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Vamos a ser algo difícil de superar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buenas noches a mis queridos lectores y lectoras~ yo sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualicé este fic, pero quiero asegurarles que esto no se va a repetir. Les cuento qué sucedió: a finales de noviembre terminé mi último semestre de la licenciatura, eso significó cerrar el servicio social, las prácticas profesionales y finalizar la tesis. Mis prácticas profesionales implicaron ejercer como maestra de manera formal así que podrán imaginarse la cantidad de trabajo que tuve, pues el trabajo en sí no era el problema... El problema fue la revisión de exámenes y entrega de calificaciones. Sin embargo, debido a que ya no voy a estudiar (en lo que se refiere a la licenciatura por supuesto), ya tendré más tiempo y así no les dejaré esperando demasiado por la actualización.

Así que sin más por el momento, termino mi "discurso" de una vez y les dejo leer, estoy segura que ya están emocionados por lo que viene; disfruten:

–¿Estás diciendo que hay una posibilidad de que haya una verdadera explicación detrás del comportamiento traicionero y egoísta que Hyde le mostró a Tetsu? –Tras un par de minutos en absoluto silencio Ken comenzó a hablar, pues hasta ese momento, se había sumido en sus pensamientos, analizando aquellas teorías; acción imitada por su compañero de cuerdas, quien siguió sin decir nada por un poco más de tiempo.

–¿Será muy descabellado? Es que en el fondo sigo sin querer aceptar completamente que Hyde sea ese hedonista sociópata y egoísta que hemos pensado por años; yo sé que tal vez es muy ingenuo de mi parte, pero no lo puedo evitar, y es justo esto que me han contado lo que ha hecho que surjan en mí esas ideas.

–Yo pienso que claramente estás loco Yukkie, porque una persona como él no guarda esos sentimientos que tú deseas evocar en él; nos consta que en ningún momento ha demostrado ni el menor ápice de culpa por lo que hizo, Gackt por lo menos tuvo la decencia de disculparse con Tetsu el día del incidente, pero Hyde no ha dicho nada.

–Ken te parecerá estúpido comenzar a defenderlo a estas alturas pero… no sé, me da incluso algo de lástima ahora que comprendo mejor la situación por la que Hyde ha pasado. Pero bueno no se sobresalten con mis palabras, no es que sugiera que justo ahora vayamos corriendo a alcanzarlo para pedirle perdón de rodillas; es sólo una idea mía que podríamos considerar si las circunstancias son propicias. –Ante el alentador discurso del baterista los otros dos se miraron con una expresión que denotaba dudas y un poco de cavilación, pero ciertamente ése no era el mejor momento para resolver ese asunto, de manera que miraron nuevamente a su positivo amigo, asintiendo un par de veces con la cabeza. No era un sí definitivo, lo sabía, pero era un símbolo de que meditarían toda esa conversación más adelante–. Mejor hablemos de algo más agradable, cuéntenme cómo les fue a ustedes en su cita.

–Yukihiro, creo que hablo también por Ken cuando sugiero que sea el mayor quien hable primero… ¡oh! Pero qué casualidad, por únicamente cuatro días de diferencia tú has ganado, así que díganos señor afortunado, cómo le fue en su cita con Yuko –dijo un más animado Tetsu, provocando una carcajada de parte del mencionado y una mirada fulminante de su interlocutor–. ¿Qué? Si en algún momento ibas a contarnos de todas formas, así que ¿qué hicieron? Espero que la hayas tratado bien, recuerda que es mi amiga desde hace mucho y la debes cuidar. 

–Pues… bueno, después de vernos en el restaurante donde la cité conversamos un poco, y tuve la idea de llevarla a un lugar más especial, así que pedimos la cena para llevar; la llevé al mirador y ahí cenamos. Fue una cena muy tranquila, creo que el lugar ayudó mucho porque teníamos una vista preciosa; después de eso simplemente nos sentamos sobre el cofre del auto a seguir charlando y disfrutar de la vista. Hablamos con tal comodidad que no nos dimos cuenta cuando amaneció, pero aprovechamos para contemplar juntos el amanecer. Indudablemente tuve duda una cita muy especial, tanto que ya quedamos de vernos de nuevo –agregó finalmente el rubio baterista con la más radiante de sus sonrisas. Sus compañeros no podían negar que en general Yukihiro poseía una sonrisa hermosa, pero ese día ésta era aún más radiante.

–Vaya Yukkie se te ve tan radiante, animado y feliz… sólo puedo decir que te aseguro que Tetsu y yo nos sentimos igualmente felices por ti –intervino Ken palmeando uno de los hombros del mencionado, mostrando una sonrisa.

–Es cierto, y esperamos de todo corazón que las cosas entre ustedes prosperen y sean muy felices; quizás sea muy pronto para dar algo por hecho pero realmente me sentiría muy contento si formalizan una relación, se merecen que algo muy hermoso se dé entre ustedes.

–Muchas gracias muchachos… bueno Tetsu es tu turno, y nada de oponerte porque tú me has señalado a mí indiscriminadamente así que eso te convierte en el siguiente.

–¡¿Qué?! ¡Ash pero qué malvado! –Exclamó el susodicho fingiendo indignación, con lo cual los otros dos solamente rieron con diversión–. Bien ya que parecen ser dos contra uno les contaré: creo que mi cita fue similar, pues acordamos vernos en un restaurante y la comida transcurrió tranquilamente. Tuvimos una conversación bastante agradable, en la cual descubrimos algunas cosas que tenemos en común, y después fuimos al cine…–En ese momento hizo una pausa, pero prosiguió al notar la mirada pervertida y la sonrisa pícara tan características de su guitarrista, respondiendo a las preguntas que evidentemente deseaba hacerle─ sí, Ken, vimos la película completa, y no, no hice “ningún movimiento”.

–Ay pero qué aburrido…

–Bueno como les decía –retomó en seguida la palabra, haciendo caso omiso a aquella contestación de parte del mayor– luego de la película solamente la llevé a su casa; dijo que quedaba cerca así que caminaría, pero le dije que no podía permitirle irse sola, así que la acompañé. Estando en su casa besé su mano y me fui sólo hasta verla entrar completamente al edificio donde vive… pero ayer me llamó; dijo que deseaba verme de nuevo… Aunque debo decir que me ha sorprendido recibir esa iniciativa de parte de una mujer.

–Es cierto, no es común que ellas tengan la iniciativa pero debemos reconocer que, en ese caso, ésa es una excelente señal de lo bien que se sintió contigo.

–Ojalá que lo suyo se concrete también, se nota que ella te hace sentir muy tranquilo, y honestamente para nosotros es una gran señal el hecho de que te hace sonreír de una manera que hacía mucho no lo hacías.

–Es verdad… es que es una chica muy amable y dulce, así que me transmite mucha calidez… Bueno pero por el momento así es como están las cosas con ella, así que ya terminé; por lo tanto es tu turno Ken.

–¿Yo…? –Sabía que era así, pero no pudo evitar sentirse un poco nervioso al sentir las miradas tan penetrantes de parte de sus amigos, por lo cual fingió toser un poco para ganar un poco de tiempo. En seguida se aclaró la garganta, mostrando un gesto pensativo; debía meditar bien lo que les contaría al respecto… más aún, debía de lucir tranquilo para hacerlo creíble–. Me gustaría contar algo tan interesante y productivo como ustedes, pero la verdad es que mi velada fue muy… simple. –Sentía una culpa inmensa por mentirles de ese modo a sus amigos, igual que por ocultar algo que había sido tan especial para él, algo que rebasó por mucho cualquier expectativa que pudo haber tenido para esa noche, que iba mucho más de lo que hubiera podido imaginar o desear… Sin embargo, otros sucesos le obligaban a mantenerse en silencio…

–¿Simple? Oh vamos Ken, pero si ese día me llamaste con una desesperación y una emoción que no son nada típicas en ti –el siguiente en hablar fue Yukihiro, mirando a su compañero con una expresión incrédula– estabas demasiado feliz por salir a solas con Takanori ¿y ahora dices que fue una velada simple? ¿Qué cambió?

–Chicos por favor, no quiero hablar al respecto…

–Ken no me digas que te le declaraste, él te rechazó y ahora su amistad se echó a perder –intervino Tetsu observándolo con preocupación.

–¡Que no pasó nada maldita sea! Y ahora si me disculpan recordé que tenía algo más que hacer, no puedo quedarme a comer con ustedes… Hasta mañana.

Dicho aquello se puso de pie para retirarse de la sala completamente antes de recibir alguna contestación, pues sus intenciones de insistir con el tema eran obvias; por ello dejó a sus amigos sumamente confusos y preocupados, pero ya pensaría alguna manera de tranquilizarlos después, por el momento necesitaba estar a solas con sus pensamientos. Así llegó hasta su auto, subiendo de inmediato en medio de un pesado suspiro, el cual fue seguido del sonido de su móvil; a continuación lo sacó del bolsillo de su pantalón inmediatamente para observar la pantalla, a pesar de saber de quién se trataba debido a la canción que sonó, pero no respondió. Aquélla era la llamada perdida número dieciocho, pues se habían comenzado a acumular desde el domingo por la mañana y él no se había dignado a responder ninguna, tampoco los mensajes, a los cuales se sumó uno más casi de inmediato, lo cual hizo obvio que apenas colgó, el remitente se dedicó a escribirlo. Ese mensaje fue el número veintitrés de todo el largo historial de intentos desesperados por comunicarse con él, pero no estaba listo para ceder, así que solamente abrió el mensaje para leerlo.

Ken te lo suplico estoy desesperado, ¿estás bien? No me has dicho nada desde el domingo, ni siquiera me dejaste una nota avisándome que te ibas, ¿qué ocurre? Te lo suplico, comunícate conmigo…”

Todos los mensajes hablaban de lo mismo: de la preocupación de su pequeño amigo, y no lo culpaba, pues tras pasar con él la noche entera, había salido a hurtadillas de su departamento, sin dejarle una nota siquiera, y desde el domingo por la mañana había comenzado a ignorar sus llamadas y mensajes. ¿Qué era lo que ocurría con él, con su corazón, con sus sentimientos…? Se sentía tan perdido que no sabía qué hacer para aclarar sus dudas, pues la idea de pedir un consejo acerca de ese tema estaba descartado… Por ese motivo supuso que necesitaba meditar lo ocurrido, y supuso que la mejor manera podía ser repasar los hechos…

~FLASHBACK~

El sábado por la noche todo transcurrió normalmente; él y Takanori compartieron un par de botellas de vino y una plática tan amena que en ningún momento se pudieron  dar cuenta de todo lo que habían bebido. A pesar de que él podía sostenerse en pie todavía, su acompañante no, y le fue evidente durante el camino al hogar de éste, al cual se dirigieron por iniciativa de él; le fue tan difícil guiarlo que estuvieron a punto de caer infinidad de veces, a pesar de lo ligero que éste debería ser teniendo en cuenta su estatura y complexión. Al llegar a aquel departamento perteneciente al pequeño solista éste parecía haber superado la borrachera con excepcional rapidez, pues no tardó mucho en obsequiarle el mejor regalo posible, motivado por su propia iniciativa: ese beso que tanto había anhelado por tanto tiempo, y aún mucho más. Esa noche la entrega que recibió de él fue completa, hasta el punto que la pasión los arrastró a la cama, y no podía negar que en ese instante su felicidad fue completa… aunque no sólo por haber hecho realidad su fantasía erótica más poderosa y preciada, sino por el hecho de pensar en los sentimientos que habían orillado a Takanori a insinuársele de ese modo, y luego a entregársele sin reserva alguna, como si él también hubiera estado esperando ansiosamente por ese momento.

A su lado pasó la noche más agradable y tranquila que jamás había experimentado, pues durmió como nunca, y eso le provocaba sonreír aun mientras seguía durmiendo, recargando el mentón sobre la cabeza del menor, apegando su propio pecho hacia su nívea y tersa espalda. Su despertar fue igual de tranquilo, su sonrisa no se borró de sus labios y el brillo que sus ojos mostraron desde el instante en que los abrió fue tan radiante que el sol que los iluminaba desde el cielo pareció un astro opaco y sin luz a comparación; su luminosa expresión aumentó más aún al mirar nuevamente el cuerpo que reposaba a su lado, sin mover más que los músculos de su pecho que subían y bajaban al compás de su tranquila respiración. Depositó inmediatamente un beso sobre su espalda baja, su hombro, su cuello, finalizando con uno en su mejilla, antes de por fin levantarse de la cama y comenzar a vestirse con rapidez; de repente una idea que sabía que haría sonreír al castaño como todo un niño pequeño cruzó por su mente, y debía apresurarse para concretarla antes de que él despertara. Por eso no pudo evitar una sonrisa satisfecha cuando notó que seguía dormido, acurrucado entre las mantas, envuelto en la mezcla del aroma de los dos. Y tras dejar un beso más en sus labios salió a hurtadillas de la habitación, y del mismo modo del departamento, pues debía abandonar incluso el edificio, y si deseaba regresar antes de que Takanori notara su ausencia, tenía que darse prisa en conseguir la sorpresa.

No obstante, cuando estaba a punto de seguir su camino notó que su celular sonaba, por lo que lo primero que pensó fue que se había arruinado su plan y el cantante ya había despertado, no lo vio por ningún lado del departamento y decidió marcarle para saber qué había sucedido; por ello respondió la llamada que acababa de recibir sin detenerse a mirar la pantalla, mostrando al instante una sonrisa radiante… Empero, ésta se borró de golpe cuando escuchó la voz que le respondía al otro lado de la línea. Era una voz femenina muy conocida para él, pero que igualmente hacía mucho no escuchaba, y estaba seguro de que ése era el peor momento para haberlo hecho, más aún por las palabras que le decía. No estaba seguro acerca de cómo debía reaccionar ante lo que estaba escuchando, pues aquello simplemente le arruinaba sus planes por entero; aún en ese momento sabía que nada en su vida iba a volver a ser igual, y por más que le dolía no podía evadirlo, por lo que cuando acabó la llamada, guardando el móvil nuevamente en el interior de su bolsillo, pasó algunos segundos contemplando la acera bajo sus pies, notando cómo pequeños círculos más oscuros lo manchaban debido a sus lágrimas… lágrimas de desesperación, tristeza, impotencia y dolor, porque todo lo que su mente había fabricado durante la noche anterior ahora se volvía añicos. Estuvo indeciso por un instante más, sin embargo lo que después decidió hacer le lastimó más, sabiendo que con eso heriría a alguien más; alguien que no lo merecía y que en cuanto se diera cuenta de lo ocurrido muy probablemente mataría cualquier buen sentimiento que tuviera por él, reemplazándolo por un profundo odio. Con eso en mente decidió correr antes de poder arrepentirse, correr lo más rápido que pudieran sus piernas, para alejarse completamente de ese lugar al que no podría volver de nuevo…

~FIN FLASHBACK~

Nuevamente lágrimas amargas inundaban sus ojos, pues mientras recordaba aquello una vez más, como el mayor de los masoquistas en el mundo, su celular recibió una nueva llamada; realmente le dolía tener que ignorarle de ese modo tan insensible y tan cruel, pero en el fondo sabía que no tenía alternativa, o de lo contrario podría herir aún más a esa persona que más le importaba en el mundo, y no cedería hasta que tuviera bien claro qué hacer. Por ello, arrojó despreocupadamente aquel aparato hacia el asiento del copiloto, y tras darle un golpe sumamente furioso al volante, usando las palmas de ambas manos, encendió por fin el motor del vehículo para dedicarse a conducir, sin saber que, con una gran preocupación, era observado desde el interior de un coche que, a pesar de ser conocido para él, no tuvo la suficiente concentración para notar que aún se encontraba ahí.

–¿Crees que Ken esté bien? –De vuelta en la sala de juntas que el guitarrista había abandonado sólo minutos antes, sus compañeros que se quedaron ahí, siguieron muy preocupados ante las reacciones de su amigo; después de todo era un hecho que el sábado estaba muy entusiasmado por su cita, y ahora parecía querer evadir el tema a toda costa– su reacción violenta no me da buena espina.

–Pero ¿será debido a Takanori? O será algo más lo que le molesta.

–Honestamente no creo que sea culpa de Taka.

–Bueno tú lo conoces mejor, así que sólo tú puedes opinar al respecto.

–Te confieso Yukkie… que el sábado en la mañana desayunamos juntos, y él igual se veía sumamente entusiasmado por su cita con Ken; no pudo haber sido culpa suya en lo absoluto, me confesó lo mucho que Ken le gusta y dijo que iba a armarse de valor para confesárselo esa noche. Se supone que él debería estar dando saltos de alegría ahora… así que, en conclusión, ha sucedido algo más que él no quiere contarnos.

–¿Y si hablas con Takanori? Tal vez parezca muy indiscreto de tu parte preguntarle al respecto siendo algo tan personal, pero esto es muy preocupante.

–Tienes razón… Siendo ése el caso, ¿no te importa que comamos juntos otro día? No podré estar en paz si no averiguo qué pasó lo antes posible, y si voy a comer con él ésa sería la excusa perfecta para verlo sin que sospeche que quiero interrogarlo.

–Tranquilo no pasa nada, ve, y por favor mantenme informado al respecto; yo tampoco podré estar tranquilo sin saber qué ocurre con ese par.

–¿Seremos muy chismosos acaso? –Cuestionó el bajista, en medio de una ligera risa divertida que inmediatamente fue imitada por su compañero, pues de inmediato notó el sutil tono bromista que tanto le caracterizaba.

–Sí… pero aparte de eso, nos preocupamos por nuestros amigos.

Luego de dedicarse una sonrisa sincera, a sabiendas de la completa veracidad de esas palabras, el menor de los dos salió por completo de la sala, llevando consigo sus pertenencias; estaba consciente de que no le esperaba una tarea fácil, conocía tan bien a su amigo que nunca dudó que le sería difícil hacerle hablar de un tema que parecía ser tan delicado. Pero la sutileza era uno de sus puntos fuertes, y debía hacer uso completo de ella en esta ocasión si deseaba ayudar a que sus amigos volvieran a su entusiasmo por estar juntos. Corrió a toda velocidad para llegar al estacionamiento del edificio, para así subir a su auto y comenzar a conducir de inmediato; fue por ello que en ningún momento notó que, el mismo auto conocido, cuyo conductor observó la triste escena de Ken antes de irse, seguía presente observándole de igual modo.

Notas finales:

¿Qué les parece? ¿Sienten al menos un poco de intriga por el misterio que ahora rodea a Ken? Solamente podrán saber las respuestas que esperan si leen los siguientes capítulos; de ahora en adelante regresamos a las actualizaciones semanales así que no se desesperen por favor. Me alegra mucho estar de vuelta y quiero que sepan que yo nunca querría dejar un fic a medias, yo sé la frustración que eso conlleva. Así que nos leemos a la próxima, por favor dejen sus reviews... Ustedes saben lo valiosos que son sus comentarios para mí, así que los espero con ansias. Hasta pronto, cuídense y por lo pronto reciban saludos y abrazos de mi parte, dulces lunas~ ♥

http://www.facebook.com/Niji.Takagawa92


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