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Abre tus ojos por girlutena

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Notas del capitulo:

Haber, haber, este capítulo va para esas personas que me han dicho que me demoré exactamente dos meses!!!!!! y para aquel Anónimo que me escribio un Review, diciendo que no iba a leer un nuevo fic (que estoy escribiendo por ser NaruSasu) y que me pregunto que cuando iba a escribir mi siguiente SasuNaru >..<!!!!

:o!!!! T_T que conste que lo de demorarme dos meses exactos, lo hice sin darme cuenta y bueno por ello, he escrito otro capitulo ^^

espero que sea de su agrado (:

Unos suaves pasos se escuchaban por los largos corredores de la empresa, Sasuke alejó suavemente el lapicero con el que se encontraba firmando los papeles, mientras que acariciaba su cuello que había empezado a tensionarse y llevó su mirada hacía el pequeño bulto que se encontraba encogido en el mueble de tres piezas, de su oficina.


Caminó suavemente, sin hacer demasiado ruido, se colocó a la altura del sofá y con sus largos y fríos dedos acarició los mechones rubios que cubrían parte de la frente del doncel, no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa al ver como el doncel fruncía su respingada nariz.


Soltó un suave suspiro, mientras se ponía de pie para cubrir el menudo cuerpo con su saco, acarició suavemente los desordenados cabellos del doncel, mientras escuchaba como el menor soltaba suaves suspiros.


El cuerpo de Naruto se removió lentamente y Sasuke vio como aquella nariz respingada se frotaba contra la tela de su saco, las mejillas del doncel se tornaron de un suave rosa, pero no fue lo suficiente para que el menor abriera sus hermosos ojos.


Sasuke se alejó con pasos calmados hacia el enorme ventanal, observando como la noche empezaba a colarse por toda la ciudad, ocultó sus manos en los bolsillos de su pantalón, sintiendo aún la calidez del menor recorriendo por el largo de su cuerpo, cerró lentamente sus ojos y apretó con fuerza su ceño fruncido.


La puerta de su oficina se abrió suavemente, dejando que un poco del ruido exterior se colara a la oficina y vio el reflejo de su hermano mayor, un hombre casi tan alto como él, vestido con un traje demasiado elegante, con unos cabellos tan negros, largos y amarrados en una coleta; Sasuke no pudo evitar sentir un leve estremecimiento al sentir la penetrante mirada de su hermano sobre su cuerpo, aquellos ojos tan negros y calculadores, no dejaban de mirarle detenidamente y el menor no pudo evitar soltar un leve suspiro cansino al ver como su hermano le mostraba una pequeña sonrisa burlona.


Itachi se acercó lentamente hasta el centro de la oficina, ocultando sus manos en los bolsillos de su pantalón, mientras que relajaba su cuerpo. –Suigetsu me contó. –La voz de Itachi sonó suave, mientras que sus ojos oscuros caían sobre el pequeño cuerpo del doncel, sonrió suavemente y miró de soslayo a su pequeño ototo. –Está mucho más hermoso de lo que recuerdo.


Sasuke frunció su ceño. Claro que él sabía que Naruto era hermoso, pero le molestaba que los demás le dedicaran apenas una pequeña mirada al menor.


-¿Vas a llevarlo a la fiesta? –Itachi se sentó en la silla de cuero, esperando que su hermano le alcancé una copa de wiski, apoyó el peso de su espalda en el respaldar de la confortable silla, mientras le dedicaba una pequeña pero sincera sonrisa al menor.


Itachi recibió con gusto la pequeña copa y se dio el gusto de cerrar lentamente sus ojos cuando sintió como ese líquido amargo y helado recorría todo el largo de su garganta. –Sasori estará feliz de conocerlo.


Sasuke le dedicó una pequeña mirada al doncel y mientras soltaba otro suspiro acarició con fuerza su entrecejo, cerró lentamente sus ojos, sintiendo como el líquido empezaba a quemar el interior de su cuerpo.


-Estoy cansado y solo quiero dormir.


-Vamos ototo, podrás dormir después de la fiesta. –Sasuke alzó su mirada y observó los ojos de su hermano mayor.


Observó las brillantes y penetrantes gemas de Itachi y no pudo evitar recordar aquella noche de tormenta, en la que un fuerte relámpago iluminó su pequeña habitación y encontró el cuerpo de Minato de pie, en el umbral de la puerta, observándole con una mirada llena de lastima y apenas aguantándose las ganas de llorar.


El miedo que pasó a sus cortos cuatro años cuando le dieron la noticia que sus padres habían fallecido en un accidente de auto, regresando de su viaje de negocios y sus lágrimas cayendo con fuerza cuando le dijeron que el único sobreviviente había sido su hermano de doce años y que se encontraba en un profundo coma.


Su respiración empezó a volverse más lenta, al recordar los angustiosos y dolorosos seis meses que tuvieron que pasar solo, llorando en la oscura habitación de la casa de la familia Namikase y sus lágrimas cayeron cuando le dieron que su hermano Itachi había despertado.


Minato tuvo que sacarlo ese día de clases y llevarlo directamente a la clínica, el pequeño Sasuke de cuatro años corrió por los largos y fríos pasillos, derramando sus lágrimas al ver a su hermano mayor sentado en la camilla, el menor saltó a los brazos de su nii-san y lloró aún más fuerte, pero ahora siendo protegido por su hermano.


Itachi había despertado sin recordar nada del accidente, pero apenas la noche tuvo que llegar para que las horribles pesadillas inundaran sus sueños, los gritos desgarradores que el Uchiha mayor daba en las madrugadas, removiéndose en las suaves sábanas de la cama, sintiendo como el fuego consumía parte de su cuerpo, sus ojos se abrieron de golpe sin desear ver como sus amados padres iban consumiéndose en las lenguas de fuego.


Todas las noches Sasuke corría a la habitación de Itachi, colándose en la cama y lo abrazaba con fuerza, llorando para que su hermano despertase y dejase de llorar.


Negó fuertemente con su cabeza intentando quitar aquellas horribles imágenes y sentimientos, llevó su mano hasta su pecho, sobándolo con fuerza e intentando calmarse, alzó su mirada y su hermano seguía mirándole, con una pequeña sonrisa en su rostro, recordando lo que él también había estado recordando.


Ahora su hermano estaba ahí, con él y él nunca más iba a dejar que se alejara.


Sonrió suavemente al recordar como su hermano había caído rendido a los pies de un hermoso doncel de cabellos rojizos, que después de varios meses de intento, acepto a ser el novio de su hermano, Sasori era un doncel, extremadamente serio y callado y casi se le hacía imposible relacionarlo con el escandaloso de su hermano.


-¿Y cómo está Sasori?


-Ya sabes, casi todas las mañanas se encuentra hormonal y pide extraños dulces. –Sasuke sonrió al ver como Itachi cambiaba su semblante a uno abatido, era verdad que el embarazo de Sasori los había tomado a todos desprevenidos. Pero gracias a ello, Itachi le pudo dar una excusa claramente razonable a su cerrado novio, que lo mejor sería que se vayan a vivir juntos.


-Eso es bueno. –Itachi sonrió ligeramente al darse cuenta como su pequeño hermano había crecido. –Solo espero que no salga con la extraña obsesión de comer dangos.


-¡Pero si son deliciosos! –Sasuke frunció ligeramente su ceño al oír el extraño grito de su hermano, el cuerpo de Naruto se removió ligeramente, mientras iba despertando poco a poco, sobando sus adormilados ojos y soltaba un pequeño bostezo. -¡Naru-chan!


El cuerpo de Naruto se estremeció ante aquel grito e Itachi saltó de la silla para rodear el menudo cuerpo del doncel, frotó su cabeza contra los desordenados cabellos del menor y Sasuke no pudo evitar compararlo con un pequeño gato con falta de cariño.


-Itachi-nii –Naruto rio bajito al sentir como la incipiente barba del moreno mayor se frotaba suave en la piel de su mejilla y sintió algo de nostalgia al sentir el suave aroma a sándalo del Uchiha mayor.


Sasuke soltó un suave suspiro al recordar los años en que pasaron viviendo bajo el techo de la familia Namikase y como Naruto e Itachi habían crecido con un carácter algo infantil, aunque el caso de Itachi le preocupaba más.


La puerta de su oficina se abrió suavemente y el sonido de unos tacos se dejaron escuchar, llevó su mirada hacía su secretaria, la falda negra que llevaba a la mitad de su rodilla, combinaba perfectamente con una pulcra blusa blanca, los cabellos rojos y largos caían sobre los hombros de la mujer y no pudo evitar compararlos con los cabellos de la fallecida señora Namikase.


Frunció levemente su ceño al darse cuenta como Karin caminaba hacía el algo nerviosa, pero casi sin hacerle caso, arregló algunos papeles.


-Uchiha-san. –Karin recibió los informes que Sasuke había terminado de firmar y haciendo caso omiso de la extraña situación que mostraban Itachi y Naruto, miró los ojos azabaches de su jefe. –La señorita Haruno está esperando en la sala.


Itachi detuvo su afectuosa muestra de cariño y pudo sentir como el cuerpo del doncel se tensaba entre sus brazos, no pudo evitar frunció fuertemente su ceño al escuchar el apellido de aquella arpía y suavemente se alejó del menor.


-Pensé que ya no tenía autorizada la entrada a la empresa. –Karin se estremeció al escuchar la fuerte y varonil voz de Itachi y se sintió algo cohibida al hablar con él.


-Y no la tiene, Uchiha-san. –La pelirroja agachó su mirada. –No sé cómo pudo ingresar.


Los hermanos Uchiha intercambiaron un par de miradas y Sasuke despidió a Karin, pidiéndole antes que haga pasar a la señorita Haruno. Itachi regresó a su asiento, al costado del doncel, dedicándole una tranquila sonrisa al ver su mirada abatida y triste.


Naruto sintió la mano de Itachi sobre la de él, sintiéndola suave y cálida, no podía evitar compararlo con Sasuke, eran sumamente parecidos, pero nunca había podido sentir la misma adrenalina que sentía cuando Sasuke le acariciaba, su cuerpo se estremeció al ver como la misma mujer de la cafetería ingresaba al despacho del moreno.


Su nariz se contrajo con algo de dolor al sentir el fuerte perfume de la fémina y no supo explicar la fuerte oleada de molestia que recorrió su cuerpo cuando la mujer se acercó a Sasuke con fuertes intensiones que querer besarlo. Frunció fuertemente su ceño con intenciones de pararse e interponerse entre ella y su prometido, pero la mano de Itachi lo detuvo.


-No puedo evitar preguntarme cómo has podido entrar.


-Bueno, tengo mis contactos. –La mujer se abstuvo a hacer cualquier acercamiento al ver el notable ceño fruncido de Sasuke y tan solo se sentó en la silla de cuero, cruzando sus largas piernas, mientras le sonreía coquetamente.


La mujer había llegado con un costoso vestido rojo, que le hacía notar sus largas y delgadas piernas, mientras que el escote era demasiado pronunciado y Sasuke sintió como la bilis empezaba a llenar su estómago, sintiéndose demasiado perturbado ante aquella escena.


-¿Qué deseas? –Acarició su rostro intentando alejar la molestia que empezaba a acumularse y observó un extraño brillo en los ojos verdes de aquella mujer.


-Mi padre ya habló contigo. –Sasuke afiló su bruna mirada y le dirigió una rápida mirada a su hermano, quien había torcido su boca, en total desagrado. –Una boda entre las dos familias sería un buen trato y ayudaría a que tu empresa creciera aún más.


-Creo que hablé con tu padre de aquello.


-Lo sé, pero solo deseo intentar conocernos aún más. –Sasuke no pudo evitar observar detenidamente los suaves rasgos del rostro de aquella mujer, no pudo evitar darse cuenta de que era bonita, con su piel blanca y esos ojos tan grandes y verdes, daban una combinación casi perfecta con sus largos cabellos rosados y pensó que talvez en un pasado algo bizarro él la hubiese aceptado como esposa, como madre de sus hijos, pero claro, su padre le había comprometido con el único hijo doncel de la familia Namikase.


Naruto no pudo evitar sentir una fuerte y horrible opresión en su pecho al ver como Sasuke le dedicaba un análisis detenido al cuerpo de aquella mujer y sus ojos empezaron a picar con fuerza al oír aquella voz tan sugerente.


-Mucho gusto señorita Haruno. –Naruto no había sentido cuando Itachi se separó de él y Sakura se sintió estremecer al oír la varonil voz de Itachi, sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín al verlo acercarse hacia ella, esperó a que el varón le besara la mano, pero Itachi pasó de largo, deteniéndose al costado de su hermano. –Lamento mucho decirle esto señorita Haruno, pero mi hermano ya se encuentra comprometido con un hermoso doncel.


-Dudo que ese doncel sea tan hermoso como yo, Uchiha-san. –A pesar de que Sasuke frunció su ceño, Itachi sonrió suavemente, soltando una pequeña risa.


-No lo dude Haruno-san. –Itachi abrió y afiló su mirada, ante la sonrisa burlona de la mujer. –Naruto es mucho más hermoso que usted.


Sakura se quedó de pie, intentando recordar el nombre de aquel doncel y apretó sus puños al recordar al pequeño doncel con el que había visto a Sasuke caminar en el centro comercial. Sasuke se puso de pie lentamente y pasó de largo, frunciendo su nariz al percibir el fuerte aroma de la esencia de la fémina y se acercó hasta el menor.


Se arrodilló lentamente, apoyando sus manos sobre las rodillas del menor, levantándole suavemente su quijada, le sonrió al ver como el menor mordía nervioso su labio inferior, mientras que sus hermosos ojos azules intentaban no derramar ninguna lágrima y sin poder evitarlo, Sasuke le dio un pequeño y casto beso en sus temblorosos labios.


-Como usted misma ve, señorita Sakura. –Itachi apoyó sus manos sobre los escuálidos hombros de la mujer, llevándola hasta la puerta. –Ellos dos se encuentran enamorados. –Itachi salió de la oficina de su hermano, llevándose a la fémina con él.


-No debiste haber hecho eso. –La voz de Naruto sonó suave y un poco adolorida, sus ojos azules se aguaron, pero el doncel no deseaba llorar, no al frente del hombre que él amaba, mordió su labio inferior y cerró suavemente sus ojos al sentir el suave contacto de los dedos de Sasuke sobre su mejilla.


Sasuke apoyó su frente contra la del menor, sintiendo como su corazón se agitaba con fuerza y casi tuvo miedo de que el doncel pudiera escuchar su agitado corazón, observó como la piel morena de las mejillas del menor empezaban a tornarse en un suave carmín y tuvo que reprimir sus deseos de volverlo a besar.


-Te pedí tiempo. –El menor asintió despacio, con sus hermosos ojos cerrados y con su cuerpo levemente tembloroso. Sasuke sonrió suavemente y abrigó el delgado cuerpo del doncel entre la tela de su saco y besó suavemente los rubios cabellos. -Ven, regresemos a casa.


 


Naruto se puso de pie, llevando consigo el terno del mayor, escondiendo su nariz en la suave tela y no pudo evitar sonreír al sentir el aroma del mayor. Alzó su mirada y observó como Sasuke empezaba a guardar sus cosas, mordió levemente su labio inferior al ver como el mayor le dedicaba una pequeña sonrisa y escondió parte de su rostro, para que el mayor no le viera sonrojarse.


La suave música llenaba el pequeño ambiente de la cabina del auto, las luces de los altos faroles iluminaban las oscuras calles, mientras que una pequeña lluvia empezaba a caer bajo la ciudad, se podía escuchar como las ruedas de los autos chocaban contra los charcos en la autopista.


Naruto aferró sus pequeñas manos a la tela, envolviendo su cuerpo en el aroma del mayor, fijando sus orbes azules en la ventana que poco a poco iba empañándose por la neblina.


-¿Deseas que prenda la calefacción? –El menor viró lentamente su mirada hacía la del moreno y observó su rostro de perfil, su piel lechosa, aquella nariz recta y perfectamente perfilada, su quijada endurecida y la barba que empezaba a crecer.


Naruto negó lentamente sintiéndose casi en las nubes, feliz y libre al sentirse abrigado por los brazos del mayor, cerró lentamente sus ojos, sintiendo como el sueño empezaba a acumularse en su cuerpo.


*-*-*-*


Frunció levemente su ceño al sentir el aroma a tierra mojada y al escuchar el fuerte sonido de la lluvia golpeando la ventana de su habitación, se removió lentamente sintiendo la suavidad de las telas de su cama y soltó un bufido de insatisfacción al sentir como su cuerpo se tensaba levemente cuando el frío acarició su rostro.


Abrió lentamente sus azulejos y frunció levemente su ceño al darse cuenta que se encontraba en su oscura habitación, soltó un suave suspiro y sonrió suavemente al darse cuenta que aún seguía aferrado al terno del mayor.


Apoyó lentamente sus pies en el frío tatami y se acercó hasta la puerta de su habitación, sus ojos se achicaron rápidamente al sentir la fuerte luz del pasillo, sin hacer mucho ruido y apretando entre sus manos la tela del saco, caminó lentamente por los largos pasillos hasta la habitación del moreno y sonrió suavemente al encontrarlo envuelto entre sus mantas.


Caminó entre la oscura habitación, que tan solo se iluminaba por los fuertes relámpagos de la lluvia, llegó hasta el borde de la cama del moreno, observando el sereno rostro del varón, no pudo evitar acariciar suavemente su frente, aquel hermoso rostro que se encontraba sereno y sin ningún rastros de su ceño fruncido, sintió un suave golpe en su pecho al verlo soltar un suave suspiro.


Los ojos negros de Sasuke se abrieron suavemente y Naruto sintió como sus mejillas se teñían de un fuerte carmín al sentir como el fuerte brazo del mayor rodeaba su cintura, hasta atraerlo a su cuerpo y meterlo bajo las cálidas mantas. Cerró lentamente sus ojos y se sintió nervioso al sentir como el mayor ocultaba su rostro entre sus cabellos.

Notas finales:

 

^^


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