// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back -----------
Capitulo anterior:
-No es así y lo sabes Potter. Mi apellido jamás permitirá eso en este mundo mágico y mi padre tampoco. Además… - Sus ojos grises lo miraron sin ningún tipo de emoción, Draco volvía a ser la caparazón vacía de antes, Harry se mordió los labios frustrado, temiendo la respuesta del rubio - Cuando tenga este hijo voy a irme al lugar que realmente quiero. Así que con permiso - Draco soltó las palabras con tanto dolor y amargura que estremeció nuevamente el corazón de Harry. El rubio salió de la sala dejando a Potter aturdido. Draco quería morir y él no quería ¡No quería dejarlo ir! ¡No podía hacerlo! Más bien… No lo permitiría jamás. Y ya uno vez se enfrentó al mago más poderoso del mundo y lo mato. Perfectamente podría eliminar a una escoria conocida como Lucius Malfoy y de paso a un maldito depravado llamado Croguer.
10.- DEPRIMIDO Y DECIDIDO…
La visita de Lucius afecto totalmente la estabilidad emocional de Draco. De hecho, esa tarde se había ido a recostar sin querer comer. Absolutamente deprimido y encerrado en sí mismo. Volvía a ser lo de antes, el muro seguía firme entre ellos.
-¿Y Draco? - Pregunto Hermione extrañada, era raro para ella el llegar a esa casa y no ver a Harry pegado al rubio abrazándolo o besándolo.
-Esta descansando. Hoy vino Lucius y arruino todo - El rostro de Potter era molesto y en parte cansado. La fatiga en su rostro hacia que tuviera unas ojeras pronunciadas. Le conto resumidamente lo que paso a la chica. Todavía seguía molesto por la actitud de Lucius por Draco.
Hermione una vez escuchado a su amigo le aconsejo que descasara un rato, en parte entendía a ambos. Harry no estaba acostumbrado a nada de esto, había vivido la mayor parte solo y alejado de su familia, donde sus tíos lo ignoraban completamente. Y Draco, si bien tuvo su familia y lujos fue criado solamente para ser un objeto, lleno de maltratos físicos y psicológicos. Partes tan distintas de vidas tan separadas.
-Yo iré a verlo y hablare con el - Abrazo a su amigo - Tranquilo amigo, ten paciencia. Esto no es fácil. Harry ¿Tu estas dispuesto a seguir con esto? ¿Qué es lo que quieres?
-Quiero una familia Hermione. Quiero ser feliz. De verdad - Suspiro realmente deprimido y frustrado.
-¿Y tú lo quieres a Draco, Harry?
-Sabes algo Hermione. Draco es especial. No sé si lo amo o no. Pero me gusta y mucho. Quería asesinar a Lucius cuando le decía esas cosas tan hirientes. En ese momento quería abrazarlo y decirle que yo lo protegería de todo y todos. Yo quería besarlo y hacerlo olvidar todo. Yo…
-Está bien Harry. Te entiendo - Las palabras sinceras y llenas de emoción de Harry apretaron el corazón de la chica. Harry quería a Draco, pero no sabía expresarlo con palabras. Su corazón se abría con hechos - Ahora voy a subir a verlo, descansa.
Entro a la habitación y se dio cuenta que la luz estaba apagada, se acerco a la cama y vio el cuerpo del rubio acurrucado encima de ella, mirando hacia la ventana.
-Hola Draco ¿Estás bien?
-Si - Dijo despacio el rubio, ausente.
-¿Y por qué estás aquí, solo? Harry está preocupado por ti - No hubo respuesta - ¿Draco? - La chica se acerco tocándole la frente y vio si tenía fiebre -Tienes un poco de fiebre ¿No te has sentido bien hoy? - Hablaba tranquila y dulcemente, pero entendía que la situación emocional del rubio era la que lo tenía así.
-Estoy bien – Dijo el rubio sin mirarla, su cabeza todavía volteada hacia la ventana.
-Recuerda Draco que tu estado de ánimo afecta al bebe - Hablo preocupada la medimaga.
-Sí, lo sé - Volvió a responder automáticamente.
-¿Quieres hablar de eso conmigo Draco? ¿De cómo te sientes?
-No. Quiero descansar un poco y estar solo.
-Pero…
-¡Quiero estar solo! - Por primera vez desde lo que llevaba en esa casa el rubio levanto la voz, sorprendiendo a Granger, ella guardo silencio comprendiendo que Draco necesitaba explotar todo su dolor - ¡Siempre es así! ¡Siempre pasa lo mismo! ¡Nunca voy a descansar de esto! - Draco se sentó en la cama y sus manos se apretaron fuertemente, ni una lagrima salió de sus ojos, estas se habían secado hacía mucho tiempo, pero eso no quería decir que sus ojos no expresaran todo el dolor que sentía - Sabía que no debía ilusionarme con nada, mi padre jamás permitiría que yo fuera intentara ser feliz - Esas palabras salieron realmente derrotadas y tristes, su voz marchita y delicada - Si ahora me cuidan es porque se preocupan por el bebe, no por mí. Nunca es por mí… Nunca…
-Harry te quiere - Dijo firmemente Hermione.
-No es así. Su dulzura y preocupación es solo por el - Se toco el vientre suavemente, no odiaba a su hijo, nunca lo haría, era un ser inocente en todo esto. Pero le tenía envidia. Como le gustaría ser tratado como lo hacían con su bebe - Si me trata bien es porque el bebe esta dentro de mí. Mi padre lo dijo, yo solo tengo un valor sexual, nada más. Y Harry aprovecho esto porque quiere ahora una familia. Una familia de la cual yo no seré parte.
-Si hay algo que sabes bien Draco ya que fuiste al mismo colegio que nosotros, es que nunca debes subestimar el corazón de un león. Y mucho menos el de Harry. Yo sé que es un tonto e impulsivo, que su inmadurez lo llevo a hacer muchas cosas malas contigo, pero te quiere. Y estoy segura que te lo demostrara. Créelo. Quiérelo.
-No sé lo que es eso Hermione. No sé lo que es que te quieran - Volvió a fijar su vista al gran ventanal perdiéndose nuevamente en la tan ansiada libertad que veía ahí, en sus sueños rotos y esperanzas no cumplidas, sentía mucha pena. Era un ser tan miserable, odiaba todo esto - Quiero estar solo - Dijo finalmente el rubio dando por terminada la plática, no quería hablar con nadie por el momento.
-Bien, toma esta poción para dormir, mañana amanecerás mas tranquilo – Le tomo las manos con cariño, pero el rubio no volteo a verla – Descansa.
La chica salió en silencio con la cabeza gacha, sintiéndose afligida e impotente, era todo muy injusto para ambos (Draco y el bebe) pero no estaba en sus manos remediar esto, podía ayudar sí, pero no solucionar el problema. A los pocos minutos el rubio se quedó dormido.
Harry la esperaba silente al lado de la puerta apoyado en la pared, había escuchado todo la conversación. Su rostro estaba cansado y preocupado. Le afectaba de sobre manera que Draco estuviera así, se sentía impotente ¡Maldita la hora en que dejo entrar a Lucius Malfoy de nuevo a esa casa! Al final no pudo defenderlo de su desprecio y palabras groseras ¡No pudo hacer nada!
-Debes tener paciencia Harry - Hermione como siempre le acaricio el brazo y hablo con dulzura - ¿Escuchaste todo verdad? Para él esto es muy complicado. No debes comprenderlo, solo quererlo. Dale el amor que necesita y que tú sientes en el fondo de tu corazón.
-Lo sé, es solo que… - El moreno suspiro desganado – Odio sentirme así ¡Un inútil! De que me sirve tener tanto poder si no puedo de terminar con esto. Si no soy capaz de protegerlo a él, de aliviar su dolor ¡Es frustrante!
-Si le muestras tu corazón muy pronto llegaras a él, ya lo veras. Draco ahora necesita cariño y no violencia. Tú puedes dárselo. Demuéstrale cuanto lo quieres.
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-Bien Lucius ¿Cuándo terminara esto? – Joseph Croguer estaba sentado frente al rubio fumando como loco, su rostro regordete se crispaba por su furia - ¡Lo quiero ya! ¡Por algo te estoy pagando tanto dinero!
-Debes calmarte, sabias perfectamente que no puedo romper el trato antes del año. Potter no es ningún estúpido y lo sabes - Lucius hablaba con tranquilidad, si no fuera porque el otro hombre tuviera dinero y posición ya lo habría mandad a volar de su casa.
-¡Maldito Potter! Ese desgraciado pagara todo la humillación que me hizo sufrir en la cárcel.
-Escucha Joseph – Sus ojos grises se afilaron de gusto - Si Harry Potter realmente siente lo que tu percibiste de él cuando atacabas a mi hijo en su casa, esto se hará mucho más fácil de lo que te imaginas. Podríamos sacar mucho dinero de eso.
-¡No me interesa el dinero Lucius! ¡Yo solo quiero que el muy mal nacido del salvador del mundo mágico pague por lo que hizo! Y si tu hijo también está por ganancia mucho mejor.
-¡Hg! No entiendo ¿Que le ven? ¡Es solo un estúpido chico inútil! - Hablaba Lucius con desprecio hacia su hijo.
-Si no fueras su padre de seguro lo mirarías como lo miro yo – La mirada lasciva del hombre asqueo nuevamente a Lucius.
-Volveré a preguntarte Joseph ¿Estás seguro que Harry Potter siente algo por Draco? – El rubio miro fijamente al otro hombre, si llegaban a equivocarse en sus conjeturas todo se haría a la misma mierda. Croguer juraba y re juraba que Potter había demostrado demasiada devoción por el joven Malfoy cuando quiso violarlo.
-Mira Lucius, yo sé lo que vi - Su voz gruesa se escuchaba segura - No puedo explicarlo con palabras y tampoco él me lo confirmo. Solo sé lo que vi y de algo estoy seguro. Nosotros los hombres cuando tenemos algo y lo usamos como un juguete es eso. Un simple objeto, no importa mucho si lo usan otros o se rompe. Pero cuando hay sentimientos la furia se desborda y aunque uno por más que trate de ocultarlo se nota – Croguer sonrío complacido – Y yo vi ese brillo en los ojos de Potter. Vi como trataba de reprimir sus emociones, pero no lo logro. Vi su odio hacia mí, vi a Potter realmente afectado y celoso de mí. Creo que me hubiera matado si no me hubieran encerraban. Te lo confirmo. Yo estoy seguro lo que vi.
-Bien, voy a creerte y depositar toda mi fe en ti. No me interesa lo que le pase a Draco. Dame la parte del dinero que pido y yo seré tu aliado por todo lo que me reste de vida.
-Perfecto. Esto ya es un trato – Ambos hombres se estrecharon las manos fuertemente, pactando el principio del fin para nuestros protagonistas. Lucius ya comenzaba a maquinar su nueva estrategia que traería grandes frutos para él.
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Harry se paro frente a la cama y contemplo al rubio dormido, luego se arrodillo frente a él y le toco el rubio cabello. Era tan suave y Draco se veía tan hermoso. Con su mano lo acaricio desde la cabeza hasta el estomago, deteniéndose en su hijo. Cada día que pasaba añoraba conocerlo, tenerlo entre sus brazos y enseñarle a crecer, pero sabía también que eso significaría que no tener a Draco con él. No pensaba cumplir el deseo del rubio, no podía matarlo. No ahora que conocía la verdad de su vida. No cuando habían comenzado a convivir juntos y conocerse mejor. Sin querer añoraba la presencia del rubio a su lado, de sus besos tímidos y suaves, de esa inocencia corporal a pesar de haber conocido más cuerpos que el. Draco era único y lo descolocaba siempre. Con él sabía que no habría cosas repetidas e hipocresías. Le gustaba, no, él ya lo quería.
Y Harry no se dejo estar ya había pensado una solución de salvar a Draco de Lucius, pero que no obligaría al rubio a nada, quería que Draco lo aceptara por voluntad propia. Que fuera su propia decisión, aunque se arriesgara mucho en ello, iba a respetar su voluntad. Porque le enseñaría a amar y que este tomara sus propias decisiones.
El amanecer llego a la habitación de Draco, un sol radiante se asomaba por la ventana. Este abrió los ojos lentamente, y de nuevo ahí estaba un moreno durmiendo a su lado. Miro sorprendido para todos lados pensando que nuevamente se había equivocado de habitación, pero no, estaba en la suya y Potter se había acostado a su lado. Lo miro por unos segundos, sus ojos grises quedaron fijos en la anatomía del otro hombre. Sin dudas el moreno era atractivo, su cuerpo era fuerte y desarrollado, su cabello negro brillante y desordenado y sus hermosos ojos verde esmeralda, tan brillantes y poderosos, capaces de traspasar su propia alma. Deseaba de todo corazón que su hijo o hija se pareciera a Potter en todo. Fuerza y carácter. Si así fuera sería un niño hermoso y feliz.
-¿Te gusta lo que ves? - Potter hablo despacio y sonrió, aunque sus ojos no se abrieron. Draco salto de la impresión y lleno de vergüenza al ser descubierto trato de levantarse, pero la mano de Harry en su brazo lo detuvo - No te vayas, quédate un momento así - Se movió veloz y lo abrazo, ambos cuerpos tendidos en la cama, cabeza de Malfoy quedo en sus pecho firme - Perdóname Draco - Dijo angustiado el moreno, entendía que a pesar de que su actitud con el rubio había cambiado jamás le había pedido perdón y si quería sanar una herida debía sanarla por dentro - Perdóname por todo el daño que te he causado - Le beso la cabeza con cariño - He sido un imbécil y recién lo veo, quiero que sepas que amo a mi hijo pero también te quiero a ti. Quiero que tú y yo seamos felices, juntos. Que mi actitud no va a cambiar cuando nuestro hijo salga de tu vientre. Yo los quiero a los dos y quiero que tú veas eso. Confía en mí aunque no lo merezca. Cree en mí por favor y cree en lo que siento. Voy a ayudarte por que te quiero y no porque sienta pena. Eres hermoso por todos lados, ningún hombre que allá pasado ha podido cambiar eso. Tu padre no tiene razón en nada y tú eres más valioso que cualquiera que allá visto antes. Yo te quiero a ti por cómo eres. Así simple y llanamente por ser Draco. Tú eres tú y eso es maravilloso.
-No es verdad - Dijo desolado el rubio. Las palabras de Potter levantaron un calor en su corazón inmensurable, pero tenía tanto miedo.
-Sí lo es - Con una de sus manos levanto su rostro - Eres grandioso y el mejor para mí. Créeme y siénteme - Beso sus labios y como siempre ambos sintieron algo que iba más allá de un simple beso. Sintieron calor, amor y pasión. Draco gimió entre sus labios bajito y Harry lo sintió, sintió fuertemente la atracción entre ellos. El que no se arriesga no cruza el rio, pensó. Las hormonas del rubio al límite y el también. Quería volver a tocarlo, pero ahora sería diferente - ¿Puedo tocarte Draco? - Hablo Potter pidiendo permiso, estaba decidido a que el rubio comenzara a tomar sus propias decisiones y no iba a volver a forzarlo a nada. El rubio bajo la cabeza avergonzado y asintió con ella.
-Tengo miedo y vergüenza Harry – Dijo angustiado el rubio – No sé lo que es ser tratado con amor, solo lo hacen y se van. Siempre es así – La sinceridad del rubio en vez de quitarle las ganas al moreno hacía que lo quisiera más. Ese era el Draco que le gustaba, ese que le decía la verdad y no trataba de adularlo por su poder y dinero - Sabes que no eres el primero. Sabes que yo…
-No importa ser el primero pero si ser el último - Dijo sinceramente Potter y volvió a besarlo colocando más pasión - Aunque esta vez si seré el primero - Soltó con picardía. Los ojos grises del rubio lo miraron extrañados - Esta noche voy a ser el primero en hacerte el amor - Draco se tapó nuevamente la cara con vergüenza, otra vez escondiendo su rostro y nuevamente Harry le levanto la barbilla - Dame por favor la oportunidad de enseñarte lo que es “Hacer el amor”, déjame mostrártelo y también enséñame a mí, aprendamos juntos ¿Quieres intentarlo Draco? ¿Quieres darme la oportunidad de reivindicarme contigo? Yo no voy a obligarte a nada ¿Estás de acuerdo?
-Si - Dijo simplemente el rubio. Se sentía bien así, entre esos fuertes brazos. Quería olvidar aunque fuera un momento todo. Quería realmente creerle. Ya había perdido tanto entrega como esa quizás jamás se volviera a repetir.
Y Harry no se hizo esperar, comenzó a desvestirlo lentamente, ese cuerpo blanco y lampiño lo volvía loco, lo adoraba y excitaba completamente, lamió con absoluta delicadeza las 2 tetillas rosadas del otro chico una y otra vez, lenta y sensualmente como probando un fino bocado, un manjar. Hermione le había contado que una de las formas de formar el pezón para dar leche era así, chupándolo y formando el canal para que saliera. Obviamente que Harry no mención eso a Draco. Una porque le daba absolutamente vergüenza comentarlo y la otra era porque le excitaba imaginarlo así, amamantando a su hijo. El rubio ignorando todo lo que pasaba por la cabeza del moreno solo suspiraba y gemía bajito. Luego Potter siguió con el cuello y las orejas, quería impregnarse con el sabor del rubio, aunque ya lo conociera jamás se cansaría de él.
Harry impaciente aunque cauteloso dejo sus caricias y empezó a sacarse la ropa de manera sensual, mirando la linda expresión de sonrojo que se dibujaba en el rostro de Draco, la timidez de Malfoy lo hacia un ser puro ante sus ojos. Era exquisito y hermoso. Y suyo. Porque ella había decidido ser el último en su vida y en su corazón.
Una vez desnudo el moreno y de paso desnudando también al rubio, lo dejo acostado de espalda a la cama, tratándolo con absoluto cuidado, no quería asustarlo, solo demostrarle su absoluta devoción se abrió un camino de besos empezando por su vientre abultado, luego a los pies lamiendo dedo por dedo. Así comenzó a subir con su lengua hasta llegar a la hombría de Draco, el calor y el placer en el rubio era tanto que ya no pensaba en nada y se dejó hacer, tenso al principio pero después no se pudo controlar y gemía de placer, Harry era tan delicado y suave con él, estuvo un buen rato chupando su pene, saboreándolo como cual manjar, subiendo y bajando con su boca una y otra vez. Luego la engullía ferozmente y con sus manos masajeaba sus bolas, el placer era tanto que Draco no aguanto más y se derramo en la boca de Harry, este trago todo con mucho gusto. Después beso al rubio hasta quedar sin aire, ambos respiraban agitados
-¿Sentiste eso Draco? ¿Sentiste mi calor? - La voz del moreno era un ronroneo constante y Draco agitado por el orgasmo exquisito que había sentido, nunca en todas las veces que estuvo con un hombre se había excitado. Nadie había buscado su placer y cariño, querían solo su cuerpo y lo que este les ofrecía. Nada más. Ahora era diferente. Potter lo quería a él, en cuerpo y alma.
-Yo… - Las palabras no le salían era algo tan extraño lo que sentía. Se arqueo al sentir un dedo de Harry en su entrada.
-No voy a hacerte daño - Mientras hablaba el dedo lo penetraba rápidamente. El rubio no se dio ni cuenta cuando ya tenía tres metidos en su interior. Potter lo besaba sin ninguna contemplación como si con sus besos quisiera sacarle la vida ¡Y por dios que besaba bien!
Harry levanto sus piernas y las puso a los costados de sus caderas. Draco se dejó hacer, entendía que esa posición no afectaría y aplastaría a su bebe.
-Draco – Dijo el moreno en un susurro erótico, el pene del rubio se levanto nuevamente con solo escucharlo - ¡Mírame solo a mí! Siénteme… Ámame - Sin esperar una respuesta lo penetro suavemente, aguantándose de enterrarse rápidamente en el.
-Mmnnggr- Draco sintió un poco de dolor e incomodidad, pero Harry hizo oídos sordos a sus lamentos, volviendo a tomar el pene del chico masajeándolo con su mano -Mmmmmggggg… ahhhhh…ahhhh- Sentía incomodidad pero se volvía loco con la atención que le daban a su sexo ¡Por dios que se sentía bien! Draco estaba en el cielo.
En un momento la mente de ambos se puso en blanco, entregándose al placer que sus cuerpos y caricias le daban, desde ahí no pararon de gemir hasta que no pudieron más. Draco se derramo entre ambos, mientras que Harry en su interior. El grito de placer retumbo en la habitación. Esa donde solo eran ellos, donde ambos se habían entregado por voluntad propia y marcando así un nuevo principio.
Al terminar, Harry salió lentamente del cuerpo de Draco y se dejo caer a su costado, primero le beso y luego comenzó a masajear su vientre. El bebe recibió la magia gustoso, como si supiera de esa entrega. Ambos sonrieron como niños chicos. La magia siempre era tan perspectiva. Esta misma los había unido y bendecido con un hijo. Ahora actuaba como cadena y los juntaba para siempre.
-¿Te ha gustado Draco? – Le pregunto Harry expectante, aunque sabia la respuesta quería escucharlo de sus propios labios - ¿Me has sentido?
-Si – Había dicho el rubio nuevamente sonrojado y contra todo pronóstico se acerco al moreno y lo beso castamente - Gracias - Le soltó de repente, El corazón de Harry se en congio y entendió perfectamente lo que había querido decir Draco.
-¡Me vuelves loco! – El moreno volvió a saltar arriba de él y lo beso con más intensidad, traspasándose el alma y la vida. Por qué ese día habían pactado en un acto de amor, una nueva vida, JUNTOS. Y Harry lucharía por ello hasta el final.
*********** Continuara *********