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Vamos a ser algo difícil de superar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buenas noches mis estimados lectores~ esta noche les traigo finalmente el siguiente capítulo de esta historia. A primera vista les puede parecer un poquito flojo, pero si lo analizan con cuidado, podrán ver que cada uno de los sucesos en él nos van a llevar a algo mucho más importante. Nuevamente las cosas cambian para nuestros protagonistas, y es importante comprender el nuevo "escenario" donde están parados. Pero en fin, júzguenlo ustedes; sin más por el momento les permito leer ya, disfruten:

Habían transcurrido seis meses más en la vida de los integrantes de L’Arc~en~Ciel, al igual que de las personas relacionadas con ellos; el tiempo no se detiene para nadie, y tampoco pasa en vano, pues suele acarrear un sinfín de cambios que afectan a todos a quienes se encuentran lo suficientemente cerca para ser tocados…

De esta manera, tras haber dedicado ocho meses a conocerla, Tetsuya Ogawa decidió comenzar un noviazgo con Ayana Sakai. Nunca tuvo dudas de lo sereno y querido que se sentía a su lado, sin embargo todavía le resultaba muy difícil adaptarse al hecho de haber iniciado una nueva relación. Por este motivo acordaron avanzar calmosamente y de forma natural para que el músico no se abrumara; desafortunadamente, en el fondo él sabía que su poca capacidad de aceptación por los cambios no era el motivo por el que se negara a acelerarse. La verdadera razón era la frecuente presencia de cierto fantasma del pasado en los sentimientos de Tetsu, pues a pesar de que él hubo dado por terminada su vínculo con ese hombre, su corazón parecía no entenderlo…

─Perdona por no haber venido a verte antes, es que estuve realmente ocupado toda la semana ─en cierto punto de la ciudad un discreto restaurante se convirtió en el punto de reunión entre Tetsu y su novia; éste llevaba varios días sin verla, y no podía negar la culpa que le causaba sentir que la descuidaba.

─Tetsu te he dicho muchas veces que no tienes por qué disculparte cuando esto pasa; estoy consciente de que soy la novia de un famoso bajista que debe prestarle mucha atención a su trabajo ya que también es el líder de su famosa banda ─la siempre dulce y comprensiva Ayana le demostraba una vez más todo el cariño que sentía por él, de manera que Tetsu confirmaba una vez más lo acertada que fue su decisión respecto a la relación entre ellos.

─Gracias… eres tan linda y tolerante que no dejo de sentir remordimiento cuando me dices esas cosas ─confesó el bajista de L’Arc~en~Ciel, llevando una de sus manos a buscar la ajena para que se entrelazaran por encima de la mesa.

─Tú sabes que te quiero Tetsu, y lo menos que puedo hacer es ser comprensiva con tu trabajo; además sé que tú harías lo mismo si la situación se diera al revés.

─En eso tienes razón; después de todo, mi novia es una famosa modelo que además tiene una creciente carrera como diseñadora. Así que te aseguro que yo también seré comprensivo en caso de que haga falta ─en ocasiones se sentía raro ante el hecho de volver a utilizar las palabras “mi novia” para referirse a alguien. No obstante, al mismo tiempo le era fácil querer a Ayana, pues su personalidad era tan ligera, natural y suave que no podía ser de otro modo─. ¿Te puedo confesar algo?

─Sabes que sí… y de hecho me gusta que lo hagas porque eso me demuestra que te inspiro confianza. Eso es algo maravilloso en una pareja ─“pareja”… Nuevamente una palabra que ocasionaba cierto sobresalto en Tetsu, pero que trataba de disimular con una sonrisa, pues la risa sincera y dulce que escuchaba de labios de Ayana le era tan pura que no se sentía capaz de perturbarla.

─Aún me siento extraño al llamarte “novia”… Pero por favor no me malentiendas, no lo digo por ti, es sólo que aún no me acostumbro; además eres una mujer tan especial y bella en todos los sentidos, que siempre me cuestiono por qué te fijaste en mí.

─Tetsu responderte a eso me llevaría demasiado tiempo ¿sabes? Tienes demasiadas cualidades, así que es difícil enumerarlas todas…─comenzó a responder, mostrando la mayor de las sonrisas debido a la sinceridad de sus palabras; sin embargo hizo una breve pausa en seguida, para poder depositar un beso en la mejilla del músico.

Estaba a punto de proseguir, bajo la apenada mirada del bajista, cuando una canción se escuchó desde el interior de su bolso de mano; inmediatamente se disculpó con su acompañante, y sin pensarlo tomó la llamada que dicha melodía anunciaba. Mientras tanto, Tetsu se dedicó a observarla con completa curiosidad; no le pareció muy normal el rubor en las mejillas de la modelo, y tampoco los nervios que comenzó a demostrar conforme avanzaba el diálogo. Por ello estaba a punto de preguntarle discretamente si prefería que la dejara a solas para que lo concluyera; no obstante, sus movimientos se detuvieron en seco cuando una palabra atrajo toda su atención. Le pareció increíble lo que la mención de sólo cinco letras pudo causar, tanto en Ayana como en él mismo; aunque probablemente el único origen de dicha conmoción era la persona a la que dicho término invocaba…

Al mismo tiempo, el hombre que simbolizaba aquel pasado continuaba negándose a aceptar los cambios que intentaban llegar. Gackt siempre había odiado perder, y dicha cualidad de su persona solía ser ligada a situaciones insubstanciales: competencias amistosas por ejemplo. Indudablemente el solista aborrecía perder en esas instancias; aunque para su desdicha su situación actual sí resultaba delicada: ésta implicaba una pérdida, la cual no se relacionaba con un juego o un objeto cuyo valor monetario le permitiera reemplazarlo. Tal era su amargura, que las emociones de las que era presa le provocaban sofoco, pues variaban desde una furia descomunal hasta una tristeza desgarradora… ¿El motivo? Tetsuya Ogawa y su nueva relación con Ayana Sakai. A pesar de que su cabeza sabía que su propio noviazgo con el bajista había terminado años atrás, su corazón se rehusaba a resignarse; por ello nunca dejó de insistir para obtener otra oportunidad. Poco a poco sintió que se acercaba, pero en su lugar recibió dicha noticia dolorosa… aunque al poco tiempo se convenció de que un noviazgo poco significativo para Tetsu no podía ser suficiente obstáculo para él…

Hyde Takarai permaneció aislado durante aquel tiempo, pues aunque fuera parte de la banda en lo que respectaba a asuntos laborales, siempre debía alejarse en cuanto las cuestiones personales se acercaban. A veces le dolía sentirse solo, pero su naturaleza orgullosa jamás iba a permitirle admitirlo, tampoco doblegarse para pedir un perdón al que alegaba no aspirar; después de todo le quedaban sus amantes, quienes siempre parecían prontos a cumplir todos sus caprichos. Pero ¿era suficiente…? En el fondo estaba consciente de que no, porque sin importar lo mucho que le complacieran, aún había algo que ninguno de ellos podría procurarle: ese algo que siempre presumió no necesitar. Tras haberlo experimentado en una ocasión se había propuesto no buscarlo de nuevo debido al sufrimiento recibido; aunque el corazón no siempre obedece las órdenes del cerebro, y tiempo atrás experimentó cierta ilusión. De haberse encontrado en otras circunstancias todo habría sido mucho más sencillo, pues si de algo siempre se enorgulleció era de su encanto, el cual parecía tan irresistible que nadie se había atrevido a rechazarlo, excepto él… El único hombre que realmente le había interesado en años era el único capaz de rechazarlo; desde luego fingió que no le había afectado. No obstante, él sabía la verdad: cada día que pasaba junto a Motoyuki Otsuka por motivos laborales, se convencía más de lo mucho que le gustaba y de lo mucho que lo deseaba para él…

─¿Qué te ocurre Gackt? Luces bastante apagado de nuevo ─el pequeño vocalista de L’Arc se hubo citado con el solista en un café cercano al edificio donde vivía; aquélla no fue su primera opción, empero, le fue necesario optar por ella para no arriesgarse a un encuentro con alguno de sus compañeros.

─Me parece evidente el motivo Hyde, además tú lo conoces: cada día que pasa me siento más desesperado por no tener a Tetsu…─Resultaba obvio lo mal que se sentía, pues el temblor de sus manos y sus ojos frecuentemente acuosos le delataban.

─No puedo creer que sigas aferrándote a él; ya han pasado años ¿y sigues llorándole a Ogawa…? Como si realmente valiera tanto la pena ─agregó el bajo vocalista con la expresión del más evidente fastidio.

─Tú jamás has experimentado un amor como el que mi corazón le sigue profesando a Tetsu así que no puedes comprenderme; el único romance “verdadero” que has tenido fue con ese hombre que sólo te hizo daño. Por eso sé que nunca has sentido lo que es el amor real, como consecuencia dudas de su existencia e incluso te has amargado con el paso de los años.

─Pues gracias por recordarme lo infeliz que soy y lo repulsiva que es mi vida respecto a lo sentimental…─Comenzó a responder con absoluta ironía, para después cruzarse de brazos con una expresión de hastío─ ¿sabes? Mejor ahórrate tu lástima porque lo creas o no, estoy bien como estoy: refugiándome en el sexo.

─Será mejor que olvidemos ese tema… No quiero pelear Hyde, eres prácticamente lo único que tengo y no quisiera quedarme completamente solo ─necesitaba cambiar de tema urgentemente, pero preguntarle sobre su nueva presa en cuestiones sexuales, la cual le causaba curiosidad, no era la mejor opción para que pudiese relajarse. Por ello supuso que un tema sobre el trabajo era mucho más adecuado para no ponerle de mal humor─ mejor cuéntame cómo va el proyecto de Dead End en que estás trabajando.

─Todo marcha bastante bien: por un lado he hecho buenas migas con Shinya a pesar de lo reservado que es, y por otro estoy cerca de personas con quienes ya tenía una amistad así que me resulta muy cómodo ─mencionaba al mismo tiempo que, con una expresión neutral, apagaba lo que quedaba de su cigarrillo.

─Imagino que lo dices especialmente por Kiyoharu y Yasu ¿verdad? ─Indagó con una sonrisa pícara, pues el solista estaba al tanto de las relaciones que su amigo mantenía con aquellos músicos.

─Naturalmente; ellos son de mis mejores amantes, porque son del tipo que vive para cumplir hasta el mínimo de mis caprichos…─antes de terminar su contestación, su voz se apagó en seco; de igual forma sus ojos se abrieron excesivamente para mostrar el profundo impacto del que fue víctima. Incluso su piel fue perdiendo su color de manera gradual hasta quedar tan pálido como el papel, y todo su rostro fue muestra del shock en que se había sumido.

Inmediatamente Gackt comenzó a llamarle para que reaccionara; incluso le palmeaba las mejillas con insistencia, pero Hyde no demostraba ninguna respuesta. Así estuvo a punto de rendirse y buscar ayuda, cuando decidió mirar en la misma dirección en que su acompañante lo hacía, sospechando que éste había visto algo que le produjo ese estado. Él no reaccionó como su amigo; no obstante, era un hecho que se sorprendió debido a la persona que se encontraba al otro lado de la calle, mirando hacia ellos. Era un hombre alto, de tez blanca y cabellos negros, color que armonizaba perfectamente con su ropa y con esos ojos profundos que seguidamente se fijaron en Hyde…

Por otro lado, Ken Kitamura había terminado por aceptar públicamente el secreto que meses atrás le alejó de la única persona que podía amar: su paternidad. Ya era oficial, y personas cercanas a él le habían visto con su bebé, quien cumplía los tres meses de edad; aquél fue el cambio más grande que su vida había recibido, pero no podía negar la alegría que su hijo le hubo traído… Aunque no todo podía ser sencillo, pues todavía quedaba un capítulo de su vida que seguía abierto: sin importar el tiempo, el dolor por el embarazo de Takanori no dejaba de atormentarlo. Creíblemente aquella noticia por sí sola no le lastimaba, sino el hecho de pensar en aquel que conceptuaba como el padre de ese bebé: Tetsuya Ogawa. Con todo y que no tenía pruebas de su teoría, no las sentía necesarias para convencerse de que tenía razón; para su desgracia, en las últimas semanas pareció pensar en ello con más intensidad, probablemente debido a lo cercano que el solista estaba de dar a luz. Quería olvidarse de tal acontecimiento, pero veía a Tetsu tan ilusionado que sentía su corazón ser carcomido por los celos; no podía negarlo, anhelaba ser él quien pudiese compartir esos momentos con el único hombre que amaba…

Takanori Nishikawa se sentía intensamente emocionado debido al próximo nacimiento de su hijo, después de todo se trataba del bebé que hubo concebido con el hombre que amaba; no importaba que él no se encontrara a su lado, su hijo debía convertirse en el único objeto de su amor. El día que hizo público su estado, o por lo menos ante sus amigos y colegas más cercanos, supuso que Ken se daría cuenta inmediatamente del lazo que ahora los ataba a ambos, pero en lugar de eso recibió su fría indiferencia. Jamás iba a poder olvidar la dolorosa traición de su parte, así como tampoco podría dejar de lado esa apatía ante su obvia paternidad compartida… Faltaban únicamente unos días para poder estrechar a su pequeño en brazos, y eso era lo único en lo que deseaba concentrar sus energías; desde luego que le dolía enterarse de lo feliz que el guitarrista de L’Arc lucía junto al hijo que había tenido con aquella mujer de su pasado, mientras que el hijo que tendrían juntos parecía no importarle, pero él también tenía un poderoso motivo para sonreír. Su corazón siempre lo amaría exclusivamente a él sin importar el tiempo que transcurriera, pero no podía seguir aferrándose a un amor que parecía imposible…

En un tercer punto de la ciudad, Ken Kitamura había arribado a la dirección donde su líder residía; si su memoria no fallaba, había dejado algunas partituras importantes en ese sitio y se disponía a recogerlas. Por ello pulsó el timbre como pocas veces hacía en aquel sitio, y en seguida se dedicó a esperar respuesta del propietario de la casa. Estaba tomándole más tiempo de lo pensado, de manera que supuso que no estaba ahí y decidió retirarse para regresar más tarde. Empero, un sonido que provenía desde el interior del departamento le hizo frenar sus pasos y correr de vuelta hasta la puerta. Ni siquiera tuvo qué pensarlo, simplemente actuó, pateándola con todas las fuerzas que creyó necesarias para abrirla y se apresuró al interior con la intención de buscar el motivo del alarmante ruido de cristales estrellándose contra el suelo. La sala de estar se hallaba completamente vacía, por lo que avanzó un poco más, dirigiendo sus pasos a la cocina.

─¡¿Tetsu?! ¡¿Dónde estás?! ─Pareciéndole evidente que el dueño de aquella vivienda había ocasionado el alboroto, comenzó a llamarle para que éste le diera una pista de su ubicación. Sin embargo, no fue necesario buscar ni gritar más, pues estando dentro de la cocina pudo distinguir una silueta muy conocida en el suelo; justo al lado de un vaso de cristal hecho trizas, se encontraba el intérprete de “Resonance” sentado en el suelo mientras se sostenía el vientre con ambas manos, mostrando una expresión un tanto adolorida─. ¡Takanori!

─¡¿Ken?! ─Por supuesto que había escuchado a alguien derribar la puerta principal y después deslizarse al interior de la casa; empero, lo que menos esperó fue que se tratara del guitarrista de L’Arc~en~Ciel, quien ahora se arrodillaba a su lado, mirándole con una expresión de completa preocupación─. Qué haces aquí…─El evidente dolor del que era víctima hacía estragos, no sólo en las muecas que le hacía realizar, sino también en su voz, provocándole tartamudear.

─Eso no importa ahora… ¿qué ocurrió? ¿Estás bien? ¿Le pasa algo a tu bebé? ─Ése era un tema sumamente sensible para él; no obstante, no era ningún desalmado como para abandonar a un embarazado en aparente situación de emergencia.

─No lo sé… sólo empezó a dolerme de repente… por eso solté el vaso y ahora siento que no puedo moverme…─cada palabra le hacía requerir un esfuerzo mayúsculo, fue innegable debido a la mirada que dedicó a su interlocutor.

─Debemos ir al hospital ahora mismo… y más te vale no tratar de negarte porque te llevaré de todas formas; estando ahí llamaré a Tetsu.

A partir de ese instante no dijeron nada, pues el más alto de los dos se dedicó a tomar en brazos al menor; no había tiempo de discutir nada, después de todo, el solista se sentía sumamente preocupado por la salud de su hijo y eso era más importante que su orgullo. Pese a que el camino al hospital había sido bastante silencioso, amenizado únicamente por los ocasionales quejidos de dolor de Takanori y las palabras de aliento de Ken, no requirieron de demasiado tiempo para llegar. Una vez más los brazos del guitarrista se convirtieron en el vehículo que transportaron al chico embarazado, por lo que se apresuró a llevarlo en busca de un doctor que pudiera ayudarles. Tomando como referencia la fecha de concepción del infante, el joven Nishikawa había sido programado para cesárea dentro de casi una semana más; sin embargo todo parecía indicar que dicho alumbramiento debía adelantarse. Semejante acontecimiento causó una profunda tensión en el solista debido a que nunca antes había estado en una situación parecida… pero por lo menos le quedaba el dulce consuelo de saber que, sin saberlo, el padre de su hijo estaría presente el día de su nacimiento.

Finalmente Yukihiro Awaji decidió seguir el ejemplo de su querido líder y formalizar un noviazgo con Yuko Ogura; sin duda alguna le fue difícil debido a su personalidad tan profundamente tímida, pero habían salido durante el tiempo suficiente como para estar seguro de recibir una respuesta afirmativa. Podía presumir que era el único miembro de L’Arc~en~Ciel que no sufría de ningún pesar relacionado con los sentimientos, pero eso no evitaba sus preocupaciones con respecto a sus amigos. Había pasado tantos años junto a ellos que le era imposible no contagiarse de sus tristezas; sin embargo, el mayor motivo de su abatimiento se hallaba en el hecho de no poder encontrar alguna solución con la cual poder ayudar a sus amigos con sus conflictos internos…

Notas finales:

¿Y bien? Espero que les haya gustado, ya saben que pueden hacerme saber sus opiniones a través de los comentarios, los cuales ya saben por dónde me los pueden hacer llegar. Incluso si tienen alguna sugerencia, yo estoy abierta a sus aportes; lamentablemente no puedo complacerlos a todos y eso es evidente, pero si me hicieran saber lo que opinan, podría considerarles en algunos casos. Les recuerdo que me pueden contactar a través de mi página en facebook, la cual les dejo al final como hago en cada capítulo. No olviden estar pendientes de las actualizaciones, nos leemos la próxima ocasión; hasta entonces, dulces lunas ♥

http://www.facebook.com/Niji.Takagawa92


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