Una mano se estampa en la mejilla de un chico de piel pálida, cabello negro, mirada fría y finos dientes de conejo sobresalen en sus labios cuando emite una sonrisa, la bella rubia atacante se enfurece más ante ese gesto vuelve a darle otra pero al hombre parece no importarle las heridas la sujeta por las manos para arrinconarla en una de las esquinas de ese habitación acerca sus labios para besarla pero esta se remueve molesta.
—Juraste no volver a engañarme.— Le escupió la mujer. —La maldita zorra con quien te acostaste vino a restregarme tu engaño.— La mujer logra zafarse una mano para mostrar la imagen que estaba en su móvil.—Anda di que es falsa.
—Ayer te montaste en tu macho y no dejaste que me quedara contigo.— Le contesto sin ningun pudor.— Ayer también coqueteaste con aquel chico así que estamos a mano.
La rubia torció sus labios estaba hastiada de esa enferma relación que mantenía con ese masoquista chico, sus cambios de humor eran inaguantables, sus reacciones extrañas le llegaban asustar, lo amaba desde que eran adolescentes pero era obvio que no podían continuar andando en el mismo camino aunque Him muchas veces le grito amarla, mentía, él era incapaz de alimentar algún sentimiento en su frío pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas percibía aquellos labios rojos tratando de besarla anhelaba negarse pero era una masoquista por lo que lo aceptaba una vez más, fue entonces que recordó las palabras de su mejor amiga Anna, “tu dignidad no tiene precio ninguna caricia o beso de un hombre la vale ” lanzo lejos al pelinegro.
—No, no, estoy cansada de ti.— le grito cansada de saber que HimChan no paraba de sonreír.— Odias a tu padrastro pero en realidad eres como él, no puedes amar porque no te lo mereces ni tu madre te quiso, ni ella pesar de todo el dolor no puede dejarlo por ti.
—Callate, callate.— Le contesto HimChan llevando sus manos a la cabeza.— Ella lo hizo por mi, ella esta a su lado por mi.— Le enfrento esa era la fibra más sensible de todo su comportamiento, el nervio que lo explotaba.— Yo soy el débil, yo no puedo cuidarla.— Se dio media vuelta.—Largate, volverás como siempre, no puedes dejar de amarme.
Margot se separo para dar un par de pasos esta vez no había vuelta atrás, no volvería a sus brazos ella se amaba así misma para percibir que esa relación le siguiera robando su dignidad como ser humano al salir por una puerta se giro.
—La débil es ella por estar pegada a un bastardo como tu padrastro.— Le hablo seriamente.— Quedarte a su lado solo te seguirá generando más odio, te estas convirtiendo en él por qué quieres que tu madre te ame como lo ama a él.
HimChan golpeo la pared, la rubia corrió hacia fuera de ese lugar el pelinegro paso varios minutos golpeando el frío cemento odiaba que le dijeran que tenia cierto parecido a la persona que más aborrecía en la vida, cuando se ama alguien se busca hacerla reír por el resto de su vida, verla sonreír es el mejor regalo del mundo por ello odiamos cuando alguien la lastima pero la sensación en el pecho de HimChan era una guerra campal entre sentimientos extremos, adoraba a su madre como a ningún ser en el mundo buscaba de cualquier modo hacerla feliz pero lamentablemente sus acciones eran infructíferas ya que ella solo ampliaba su sonrisa cuando su padrastro le hablaba, ella sufría el típico síndrome de Estocolmo, amaba a su raptor y por ende Him aborrecía aquel monstruo por ser la personas más importante para su madre, después de calmarse se dirigió a su hogar donde abrió la puerta en silencio, no buscaba llamar la atención, ni enfrentarse con su padrastro anhelaba descansar en sus cómoda cama.
—¿Pensé que estarías con alguno de tus maricas amigos? .—La voz robusta de un hombre detuvo sus pasos.—¿no has visto el calendario? .—HimChan no contesto solo mantuvo una pelea visual.— Hoy vienen unos amigos y no quiero que te vean sabes que odio tenerte presente.
—Estaré encerrado en mi habitación sin hacer ruido.— Le contesto con ironía algo que al hombre no le gusto.— Esta es mi casa y no tengo a donde ir.— Se justificó, esa noche quería dormir en un lugar caliente, en su sabanas, en su habitación, no caminar por las calles como un cachorro abandonado. —Entonces dame dinero para ir a dormir a un buen hotel y no mancharé tu impecable historial.
El hombre estaba sentado el sofá por el gesto de molestia parecía que las visitas eran muy importantes, el sujeto estaba aplicando para un trabajo en el extranjero, su más grande sueño, dejo escapar un suspiro no estaba de ánimos para pelear, camino hacía él quedando frente a frente, el hombre se había puesto de pie enfrentandolo, un ligero aire congelo su interior, le tenia miedo siempre se lo había tenido, una puerta se abrio capto su atención.
—Channie mi amor que bueno que llegaste temprano debes ir cambiarte hoy tenemos una cena maravillosa.— Argumentó la mujer acercandose al chico tratando de limpiar sus manchadas mejillas con el dedo, esa caricia fue perfecta para el alma del primogénito.—Todos verán lo hermoso que es mi hijo, eres tan guapo.— La mujer se quedo embobada en esos rasgos.— Te quiero tanto hijo mío.
HimChan era alguien afortunado por ser amado por su madre pero ese cariño excesivo era la razón por la cual ese hombre que estaba las espaldas de la mujer lo odiaba tanto, era un celoso, su padrastro era un enfermo que detestaba su rostro por ser tan parecido al de su padre biológico, al hombre que siempre ha amado su madre, dibujo una sonrisa en los labios.
—Lo siento mamá pero es el cumpleaños de una amiga de Margot y quiere que la acompañe.— Se disculpo besando sus cabellos.— Creo que es momento que todos queden encantados con tu belleza.— Le dio un pequeño abrazo para después dirigirse a su habitación.—Solo saco unas cosas.
La mujer trato de hacerlo cambiar de opinión pero el chico era bastante terco, razón por la cual se salió con la suya antes de salir del departamento el hombre le dio un par de billetes, HimChan lo aborrecía pero sabía que en el fondo de ese frío, asqueroso ser quería a su madre, era un hombre torturado por sus inseguridades, se colgó la mochila en los hombros sacando su celular cuando estaba dispuesto a llamar a Dae pero un mensaje arribó a su bandeja de entrada.
“Mira hyung he aprendido a cocinar galletas ¿Quieres que te lleve algunas el lunes? ” iba adjunta una imagen de galletas en forma de algo, no estaba seguro de que figura se trataba, una sonrisa cruzo por su rostro, pediría asilo a ese chico no quería que Bang lo sermoneara y tal vez Dae estaba con alguna chica, odiaba ser mal tercio o lo peor es que le pidiera, otra vez, hacer un trio, hizo un par de llamadas para conseguir la dirección de su pupilo.
Departamento Jung
Los dos amigos estaban sentados en el piso sus hombros golpeaban estaba cerca a tal grado de escuchar la respiración del contrario, el menor tenía en claro la razón por la cual su corazón latía rápidamente mientras Dae se cuestionaba una y otra vez sin agradarle la respuesta, después de estar una hora se dispuso a ponerse de pie estiro la mano para ayudarle a su amigo.
—Vamos por algo para comer mi nevera esta vacía.—Le habló jalándolo sus frentes quedaron bastante cerca cuando Jae se puso de pie.—Muero de hambre, Jenner es una chica bastante salvaje.
El menor torció los labios, el mensaje fue comprendido por el mayor quien no continuo con su explicación de porque Jenner era una bestia en la cama, los dos escaparon por los techos no buscaban salir por la entrada donde de seguro estaba la madre del menor, llegaron a una esquina donde venden ramen se adentraron para comer, sus conversaciones fueron una serie de intercambios de monosílabos estúpidos y sin sentido al finalizar el mayor pago la cuenta ninguno de los dos deseaba regresar al departamento, no podrían detener el latido de su pecho si compartían cama, sus sentimientos se delataban por aquellos ruidos provenientes de su interior por la cual dieron una vuelta por un parque cercano, se unieron a unos conocidos del mayor para jugar basquet descubriendo que Jae era pésimo buscaban cansarse para no tener que hablar, las horas pasaron y los sujetos tuvieron que irse a sus respectivos hogares, dejándolos solos.
—Vamos a casa tengo sueño—Se quejo Jae cubriéndose con su chaqueta.— Ya son las dos de la mañana.
Dae asintió, los dos fueron andando por las jardineras en silencio no estaba de ánimos para abrir la boca fijo su vista en el camino pero el sonido de varios pasos captaron su vista de un segundo a otro se vieron rodeados por un gran número chicos una mueca de fastidio se dibujo en el rostro del mayor al descubrir de quien se trataba, parecía que Nick encontró el pequeño regalo que le dejo a su novia esa tarde.
—Maldito perro juró que to voy a partir la cara.— Le grito un hombre sujetando por el cuello al mayor.—¿como te atreviste a tocar a mi novia? .—Le reclamó, Dae levanto los hombros restando importancia al reclamo.— Te voy a partir ese bello rostro que tienes para que nadie se vuelva a fijar en ti.
—ÉL no obligo a tu novia.—Intervinó Jae saliendo a la defensa de su amigo.—Ella acepto ir a su casa así que aquí la culpa también la tiene la golfa de tu novia.
Nick ordenó a dos de sus amigos a sostener a Dae quien se comenzó a mover nervioso al notar como su enemigo se acercaba su compañero, él no tenia la culpa de sus actos, le dio un golpe al chico de la izquierda y una patada al de la derecha para interponerse entre Nick y Jae.
—ÉL no tiene nada que ver en esto.— le enfrento.— El problema es conmigo, yo fui quien me tiro a tu chica.
—Wow nunca había visto al hijo de Drunk Jung tan agitado.— Dijo en mofa ordenando a sus amigos que otra vez sostuvieran a Dae, ahora eran tres.— Veo que te van las chicas y los chicos,—Dos sujetos ya tenían sujetando a Jae quien trataba de escaparse.— Pues yo también me tiraría a este chico, con esa cara de porcelana que tiene, esos labios rosas y tan bellos ojos.
YoungJae se removio nervioso al notar como unos dedos acariciaba su cara, se sentía asqueado cuando Dae lo hacia le fascinaba pero en ese momento era repugnante el sentimiento, trato de escaparse miró como Dae hacia lo mismo pero un cuarto chico comenzaba a golpearlo en el abdomen, se notaba que iban enserio.
—Ojo por ojo, diente por diente.—Habló Nick acercando sus labios a los de Jae que apretaba la boca fuertemente.— A diferencia es que tu veras como me tiro a tu noviecito.
El menor se negaba pero el hombre mordía la comisura obligando aceptar su, Dae sintió una desesperación que lo elevaba a la locura anhelaba cortarle la cabeza al sujeto pero por más que peleara no lograba ganarle a esos cuatros tipos, la culpa lo carcomía por dentro se extendía como un salpullido causándole una desesperación impresionante no le importaban los golpes su único deseo era liberar de esa tortura a su mejor amigo.
—Si lo tocas le diré a Jepp Blackam quien manoseo a su primo.— Le gritó provocando que Nick detuviera sus movimientos, él era mucho mayor así que no conocía a los alumnos de la preparatoria.— Jepp me pidió sacar a pasear a su primo menor que esta de visita, tú mismo lo viste en Warrior, él forma parte de nuestro equipo.
—Puede ser que sea verdad.—Intervino uno de los chicos que sostenía del brazo al Hyun.—He visto un par de veces a Jepp con ese chico y otros dos más jóvenes, no quiero problemas con él.
Un segundo chico también se echó para atrás liberando a Jae, sabían que si le daban una paliza a Dae el líder del grupo de BAP no se metería debido a que era algo que el chico su busco pero lastimar a otro que nada tenia la culpa era despertar la furia de ese temible hombre, Nick también se acobardo al último momento, Jepp tenia muchos amigos que eran bastante peligrosos, lo mejor no era probar si Dae mintió o no se dio media vuelta para comenzar a golpear a su enemigo como si fuera un saco de boxeo, Jae trató de detenerlo pero los jóvenes que antes lo sujetaban se lo impidieron.
—ÉL se lo busco por meterse con la novia.—Un chico le dijo en tono agradable a Jae.—Lo lamento ademas esta acostumbrado a esto.
Solo un par de minutos duro la “venganza” los chicos se fueron y YoungJae se acerco a su amigo para revisar que tenia el labio partido, la ceja abierta y varios golpes en el abdomen parecía estar acostumbrado a eso, le ayudo a ponerse de pie y lo llevo a su casa agradeció que fuera casi de madrugada para pasar desapercibidos por la recepción, en su habitación lo acomodo en la cama, la cual extrañamente estaba tendida y acomodada.
—Lo lamento por el susto.— Fue lo único que alzanzo articular el pelinegro para después señalar algo con el dedo en la esquina del closet—Ahí esta el botiquín de primeros auxilios, —Jae corrió a el para sacarlo descubriendo varias gasas usadas, era obvio que continuamente era utilizado corrió donde estaba Dae para ayudarle a quitarse la camisa.— Es lo querías hacer de seguro hace mucho tiempo.
—Aún herido no se te quita lo fastidioso.— le contesto aplicando fuertemente una bola de algodón con agua oxigenada en la herida del labio.— Te dije que te meterías en problemas si andabas de coqueto con chicas que tienen novio, eres tan malditamente descuidado.— le regaño acercando su rostro para continuar limpiando las heridas.— No sé porque te ataco si la chica también tiene la culpa por andar de cascos ligeros, esa una zorra.
Dae elevo la mano para pellizcar las mejillas infladas de su amigo seguía más enojado con el hecho que se acostará con Kendall que el haber sido atacado por Nick, le agradaba ese joven que limpiaba sus heridas, la forma que lo miraba con esos ojos transparentes que le gritaban lo tanto que anhelaba cuidarlo, estaba preocupado por su salud, siempre asegurandose que comiera, que durmiera temprano, que entregará la tarea, era su cuidador personal y por eso lo adoraba, anhelaba ser cuidado por él, le fascinaba sentirse mimado por ese gruñón cerró los ojos para dejar que esas suaves manos hicieran su trabajo.
—No la puedes culpar soy irresistible.—Murmuró ganándose un ligero golpe en el hombro.— Estoy acostumbrado a recibir palizas por mis malas acciones desde niño las he recibido mi padre decía que debía aceptarlas como hombre, él nunca me lastimo pero tampoco hizo nada para que dejará de meterme en problemas.—Una risa nerviosa salió de sus labios.— No ha sido el mejor padre del mundo, de hecho es el peor.— Apreso sus labios.—Pero es la única familia que tengo.
—Te equivocas nosotros también somos familia.—Le contesto Jae acercando su labios para soplar en las heridas y colocar vendidas.— Yo dije que siempre estaré a tu lado, yo cuidaré de ti, limpiare tus heridas pero por favor detente.— Pego su frentes.— No dejes que te lastimen, no más sexo por sexo, no necesitas eso lo que quieres es solo un par de brazos que te protejan.—Coloco sus manos en su rostro sosteniéndolo para acercar sus labios.— Los míos están vacíos y abiertos para sostenerte.
Jae al terminar su trabajo terminado se acomodo a un lado del mayor de un impulso lo abrazo, acomodo el rostro de Dae en su pecho, no estaba solo, BAP era también su familia, él lo seguiría regañando si nadie más lo hacia, él lo cuidaría si nadie más tenia tempo de hacerlo, lo quería, DaeHyun sumergió su nariz en ese pecho absorbiendo esa delicioso aroma que desprendía su compañero, era una sustancia embriagadora y adictiva, quería pasar el resto de sus días de esa manera, ese pensamiento lo destruyo porque debía admitir, la razón por que su corazón se aceleraba tontamente era, por que, solo tal vez, se estaba enamorando de ese molesto chico, se separo para erguirse y colocarse encima del menor lo apreso entre las sabanas sin previo aviso lo beso, sumergió su lengua en esa cavidad bucal que no se opuso sino todo lo contrario, lo recibió y rogaba por más contacto por primera vez después de tanto tiempo se sentía en paz, las dudas desaparecieron.
Departamento Bang
Junhong caminaba entre las penumbras buscando un vaso para tomar algo de agua estaba aburrido de estar solo en ese viejo departamento le había dicho a su hyung que lo esperaría en casa para el día domingo salir a entrenar, extrañamente su padre aceptaba cuando le decía que debía pasar tiempo con Bang aunque sabía que después lo agobiaría con preguntas estúpidas, su tutor era un maestro para engañar sus padres pero él aún no lograba mentir magistralmente soltó un ligero quejido cuando el vaso se resbalo por sus dedos y fue a dar el piso mojándolo con el contenido, se agacho pero la oscuridad le impidió hacer su trabajo de pronto la habitación se vio iluminada,
—No hay nadie en casa no deberías andar a oscuras.— Una grave voz capto su atención de un momento a otro miro de frente a un chico que se agachaba con un trapo a limpiar el desastre.— ¿Qué haces despierto?
—Esperando a tu hermano.—Le contesto fríamente no le agradaba la manera que Nam lo miraba, es como si fuera un pedazo de carne expuesta a sus comensales.— Gracias pero yo pude haberlo solo.
Nam cada día estaba más obsesionado con el chico, le gustaba visualmente pero también le atraía que fuera tan cercano a su hermano menor, su gemelo desde niño se creyó superior al resto como si fuera tocado por Dios esa arrogancia le llegaba a cansar, ambos se irguieron Nam coloco el vaso de plástico en el fregadero no si antes acorralar al grisáceo que se movía nervioso ante el contacto.
—Traje algo para comer ¿Quieres? —Mostró una bolsa con aperitivos.— Esperemos juntos a mi hermano, si llega.— Lo último fue dicho con sarcasmo.— Puede que en estos momentos este con alguna fan, es muy codiciando en el antro donde trabaja como bartender, he visto babear a unas cuantas.
—No tengo hambre gracias.— Le contesto zafando del acoso aunque fueran idénticos Zelo podía diferenciarlos por el aura que los rodeaba.— él dijo que terminando vendría a casa.
Nam torció los labios eso era lo que más odiaba, la maldita devoción que ese chiquillo le tenia a su hermano, lo admiraba como si fuera un DIOS, solo alimentaba el enorme ego de su gemelo, le enfurecía esa realidad nuevamente se acerco a Jun, sus ojos le explicaron la razón de tanta dedicación, de tanta fidelidad, JunHong y él eran iguales, ambos se enamoraban de personas de su propio género lograba preferible por la forma que sonreía, hablaba, esa actitud no era la de un discípulo hacia su maestro sino de un amante.
—Sabes tengo pases para la exhibición de patinetas.— Le mostró dos pedazos de papel, los ojos del menor se abrieron de golpe.— He visto tu patineta ademas los chicos del staff son mis amigos y nos pueden dejar saludar a los participantes.
—Wow eso es genial.— Contesto emocionado tomando los tickets.—Trate de comprar algunos boletos pero fue imposible, todo estaba vendido.
Las piernas de Nam se derritieron al ver tan bella sonrisa, la forma que dos hoyuelos se formaban en sus mejillas era sencillamente tentador, se animo a tocarlas acercando más su rostro quería besarlo, tocar esos inocentes labios rosas, probar al niño de oro de su hermano, corromperlo para observar la cara de destrucción del su gemelo, en lo más profundo de su ser anhelaba verlo destruido, arrastrandose en el piso para por fin comprobar si ese hombre era de carne o solo un conjunto de ideales bajo una capa de pie., ni la vez que termino con Ariana lo vio llorar o sufrir, solo se tragaba su maldita soberbia fingiendo ser una persona implacable.
—¿Una cita?.— Le cuestionó causando que Jun levantará la ceja.—Bueno una salida entre amigos eres un chico bastante agradable y eres amigo de mi hermano solo quiero conocerte.— Emitió una nostálgica sonrisa.—Mientras paseamos te puedo platicar de la niñez de Gua, tengo bastantes historias cómicas sobre él.
—Esta bien.— Contesto automáticamente aunque no le agradara mucho quería saber un poco más de la vida de YongGuk y que mejor personas que su hermano mayor para conseguir esa información.—Me voy a dormir estoy cansado.
Nam dio un paso hacia atrás liberando a Jun de su prisión, el pelinegro salto de alegría cuando la puerta de una habitación se cerro quedando solo en la cocina, ahora más que nunca aprovecharía esa cita para conquistar el niño, sería su venganza perfecta hacia su hermano, el sujeto camino en dirección a su habitación no sin antes apagar las luces observo que la puerta de la entrada estaba entre abierta fue asomarse descubriendo vacío el pasillo cuando volvía a su cuarto un par manos lo sujetaron por el cuello pegándolo en la pared.
—¿Qué diablos buscas invitando a salir a JunHong?.— Le cuestionó un furioso pelinegro.— Mantén tu malditas manos fuera de él, no dejaré que lo toques ni le pegues tus desviaciones enfermas.
Nam se liberó del agarre para darle un golpe a su hermano, le irritaba su superioridad, Guk era un muñeco que solo hacia lo que debía hacer para tener un propósito y no sentirse tan hueco como en realidad lo estaba, la Universidad era para volverse más fuerte, tener una estabilidad económica para sus abuelos, sus objetivos eran por razones superficiales nunca tuvo un deseo propio, la música era su prohibido amor por el cual se negaba a pelear.
— ¿Qué tal si el chico ya tiene tendencias enfermizas? Maldito homofobico de mierda.—Le grito dandole otro golpe.— ¿crees que por ser heterosexual eres mejor? por favor eres una marioneta que no siente nada, solo anhelas el dinero por una idea superficial, te crees el héroe de esta película pero eres un extra.
Los hermanos se llevaban bien cuando sus abuelos estaban enfermos y los necesitaban, eran unos gemelos ejemplares frente a esos dos ancianos porque eran sus padres, las dos personas que los cuidaron cuando sus verdadero progenitores murieron en ese egoísta accidente pero cuando estaban solos el rencor que sentían mutuamente los cegaba, el mayor detestaba el aire de “santo” que se encargaba el menor mientras que a Guk le irritaba que su hermano fuera tan emocional, eran de carácter extremo, con ideas contrastantes lo único en común que tenían era el amor hacia sus abuelos.
—Aléjate de JunHong, él es mío.— Le contesto furioso apretando los dientes golpeando a Nam contra el muro.— Me importa muy poco lo que pienses de mi pero a Jun no lo vas a tocar, él es mío, si alguien lo llega a corromper seré yo.
Nam abrió los ojos al escuchar esas palabras, Guk siempre andaba por la vida como un viajero sin estar pegado a nada ni nadie, como si buscara algo que nunca perdió pero era la primera vez se notaba que tenía sangre en las venas, lograba sentir como lo apretaba contra la pared quitándole el aliento ahora más que nunca anhelaba quitárselo, ambos hermanos estaban envenenados con la sustancia llamada sadismo, disfrutaban ver sufrir a las personas por el simple placer de tener el poder.
—Quien diría que el homofobico de mi hermanito anda tras lo s huesos de un niño inocente.— Se mofo emitiendo una sonrisa de burla.— ¿Qué tambien te vienen los hombres?
—No pero debo admitir que tengo a un par detrás de mi.—Le contesto ampliando su sonrisa, sus ojos emitieron un extraño brillo.—¿no recuerdas a Mick? Ese hermoso y precioso niño de ojos enormes, cabello negro y con lindo lunar en el labio.— La sonrisa de Nam desapareció sus ojos se vieron manchados por una sombra negra.— Puedo hablarle a Tailandia, nuestro recibo de teléfono esta atascado de su número.—Guk relamió los labios extasiado por ver la cara de sufrimiento del mayor.— Hacerlo con una mujer u hombre no es mucha diferencia para mi al final solo les romperé el corazón, .—Se acerco a su oído.—recuerdo la forma que lloro cuando no acepte sus sentimientos, ¿lo olvidaste? .—Apretó fuertemente el cuerpo de su hermano en el muro. —Puedo hacerlo llorar más fuerte, crear una ilusión y después destrozarlo en pedazos.—Guk le dio un golpe en el abdomen. —No toques a Jun quedas advertido.
Nam se resbalo por la pared hasta quedarse en el piso abrazandose asi mismo por el golpe, esa era la razón por la cual odiaba a su gemelo por ello ansiaba la venganza destruir lo amaba como Guk quebró el corazón de su primer amor, Bang caminó hacia su habitación JunHong volvió rápidamente a la cama después de entrar quiso volver para preguntarle a Nam si tenía un extra para invitar a Up y no ir como pareja, no alcanzó a escuchar toda la conversación pero si la parte donde Guk le gritaba a su gemelo que Jun era solo suyo para muchos esas palabras le atemorizarían por el tono usado pero Zelo estaba emocionado, excitado de saber lo importante que era en la vida de su hyung, levanto la mirada cuando noto que la puerta se abría tal vez por fin el mayor comenzaba a sentir algo por él.
—No debes esperarme com si fueras un cachorro.— Le habló con una sonrisa levanto una bolsa que llevaba en la mano izquierda.—Traje algo para comer ¿Quieres?
—No te esperaba solo tenía hambre y te iba a llamar para que trajeras algo.— Contesto orgulloso caminando hacia el chico que tomaba asiento en el piso donde estaba una mini mesa.—Huele delicioso.—Tomo siento a lado del mayor quien se hizo para atrás señalando su regazo.—Ya vas a comenzar con tus acosos, eres un maldito degenerado.
Guk amplio su sonrisa para jalarlo y obligarlo a sentarse en su regazo donde le ordenó que le diera de comer en la boca, Jun reía ante los gestos de su hyung cuando le daba probar algo que no le gustaba conversaron de las coas que hicieron en la tarde después de separarse ninguno de los dos toco el tema de la reunión con Mike o Chester después de ir al cine, Jun fue el primero en meterse a la cama en lo que Bang fue a bañarse al regresar este solo usaba un short y de esa manera se metió en las cobijas a un lado del menor en cuestión de segundo se quedo profundamente dormido debido al cansancio, Jun al comprobar que el mayor descansaba abrió los ojos descubriendo que el rostro de Bang estaba frente al suyo separados por centímetros, se acerco más para besar sus labios.
Casa Moon
Up abrió la puerta descubriendo a un sonriente pelinegro, que llevaba una mochila en su espalda.
—No tengo a donde ir ¿Puedo pasar la noche aquí? —Hablo alegremente HimChan sin dar oportunidad al menor de contestar. —Muero de sueño ¿Dónde esta tu recamara?