mago Silencioso se plantó frente al abuelo. El Guardia Celta frente a Tristán. Espíritu Hinotama frete a Tea. El Soldado del Brillo Negro frente a Joey.

─La seguridad de nuestros amigos está en sus manos ─dijo Yami, tomando a Yugi para que se apoyara en él. El Mago del Caos y Kuriboh se plantaron frente a ellos.

─Bueno ¿qué tenemos aquí? El poderoso Faraón está dando su protección en nombre de la amistad ─dijo el rubio con burla, alterando más los nervios de Yami si cabía ─un verdadero rey nunca da la cara por sus súbditos arriesgando su vida ─los guardias del rubio miraban la escena impactados… ese chico era tan diferente a su líder, mostraba unos valores increíbles.

─Odio admitirlo, pero tiene razón, olvídense de nosotros chicos ─dijo Joey.

Yugi fue quien volteó a verlo, pues Yami no apartaba la mirada de Alexander ─No, no podemos.

─No pueden dejar que él venza, además si gana el poder para tomar el mundo, estaremos perdidos ─insistió Joey.

─Sí, tiene razón amigo, tienen cosas peores de las que preocuparse ¡no desperdicien su energía en nosotros! ─dijo Tristán. Yami se mantenía serio, como si no los oyera, sabía que no debía prestarle atención a esos comentarios, ellos solo estaban preocupados… sin embargo Yugi era otra historia.

─Deténganse. Están mal ─Yugi cerró los ojos, encogiéndose de hombros, no queriendo oír más nada de aquello; fue entonces que Yami miró hacia él, tensando su postura y apretado la mandíbula. Sí ellos seguían, su hikari iba a alterarse muchísimo y tal como se encontraba no debía permitirse eso.

─Chicos, tienen que ganar este desafío no importa lo que nos pase ─añadió Tea

─Basta ─gruñó Yami.

─Escucha a la razón ─dijo esta vez el abuelo ─si no se salvan ustedes mismos perderemos, así que tomen sus monstruos de vuelta.

─ ¡No! ─Yugi ya estaba temblando en su lugar, con el rostro desviado y el ceño fruncido.

─Corten ya con eso ─gritó Yami, sorprendiendo a todos.

─Miren, no hay forma de que los desertemos ¿oyeron? ─gritó esta vez Yugi.

─Pero espera… Aibou, cálmate un poco ─ahora sí que Yami se dio la vuelta, poniendo sus manos en los hombros de su hikari un poco sorprendido por la brusca reacción del menor ─estar tan alterado te hará mal.

Yugi solo apretó los puños, respirando algo agitado ─aunque haya poca oportunidad, pero estamos juntos en esto ─gritó al fin, cerrando los ojos.

─Bien, ya te he dado bastantes oportunidades para probar que eres un rey verdadero y digno, Faraón ─Yami se giró hacia él ─pero ahora, ya que insistes por tus amigos ¡te daré el placer de acompañarlos al olvido! ─disparó su ataque ─Y por ende ¡pagaras!

─ ¡Chicos! ─gritaron los cuatro.

Yugi se dio la vuelta y se abrazó a Yami al ver venir el impacto, que desintegraba todo a su paso, este simplemente se quedó firme, de pie, sosteniéndolo por la cintura. Kuriboh se mantenía delante de ellos con los ojos cerrados de miedo pero sus patitas  delanteras extendidas.

Los cuatro dragones que quedaban se volvieron esferas de luces de colores y se dirigieron a los tricolores, igual le pasó al Mago Silencioso.

Kuriboh abrió los ojos cuando la luz se disipó y no había desaparecido viendo que junto a él sus dueños estaban plantados valientemente, protegidos, ambos, por increíbles armaduras.
Yami había anulado el ataque con una sola mano.

Su armadura era mayormente blanca con dorado, los adorno tenían forma de cabezas de dragón y a su espalda ocho alargadas alas azul metálico se erguían imponentemente. El rompecabezas formaba parte de la armadura como un símbolo en su pecho.

Yugi por otro lado tenía un traje muy similar a la transformación de Yami con le Mago del Caos pero en colores blanco y celeste junto con un báculo cuya punta era como una media luna junto a una joya como zafiro.

─ ¡No ¿Qué está pasando?! ─dijo Alexander atónito.

─Los demás también estaban como en shock y boquiabiertos.

─Miren eso chico, de alguna forma Yami se combinó con todos nuestros monstruos ─dijo Tea.

─Sí, y Yugi con el Mago Silencioso ─añadió Joey.

─Tenía razón, la unión sí importa ─musitó Yugi con una ligera sonrisa y los ojos cerrados. Ambos eran rodeados por un aura multicolor.

─Es verdad, gracias al fuerte lazo que nos une con nuestros amigos… y a los sentimientos que nos unen a ti y a mí, ahora poseo la armadura de la unión ─dijo Yami, igual con una sonrisa, abriendo ambos los ojos.

Yugi hizo un puchero ─Pero ¿por qué yo también…? ─dijo mientras revisaba su propia vestimenta apenado.

Yami le sonrió, tendiéndole una mano ─porque no puedo hacer esto sin ti. Yugi se ruborizó, tomando la mano de su novio ─y déjame decirte que te vez adorable ─le susurró, provocando la vergüenza del menor.

─Hey chicos, me gustan sus nuevos trajes ─dijo Joey con gracias.

Los tricolores se giraron a mirarlo ─Gracias ─dijeron a la vez ─se los debo a ustedes 4 ─siguió Yami ─la combinación de la fuerza de sus monstruos yace dentro de mí, y juntos… ─sostuvo mejor la mano de su hikari, volviendo a ver al frente ─ ¡lo haremos caer!

─ ¡No! ─gritó Alexander ─ ¡soy el ser más poderoso de este mundo y no seré detenido! ─lanzó su ataque definitivo una vez más.

Sin embargo, bastó que Yugi moviera su cetro al frente para crear una gran barrera que frenó como si nada aquello.

─ ¡Esto no puede ser! Sobrevivieron mi ataque y sin un rasguño ─gritó incrédulo.

Yugi y Yami se elevaron juntos frente a él, entrelazando sus manos, mirando a Alexander desaprobativamente.

─Terminemos con esto, jamás volverás a lastimar a una sola persona ─dijo el faraón severo ─incluyendo a tus propios discípulos ¡Tu reino de tiranía se acabó! ─el abuelo y los demás los miraban con sonrisas y orgullosos, mientras la corte de Alex lo hacía con sorpresa.

Los tricolores, envueltos en un aura luminosa y carmesí, volaron hacía él.

─ ¡No me hagan esto a mí! ¡Yo soy el verdadero rey! ─disparó el Proyectil Doble, pero ellos lo esquivaron con suma facilidad y, combinando las fuerzas de los 4 dragones, con la magia del monstruo de Yugi, enseñaron su ataque.

¡Ataque del Dragón Explosivo! ─gritaron ambos.

─ ¡Ahhhhhh! ¡Ahhhhhhh! ¡Graaaaaaaaa! Alexander gritó al verse indefenso ante semejante ataque, el brazal de Yami y el báculo de Yugi golpearon en el centro de su armadura, destruyéndola y perforando a Reshef, quien se destruyó en medio de láseres de luz dorada.

Cuando todos recuperaron la vista, estaban de nuevo flotando en medio del espacio. Ya no tenían los brazales ni el cinturón y Yami no portaba tampoco la armadura.

─Todo se fue ─notó Tea.

─Ay no ¿perdimos? ─preguntó el moreno.

─No, Yugi y Yami lo mandaron hasta la siguiente temporada

─Sean pacientes, estoy seguro de que hay una explicación ─les calmó Yami, aun tomado de la mano con Yugi quien se le acercó más a abrazarlo con la mano libre.

─ ¿Qué comes que adivinas? ─bromeó Joey al ver a Shadi aparecer frente a ellos.

─Su prueba final está completa ─declaró el egipcio ─fue para probar quien era el rey digno de obtener el poder más grande de la humanidad. El rey Alexandros decidió sacrificar a sus aliados por su propia voluntad ─explicó ─por otro lado el Faraón decidió proteger a sus amigos y ponerse como víctima ─Yugi lo abrazó más fuerte ─esto bastó para decidir que el faraón es el único digno de poseer el poder de un verdadero rey ─un aro de energía blanca apareció frente a ellos ─esto le pertenece ─señaló Shadi ─contiene el poder necesario para controlar al mundo.

─Gracias Shadi… pero mi deseo nunca fue ni será tal de controlar al mundo ─dijo serio, apretando la mano entrelazada de su compañero.

─Me di cuenta de eso ─siguió el egipcio ─La paradoja de un rey es precisamente esa: Aquel que merece el poder de unir a la humanidad puede hacerlo sin eso ─cerró los ojos ─sin embargo, necesita un dueño o este juego jamás terminará ─declaró firme.

Yami se acercó a él sin soltar a Yugi y el aro de luz se introdujo en su pecho, haciendo brillar el rompecabezas de Yami, luego de eso, Shadi desapreció en el lugar, generando un brillo que los cegó a todos.

-o-

─Miren chicos, volvimos a la pirámide ─dijo Tea, viendo la puerta por donde habían caído, ahora cerradas.

─Es cierto ─comentó Tristán.

─ ¿Así que se terminó? ─preguntó Joey.

Estaban todos allí, viendo a la puerta. Yugi pareció recordar algo de pronto y empezó a buscar a su alrededor, hasta ver que su yami estaba sentado cerca suyo, unos pocos pasos atrás. Sin decir nada se lanzó a abrazarlo, siendo bien recibido por los brazos de su oscuridad.

─Si ¿Yugi? ─Tea se giró a ver al tricolor, sorprendiéndose de verlos a ambos acarameladamente abrazados y sonrientes ¿cómo… Yami?

─Vaya, aun nos acompañas viejo ─se sorprendió Joey, pasándole un brazo por los hombros, apartándolo un poco de Yugi.

─Algo así Joey… es por el poder que me dio Shadi ─explicó, retirando el brazo del rubio de sí.

─Entonces… ─empezó Tea, pero el faraón la cortó.

─Ya esto terminó… debo regresar al rompecabezas, Yugi ─le dijo a su compañero, mirándole a los ojos.

El aludido bajó la cabeza ─ ¿podré volver… a abrazarte? ─susurró.

─Cuanto regresemos a casa… voy a abrazarte toda la noche, mi aibou ─le respondió el mayor al oído, sin que nadie más lo oyera. Yugi se sonrojó un poco pero asintió. Todos se pusieron de pie ─antes que nada ─dijo repentinamente serio, con movimientos agiles tomó a Yugi del rostro y le plantó un beso frente a todos. El lugar se llenó de expresiones de asombro y los ojos del menor se abrieron como platos ─te amo aibou, hoy y siempre ─declaró en voz alta con firmeza, su intención era que todos lo escucharan.

Yugi se sonrojó hasta el cuello.

─ ¡Chicos! ─chilló Tea.

─ ¡¿Yugi… pero qué…?! ─balbucearon Tristán y Joey, el abuelo solo los miraba serio.

─ ¡Yo también te amo! ─se lanzó a abrazarlo, feliz.

Joey fue el primero en recomponerse al oír la respuesta de Yugi ─Oigan, cierren la boca que se les caen las babas ─se burló de los dos castaños ─ ¿no creen que se ven lindos? ─sonrió, viendo a la parejas de tricolores enamorados, la imagen de cierto chico de ojos azules se coló en su mente sin querer “tal vez, si yo también me decidiera…” agitó su cabeza “pero en que tonterías pienso”  

El abuelo se giró al ver algo por el rabillo del ojos ─Dr. Brisbane ¿está bien? ─preguntó Solomon al ver a su colega en el suelo.

─probablemente solo está exhausto ─comentó Joey, pues los demás estaban aun algo en shock.

Se acercaron al rubio desmayado y un aura amarilla emanó de su cuerpo, tomando forma del Alexander bueno que los había ayudado en las pruebas.

─Es Alexander el grande ─dijo la castaña.

─Sí, parece que volvió en sí, me da gusto verte amigo ─comentó Joey acercándose a darle un palmada en el hombro, sin embargo lo atravesó y casi se va de cabeza.

─El lado oscuro de mi alma se ha ido ─sonrió con alivio ─así que después de 2000 años mi alma descansará en paz.

─ ¿Qué que? ¿Alguno ya se dio cuenta de que hablamos con un fantasma? ─balbuceó Joey, señalando al espíritu.

Tristán cayó al estilo anime y Tea lo miró con incredulidad, luego ladeó la cabeza con los ojos cerrados ─considerando que nació en el 356 a. c. no es una gran sorpresa para mí.

─Si no hubiera sido por su gran valentía seguiría atrapado por toda la eternidad ─se inclinó ─gracias por liberarme ─luego miró a los tricolores ─hasta luego, faraón ─le sonrió al mayor, quien le regresó el gesto de brazos cruzados, avanzando un par de pasos.

Hubo un instante. Una escena en la que parecieron estar solo ellos dos. Alexander con el traje que utilizó cuando gobernó Egipto, Yami con un atuendo también egipcio, joyas y accesorio de oro, junto a una corona dorada en su frente con el ojo de Horus. Ambos en el interior de un palacio -claro que eso solo era visto por ellos, y Yugi, los demás los veían normalmente. El pequeño tricolor se guardó su asombro-.

─Al igual que tú, ocupé el trono de Egipto, y fue inspiración para mi ─le dijo amablemente, antes de tenderle una mano ─es un honor al fin conocerte.

Yami sonreía de lado, con tez amable y correspondió su gesto, estrechando manos.

Joey se sorprendió al ver que Yami si podía tocarlo y fue cuando Tea cayó realmente en cuenta de que… el faraón pasaba por algo similar… así que si encontraban sus recuerdos en algún momento él… … Miró a Yugi de reojo, quien veía a ambos gobernantes con una sonrisa y agachó la cabeza, ocultando su mirada tras su flequillo, pensando en lo que posiblemente les aguardaba…

─Espero que algún día puedas llegar a tu lugar de descanso ─le deseó, haciendo sobresaltar a la castaña y al propio Yugi.

Sin embargo Yami no cambio su semblante y miró a su compañero de reojo ─creo que ya lo he encontrado ─dijo, siendo oído solo por ambos, haciendo sonreír a Yugi con algunas lágrimas en las comisuras de sus ojos.

Yami regresó al lado de Yugi mientras Alexander se giró hacia la puerta donde los espíritus de su guardia real lo aguardaban ─mis escudero, no soy digno de su lealtad, pero trataré de ganármela ─ellos simplemente le sonreían. Alexander se volvió traslucido como ellos ─ahora tomemos nuestra marcha, amigos míos ─se giró una última vez a despedirse con la mano en alto y su guardia se inclinó en respeto y juntos desaparecieron.

─Eso fue genial ─sonrió Yugi, recibiendo los mimos de Yami en su cabello.

─Sí, no todos los días conoces a Alexander el Grande. Lo voy a extrañar.

─Vamos! Aun tienes a Joey le Asombroso ─bromeó el rubio.        

Yami iba a regresar al rompecabezas cuando de repente todo comenzó a temblar.

─ ¿Un terremoto?* ─preguntó Tristán.

─Está pirámide esta por colapsar ¡Vámonos ya! ─dijo el abuelo, tratando de levantar a Alex. Joey y Tristán fueron a ayudarlo mientras Yami tomó la mano de Yugi para salir corriendo todos juntos del lugar.

Afortunada -e inexplicablemente- salieron a tiempo.

─ ¿Se supone que esto pase, señor Motou? ─preguntó Tea.

─Estas pruebas finalmente terminaron, así que supongo que esta pirámide debe descansar ─ (N/A: al final nunca supimos quien creo el juego de monstruos encapsulados, dado que solo Alexander y sus súbditos estuvieron en ese lugar)

─Aibou ─le llamó Yami, quien le mantenía un brazo por los hombros y le miró fijo a los ojos.

Yugi suspiró, parándose derecho frente a él ─sí, lo sé ─Yami llevó una mano a su rompecabezas y otra al de Yugi.

─ ¡Oye! ¿Te vas sin despedirte? ─bromeó Joey.

Yami sonrió ─siempre estoy con ustedes amigo ─le respondió.

─Fue agradable, conocerlos por separado ─comentó Tristán, guiñándole un ojo.

─Hasta pronto ─susurró Tea.

Yami les sonrió a todos, luego juntó su frente con la de su compañero e hizo brillar los rompecabezas, pero antes de desaparecer le planto un dulce beso. Yugi lo abrazó por el cuello, respondiendo la caricia hasta que este volvió a ser uno con él.

─Hey, ustedes ¿Fueron los que se estrellaron hace una hora? ─los irrumpieron de pronto unos rescatistas.

─Ahhhh, sí, pero creo que fue hace más de una hora ─dijo Tristán.

Tea miró su reloj de pulsera  ─de hecho, tiene razón. El tiempo se congeló para nosotros.

─Despierta Alex, la hora de la siesta terminó ─dijo Solomon, palmeando suavemente la cara de Alex para que reaccionara.

─ ¿Dr. Motou, es usted? ¿Dónde estamos? ─Tristán y Joey le soltaron lo brazos al verlo volver en sí ─lo último que recuerdo es que estábamos dentro de la pirámide.

─ ¿Y quiénes son ustedes? ─Miró a los chicos extrañado.

Solomon le palmeó el pecho ─te lo explicaré todo camino a casa ─le guiñó un ojo ─ahora vamos, es un largo viaje de vuelta.

Uno de los rescatista los contó y luego se llevó una mano al mentón ─esperen, creí que solo eran 4.

─Somos 6 ¿Cuál es la diferencia? ─le dijo el abuelo, del mismo modo.

Salieron de la zona para regresar al borde del rio donde estaba la avioneta medio destrozada, allí les esperaba un helicóptero.

─ ¿Me van a devolver el dinero que pagué por los boletos? ─se quejó el rubio.

─Eran gratis, payaso ─lo regañó Tea, luego suspiró ─como sea, vale más el que estemos bien.

─Tea tiene razón, tenemos suerte de estar vivos ─respondió el moreno. Mientras Alex todavía tenía la confusión impresa en el rostro.

Aquel que merece el poder de unir a la humanidad puede hacerlo sin eso” ─ /Ne, Yami ¿qué crees que quiso decir Shadi, sobre lo de unir a la humanidad?/

─ /No estoy seguro, pero creo que quiso decir que nuestras aventuras están lejos de terminar/

─Eso ya se sabe ─sonrió el menor, sacando la lengua, haciendo reír a su novio.

─Oye Yug, deja de hablar con tu sombra ─bromeó Joey, que lo esperaba en la puerta del helicóptero, tendiéndole una mano ─ ¿planeas venir con nosotros o qué?.

─Más te vale creerlo ─le sonrió a su amigo, aceptando su gesto.

─Así que… cree que algún día tengamos un viaje que no involucre salar al mundo estando por ahí ─preguntó Joey mientras miraban por la ventana.

─Nop ─corearon los demás       

─si, eso creí ─respondió.

─Oye Yugi ¿Qué tienes en el cuello? ─preguntó de la nada Tea.

─ ¿Qué? ─musitó descolocado.

─Si, tienes algo rojo ─sacó un pequeño espejó y Yugi lo acomodó de forma que pudiera ver su cuello. Allí yacía una marca algo rojiza, que era apenas cubierta con la correa azul.

Estaba clarísimo para los tricolores que era un chupón que Yami le había hecho a Yugi, el menor se puso algo nervioso “claro, eso no desaparece” se quejó para sus adentros.

─Ammm no lo sé ─tuvo que pensar rápido ─supongo que me maltraté con algo cuando salimos corriendo de la pirámide ─dijo algo nervioso.

Tea lo miró algo incrédula pero asintió.  

… ¿Fin?

Estoy dudando si hacer un epilogo original ¿Qué me dicen? ;P

Por cierto ¡Feliz Navidad! Les deseo una hermosa noche, que la disfruten, que les den muchos regalos, que coman mucho y se diviertan. Este es mi regalo con mucho amor para ustedes <3

 

 

 

Notas finales:

*Curiosidades de esta carta:
- Las tres orbes de color rojo, amarillo y azul son los tres Dioses Egipcios después de haberlos absorbido, de ahí que sean de esos colores.
-
 Es curioso cómo "Reshef el Ente Oscuro" a pesar de ser nombrado como un "ente oscuro" es un monstruo de Atributo LUZ (Este Atributo podría estar reflejando el hecho de que "Reshef" haya absorbido las luces de los Dioses Egipcios)
-
 Reshef es el nombre de una antigua deidad cananea y egipcia de origen sirio.

*Asalto Direccional de Láser Armadura: así o más WTF!? El pinche nombre -.-U

*Ríndanse ahora o prepárense para luchar ¡ay madre! 
xDDDDD no pude evitarlo

* xDDDDDD el abuelo es un loquisho

*No sé porque al ver eso pensé en… ¡Trans-for-mers! xDD

*Parece ser que siempre que una gran prueba acaba el lugar donde estén se derrumba -.-U (cofcof duelo ceremonial cofcof)

Bueno, aquí les dejo este sepsy capítulo final, 
^^ os amo muchísimo.

Si no te habías visto esta temporada… pues mi adaptación y yo te obligamos muajajajaajaj x3
Espero de verdad que les haya gustado chicos. ¿Qué tal un comentario?

Bueno, sin más que decir nos vemos en la siguiente actualización 

Aquí estoy porque eh venido
porque eh venido aquí estoy
y si no le gusta mi canto
como eh venido. Me voy!

Nos leemos!!!!!

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