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Vamos a ser algo difícil de superar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buenas noches a todos mis estimados lectores~ ya por fin les traigo el nuevo capítulo, y quiero decir a partir de este momento avanzamos un poco en el tiempo, ya que hemos establecido la situación de nuestros queridos músicos. Sin embargo, no quisiera adelantar nada en este momento, solamente les dejaré leer, disfruten:

Ya habían transcurrido poco más de tres años desde que se dio el anuncio masivo del nuevo receso de la afamada banda L’Arc~en~Ciel, a pesar de la tristeza que aquello había causado en sus fans. Sin embargo, dicha reacción se había serenado un poco luego de que los integrantes de ésta lanzaran una vez más sus proyectos en solitario: dos de estos no eran nuevos, pues los proyectos de Tetsu y Yukihiro, Tetsu69 y Acid Android respectivamente, ya habían ganado miles de seguidores. Por otro lado Ken se lanzó de solista en lugar de revivir su banda, aunque como era de esperarse también recibió mucha aceptación de parte de las fans; finalmente Hyde hizo lo contrario, pues en lugar de continuar con su trabajo de solista, inició una banda junto a Kaz, dejando a Vamps nacer en junio de 2008, apenas un par de meses después de haber anunciado el receso que L’Arc estaba por experimentar.

No obstante, ellos bien habían dicho que se trataba de un receso y la banda no tardó demasiado tiempo en ser requerida de nuevo, hecho que no tomó a ninguno de los músicos por sorpresa, ya que estaban conscientes de lo mucho que su música era extrañada. Fue por ello que en enero del 2010 se decidieron a sacar un single, a pesar de que su letra y nombre evocaban algo exageradamente contrario a la terrible tensión que seguía percibiéndose entre ellos; y aunque la banda volvía a estar activa a partir de entonces, se dedicaron a muy pocos proyectos como banda durante los próximos meses, hasta que llegó el año en que ésta cumplía veinte años, y un acontecimiento de tal magnitud no podía pasar desapercibido; por este motivo debían planear una gira mundial con motivo de su aniversario, comenzando así con las constantes juntas para planearlo todo, muy a pesar de que el líder deseara lo contrario.

Aquella mañana había llegado desde muy temprano, como era siempre su costumbre, y directamente tomó asiento en el lugar que le correspondía: a la cabeza de la mesa que se hallaba en el centro de la sala de juntas. Una vez ahí se dedicó únicamente a esperar por sus compañeros; la espera se hacía larga a pesar de que aquello también era un hábito para él. La diferencia era que en esa ocasión la idea de ver entrar por la puerta al vocalista de su banda le erizaba la piel… Su presencia, antes considerada tan reconfortante como la de un hermano, ahora le hacía sentir asqueado, incómodo, y no la podía tolerar por demasiado tiempo, en especial si tenía que quedarse a solas con él. El tenso silencio entre los dos era tal, que sentía como si un enorme bloque del hielo más helado le cayera encima, oprimiendo su pecho, aplastando su corazón, y por ello rogaba mentalmente a cualquier divinidad o fuerza sobrenatural que se dignara a escucharle, que no fuera él el siguiente en cruzar el umbral de aquella sala en la que se encontraba esperando. Afortunadamente parecía estar de suerte aquel día, ya que el segundo en llegar fue Yukihiro, tras lo cual un muy animado baterista no dudó en dedicarle una sincera sonrisa al mismo tiempo que él se ponía de pie para recibir el abrazo que éste buscaba darle.

–Buenos días querido Tetsu, ¿cómo estás? No hemos hablado desde hace casi un mes, así que espero que te sientas tan bien como luces el día de hoy.

–Buenos días Yukkie –respondió el aludido, palmeando un par de veces la espalda del contrario con una sonrisa igual en los labios. Debía admitir que realmente le hacía bien volver a ver uno de sus amigos, una de esas personas en quien había podido confiar desde el instante en que sintió su vida derrumbarse, uno de los tres únicos amigos que le quedaban. Podía decir que tenía varios más, pues no era un hombre solitario, pero siempre había considerado como mejores amigos a únicamente tres de ellos– pues la verdad es que me siento mejor de hecho, no sé… Siento que finalmente recobro mis fuerzas poco a poco.

–No tienes una idea de la tranquilidad que me brindan esas palabras, te confieso que siempre que nos despedíamos de ti, a Ken y a mí nos daba miedo que te volvieras a deprimir…

–Yukkie te recuerdo que desde entonces he vivido con Takanori Nishikawa, esa frutilla andante es sinónimo de risas todo el tiempo. Si no me río de sus bromas, me río de él y sus tonterías –comentó el menor con una tenue risa, que fue seguida de una sonrisa de parte de su compañero, pues realmente le tranquilizaba volver a verlo reír aunque fuera de ese modo tan sutil.

–Es cierto… Creo que no conozco a Takanori tanto como tú pero se nota que te hace reír todo el tiempo, es algo que proyecta, y Ken ya me lo ha confirmado con algunas anécdotas que me cuenta de ustedes tres.

–Bueno la verdad es que ellos igual convivieron menos, porque como sabes Ken se fue a estudiar arquitectura; pero en el tiempo que estuvimos juntos los tres, creamos muchos recuerdos maravillosos. Sabes Yukkie a veces añoro esa época en que nada me preocupaba, además de cumplir con mi pequeño trabajo de medio tiempo en la tienda de accesorios y no reprobar en la escuela –tras terminar de hablar, el ahora pelinegro bajista inevitablemente se quedó en silencio unos minutos, en un estado de ensoñación causado por los recuerdos que se agolpaban en su mente. Qué diferente era su vida en ese entonces, sin penas de amor, sin traiciones, su sonrisa en esa época era sincera, su mirada transparente, cálida, y los anhelos de una vida exitosa y feliz eran lo más valioso que poseía–. Por cierto, no desearía cambiar el tema a algo tan desagradable… Pero quisiera pedirte que te sientes en el lugar que usualmente toma Takarai, ya que es el lugar a mi derecha y no me gustaría tenerlo a mi lado; seguramente eso lo entiendes perfectamente.

–Te comprendo perfectamente, y te confieso que a mí me gustaría más que ni siquiera pusiera un pie en este edificio, o país, pero qué se le va a hacer –trató de bromear con su amigo, recibiendo una risa, un poco más sonora que la anterior, al mismo tiempo que cada uno se sentaba en su respectivo lugar– sabes, sería buena idea que retomes tu idea del principio y le pidieras a Takanori que él se convierta en el nuevo vocalista.

–¿Bromeas? Si hago eso terminará demandando a Ken por acoso.

–¿A Ken? ¿Por acoso? ¿Me perdí de algo acaso? –Cuestionó el rubio a manera de respuesta, con una expresión llena de intriga.

–¿No te lo había contado? Cuando ese par recién se conoció Ken tuvo un, según sus palabras, enamoramiento pasajero por Takanori; sin embargo, yo estoy convencido de que en el fondo todavía le gusta. Teniendo eso en cuenta haz la suma: Ken mister hentai con Takanori Nishikawa, que siempre usa shorts cortos o pequeñas faldas para mostrar sus piernas de mujer… Qué crees que haría nuestro guitarrista estrella con esa tentación tan cerca.

–Vaya eso nunca me lo hubiera imaginado en realidad… ¿Te los imaginas juntos?

–¡Yukihiro! Ambos son como mis hermanos… Para mí eso cuenta como incesto…–El delgado baterista estaba a punto de responder aquello, con una expresión bastante descolocada ante aquel comentario, cuando la puerta de la sala se volvió a abrir de par en par, dejándoles ver a uno de los aludidos de su conversación. El músico de alta estatura, que apenas había alcanzado a oír las últimas palabras de su compañero de cuerdas, miró a ambos con el ceño fruncido, pero bastante extrañado por el aparente tema del diálogo que acababa de interrumpir.

–¿Incesto? Oigan qué les pasa, ¿los dejo unas semanas, y cuando los vuelvo a ver están hablando de esos temas tan políticamente incorrectos? Por todos los cielos, ¿y después el pervertido soy yo? –Finalmente habló con un tono de voz con que buscaba de mostrarse como la víctima, tratando por supuesto de mantenerse serio, lo cual sus compañeros no se creyeron en lo absoluto, y por lo tanto estallaron en risas. Luego, se pusieron de pie para abrazar juntos al guitarrista, el cual a pesar de haber recibido tal respuesta a sus palabras, se limitó a corresponder al abrazo grupal; en todo momento mostró una gran sonrisa, pues ver que su aún lastimado hermano sonreía le causaba mayor satisfacción que nada.

–Tienes suerte de que me dé mucho gusto verte, sino te estaría regañando por llegar tarde a la junta Ken Kitamura.

–Mentiras, no me regañas porque me adoras aunque llegue tarde… Además de todos modos todavía falta alguien aquí, sin importar que a ninguno le guste la idea, sabemos que por desgracia es parte de la banda y debemos verlo –al mismo tiempo que Ken pronunciaba aquel discurso los tres se separaron para que cada uno pudiese tomar su lugar. No obstante, fue en ese instante en que el cuarto miembro de la banda hizo su aparición, con un cinismo que solamente había aumentado durante el tiempo en que estuvieron separados, y un aire de superioridad que se notaban a simple vista, hasta en aspectos como su forma de caminar.

–Buenos días señores –pronunció su saludo una vez que hubo tomado su lugar al otro lado de la mesa, justo frente a Tetsu, con una sonrisa sarcástica, y a pesar de notar que ya estaban ocupando su acostumbrado lugar, no dijo nada; después de todo, era obvio que su líder no lo quisiera muy cerca– oigan tranquilos, yo sé que les da mucho gusto verme pero no se amontonen para abrazarme.

–No seas tan cínico Takarai y limítate a los asuntos que nos traen aquí, los cuales son meramente laborales.

–Pero qué amargado te has vuelto Ogawa… Está bien dejaré mi simpatía para alguien que de verdad la aprecie y me dedicaré de lleno a esto, entre más rápido salga de esta pesadilla mejor.

–No me robes también mis líneas, si hay alguien aquí que se sienta en una película de terror con la sola idea de verte ése soy yo, así que pasemos de una vez a lo que nos ha traído aquí –agregó con una expresión neutral, manteniendo su pose de autoridad; así, tras acomodarse mejor en su asiento se cruzó de brazos mientras fulminaba con la mirada al más bajo, quien no dudo en sostenerle igual la mirada.

–Por favor basta Ogawa, esa posición de víctima no te la concedo… Supéralo quieres, ya muchas veces dijiste que el pasado ahí se tenía que quedar, ¿y ahora tú sigues con eso? Sabes que me necesitas para tu banda, así que vas a tener que aguantar mi presencia quieras o no, por lo tanto te sugiero que…

–A mí tus sugerencias me importan un comino Takarai, yo sabré de qué manera te soporto; aunque si no me dejas en paz bien podría hacer caso a las sugerencias de Yukkie, estoy seguro de que Takanori podría ser un excelente reemplazo para ti.

–¡¿De qué diablos estás hablando?! –Exclamó un furioso vocalista al mismo tiempo que se ponía de pie súbitamente mientras golpeaba la superficie de la mesa que tenía enfrente con las palmas de las manos– ¡yo soy el vocalista de L’Arc~en~Ciel! Lo he sido desde los inicios, yo puse esta banda donde está y no permitiré que ese maldito mocoso con aires de actor, más que de cantante, siquiera piense reemplazarme.

–Te recuerdo Takarai que el líder de esta banda soy yo, no tú, por más que quieras hacerte el héroe de esta banda no eres el integrante más importante, aquí cada uno tiene su lugar y ninguno es más importante. La única diferencia es la autoridad que yo poseo por si lo olvidaste, así que si se me da la gana te reemplazo cuando yo quiera; de hecho debí haberlo hecho desde el principio, así me ahorraría estas escenas de niño mimado que tanto acostumbras… Aunque llames mocoso a Takanori, el inmaduro eres tú , porque a pesar de que él tenga una imagen un tanto infantil y más afeminada que la tuya, es más maduro que tú. …l sabe valorar una amistad y devolverla con la misma sinceridad… Además no resultaría tan descabellado, cantó “Ready Steady Go” bastante bien, su voz es excelente.

–Si él es tan perfecto entonces por qué te dejó de lado para unirse a otra banda, por eso fue que buscabas otro vocalista ¿no? Hasta que yo aparecí… Tú lo dijiste: mi voz era, y es perfecta, lo comprobaste cuando la banda comenzó a ganar popularidad… A mi voz le debes tu éxito, los tres me lo deben.

–Pues lamentablemente para ti tu voz es la única cualidad que tienes, al parecer no conoces siquiera lo que es humildad y gratitud. Si yo no hubiera insistido tanto con que aceptaras cantar ¿dónde estarías ahora? No hubieras triunfado como guitarrista y lo sabes, así que deja de vanagloriarte con una decisión que me debes a mí… ¡Ya estoy harto! ¡Han sido años de soportar tu ego!

–¡Si estás tan harto de mí entonces sácame de una vez de la maldita banda! Yo ya estoy harto también, hasta el suceso con Gackt nunca te habías quejado de mi ego, decías que era parte de mi encanto y te hacía reír… Pero desde entonces solamente recibo insultos, palabras de odio, amenazas y miradas aniquiladoras… ¡los amigos deben saber perdonar!

–Tu ego me hacía reír cuando creía que era construido por un amor propio, no por un egoísmo que rebasa los límites; no respetas nada, no te preocupas por nadie más que por ti mismo, eres hedonista, vanidoso, ingrato e inmaduro, y si te preguntas por qué no te he corrido de L’Arc~en~Ciel es porque sé que a pesar de todo eso los fans te adoran… Supongo que porque no saben cómo eres en realidad, pero créeme que si por mí fuera ya te habría echado…

–¡Ya basta! –Exclamó el más alto de los cuatro al mismo tiempo que se ponía de pie, golpeando la mesa con las palmas de las manos como lo había hecho el vocal minutos antes–. Tetsu entiendo lo difícil que ahora es para ti lidiar con este tipo, para todos lo es de hecho, pero lamentablemente es necesario y no podremos trabajar si antes de cada reunión deben estar peleando de este modo, es desgastante para los cuatro… Y tú Takarai, por primera vez en tu vida deja de ser tan cínico, porque eres tú quien tiene la culpa de toda esta situación… Tú, tu hedonismo y tu maldita adicción por el sexo, así que deja de lado esos patéticos esfuerzos para que Tetsu olvide tu traición. No lo olvidará nunca, pero se supone que somos adultos así que portémonos como tales.

–¡Y no! Hyde, no se aceptan réplicas al respecto –agregó esta vez el baterista para así prevenir la respuesta que evidentemente estaban por recibir de parte del aludido– así que los dos dejen esas peleas de niños a un lado y concentrémonos por favor. Si esto sigue así juro que preferiría que les cubramos la boca a ambos y les daremos una pizarra para que se comuniquen con ella –terminó acotando un muy harto baterista, logrando que finalmente ambos se callaran. De esa manera, cuando todo quedó en silencio, quienes estaban aún de pie volvieron a tomar asiento.

Aquellas riñas se habían vuelto algo cotidiano entre los integrantes de la banda, pues la tensión que sentían al estar juntos no había disminuido en ningún momento a pesar de que el bajista se encontrara mejor emocionalmente; empero, la magia a su música seguía viva, y el recibimiento de sus nuevos singles era una prueba irrefutable de este hecho. L’Arc~en~Ciel debía continuar, y por esta razón su líder no estaba dispuesto a abandonar su sueño únicamente por los caprichos del vocalista… De hecho estaba seguro de seguir en la banda sin importar lo que pasara. Afortunadamente su carácter sereno y maduro le daba el estoicismo necesario para no caer en las provocaciones que ocasionalmente recibía por parte del vocal, actitud que a pesar de todo le dolía bastante ver en alguien que por mucho tiempo había considerado un gran amigo. Era lamentable que luego de todo aquello él no mostrara ni un ápice de arrepentimiento o la más mínima intención de pedirle perdón como Gackt había hecho el día en que descubrió el engaño. No obstante, aquélla había sido la única disculpa que recibió, pues desde aquel día no había sabido nada más del solista, aunque a momentos se maldecía a sí mismo por tener esos pensamientos tan fuera de lugar. Cada vez que se sorprendía a sí mismo pensando en aquel traidor que le había hecho trizas su corazón se sentía débil, pues sabía muy bien que no debía siquiera recordar nada relacionado con él.

Desgraciadamente sin importar cuánto deseara alejarse a veces el destino resulta un enemigo temible, pues planea sucesos que en ocasiones la persona quien los recibe no los desea; tal era el caso de Tetsuya Ogawa, quien estuvo a punto de desmayarse en el momento que le fue notificada la próxima aparición de L’Arc~en~Ciel en un importante programa de televisión. Tres días después de la primera junta para planear su futura gira los medios comenzaron a citarlo para hablar al respecto, y aunque aquel hecho no figuraba un verdadero problema por sí solo, no estaba seguro de si podría tener la suficiente firmeza y calma para no pelear nuevamente con el vocalista… Sabía que si eso pasaba todos en el país los verían y las mil preguntas al respecto no iban a tardar en llegar. Por si esto fuera poco, un detalle más sobre la entrevista casi le hacía rogar por un milagro que lo salvara, pues Hideto Takarai no sería el único problema con el que tendría que lidiar.
Notas finales:

Por el momento esto ha sido todo, en el próximo capítulo verán lo que ocurrirá en esa entrevista a la que nuestro querido Tetsu ahora parece no querer asistir. Mientras tanto, espero que les haya gustado lo suficiente para dejarme reviews, yo actualizaré la próxima semana, estén pendientes. Les mando saludos llenos de cariño a todos, nos leeremos muy pronto, hasta entonces dulces lunas~ ♥

http://www.facebook.com/Niji.Takagawa92


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