El hombre camino hacia la cama para tomar a YoungJe del brazo y arrastrarlo hacia la puerta era un hombre bastante fuerte, DaeHyun rápidamente reaccionó poniendose un pantalón que estaba en el piso para alcanzar a su padre que jalaba a su desnudo amante, los alcanzo y de un rápido movimiento libero del agarre al menor a quien lanzó a la habitación para cerrar la puerta a su espalda, no le había gustado la forma que su padre había tomado al chico, su reacción fue demasiado agresiva.
—Te he dicho mil veces que no no entres a mi recamara sin tocar.—Le enfrentó el pelinegro impidiéndole a su padre volver abrir la puerta.—Jamas en tu maldita vida lo vuelvas a tocar de esa manera con quien me acueste es muy mi problema.
—Yo no crié a un maldito volteado ¿No hay suficientes mujeres en el mundo para que andes tirándote a una maldita marica? .—Le contesto el hombre que apretaba las manos formando un puño.—No voy a permitir que ese enfermo venga y manche el apellido Jung, no es el ejemplo que te he dado.
El menor quedó sorprendido por la reacción de su padre, sabía lo machista que era pero nunca creyó que fuera tan homofóbico, bueno él tampoco en un inicio acepto muy bien su relación con Jae pero tampoco llego al punto de insultarlo de esa manera ademas si acostarse con otro hombre era cosa de maricas, volteados, enfermos, él también lo era, YoungJae no lo había obligado a nada sino todo lo contrario él era quien estaba obsesionado con el menor, trago en seco al notar como bufaba el mayor parecía un toro dispuesto atacar.
—¿Tú me has criado? Por favor solo venias a lanzarme dinero, me cuidabas cuando te acordabas que existía no vengas con tu papel de padre amoroso que no te viene.—Le reclamo apretando también los puños, retándolo con la mirada.— No vuelvas a insultar a mi pareja por que si él es un marica yo también lo soy, créeme que disfrute tirármelo como no tienes idea.
El hombre le dio un golpe a su hijo, era anti natural que un hombre sintiera placer con otro ser humano de su mismo género, era una asquerosidad, la homosexualidad era una enfermedad que atacaba a los hombres débiles, los Jung no eran eso, ellos eran machos que se acostarían con cuanta mujer se les cruzará, las mujeres habían nacido para servirles, desde que él fue niño su padre le enseño que las mujeres representaban al género débil, dependían de un hombre para sobresalir, ellas eran el apoyo, su única misión era estar en casa para cuidar a su marido, recordaba el chiste que su padre tanto le gustaba contar “¿Qué es una esposa?... un problema, ¿Qué es una hija?... un problema en potencia. ¿Qué es una hija casada? .. un problema ajeno”,
—No puedo aceptar que mi hijo sea un maldito degenerado que vaya por el mundo acostándose con maricas.—Le reclamo tomándolo por el cuello.—No voy a dejar que manches mi apellido.— Lo arrinconó en la pared.—Te voy a traer un par de buenas chicas para que olvides esas estupideces y recuerdes que es ser un hombre de verdad.
—No te atrevas a nada, es mi maldita vida y tú no tienes nada que ver en ella.—Le contestó lanzándolo del pecho para alejarlo.— Esta es mi casa llevo pagando la renta hace más de seis meses y nadie me va decir que hacer.—Lo arrempujo provocando que este cayera.— No te metas en mi vida y mantente alejado de él.
Caminó hacia su habitación para cerrarla tras entrar a su espalda no quería pelear con su padre porque lo quería le daría el tiempo necesario para acepar su relación, siempre fueron solo ellos dos contra el mundo pero no permitiría que alguien lastimase a Jae a quien encontró en la cama con ropa puesta sobaba su brazo que tenia un moreton, tomo asiento a su lado para mirar la herida.
—Lo lamento ¿Te duele? —le pregunto preocupado besando sus mejillas.— No pensé que reaccionará de esa manera.— Se justifico abrazándolo por la espalda.— No te preocupes es como los perros ladra pero no muerde.
—Estoy bien no te preocupes.—Contesto con una sonrisa lanzándose a sus brazos para acurrucarse en su pecho.—Gracias por haberme defendido.
Había escuchado todo el enfrentamiento detrás de la puerta,estaba feliz de que Dae lo defendiera con la voluntad férrea que lo caracterizaba, beso su cuello con ternura, DaeHyun sonrío ante ese gesto Jae era su perfecto complemento.
—Yo siempre defiendo a mi chica.—Le dijo en tono de burla causando que el menor bufara ofendido.—Tú eres mi chica.
HimChan negaba enérgicamente por céntesima vez mientras JungUp que estaba debajo de él asintió al mismo tiempo para después darle pequeños besos en el cuello, rostro, mejillas, el menor no deja de reír ante los pucheros graciosos que dibujaba su amante en el rostro.
—No, ponme otra prueba menos eso.— Le volvió a decir arrinconándolo en el colchón contestando los besos.—No pienso ir a esa fiesta, admito que me encantas pero no creo ser completamente gay, no quiero tirarme a otro hombre más que tu.
—Las personas que asisten a la fiestas de orgullo gay no lo son, es una fiesta de beneficencia y es muy divertida.—Lo trataba de convencer colgando de su cuello.—Prometo que nadie te va reconocer ademas ninguno de tus amigos asiste a ese tipo de lugares, va ser en un bar gay.
HimChan mordisqueo su labio inferior adoraba a JongUp pero ir una fiesta en el día del orgullo gay vestido de chica para bailar una boba canción de una banda de chicas no le agradaba mucho, logro percibir los labios de su pareja deslizando por su cuello, clavículas, en verdad quería que Up confiara en él, convencerlo de que trataba de ser una buena persona, hay veces que los malos hábitos son difíciles de olvidar pero también era consiente que se necesitaban pequeños sacrificios para erradicarlos.
—Esta bien.— Dijo en un suspiro.— Debes ser muy bueno en la cama o te quiero mucho para ceder.—Habló honestamente.— Pero yo escojo la ropa si me voy a vestir de chica debo ser la más bella.
—Claro mi diva.—Le dijo con una enorme sonrisa.—La verdad es que soy muy bueno en la cama.
HimChan no se pudo oponer a esa afirmación JongUp era una fiera en la cama cuando se lo proponía, la pareja bajo por las escaleras JongUp no estaba muy seguro a donde se dirigían pero le encantaba la manera que el mayor lo trataba una vez escucho a su papá DongHae decir que ciertos hombres eran manipulares debido a que se dejaban llevar por su lívido, para ellos es sencillo confundir amor con deseo, había veces que él mismo temía que un día Hyun se cansará por ello trataba de continuar hechizándolo, eso haría Up embrujara cada segundo más a su hyung para que no se fuera, para que solo lo deseara a él, era un sentimiento egoísta, irracional pero real.
—¿A donde vamos? .—Cuestionó interesado notando que se detenían en un piso y comenzaban a recorrer el pasillo.— HimChan quiero ir a casa a bañarme.
—Yo también,—Se detuvieron en una puerta donde el pelinegro inserto una llave y abrió.— Mamá estoy en casa.—Up soltó la mano del mayor al descubrir a una mujer que se asomaba por el marco de una puerta.—He traído a un amigo, huele delicioso ¿Que cocinas?
—Cariño pensé que tardarías más en llegar.— Le contesto la mujer para tomar entre sus manos el rostro del chico para besar su frente.—Hueles a alcohol.— Him se disculpo.— Primero vayan a bañarse.—La mujer de piel blanca, cabello negro y facciones finas llevo sus ojos a JongUp quien se quedó mudo.— Hola soy la madre de HimChan.
—Mucho gusto soy su amigo JongUp.—Contesto con una sonrisa la mujer que era idéntica a su hyung, pero con un par de años más.— Una disculpa por las molestias.
Him rodó los ojos para pasar su brazo encima de los hombros de su amante y arrastrarlo a su habitación siguiendo las ordenes de su madre, ya dentro del cuarto Up por primera vez descubrió detalles de la persona que amaba, el pelinegro había salido del cuarto para dirigirse al baño, “Lo siento pero no creo que sea normal que compartamos en baño, no quiero sentirme tentado a volver a poseerte” le había dicho dándole un beso en la frente, JongUp se acerco al pequeño escritorio donde algunos libros estaban acomodados, sonrío al ver quien era el dueño, BYG estaban esas iniciales, recorrió las paginas eran libros especializados en arte, pintura, música, dirigió su vista a los portarretratos puestos en una pared, era la señora Kim con su hijo, sus ojos se abrieron al encontrar varios diplomas, reconocimientos, HimChan era muy bueno para tocar instrumentos la habitación era sobria, limpia, acomodada perfectamente, algunos pósters estaban en las paredes, se dejó caer en la cama metió las manos debajo de la almohada para poder percibir el olor de su amante, de pronto capto algo al sacar las manos se dio cuenta que eran un par de fotos.
—”Hazme inmortal con un beso,”.—Leyó el menor detrás de un de las imágenes, era Margot siendo apenas una adolescente.— “Incluso la eternidad me parece poco tiempo cuando se trata de estar contigo.”— Decía una foto más reciente de la misma chica rubia.—¿En verdad tanto se querían?
La puerta se abrió dejando ver al pelinegro con una toalla en la mano secando su húmedo cabello, llevaba unos pantalones de mezclilla y una camisa blanca al ver que llevaba el menor en las manos lo ignoro para caminar hacia el closet, donde saco un par de prendas.
—No es fácil desprenderse de la costumbre.—Dijo fríamente arrebatándole las fotos al chico de cabello fiusha.— Margot y yo estamos juntos desde que éramos unos niños.
—No he dicho nada.— Le contesto tomando la ropa para dirigirse al baño pero antes de cerrar la puerta se giro.— No me importa a quien amaste primero sino a quien amaras al final.
Him tomo asiento en el borde de la cama para mirar esas fotografías, era una mentira asegurar que ya no tenia sentimientos por esa chica de cabello rubio, la seguía amando estuvo en varias ocasiones apunto de marcarle, escuchar su voz, ella había dicho que comenzaría una nueva vida, Him en verdad deseaba que ella fuera feliz aunque no estuviera a su lado porqué al final ella fue su primer amor, la chica que le enseño tantas cosas, se arrepentía de haberla lastimado tomo las fotografías para guardarlas en un cajón, ella seguiría siendo hasta el día de su muerte uno de los mejores recuerdos de su pasado, después de varios minutos la puerta se abrió, JongUp entraba al cuarto tratando de doblar las mangas de la playera que le quedaban bastante largas, agradecida que le hubiera prestado un short pero aún le quedaba largo levanto la vista al sentir como lo tomaban por los hombros y cerraban la puerta su espalda, fue pegado a la madera.
—Lo estoy intentando.— Le susurro para besarlo al inicio suavemente pero la caricia se volvió más salvaje.— En este momento solo pienso en ti.
—Tu madre nos puede ver.—le contesto tratando de evadir los labios que devoraban su cuello.—No, no voy a soportarlo.
Una perversa sonrisa se dibujo en los labios del mayor quien comenzó acariciar al menor quien trataba de negarse, su beso se volvió más violento, el calor en la habitación aumento considerablemente hasta que un golpe en la puerta los asusto.
—Se va enfriar la comida.— La voz de la mujer al otro lado los perturbo, Him continuo besando el cuello de su amante quien estaba aterrado de ser descubierto, —Kim HimChan contestamente y no solo gruñas.
—Vamos mamá.— Por fin dijo separando sus labios de la piel morena del menor.— No hagas corajes o van aparecer pequeñas arrugas en esa bella frente.
La mujer soltó un bufido gracioso, Him le dio un ultimo beso a su amante para abrir la puerta y ambos dirigirse a la cocina donde el desayuno estaba bellamente puesto antes de iniciar la mujer los obligo hacer una oración y dar gracias, Up quedó sorprendido por el sentido tan religioso que se percibía en esa casa ahora comprendía un poco más la situación de su amante, había sido educado en un entorno bastante apegado a las leyes de moralidad impuestas por un Dios, en su caso sus padres no eran muy religiosos de hecho se podía decir que eran algo ateos.
—Es muy extraño que Him traiga a un amigo a la casa.—Comentó la mujer regalándole una sonrisa a los dos chicos.—Solo ha traído un par de veces a Bang y Jung, chicos muy agradables, cuando eran niños Dae siempre venia a comer con nosotros.—Argumentó la mujer dandole un sorbo a su cafe.—Pero ahora que tiene tantas novias se ha olvidado de mi.—Habló en un suspiro.—Bang siempre ha sido un niño ocupado.—Him rodó los ojos, no le agradaba compartir a su madre.— Ni siquiera me ha presentado una novia.
Up llevo su mirada al pelinegro quien dejo escapar un suspiro.
—Ma, ya te dije que ante mis ojos eres la mujer más bella y si traía alguna chica se apocaría ante su belleza.—La mujer dejó escapar una tímida sonrisa.— Up es uno de los nuevos amigos que tengo, él me esta guiando por el camino del bien, es mejor que cualquier novia.
La mujer dejó escapar una sonrisa para girarse a mirar al mencionado y pedirle que cuidará de su pequeño conejo blanco, la mañana la pasaron los tres hablando de mil temas, Him quería que las dos personas que más quería se conocieran, ya que ambos eran iguales, Up siempre con una sonrisa en su propio mundo mientras su madre con su amabilidad y calidez llegaba a ser tratada como ingenua, tal vez por esa razón le había atraído tanto la personalidad de su actual amante.
Bang se removía en las cobijas molesto por el incesante sonido de un puño golpeando su puerta,gruño cansado pero salió de la cama colocando solo unas pantalones de mezclilla que encontró en el suelo, al abrir la puerta se topo con su replica quien trato de entrar pero el menor se lo impidió, Nam lo observo intrigado pero no lo forro a dejarlo entrar ambos se dirigieron al pasillo cerrando la puerta a su espalda.
—¿Qué quieres tan temprano?.—Le cuestionó descubriendo por el gesto del mayor que era tarde, le resto importancia así que limpio sus ojos—Habla que quiero volver a dormir.
—¿Dónde están mis abuelos? ¿Qué diablos te paso? —Le cuestionó mirando los moretones, chupones, rasguños en el cuerpo del contrario.— Espero que no hayas vuelto a tus andadas.
Bang revolvió su cabello, su cuerpo le dolía a montones una parte por la noche salvaje con el maknae y otro porcentaje por la pelea, trato de hilar sus pensamientos la resaca no le ayudaba mucho.
—Decidieron quedarse más tiempo con Natahsa.—Le contesto caminando hacia la cocina, necesitaba algo de agua.—Yo también lo haría, quien no ama vivir junto el mar.— Se tomó de un golpe el contenido de un vaso de agua.— Déjalos, la casa de Natasha es enorme, el clima es genial para descansar.— Su tono por primera vez era amable y no desafiante miró sus propios moretones.—La chica de anoche era bastante salvaje, le gustaba el juego rudo.
—¿estas seguro que no volviste a eso del Parkourt? Recuerda el accidente que te llevo a una cama.— Le enfrento no quería pelear debido a que por primera vez estaban hablando tranquilamente.— Va voy a creer en tu palabra ademas te juntas con cada enferma mental.
Bang emitió una tibia sonrisa, era verdad que toda la vida había llevado una relación competitiva con su hermano mayor pero seguía siendo su hermano y en las últimas semana lo había notado más cansado, que pelaran por todo no significaba que deseaba que le sucediera algo malo ademas él había sacrificado su desarrollo académico para que Guk continuará estudiando, era momento de pagarle el favor, saco un cartón de leche para abrirlo y dirigirse a su habitación.
—Esta vez voy a creerte pero espero no estés metido en cosas raras.— Le condenó mirando su reloj para asustarse.—Es tarde y tengo una cita con Jun..—Lo había dicho sin pensarlo.— Me voy a bañar.
—No me interesa que te quieras tirar al maknae pero enserio tienes que dormir un poco.—Lo miro de frente.— Jun fue castigado ayer quisimos que fuera con nosotros a una fiesta pero se negó debido a que lo castigaron por saltarse las clases, Nam levantó la ceja dudoso.—Enserio marcarle, ¿tienes su numero o te lo paso? .—Nam continuo con su andar deteniéndose en la puerta.— Debes recordar que es un niño de 16 años, sus padres te pueden acusar de corrupción de menores.
Nam lo ignoro metiéndose en su habitación, Guk soltó una carcajada para mirar a la persona que dormía en su cama cerro la puerta con seguro colocando el cartón de leche a un lado de la cómoda, estuvo apunto de gritarle a su hermano que él ya se había acostado con su pequeña tentación, dirigió sus ojos a esa figura que continuaba en el mundo de los sueños subió a la cama comenzar a besar esa espalda desnuda que brillaba bajo los rayos del Sol, sus manos se fueron deslizando en los costados hasta llegar a unos muslos que se abrían lentamente, sus labios se enfocaron en un cuello, se fue deshaciendo de sus pantalones para meterse debajo de las cobijas y pegarse a la espalda del menor quien continuaba inmerso en el cansancio.
—¿qué clase de sueño tienes para que te pongas de esta manera? .—Le susurro al oído masacrando la entrepierna de Jun, la cual estaba más que despierta.— ¿seguro que estas dormido? .—Comenzó a rozar su entrepierna con el trasero del contrario debido a que Jun dejaba salir provocadores gemidos.—Diablos temo que voy a terminar abusando de ti.
Lo giro para besarlo en los labios cuando que el menor quien al despertar y notar su situación se sintió confuso, unos labios devoraban su cuello, unas manos lo acariciaban, sus ojos se cruzaron, cuando percibió la ansiosa mirada del mayor fue entonces que comprendió que no estaba soñando, se aferro a esa espalda debido a que Guk lo mantenía sometido bajo su cuerpo.
—Buenos días.—Le comentó el mayor mordiendo su labio inferior.— ¿te duele algo? .—Jun negó.— ¿Quieres que continue? .—El menor asintió besando su cuello.—Eres un pequeño gatito travieso.
—Anciano pervertido pensé que estabas cansado.— Le contesto besándolo con ansia, levantaba las caderas para aumentar el contacto.—Debes alimentar a tu gatito.
La pareja comenzó a besarse mientras Bang miraba de reojo un celular que estaba recibiendo un mensaje, le había enviado un mensaje del telefono de Jun a su hermano disculpándose por no asistir a su cita.