A la mañana siguiente despertó con ardor en su ojo, se miró en el espejo estaba negro, busco un ungüento chino, lo puso alrededor del ojo, después se puso un parche, no le gustaba que lo vieran con su ojo negro prefirió cubrirlo, al salir a su trabajo, observo carros de mudanza en la casa de enfrente, tendría nuevos vecinos, eso le estremeció, ahora tendría que proteger a su hermana y amigas de no descubrirles su “condición” o peor aún tendrían a una nueva manzana podrida, rápidamente saco su inhalador, comenzó a caminar recordando la noche anterior, sus nuevos amigos se retiraron, se fueron juntos en un taxi, no le extrañaba que no quisieran subirse de nuevo a su amada condesa, solo les pago el transporte, al llegar al café su jefa Muriel le sonrió, volviendo de a su realidad, la anciana le indico su nuevo trabajo, la caja registradora, a las 8 am un sinfín de estudiantes llegaban al café, a los pocos minutos vio entrar a Giovanni, Julio lo saludo
- Perdón por lo del ojo – apenado
-Me lo merecía – respondió – además ¡se me ve genial el parche! – Gio solo suspiro
-Hoy no hay clases en nuestra facultad – preocupado – ¿podemos hablar en privado? -
-Necesito pedir permiso –
-Ve muchacho – dijo su jefa sonriendo, Giovanni le sonrió, caminaron a los vestidores
-Lo de, no haber clases es mi culpa, ¿verdad? – serio
-Es nuestra culpa – replico Giovanni
- ¿Nos expulsaran? –
-Lo dudo – contesto – digamos que abriste la caja de pandora-
- ¿Me vas a explicar o vas a decir metáforas? – molesto le recordaba los monjes de los templos de oriente, su abuelo era amigo de ellos
-Necesitamos estar los 3 juntos –
-Si fue épico, jamás en mi vida vi tantas patrullas y eso que falto aparecernos a ellos como fantasmas – orgulloso de lo que hizo
- ¿Qué te hicieron para conocer el miedo? – observando al pelinegro cada vez con más curiosidad
-Créeme aun lo vivo –resignado – y no puedo hacer nada para impedirlo – el ojiverde lo miro con desconcierto
-Es mejor irnos a buscar a Arti –
-No puedo estoy trabajando, 2 sueldos más y por fin hare mi fortaleza o tal vez unas modificaciones mas para mi condesa – emocionado, impresionando más al ojiverde por sus cambios de humor
-Tú hermana tenía razón, ese jeep es un peligro –
-No lo es, yo si – sonriendo con orgullo
-Ayer me di cuenta – respondió con sarcasmo – pero en serio hay que ir a buscar a Arti, pide permiso-
-Te pagare el día completo – dijo Muriel – ve a atender tu asunto – Julio se asombró, esa anciana salía de nada como un fantasma, Giovanni le sonrió Muriel en forma de agradecimiento después caminaron hacia la casa
-Iré por la condesa, la villa esta algo lejos de aquí, ¿cierto? –
-Dijiste que jamás la usarías de día – Giovanni con curiosidad
-Por un amigo, rompo mis reglas – se sentía culpable, Arturo no era el tipo de persona que soportaría tal presión cuando uno se mete en problemas
-No hay necesidad – respondió – él nos está esperando en tu casa-
-¡¡No me jodas!! – Julio alarmado – ¡¡¡Arturo está en peligro!!! – a esa hora estaban las manzanas podridas en su casa, peor aún, eso significaba más peligro para el pequeño, corrió por un minuto, después uso su inhalador, Giovanni se le adelanto, camino lo más rápido posible, rogando llegar a tiempo, entro a su cochera sacando vinagre color negro, dejándola abierta entro a la casa al visualizar al grupo les apunto – ¡¡ ¿QUÉ LE HICIERON?!! – con furia
-Hermanito estas alucinando – Lisa desconcertada – estamos comiendo pizza, invitamos a tu amigos - volteo a verlos, estaban bien, mirando extraño por su reacción, inclusive Luisana tenía una mirada “normal”
-Creo que le afecto correr – lo excuso Giovanni – mejor hablamos en la cochera - sus amigos se despidieron de las manzanas, Julio estaba desconcertado, al salir sintió que le daban una nalgada, volteo a ver ¿Quién había sido?, era esa enferma de Luisana, volviendo a su mirada enferma de siempre no solo ella, todas en realidad, volvió a usar su medicamento, saliendo a prisa de la zona de peligro, cuando llego a la cochera Arturo admiraba a su condesa
- ¿Están bien? – Julio algo preocupado
-Exageras mucho las cosas – dijo Gio – solo me alarmaste en vano, ellas son muy amables -
-Eso es lo raro – se dijo entre dientes, y a la vez estaba aliviado, nadie sabía aun de la condición de las manzanas – ok ¿qué sucede? –intentando cambiar el tema
-Lo que… hicimos – el pequeño algo nervioso – cambio… todo-
-Si un susto cambia a las personas – dijo Julio, gracias a las manzanas tomaba más medicamento
-Trent…. –
- ¡¿QUÉ TE HIZO?! – dijeron Giovanni y Julio al mismo tiempo molestos
-Nada… – espantado, tomando aire para calmarse - Trent… se asustó de… verdad – su cuerpo empezó a temblar – el… mismo llamo… a las autoridades y… confeso todo -
-Arti se fue a dormir a mi casa, a la mañana siguiente su padre vino por él, y… -
-¡¡Dejo su trabajo!! – El pequeño tristemente – yo no quería esto – soltando lágrimas
-Lo siento – Julio sintiéndose mal – solo quería darle al Führer, un poco de terror para que experimentara lo mismo que tu – intentando animar al pequeño – es un cobarde – se acercó a consolar al pequeño abrazándolo – te daré todo mi sueldo, es toda mi culpa-
-Mía también – Giovanni – pediré trabajo en el café, sabía que era mala idea, pero aun así no lo impedí-
-No, yo también… acepte hacer eso… – Arturo aun llorando
-No es tu culpa – dijo un hombre enfrente de su cochera, muy parecido a Arturo, pero con las facciones más toscas y la misma altura que Giovanni
-¡¡¡Papa!!! – el pequeño sorprendido, Julio miro al Arturo y a su padre
- Si creces – sarcásticamente, observando al padre de este, una risa invadió a Arturo, esto hizo que su padre se relajara
-No sé si, debería golpearte o agradecerte en estos momentos – observando al pelinegro seriamente
-El golpe ya lo recibí de Giovanni – mostrando su rostro con el parche
-Bien hecho sobrino – orgulloso
-Esperen…- Julio desconcertado - ¿son primos?, ¿no que eran amigos? -
-Pensé que te habías dado cuenta – contesto Arturo separándose de los brazos de este – ambos tenemos los ojos del mismo color-
-Pero los apellidos – replico el pelinegro
-El profesor siempre te habla con los segundos apellidos y los segundos nombres si los tienes – respondió Giovanni – él, lo hace para que no se te olvide también tu segunda herencia-
-No creo olvidar esa parte – contesto – mi abuelo me lo recuerda a cada rato – suspiro – cuando se entere esto, de seguro me castigar otra vez-
-Yo… - Arturo tímidamente – trabajare en el café…. – Julio se enterneció
-Si quieres, te enseño a tocar el piano –sonriendo
-Hijo necesitamos terminar la mudanza – el padre de este sonriendo, el pequeño corrió a su lado, Julio se alarmo, tenia de vecino a su amigo, protegerlo de las manzanas iba a ser todo un problema, también estaba feliz
- Su padre renuncio ¿verdad? – Julio seriamente
- No solo eso, le rompió la nariz a su exjefe al menos eso le dijo a Arti, conociéndolo… lo lesiono más – contesto Giovanni – se mudó de inmediato -
-Su temperamento es genético – al momento de tocar su parche
-Y estoy orgullosos de el – contesto Giovanni suspirando – tal vez las veamos negras en la universidad – una sonrisa de maldad se creó en Julio
-Eso yo me encargo – con maldad – es mi especialidad, pero a partir de mañana tendremos que traer ciertas cosas obligatorias en la mochila de cada uno, mejor los ayudamos con la mudanza-
- ¿Pero tu asma? – dijo Giovanni, este rápidamente le enseño su inhalador
-Esta nuevo – contesto – además no podemos dejarlos solos-
- ¿Cómo se llama el padre de Arturo? – caminando hacia la casa de su nuevo vecino
-Mi tío se llama Miguel – dijo – pero le decimos Piro, el hace fuegos artificiales -
-Wow – exclamó sorprendido el pelinegro, casi al atardecer terminaron la mudanza, la madre de Arturo llego de su trabajo, su carácter muy alegre, piel blanca, cabello castaño cenizo, confección delgada, rápidamente abrazo a Julio, agradeciendo por salvar a su hijo, el moreno se estremeció por el abrazo
- Mama déjalo – Arturo con el rostro rojo
-Es que no sé ¿cómo agradecerle por salvarte?, además nunca había abrazado a alguien tan alto – las alarmas de Julio se activaron, comenzando a temblar
- Con…soltarme…será…suficiente – intentando no alterarse
- Es muy tímido – abrazándolo más, Julio grito por desesperación, liberándose del abrazo
- Denisse es suficiente – el padre de Arturo molesto, Giovanni tomo la mano de su primo y del pelinegro llevándolos a la cochera de su nuevo amigo y cerrándola de inmediato
-Hay días en que no los reconozco – Giovanni con un tono molesto – mi madre me conto…. – volteo a ver a su primo – digamos que por una discusión parecida nació Arturo, por eso trauman a su hijo, si no te molesta nos quedaremos a dormir aquí-
-Los entiendo – Julio intentando estar calmado – oficialmente las mujeres de este lugar son muy peligrosas – entre dientes
- ¿Qué? – Arturo con curiosidad
-Nada – tomando su equipo anti manzanas podridas – mejor vamos a mi habitación – aun no era segura su casa mientras las manzanas estuvieran en ella, caminaron para hacia la casa, entraron, llevo a sus invitados a su habitación, él se dirigió a la cocina para preparar la cena, el pelinegro suspiro tenía que preparar algo rápido para salir del peligro, decidió simples sándwiches, una mano fría moviéndola en zick zack sintió por la espalda rápidamente volteo
- ¿Qué haces aquí solito? – escucho a Celia, el pelinegro se apartó rápidamente, tomando un vaso de agua con intención de lanzárselo – sabes que no soy vampiro, para que me alejes solo con agua – en ella se dibujó una sonrisa de lujuria, Julio con rapidez abrió el refrigerador incorporándole un huevo crudo
-No eres vampiro - respondió – eres peor que eso, pero más fácil de controlar – comenzó agitar el vaso con huevo – esto no deja un olor muy agradable, ¿tú decides? -
-No estoy sola – sonriendo con maldad- además eso no me espanta-
-Lo sé – tomándose el vaso – creo que te tendré que besar – sonriendo con maldad – pero antes – rápidamente paso a la tarja a vomitar – sabes, no me gusta el huevo, más que de una forma, si no es así, lo vomito – sonriendo – ¿en que estaba? – Celia se hizo hacia atrás – a si te iba a besar – dirigiéndose con rapidez hacia ella, la joven corrió, el pelinegro detrás de ella, antes de llegar a la sala ella paro de golpe, Julio sintió como era sujeto de sus brazos y tirado boca abajo hacia el suelo
-Eres muy amable al entregarte voluntariamente – dijo Michelle, subiéndose arriba de el para inmovilizarlo
-Quería besarme – Celia con maldad – pero vomito antes-
-Eres malo Julio – dijo Luisana – ¡¡a si me gustan los hombres indomables!! – Julio se movió intentando tirar a Michelle – no te haremos nada en la cara, menos en la boca pero si en el cuerpo, Celi-chan trae la caja, Mit–chan ayúdame a atarlo, Lisa dijo que es muy hábil para hacer sentir dolor con esas manos – el pelinegro tomo aire y con todas sus fuerzas quito a Michelle de su espalda, se volteo boca arriba comenzó a arrastrarse lejos de ellas, sus miedos estaban al tope, se le había olvidado que ellas nunca atacan solas con excepción de Luisana, más bien se arrepentía de haber atacado, sin planear su ruta de escape con anterioridad
- Julio – dijo Arturo, el pelinegro observo a las manzanas estas tenían una mirada “normal”, Luisana ayudo rápidamente a incorporar al pelinegro
-Debes de tener más cuidado – mientras lo sacudía, el pequeño se acerco
- ¿Te hiciste daño? – preocupado
-No…- respondió dudativo – estoy a bien… ¿eso creo? – observando a las manzanas, Celia llego con una caja
-¡¡¡Arti!!! – Dijo con emoción – Julio hizo comida para ti está en la cocina, te acompaño – entregándole la caja a Luisana, sacando al pequeño del lugar
- ¿Continuemos con lo que estábamos? – Luisana volviendo a su mirada enferma, no solo ella también Michelle, el pelinegro se hizo hacia atrás hasta topar con la pared
- Julio – observo a Arturo, el pelinegro volvió a observar el cambio de mirada de las manzanas a “normal”, inclusive le sonreían al pequeño tiernamente – iré por Giovanni hiciste mucha comida -
-¡¡¡¡Yo te ayudo, no te preocupes!!!! – Julio desesperado
-Gio me ayudara, termina de atender a ellas – sonriendo
-¡¡En serio, yo te ayudo!! – rogándole, Arturo le sonrió alejándose de la vista de él, escucho un suspiro proveniente de Luisana
-Arturo y Giovanni son los seres yaoi más perfectos de esta tierra –
-Esperen… –desconcertado – ¿no le hacen nada porque Arturo es gay? – Luisana abrió la caja, tenía artículos masoquistas - ¡¡¡ ¿dónde jodidos compran esas pendejadas?!!! – observando con espanto los diferentes látigos y sus otros artículos que no quería imaginarse su uso
-A ellos no les podemos hacer nada, es nuestra regla principal, pero a ti si –perversamente – con respecto a lo otro, hay muchas cosas que venden por internet-
-Julio – dijo Giovanni, el pelinegro corrió hacia donde estaba sin darles tiempo a las manzanas de hablar tomo las cosas que traía Arturo camino con rapidez a su ático fortaleza, al llegar se administró su inhalador, comieron, casi a la hora Arturo se quedó dormido, lo acomodaron en la cama
-Giovanni contéstame esto – seriamente – ¿también eres gay? -
-Solo mi primo – desconcertado, el pelinegro se alarmo lo tomo de los hombros
-Pase, lo que pase jamás le digas a las amigas de mi hermana que no eres gay –seriamente – puede ser un peligro para Arturo – mentía, pero sabía que su primo protegía a capa y espada al pequeño así Julio se aseguraba de la seguridad de ambos, Giovanni lo miro con seguridad asintiendo