No quería entrar, esas 3 eran enfermas crónicas y juntas eran peor, sus piernas le temblaban
-Vamos, aún están débiles, no se pueden levantar – dijo el doctor
-A ellas les llega energía, ¿de no sé dónde?, cuando están en ese modo tienen fuerza sobrehumana – alterado – renuncio, demándeme si quiere – el doctor suspiro
-Solo tiene que supervisar su suero y traerles alimento, en la pared cerca a la puerta hay un botón de emergencia, por si su salud empeora – intentando calmar a un alterado Julio
-Ese botón será de pánico créame solo yo lo usaría, además yo les cause hemorragia nasal –
-NO OTRA VEZ – se quejó el doctor, moviendo al pelinegro a un lado de la puerta para poder entrar, después de ingresar el doctor a la habitación no escucho nada, en un par de minutos Julio se estaba calmando un enfermero se acercó a el
-Veo que conoces su condición – dijo sonriendo, Julio lo volteo a enfermero, pelo negro, estatura media, piel blanca, ojos cafés, compleción semi musculosa, sus facciones algo marcadas – soy Javier, tu apoyo para cuidarlas –
- ¿Por qué no las cuidas tú? - Reclamando
-Es complicado……. Prefiero no hablar de eso –
- ¿Qué te hicieron? – dijo el pelinegro con temor y curiosidad, algo de información extra podría prevenir en el futuro
-Ellas juntas nada – contesto sonriendo, un escalofrió lo invadió al pelinegro, el doctor salió del lugar
- Ni estando mal de salud se controlan – dijo el doctor Retegi molesto – para su suerte, señor Santos, en estos momentos les administre un sedante- Julio solo dio un gran suspiro, calmándose por completo
- Doctor es malo administrarles sedantes tan seguido - reclamo Javier – pueden tener problemas futuros-
- Lo sé, pero su enfermero personal –el doctor volteo a ver a Julio- es asmático, si llegase a tener un ataque, los demás se darán cuenta, además del hospital en estos días tenemos inspectores de salud si llegasen a darse cuenta de él, nos multan- una sonrisa de maldad se dibujó en el pelinegro, el doctor lo volteo a ver – ¡¡ni se le ocurra ir con los inspectores!! – Con una mirada molesta, suspiro – está bien señor Santos, ¿puedo ofrecerle algo más?, pero que no sea dinero – el rostro de Julio se ilumino
- ¡¡Quiero un cráneo!! – con una mirada de ilusión
- ¿Para que un cráneo?......... está bien – dijo el Doctor alejándose del lugar
- Es mejor ir al comedor – Dijo Javier – estarán sedadas por un par de minutos – Julio lo siguió en silencio, en su cabeza pensaba ¿Cómo sería su funeral?, o peor ¿Qué diría su lapida?, al tomar la charola con alimento de dudosa procedencia, comenzó a comerla lenta y precavidamente, tenía la esperanza de intoxicarse y salir de su infierno adquirido
- Javier ¿sabes si comieron esto? – mirándolo con ilusión
- No lo creo, cuando paso la intoxicación se eliminó todo alimento contaminado –
- ya me jodi………. – maldiciendo su mala suerte
-Vamos hombre, no son tan malas, cuando las conoces a fondo-
- ¿Qué tan a fondo las conociste? – El pelinegro mirándolo inquisitivamente, Javier checo su reloj con nerviosismo
- ¿Mira la hora que es?, hay que volver al trabajo – levantándose rápidamente y evadiendo la pregunta, definitivamente estas 4 horas se hacían eternas, solo habían pasado 25 minutos, pasaron por la cocina recogiendo las charolas correspondientes de las pacientes, definitivamente esa comida estaba de mejor ver, caminaron a la puerta de sus pacientes, Javier paro de golpe – no puedo entrar, no me atrevo –
-Están sedadas solo les dejaríamos su comida, además me tienes que enseñar a cambiar el suero – dijo Julio, la verdad no quería estar solo con ellas, rápidamente entro Javier sin hacer ruido, dejaron las charolas cerca de las pacientes aun sedadas, Javier le hizo una seña para que observara el cambio de suero, Julio lo aprendió al instante, asintiendo en su silenciosa instrucción, Javier salió del lugar, tomo un suero se acercó rápidamente a la cama del terror compacto, instalo sin problemas el suero, la volteo a ver, se veía tan inocente sería difícil creer que solo era apariencia, juraría que si algún día la asaltaban ella terminaría violando a su agresor, después paso a instalar el suero de Michelle al terminar dio un suspiro, su tormento termino, escucho caer un objeto metálico, se alarmo tal vez no instalo bien un suero, rápidamente se agacho para revisar ¿que había sido?, al instante sintió unas manos en su trasero, moviendo los dedos con destreza tentando sus glúteos
- Te lo dije Luisana están firmes – dijo Michelle con voz victoriosa apretando más el trasero de Julio – me debes $50.00- el pelinegro se separó rápidamente – No te preocupes Julio estas bueno y firme –
- Me estas mintiendo Michelle, necesito comprobar por mí misma – Luisana volteo a ver a Julio – ven aquí, tu flojito y cooperando, que a mí nadie me roba mis $50.00 – Julio salió corriendo, usando su inhalador, definitivamente estos 3 días serían un infierno, al llegar a su casa con un trauma más, se ducho necesitaba un descanso era horrible pensar que aún tenía que ir al hospital 2 días más, jamás volvería a bajar la guardia, al sentarse en su cama para vestirse sintió una punzada de dolor, rápidamente se examinó, en su trasero tenia las marcas de los dedos
-Esas enfermas – dijo con desprecio – pero mañana me desquito – durmiendo bocabajo, pues se administró medicamento para el dolor
- Me alegro verlo bien – dijo el Doctor Retegi, saludando a la entrada de su nuevo y traumático trabajo
- Me debe una terapia – contesto Julio molesto – ese trio no esta tan débil como parece- enseñándole el trasero marcado, el doctor rápidamente lo tapo y lo guio a su oficina
- Le daré $5000.00 más por los daños causados, pero jamás vuelva a bajarse los pantalones en la recepción de mi hospital – suspiro – hablare con ellas, dejare a Javier con un poco más de responsabilidad – Julio salió del lugar, se dirigió a los vestidores, al entrar las personas se le quedaron viendo, comenzando a murmurar
-Si estoy al cuidado de 3 estudiantes de enfermería dejen de hacerse pendejos y hábleme de frente – las personas salieron del lugar en silencio – cobardes – se vistió rápidamente, pensando en las posibilidades que le pudieran hacer, teniendo en cuenta el estado de salud, en teoría estarían mejor físicamente, mentalmente peor o igual, camino hacia su terrorífico destino, se encontró con Javier traía las charolas destinadas a sus pacientes
-Esta vez yo iré – dijo Javier
-No, Yo lo hare – Julio preparando su Celular, tomo las charolas, abrió la puerta con determinación, observo a sus 3 futuras víctimas, dejo las charolas, las observo con superioridad
- Te lo dije Michelle, volvió regrésame mis $50.00 – dijo Luisana sonriendo lascivamente
- ¿Qué apostamos esta vez? – dijo Celia
- Primero lo retenemos y luego lo pensamos – dijo Michelle, las 3 se incorporaron mirándolo con lujuria, Julio rápidamente les tomo una foto
-¡¡Internet las va a adorar!!- sonrió sínicamente saliendo del lugar a toda prisa, mientras sacaba su inhalador, corrió lo más que pudo, puso un respaldo en su correo electrónico, sonreía por su victoria al ver la foto, se espantó, saber que esa mirada era la que el conocía, el altavoz se escuchó su nombre, cosa que se le hizo extraño, porque su presencia es anónima, camino hasta la habitación tal vez el doctor Retegi lo mando hablar, al abrir la puerta este resbalo
-¿Quieres jugar?, pues juguemos- dijo Luisana, poniéndose encima de él, Celia cerró la puerta rápidamente las 3 se acomodaron para inmovilizarlo – queremos saber que hay debajo de esa ropa de enfermero – las 3 lo miraron pervertidamenté - si la ves grande – enseñándole el dedo índice y sonriendo, sintió como Celia tomaba sus pantalones deslizándolos lentamente – no te asustes – Julio trago saliva – si te la arriman – juntando el dedo de en medio con el índice – no digas nada – acercándose a su oído – si te la meten - ahora juntando 3 dedos, Julio se movió con más fuerza pero Michelle lo tenía bien sujeto – solo respira y deja que acabe dentro – Luisana beso su mejilla, sintió que sujetaban sus boxers – si te duele, cierra los ojos…….
Julio alarmado, no podía moverse, estaba completamente a su merced, se estaba maldiciendo internamente por no tener un ataque de asma, nunca aparecía cuando más lo necesitaba, rápidamente escucho como se abría la puerta, solo vio como las manzanas eran contenidas por seis enfermeras, el al instante era instalado en una camilla, el doctor administrándole oxígeno – ¡¡ESTA VEZ FUERON MUY LEJOS!! – Dijo el doctor Retegi furioso -…. y tú – observando a Julio – serás paciente hasta que se calme la llamada del altavoz, estarás en cuidados intensivos, llévenselo mientras hablo con ellas – fue llevado a toda prisa a una habitación, dejándolo completamente solo y desconcertado, Julio se quitó el oxígeno, incorporándose, la puerta se abrió, era Javier
-Creo que no debí dejarte solo – suspiro, sentándose a un lado de la camilla – el doctor está furioso, me dio un mensaje para ti – le entrego de una nota de papel, esta decía: “olvídate del cráneo y de los $5000.00 extras”
- Supongo que es lo justo - dijo Julio – el me salvo, ¿Qué tengo que hacer? –
- Estarás internado hasta mañana en la noche – contesto Javier – a lo olvidaba, comerás comida del comedor –
- ¿POR QUÉ SI ESTOY INTERNADO?, MEREZCO COMIDA DECENTE – indignado
-Solo sigo órdenes – el enfermero salió del lugar, observo otra nota en donde estaba sentado Javier:
“eres una gran persona, ¿estará libre tu hermana después de su campamento?”
-Juro que te voy a dejar solo con esas 3 amarrado – molesto por la nota