// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back -----------
Capitulo anterior:
-Te amo Draco, nunca lo dudes - Dijo mirándolo con sus ojos verdes brillantes muy cerca del rubio.
-Y yo a ti Harry - El moreno abrió los ojos por la sorpresa y luego lagrimas de felicidad salieron de él. Draco nunca le había dicho eso - Te amo - Y al fin el rubio se durmió tranquilo, sabiendo que estaba su tarea hecha, había nacido su hijo y estaba junto a su marido, el ser que lo amaba incondicionalmente a él, solo a él.
14 - EL ENEMIGO PÚBLICO (Parte 1)…
Draco fue dado de alta de San Mungo, 1 semana después del parto y Harry lo saco de ahí lo más rápido posible, tratando que nadie de los medios de comunicación lo hostigara. El rubio todavía se ponía muy nervioso por el acoso constante de ellos, aunque Harry los bloqueo y amenazo a todos muy bien. Draco a pesar de todo lo que había vivido y de cómo Harry le demostraba su amor, seguía siendo demasiado tímido y reservado.
Lo que más inquietaba a la prensa era el hecho de que ambos hombres, de por si decretados enemigos públicos ahora estuvieran junto. Algo ahí no encajaba, y para una periodista de cuarta y hostigosa como Rita Skeeter, esa era la gran noticia que debía revelar a su fiel público lector. No importaba como, sino el porqué.
Potter tuvo que redoblar la vigilancia mágica en su casa y sectores aledaños, una, por la prensa y otra, era por si Lucius tenía la osadía de tratar de entrar nuevamente ahí. Desde ese día en el hospital, antes de que naciera su hijo, no habían vuelto a saber del rubio, pero ya Harry no se descuidaría tanto o por lo menos ya no volvería a ser tan confiado. 2 veces Lucius Malfoy había entrado a su espacio personal (Casa y hospital) Dejando este grandes consecuencias en la estabilidad emocional de Draco, y eso Harry ya tenía más que claro que no lo volvería a permitir. Ahora no se trataba solo de él y su fama de héroe, sino que ahora eran 3 los involucrados (Su esposo, él y su hijo) habían muchas más responsabilidades y sobre todo una infinita felicidad en su alma. ¡Qué bien se sentía todo eso! A pesar de cómo habían llegado ahí. ¡Ahora tenía una familia! Tenía a alguien que lo esperaba cada tarde con una sonrisa sincera y unos bracitos pequeñitos al cual cobijar. Amaba su actual vida y agradecía enormemente esta nueva oportunidad que le estaba dando la vida. Era feliz. Muy feliz. Qué bueno que no se había equivocado al elegir y sobre todo, que bueno era que Draco lo aceptara y perdonara.
La habitación dispuesta para el bebe era gigante, llena de adornos de dragoncitos en movimiento volando de pared en pared. Un pequeño detalle que hizo a Draco sonreír encantado. Todavía pasaba por su cabeza gratos recuerdos de cuando Severus Snape le nombraba desde niño “Mi pequeño dragón” y jugaba con él. Eso solo se daba cuando los visitaba su padrino algunas veces al año y por supuesto cuando no estaba su padre. Amaba a ese hombre como un padre. Como lo que Lucius nunca fue. Es por eso que cuando Harry le pidió permiso a Draco para ponerle el nombre de su padre a su hijo, el rubio lo acepto gustoso sabiendo del amor que el moreno les tenia y el sacrificio que ellos habían hecho por su esposo. Y apelando a ese amor de padre, Draco pidió también que nombraran con el nombre del hombre que él consideraba un padre a su hijo y ese era Severus.
James Severus Potter Malfoy había nacido pasado los 8 meses de gestación. Vigoroso y saludable. De su papi Draco, saco su piel blanca como la nieve y sus ojos grises. De su padre Harry, saco su pelo negro enmarañado y su agilidad. Era un niño hermoso para el que lo mirara, una completa mezcla de los dos.
Draco se encargo personalmente de las atenciones del niño, aunque seguía débil producto del parto y la pérdida de mucha magia. Harry de hecho, había cambiado sus horarios de trabajo, iba todas las mañanas al trabajo y en las partes volvía a su casa feliz a pasar tiempo con su familia. No quería dejar solo al rubio. A ninguno de los 2.
La vida era tranquila, el pequeño James crecía en forma veloz. Llenado de risas y alegría esa casa. Haciendo que sus padres se sintieran orgullosos y felices. Pero afuera en el mundo mágico no todo era felicidad. Es más, un gran caos y murmullo surgía afuera.
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-¡¿Acaso no entiendes lo que digo?!¡No puedo deshacer un enlace mágico! ¡Es un acto que sobre todo y Draco es mayor de edad! ¡No tengo poder sobre eso! - Grito Lucius a Croguer ya aburrido de tanta explicación. Su hijo estaba fuera de su alcance y para colmo Potter había ideado la mejor manera de alejarlo de él. El maldito niño que vivió estaba siempre a un paso sobre sus planes y él ¡El muy estúpido! No había previsto que podría pasar esto. ¿Cómo hacerlo? Si siempre Draco había sido una cosa canjeable y dócil a sus propósitos y deseos ¡Jamás pensó que Potter se enamoraría de él! ¡Jamás! Y mucho menos que el inepto de su hijo también. Y ahora estaba pagando caro su exceso de confianza. Ambos estaban fuera de su alcance.
-¡No me interesan tus estúpidas explicaciones! Yo ya pague y muy caro debo decir por él. Lucius escúchame bien - Croguer estaba furioso con todo lo que había pasado, Draco era para él mucho más que una infantil obsesión, resurgían todos sus deseos mas insanos ¿Cómo no desear algo tan bello y corrompible? No era solo el hecho de que fuera un Malfoy, sino también todo el conjunto que formaba el rubio. Belleza, pureza y sumisión. Algo que cualquier hombre desearía tener en su poder. Algo que a él se le había escapado de las manos de la peor manera - Ahora no se trata solamente de no tener a Draco y que me devuelvas mi dinero - Un filo de locura se asomo en los ojos cafés del regordete hombre, no perdería por nada del mundo y como fuera cumpliera su obsesión y deseo - Ahora es un tema de honor y venganza ¡Quiero a Potter en el suelo!
-¿Qué demonios quieres decir con eso? - Malfoy miro al tipo que siempre creyó que era un estúpido y asqueroso hombre con aprensión. El Joseph Croguer que había frente a sus ojos era otro. Uno absolutamente decidido y loco. Para nada manipulable y presuasivo. Suspiro enojado, esto se ponía cada vez peor.
-Quiero decir algo muy simple Lucius - Croguer, a pesar de su actual situación su voz se escuchaba demasiado tranquila, pero el brillo de locura en sus ojos no desaparecía - Si Draco no está conmigo no estará con nadie. Potter me ha herido en el orgullo de la peor forma. Ahora mi venganza estará puesta en Harry Potter y que mejor que atacarlo a través de Draco.
-¡¿Y qué es lo que quieres que haga yo?! ¡Ya te dije que no puedo hacer nada!
-Ese es muy tu problema Lucius ¡Aquí el que ha recibido mi dinero y lo ha gastado en estúpidas fiestas eres tú! Te estoy ofreciendo la forma de vengarte y de que no me devuelvas el oro ahora, aunque se perfectamente que ya no lo tienes. ¡Quiero ver a Potter hundido hasta el pescuezo!
-¡¿Y cómo voy a hacerlo?!
-Tengo un plan, te daré las herramientas pero tú serás quien ejecute la obra. Para eso ya te he pagado - Lucius se mordió el labio más que furioso y humillado de ser él ahora el manipulado - Y una última cosa Malfoy - El apellido ahora lo soltó con desprecio - Pobre de ti si me mencionas o me metes en algún lio. Sé que creíste que tratabas con un estúpido, pero fíjate que este tonto que vez aquí ha forjado una gran fortuna a base de eso - Otra vez su mirada afilada confundió aun mas al rubio - De que todos me crean un imbécil - Unos golpes se sintieron el puerta, con un adelante una persona entro, era una mujer y Lucius la conocía muy bien - Bienvenida - Saludo Joseph gustoso - Pasa por favor y toma asiento, Lucius estará encantado de comenzar con su relato.
Diciendo eso Joseph Croguer salió de esa casa, dejando a Lucius doblemente enfurecido y sobre todo muy complicado. Rita Skeeter sonrió complacida, Croguer le había prometido una primicia del famoso niño que vivió y ella por supuesto no dejaría pasar esa oportunidad de saber y crear un escándalo.
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-Esto no está bien Harry - Hablaba Hermione preocupada - Si no se controla como es debido el escándalo los puede salpicar muy mal a ustedes, sobre todo a Draco. Aquí el que más corre peligro es él.
¿A qué se debía todo esto? Pues sencillo. El escándalo de saber que Draco Malfoy estaba embarazado de Harry Potter y sobre todo que ambos estuvieran juntos había sido un gran detonante de especulaciones y malos entendidos. Y para colmo de males esa semana Lucius Malfoy había dado una exclusiva a la prensa, mejor dicho a la periodista más mentirosa y farandulera del mundo mágico. Donde había explicado con la peor cizaña y maldad el porqué de esto. Muy a su versión por supuesto.
-¡Bastardo desgraciado! ¡¿Cuándo dejara de molestarnos?! ¡¿Cuándo dejara a su propio hijo en paz?!
-¿Que sucede Harry? - Draco entro con James en sus brazos, había llevado al niño con su padre para que le diera las buenas noches y se había encontrado con su marido gritando como loco y enojado. La mirada pálida de Hermione y Harry lo asuntaron aun mas - ¿Qué es lo que pasa?
-No es nada Draco solo… - Trato de desviar la atención la chica, mientras Potter se mantenía callado mirando al suelo.
-¿Harry que es lo que pasa? - Draco no tomo ni en cuenta a su amiga, avanzo con el niño y quedo frente al moreno, su mirada gris fija en Potter - ¿Harry? - El moreno seguía sin responderle y desvió olímpicamente su atención - Hermione por favor ¿Podrías llevar a James a dormir a su cuarto?
-Draco… - Granger quiso persuadir al rubio pero este no la miro, su mirada gris seguía fija en su esposo. La mujer suspiro y entendió que ambos debían hablar. Tomo al niño y salió de la habitación en silencio.
-¿Dime qué pasa? ¡Me estas asustando! - Dijo el rubio exaltado.
-Draco - El moreno abrazo al rubio protectoramente - Es tu padre - El rubio se estremeció en sus brazos, pero no dijo nada - Hablo con Rita Skeeter y conto su propia versión de todo esto.
-¿Qué? - La mirada gris del rubio se abrió asustada. Harry se separo de él y le paso el profeta.
En primera plana aparecía Lucius Malfoy sentado pulcramente en el sillón de su mansión, el titular era:
Edición especial:
“Harry Potter: La oscura obsesión del niño que vivió y
Draco Malfoy el mayor prostituto sangre pura de la historia”
Draco cayó sentado al sillón, pálido, sus manos temblaban y su cara de horror decía todo. Su peor pesadilla venia. Sus más oscuros secretos serian revelados públicamente.
¿Con que cara miraría a Harry ahora?
***** Continuara *****