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Vamos a ser algo difícil de superar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Hola hola mis queridos lectores~ hoy tengo algunas cosas qué decirles, pero mejor esperaré al final del capítulo. Les dejo leer, disfruten:

En ocasiones el destino se muestra extrañamente decidido a hacerse esperar durante periodos de tiempo bastante prolongados… o al menos cuando los involucrados en los cambios que llegan parecen no estar preparadas para recibirlos; no obstante, éstas no fueron las circunstancias de nuestros protagonistas. Por el contrario a dicha situación, apenas transcurrieron unas cuantas horas para que impactantes sucesos inesperados trajeran cambios drásticos a las vidas de todos, siendo estos sumamente mayores de lo que se podía pensar en primera instancia.

El primero tuvo lugar durante las primeras horas de la mañana del día siguiente, pues un doble encuentro esperaba por Ken Kitamura; ya había tenido la oportunidad de ver a la hija de Takanori de lejos, contemplándola mientras descansaba en espera de ser llevada con su padre, pero no tuvo la fortuna de poder acercarse a ella como hubiese deseado. Antes de siquiera idear la manera de conseguir dicha cercanía, las palabras recibidas por parte del hombre que lo abordó en los cuneros le dejó una sensación amarga que simplemente no pudo apartar de su mente; este hecho le orilló a alejarse del hospital todo el día, pues a pesar de la idea original de regresar la fortuna le sonrió y finalmente consiguió contactar a Tetsu. Según su parecer él era el padre de la recién nacida, y por lo tanto su presencia sí era requerida en aquel sitio… a diferencia de la suya, pues sólo se sentía un intruso. Sin embargo, consiguió olvidarse de semejantes pensamientos y ahora estaba decidido a dejar de huir de lo que el destino hacía obvio que debía suceder; por ello supo que lo primero que debía hacer era esperar a que Tetsu saliera a atender el compromiso que tendría con los padres de su novia. Una vez hecho esto tuvo que asegurarse de que el solista se encontrara completamente solo, y únicamente hasta entonces pidió que le permitieran pasar a su habitación para verlo. Aparentemente en ese instante se encontraba alimentando a la bebé, lo cual hacía perfecto el hecho de cumplir con su cometido de verlos a los dos para aclarar las dudas que lo estaban matando… aunque no más que las conclusiones que él mismo se había formulado…

─Adelante ─fue la única respuesta que el “geisha boy” dio en el momento que cierto llamado a la puerta resonó por toda la habitación; sin embargo, su sorpresa no pudo ser mayor en cuanto se dio cuenta de quién se hallaba al otro lado de la puerta que lo separaba del pasillo del hospital─ tú…

─Así es… espero no ser inoportuno ─mencionó, al mismo tiempo que se adentraba completamente en el lugar, de manera que se dirigió directamente a tomar asiento en la única silla ubicada junto a la cama donde reposaba Takanori.

─No… estaba terminando de darle la mamila a mi hija… me la trajeron hace apenas unos minutos porque despertó con hambre ─en ningún momento le dedicó una mirada directa al guitarrista; no se sentía capaz de ello, por lo cual mantuvo los ojos fijos en su pequeña, quien bebía su leche ansiosamente.

─Es muy hermosa… debo decir que se parece muchísimo a ti, con excepción de sus ojos rasgados y oscuros ¿cierto? ─El tema había salido demasiado abruptamente, por lo que supo que tenía que decir algo antes de recibir una contestación que recalcara su falta de tacto─. Por cierto, ¿ya has decidido su nombre?

─Por supuesto que sí, lo decidí desde que me enteré de que sería niña ─por supuesto que se dio cuenta del rumbo original de la conversación; empero, decidió que lo mejor era hacer caso omiso y enfocarse en el segundo argumento… después de todo, éste le resultaba más cómodo─. Se llamará Bara.

─Así que Bara… no me sorprende, siempre te han fascinado las rosas… y es curioso pero yo siempre he pensado que tú te pareces mucho a ellas. Por ende, ella también; es el nombre ideal, es como una pequeña rosa blanca ─anhelaba tocarla, tomar a esa pequeña entre sus brazos y besar su frente… Sin embargo, no se atrevía a pedírselo, a sabiendas de que era probable que se negara; así, dejó que un par de segundos de silencio transcurrieran entre ellos, antes de decidirse a decir algo más─. Takanori… yo no sé si te avisaron al respecto, pero ayer me quedé aquí hasta que el doctor me avisó que todo había salido bien, y que ambos estaban en perfectas condiciones.

─¿Ah sí? Pues la verdad no me dijeron nada al respecto, y francamente yo pensé que habías salido corriendo justo después de traerme… Tetsu tampoco mencionó nada, yo supongo que porque sabe que el tema de “ti” me duele bastante. Sin embargo yo no soy ningún ingrato, así que debo decirte que aprecio lo que hiciste por nosotros; de no haber sido por ti, no sé qué habría hecho… moría de miedo y…

─No digas más, comprendo bien cómo te sentiste… por cierto no necesitas agradecer por esto, lo hice de corazón…─Antes de proseguir hizo una breve pausa, y retomó su discurso una vez que encontró las palabras adecuadas─ sé que hemos tenido serias dificultades desde hace tiempo, pero éstas no pueden ser mayores que el cariño que he sentido por ti desde siempre.

─Debo confesar que me sorprende escuchar esas palabras de tu parte, porque desde el día en que te fuiste de mi casa, tras la noche que pasamos juntos, todo entre los dos ha sido tan áspero y cortante que sentí que me odiabas.

─Yo no te odio Takanori, jamás podría experimentar algo así por ti… es sólo que la sensación de engaño es demasiado fuerte y no la puedo ocultar…

─Vaya ironía… tú eres quien se siente traicionado a pesar de ser el traidor…─Sintió la necesidad de interrumpirle, pues escuchar semejante acusación causó que su sangre hirviera debido a la ira; empero, tampoco se sintió capaz de decir algo más, pues todo el dolor involucrado en su respuesta, le oprimía el corazón.

─¿Lo dices por el hijo que tuve? ─El guitarrista por otro lado se sintió confundido, pues no comprendía por qué resultaba acusado cuando él era la víctima… o eso creía.

─Desde luego que lo digo por él… yo no tengo nada en contra de él por supuesto, él es una criatura completamente inocente, pero tú no eres ningún niño Kitamura. Si tú ya tenías una novia, y además un compromiso tan grande como el de la paternidad con ella, no debiste permitir que aquello sucediera entre nosotros.

─Tú no tienes idea de cómo pasaron las cosas… pero claro, eso no te impidió correr a los brazos de Tetsu para consolarte ¿verdad?

─Tú eres quien no tiene idea de lo que realmente he padecido Ken… y no lo sabes porque eres demasiado necio, así que no admites otra posibilidad además de la que tú crees que es la verdad absoluta… nunca dejarás de ser tan necio y ciego.

─¿Necio y ciego yo? ¡Por favor! Si las pistas son tan evidentes, ¿qué podría pensar?

─Déjame hacerte una pregunta; tú nos has conocido a Tetsu y a mí desde que éramos adolescentes, años antes de que iniciaras tus truncos estudios universitarios, antes de que L’Arc~en~Ciel fuera algo más que un simple sueño en la cabeza de Tetsu. Así que dime, en todo ese tiempo ¿cuántas veces te traicionamos o te mentimos?

─Ninguna… al menos eso creo.

─No, ¡no digas que eso crees! Porque en realidad fue así; ninguno de los dos te mintió ni te traicionó en ningún momento, y ésta vez no fue la excepción. Tú nunca viniste a preguntarme algo, tú simplemente te dejaste llevar por un montón de conclusiones a las cuales llegaste por un par de indicios incompletos y eso es injusto.

─¿Que eso no es justo? ¡Por favor! Entonces dime cómo pasaron las cosas; la actitud de Tetsu ante tu embarazo no puede significar otra cosa más que él es el padre.

─Es increíble cuán ciego estás… ¿acaso lo que pasó entre tú y yo fue un apretón de manos y ya? ¡Tuvimos sexo! Y por si no te diste cuenta… fuiste el primero.

Aquellas inesperadas palabras sonaron como una epifanía casi imposible de encontrar por sí mismo; se sintió estúpido cada vez que se repetía en su cabeza, tal cual un doloroso eco que no dejaba de recordarle el terrible error en que había vivido durante tantos meses… o por lo menos eso era lo que parecía ahora. Luego de tanta espera recibía insinuaciones de la verdad de parte de la única persona poseedora de ella; sin embargo, lo único que aún necesitaba era escucharla completa, directamente de sus labios, porque ya estaba cansado de vivir en medio de un mar de dudas y mentiras…

Simultáneamente a esta revelación para Ken, el vocalista de L’Arc~en~Ciel se dirigió al estudio donde trabajaba junto a los miembros de Dead End y el resto de los músicos encargados de la realización de su álbum tributo. Llevaba aproximadamente tres días sin sentirse de buen humor, por lo cual había descuidado en demasía los ensayos y el trabajo requerido para realizar los arreglos para la canción que les correspondía a él y a su equipo; desde luego, el encuentro frente a frente con el ex baterista de su banda no había ayudado mucho para mejorar su humor, y ahora se hallaba en una situación emocional delicada. A pesar de ello, sabía que no podía seguir incumpliendo con el compromiso tan importante que había adquirido con una de las bandas más conocidas de Japón, ya que su imagen de profesional estaba en juego ante una persona que admiraba a pesar de las situaciones desagradables en que se habían visto envueltos debido a la distinta filosofía de vida de ambos.

─Vaya, finalmente te dignas a aparecer Hyde ─la presencia que nunca faltaba en ese lugar era la de Motoyuki Otsuka, pues su obsesión por alcanzar la perfección respecto al trabajo llegaba al grado de tenerle muchas más horas en el estudio a comparación de los demás. Por este motivo Hyde no se sorprendió al recibir aquel saludo cargado de reproches; en su lugar, siguió caminando a través de la habitación, sin voltear a ver a quien le hablaba.

─Discúlpame Morrie-san he tenido unos días sencillamente pésimos… por eso estoy seguro de que mi presencia aquí habría sido perjudicial para la música que se supone que debemos crear…─Con una pesadez que demostraba en pocas ocasiones, caminó hasta el sofá más cercano para dejarse caer sentado sobre él, en un movimiento que evidenció la poca energía que poseía─. Pero no se volverá a repetir, lo prometo.

─Hyde…─antes de proseguir hizo una pausa para dejar sus gafas de sol acomodadas en la orilla de su camiseta y se puso de pie de su lugar para tomar asiento justo al lado del vocalista de menor estatura. Una vez ahí buscó que sus miradas se cruzaran, y fue hasta entonces que prosiguió─ sé que hemos pasado por tragos muy amargos; ambos dijimos cosas inapropiadas que quizás nos arrepentimos de haber dicho, pero en este tiempo que he podido convivir contigo un poco más, me doy cuenta de que no eres lo que deseas aparentar… Fui muy duro al juzgarte como lo hice, yo no tenía derecho a hablar de tu vida sin saber por lo que has pasado, por eso me disculpo sinceramente; no obstante, ahora puedo darme cuenta de que tus ojos reflejan cierto dolor que tú no quieres dejar salir, y me gustaría saber por qué.

─¿Sabes? En cierta forma me siento avergonzado por confesar esto pero desde hace tiempo me quedé muy solo; perdí a cuatro de mis amigos más queridos, precisamente aquellos con quienes más convivía. Ahora el único amigo que tengo para hablar de lo que me aflige tiene tantos o más problemas que yo, así que no es la mejor opción.

─No tienes por qué avergonzarte de sentirte solo, creo que es una sensación mucho más común de lo que te imaginas; así que qué te parece si olvidamos los malos ratos que hemos compartido y me cuentas lo que te ocurre.

─Bueno… supongo que me sería de ayuda…─mencionó, justo antes de dejar escapar un suspiro y así recargarse de lleno en su asiento con los brazos cruzados─. Ayer me encontré con la persona que más me ha lastimado en la vida…

─¿Qué dices? Y qué ocurrió ─su primera idea era limitarse a ser un oído que le fuera de ayuda para desahogarse; sin embargo, también supo que debía dar indicios que le hicieran saber que le atendía, aunque a partir de ese momento guardó silencio.

─A ver… te contaré desde el inicio para que comprendas por qué su llegada me causó tanto impacto; se trata de Sakura, el ex baterista de L’Arc. No es un secreto para nadie lo unidos que éramos en ese entonces, incluso nuestra relación trascendió a algo más que una amistad; sin embargo esto no lo sabe nadie fuera de la banda ─entonces hizo una breve pausa para buscar una señal que le incitara a continuar, la cual llegó en un ligero asentimiento de cabeza─. Poco tiempo después de comenzar nuestra relación descubrí que tenía problemas de drogas… esto todo el mundo lo sabe, pero su salida de la banda definitivamente no fue lo más doloroso que pasé durante esa época. Algo que nadie supo fue que la noche en que descubrí lo que le ocurría tuvimos una terrible discusión; yo le reproché el no haber confiado en mí como para contarme todo, pero él insinuó que yo en realidad no lo amaba, que no le habría ayudado porque lo único que hubiera hecho habría sido correr a contarle a Tetsu para que nos deshiciéramos de él. Me dolió mucho que pensara eso de mí así que le repetí que lo amo… empero, a partir de ese instante comenzó a golpearme, incluso me dijo que en realidad nunca me amó; en seguida, para demostrarme que yo sólo fui un objeto sexual para él, me violó justo cuando me vio sin defensas sobre el suelo…─todo su discurso había sido pronunciado sin pausas, como si Hyde hubiera aprendido cada palabra de memoria para sólo repetirla de manera mecánica. Sin embargo, más allá de la frialdad que quiso mostrar al hablar, había un profundo vacío y una tristeza que, estaba seguro, nadie más era capaz de entender─. Aparentemente el motivo de su visita ayer fue el simple hecho de torturarme, para después decirme que me mintió porque él realmente me amó…─ante aquellas revelaciones que definitivamente fueron inesperadas, Morrie se quedó sin palabras. Nuevamente guardó silencio durante el siguiente minuto para poder pensar acerca de una respuesta adecuada; empero, dicha contestación siguió sin llegar a través de palabras, pues sintió que no pudo hacer más que acercársele lo suficiente para abrazarlo de manera realmente tibia. Por este motivo Hyde se desconcertó en demasía; correspondió al abrazo, pero le pareció extraño cómo el hombre que tiempo atrás le había ocasionado una profunda ira debido a su rechazo, ahora le consolaba de la manera más reconfortante que pudo haber esperado.

─Lamento mucho escuchar eso… suena a que Sakura-san realmente ni siquiera tiene idea de lo que piense y lo que siente… Quizás ni siquiera él mismo sepa el motivo que lo orilló a acercarse a ti ─a pesar de que posiblemente sus palabras no eran de mucha ayuda, aquello era lo que sentía respecto a ese asunto y no podía hacer menos que tratar de ser sincero.

─Estábamos discutiendo… le di las gracias por haberme matado en vida, después me di media vuelta dispuesto a irme y fue cuando lo dijo… “te mentí, yo sí te amaba”…

─Cuando eso pasó, ¿qué hiciste tú? ¿Qué le dijiste? ─Susurró con una voz tranquila, de manera que no provocara un sobresalto en su acompañante.

─Nada… no fui capaz de decir algo coherente… me sentí tan adolorido, asustado y confundido que sólo pude derramar algunas lágrimas justo antes de salir corriendo…

─Eso significa que sigues atormentado por el pasado que tuvieron… eso no es sano, ¿sabes? Porque ese tipo de cuestiones te frenan y no te permiten seguir adelante.

─Estoy consciente de eso… pero creo que no he podido cerrar el ciclo con él; nuestro final fue tan repentino y brusco que no me pareció el apropiado.

─Hyde yo siempre he pensado que una de las bases de la vida es el causa y efecto; en este momento el regreso de Sakura-san es una causa, aunque el efecto todavía no está claro… es cuestión de esperar…

─Pues supongo que parte de cerrar este ciclo se relacionará con hablar con él acerca de mis sentimientos y demás… pero debo confesar que eso me da mucho miedo…

Tan sólo habían convivido durante algunos meses por cuestiones de trabajo, pues los incómodos momentos que habían compartido en un inicio les había alejado; a pesar de esto, finalmente podían decir que tuvieron un verdadero acercamiento. Morrie fue quien reflexionó al respecto, dándose cuenta de que sentía que aquélla era la primera ocasión en que hablaba con el verdadero Hyde… Ya no tenía enfrente a ese hombre egoísta, vanidoso y superficial, sino a un ser humano capaz de guardar sentimientos en su interior, aquel que parecía dormir en el fondo de un corazón entumecido por el dolor; y debía admitir que esta idea le hacía sentir algo que no podía describir…

El tercer evento tuvo lugar unas horas más tarde que los otros dos, casi con la llegada del mediodía: tal como anunció la llamada recibida por Ayana Sakai mientras comía con su novio, ambos recibieron una visita que prometía cambiar la relación relajada que habían mantenido hasta ese entonces. Debido a que la relación entre el afamado músico y la modelo ya se había hecho pública, los padres de ésta no tardaron en enterarse al respecto; motivados por este hecho, los señores Sakai contactaron a su única hija de inmediato para hacerle saber su deseo de concertar un encuentro con ambos. En un inicio Ayana expresó su opinión de que lo mejor era esperar unos días, dándole la oportunidad de tantear el terreno con Tetsu; no obstante, ellos se opusieron a aplazarlo, por lo cual le exigieron que dicha cita tuviera lugar al día siguiente. Así, sin más pretextos el encuentro aconteció en un bonito y tranquilo restaurante en la zona de Ginza, a las once treinta; tratándose de una ocasión especial, y en compañía de la familia de su novia, Tetsu sentía que debía esforzarse por agradarles. Por ello, buscó hacer gala de algo más que de su impecable puntualidad: además de ser el primero en llegar al lugar de la cita, arregló todo para recibir a sus invitados en la mesa junto con una botella de vino tinto enfriándose en un cubo de hielo y un arreglo de flores como centro de mesa. En el momento que les vio acercándose se puso de pie rápidamente para saludarles con una reverencia, la cual fue correspondida en medio de palabras corteses. Tras las formalidades acostumbradas, todos se sentaron a la mesa con el propósito de conversar de manera amena; después de todo, Aoi y Kana Sakai no tardaron en demostrar simpatía por los encantos de Tetsu.

─Así que más de veinte años dedicándote a la música… Es increíble cómo el tiempo no parece transcurrir cuando se tiene la fortuna de dedicarse a lo que más se ama.

─Muy cierto, por eso me siento un hombre realmente afortunado, en muchos sentidos debo decir ─agregó, dedicándole un guiño a su joven novia, quien no tardó en sentir cierto rubor coloreando sus mejillas.

─Tetsu-san, tengo que confesarle que al inicio me preocupaba el hecho de que mi hija tuviera una relación con un hombre tan mayor a comparación de ella, pero al ver que se trata de un hombre tan formal y correcto, mis temores se disiparon.

─Mucho le agradezco que me muestre su aprobación, Kana-san, y le aseguro que yo me esforzaré día con día para darle a Ayana toda la felicidad que se merece ─sentía un fuerte nerviosismo, eso no lo podía negar, pero el siempre encantador bajista supo manejarse lo suficientemente bien para no hacerlo notar.

─Lo mismo esperamos nosotros, sin embargo ahora que le conocemos, sentimos que podemos estar seguros de que así lo hará.

─Me alegra que ustedes estén conscientes de ello…─Estaba a punto de continuar su discurso, cuando cierta melodía proveniente de su bolsillo le interrumpió, hecho por el cual se disculpó mientras se ponía de pie y se alejó para atender la llamada.

─Hija mía, aprovechando que tu novio se retiró, queremos hablar contigo ─apenas el músico había desaparecido de su campo visual, la madre de Ayana no tardó en hablar para atraer la atención de ésta, por lo cual le tomó de las manos. Una vez así, adoptó una expresión seria para hablar─ escucha, sabemos que su relación ha comenzado hace sólo unos meses, pero tu padre y yo hemos hablado, por lo que llegamos a una conclusión muy importante.

─¿Conclusión? A qué te refieres madre…─la confusión en su expresión fue genuina, sin embargo ésta se convirtió sorpresa cuando escuchó lo siguiente.

─A que debes hacer todo lo posible por enamorar completamente a Tetsu, y busques que te pida matrimonio lo antes posible.

─¡¿Qué?! Pero de qué están hablando… madre, yo no me siento preparada para esto, llevamos demasiado poco tiempo como pareja…

─¿Y? Eso no es impedimento para que tengas planes de boda; piénsalo con cuidado Ayana: Tetsuya Ogawa es muy famoso, no sólo en el mundo de la música, sino igual en el mundo de la moda, y tu matrimonio con él podría simbolizar un máximo impulso a tu carrera como diseñadora y modelo.

─¿Acaso me están hablando de respaldarme con el apellido de mi “esposo”? ¡Yo no quiero cometer semejante bajeza! No puedo utilizar a un hombre tan bueno…

─Escucha Ayana, no pienses que lo estarás utilizando ya que en verdad lo quieres; es simplemente una ventaja que te daría el hecho de que te enamoraste de un hombre muy importante, y no es un crimen aprovechar las ventajas que la vida te otorga.

─No nos respondas ahora, sólo piénsalo y te darás cuenta de que tenemos razón; no tienes que actuar ahora mismo además, puedes dejar que pase un tiempo prudente.

─Bien… prometo pensar al respecto y les haré saber lo que decida… Aunque repito que todavía no me siento preparada para casarme, especialmente con un hombre al que he conocido muy poco tiempo…─Antes de poder decir algo más, el líder de L’Arc se hizo presente de nuevo, pidiendo disculpas por su momentánea ausencia.

─No hay ningún problema, ¿está todo bien?

─Sí, solamente me hicieron una consulta acerca de un par de presentaciones de mi banda… Hyde y Ken han tenido horarios complicados así que es difícil que los cuatro lleguemos a un acuerdo.

─Es comprensible, ustedes son músicos de renombre ¿cierto? Así que tienen muchas ocupaciones diversas qué atender, además de su banda ─en ese momento los labios del señor Sakai se curvearon en una sonrisa maliciosa y ambiciosa, aunque bastante discreta, pues sólo fue notada por su inquieta hija.

─Así es Aoi-san, y créame que me siento sumamente orgulloso de lo que he logrado en esta industria… además de la industria de la moda desde luego…

Durante todo el almuerzo, los señores Sakai demostraron especial interés en escuchar acerca de temas relacionados con el trabajo del bajista, al cual no le molestaba hablar al respecto, aunque debía admitir cierta sensación de desconcierto. Por desgracia, él era demasiado inocente como para sospechar los planes funestos de la pareja, y la única persona que entendía el motivo de tantas preguntas no diría nada que causara que su relación terminara, pues a pesar de no estar de acuerdo en ese momento, muy en el fondo sentía cierto agrado con la idea a aprovechar las oportunidades que fueran de ayuda para acrecentar su éxito en el mundo de la moda…

Notas finales:

¿Qué les pareció? Ciertamente estamos cerca de una resolución (lo digo porque ya alguien me dijo que aparentemente se acercaba el final) así que poco a poco se van a arreglar las cosas. Esto me lleva al anuncio que tengo para ustedes: éste es el último capítulo del fic, así que despídanse de él (?) ¡Pero! No se pongan tristes y esperen, no me reclamen todavía; esta historia no se puede quedar así, por lo tanto muy pronto subiré un nuevo fic, el cual será la continuación de éste. No tengo planeado que sea muy largo; no obstante, les aseguro que lo último que quiero es forzar el final. Procuraré no tardar mucho en subirlo, así que estén pendientes de mi página, ya saben que siempre les aviso por ese medio.

Por el momento es todo por mi parte, nos leeremos la próxima vez~ espero sus reviews y demás; hasta entonces, dulces lunas ♥

http://www.facebook.com/Niji.Takagawa92


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