-Quiero complacerte, yo no te haré daño. Me habías dicho que solo te besará, pero no termine esa acción…le besó la mano, llegando a sus labios y al momento de que su lengua se introdujo a la boca de Shaka, este sintió algo raro…ese beso fue diferente, la lengua de aquel español jugaba con la del hindú moviéndola en círculos y lamiéndola, hasta que ese español hizo un movimiento raro que incómodo a Shaka, parecía que ese caballero dorado le daba un mensaje para que le dejase ir más abajo y terminar de besar todo su cuerpo, se lo pedía, lo deseaba, deseaba saber que era devorarlo todo.
El español, paró su beso al no sentir respiración alguna y acariciaba el rostro de Shaka, quien lo tenía sujeto a él por su cintura y le hizo saber lo que sentía, lo uno a su pelvis y las dos erecciones se frotaron, el caballero de cabellos negros gimió y fue a dar contra el cuello de Shaka. Virgo se sorprendió pues la entrepierna de su amante era más fuerte, comenzó a tocarla en movimientos circulares. Aquel caballero solo bajaba la cabeza apenado y aferrándose a Shaka.
Mientras ese caballero estaba en el pecho de Shaka, comenzó a pasar sus manos filosas por sus pezones hasta bajar al abdomen, marcándolo, besándolo con locura. Virgo abrió sus brazos para que bajara más. Solo sintió como esa túnica color vino le hacía cosquillas en las piernas, el español volvió a subir para besarlo.
Sintió ese rocé en su entrepierna, nunca había sentido tanto placer, mientras aquel caballero le jalaba sus labios y los regresaba en un beso, su mano jugaba con el miembro de Shaka. El rubio no aguanto más.
-¡Bésame mucho, Shura!
Capricornio siguió órdenes, ¡Oh, Athena! – pensó Shura al ver a Shaka en esa posición, tan más sensual y provocativa.
Shura, comenzó a tocar el miembro de Shaka con suavidad hasta incrementar la fuerza, posó su lengua en la punta del miembro y Shaka gimió tan fuerte que todo el Santuario los iba a oír. Shura no dudó en reír, pero ya sabía cómo eran los Virgo, nunca dejen esperar a un Virgo.
Los labios delgados de Shura besaran aquel la hermosa entrepierna que parecía erguirse aún más. Y sin previo aviso, Shura lo devoró por completo.
-¡SHURA!- grito Shaka al sentir eso, cubriéndose pronto los labios pero la fuerza en la que Capricornio hacia el acto iba a dejar al rubio en el suelo, así que se sostuvo por las sabanas delgadas, pero sus labios comenzaron a evitar al español quien lo hacía con más fuerza.
Shaka estaba totalmente rojo, su temperatura subía y todavía faltaba lo mejor…según él.
-¡Para, por favor!- le gritaba pero un nuevo gemido cancela tal orden.- ¡SH-SHURA!- el hindú se arqueo bruscamente, ya no podía sopórtalo, “explotó.”
Al sentir eso, el rubio agarro una almohada y la puso en su rostro, estaba apenado. Shura no habló por unos minutos, saboreaba aquel néctar, no paró ahí, pasó su mano sobre el miembro de Shaka y se volvió a eructar lo que apeno más al pobre.
Se levantó, Shaka tomó una sábana y se cubrió. Pero Shura aún no se quitaba la ropa, se quitó aquella estorbosa playera negra, se quitó el cinturón observando a Shaka o bueno al bulto que se formaba en la cama. Se bajó los pantalones y jaló las sabanas con brusquedad, se recostó a un lado acariciando los hombros de Shaka. Virgo tuvo un espasmo horrible, estiro sus manos como si fuera un gato a punto de atacar y Shura tuvo la oportunidad de quitarle esa estorbosa almohada y vio aquella cara toda roja de su amante que se cubría su hermoso rostro con sus manos.
Lo tomó con violencia, dibujo el contorno de los labios de Shaka y los abrió para volver a besarlo, este beso fue el más pasional y el que duró mucho más. Shura respiraba agitado cada vez que las manos de Shaka posaban en su pecho y lo abrazaban para ir acariciando su espalda y arrancar sus cabellos para que le dejara respirar pero Capricornio quería matarlo a besos.
Virgo sentía la presión en su vientre de la entrepierna de Shura, comenzó a tocarla, a darle masajes.
-Ahora soy tuyo.- le dijo en el oído y Shura bajo al pecho para mordisquearle los pezones.
El rubio se acomodó, abrió más sus piernas.
-Te amo.- le murmuró Shura acariciando su rostro.
Poco a poco, Shaka comenzó a temblar y gimió fuerte. Casi quería llorar, nunca sintió algo así.
-No te quiero lastimar.- Shura bajo la mirada al decir eso.
Shaka bajo su nuca con sus manos y lo besó.
-Yo te deseo ahora, no me lastimaras. ¡Te deseo Shura!
Capricornio metía más su miembro pero los ojos de Shaka comenzaron a lagrimear, ¡Shura se sentía un monstruo al hacer eso! Pero el rubio lo beso de nuevo y de un último golpe, Shura metió su miembro en todo el ser de Shaka.
Comenzaron a mover las caderas, Shaka le enterraba las uñas en la espalda de Shura y lo besaba. El español trataba de ser lo más delicado posible, ya había sufrido tanto su amor.
-No tengas miedo, Shura.- le dijo.-Yo estoy aquí, yo te cuidaré a ti. Te amo, Shura.- lo besó en el más dulce beso.
-Shaka.- dos lagrimas cayeron en el pecho del rubio y Shura besó ese lugar.
En sus delgados labios sintió como el corazón del hindú latía más fuerte.
- ¡Dios Shaka era hermoso! ¡Athena, porque tienes al caballero más dulce y hermoso como el más serio de todos! Shaka es tan cálido.- pensaba Shura acelerando el movimiento.
-¡SH-SHURA!- gritaba más y más fuerte.- ¡SHURA YA NO AGUANTO MÁS!
-No, por favor.- le dijo el subiendo la velocidad.-Aun no.- lo levantó para que quedará sentado frente a él y le besará mejor su pecho y cuello.
Shaka lo abrazaba más fuerte. Había un movimiento en sus cabellos, esos cabellos dorados que acariciaban el cuerpo de Shura como miles de manos provocándolo.
-Shaka te han dicho que eres hermoso.- le dijo para tranquilizarlo.
Y esos ojos azules se posaron en los ojos negros, no se dejaron de ver.
-Eres hermoso.- le volvió a repetir.- Tú me enloqueces, quiero que solo seas mío, nunca te lastimare porque te amo.
Shaka le besó la frente.
-Ya terminaré. ¿Te duele mucho verdad? Perdóname.- pero lo volvió a besar y esta vez lo abrazó más suave, bajando su cabeza a su hombro.- ¡Shaka!
Shura derramo su ser dentro del rubio.
-Eres tan cálido.- le dijo como un cumplido.- Nunca creí que fueras así, de tranquilo y cálido, todo lo contrario a lo que muestras ser.
-Valla que me deseabas.- le murmuró pues quedaron en esa posición más tiempo y Shura aún no terminaba “bombear su elixir en el Sol.”
-Mi Sol.- le respondió una vez que se separaron y Shaka le acaricio el rostro.
Shaka le dio un beso que llevó a Shura a que se recostará entre esas sabanas frías que le bajaban el calor de su cuerpo, Shaka se acostó a su lado y lo cubría con una sábana, brozándolo mientras la Luna golpeaba el rostro del Sol. Se veía hermoso Shaka, comenzándolo a besar.
-Ahora me toca a mí consentirte…