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[trad/esp] text and angel feathers por minhyeyah

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Notas del capitulo:

 

 

Chanyeol pasó la punta de sus dedos a lo largo de los bordes un poco dorados de las rosas blancas que había comprado para Baekhyun de camino a casa mientras fruncía el ceño ante su teléfono, enojado por la falta de mensajes de texto que estaba recibiendo. Habían pasado horas desde que dejó a Baekhyun, y se imaginó que el otro tendría la decencia de llamarle o al menos de mandarle un mensaje cuando llegara a casa como se lo había pedido. Asumiendo que el mayor estaba evitando hablar con él por su discusión; Chanyeol frunció los labios, preocupado de que Baekhyun estuviera mucho más molesto con él de lo que Chanyeol había creído. Tenían desacuerdos a veces, pero usualmente se reían de ellos dentro de horas. O minutos. Algunas veces sólo tomaba un par de segundos. O incluso una mirada compartida, una simple risa ante la expresión del otro y una explicación de como la furia no quedaba bien en el rostro del otro tan bien como su sonrisa. De verdad, él sólo había esperado que Baekhyun viniera a su casa y se acurrucara en su regazo, ignorando todo el asunto como si nunca hubiera sucedido, y Chanyeol no preguntaría sobre ello nunca más. Hizo una mueca. Su discusión había sido mala, pero no fue tan mala… ¿verdad? Ansioso, Chanyeol revisó su registro de mensajes de nuevo y llamó al celular de Baekhyun. Al no obtener respuesta, suspiró antes de decidir llamar a su casa.

El teléfono sonó cuatro veces, y cuando se detuvo, nadie en la otra línea hizo un intento de hablar.

“Ummm… ¿Hola…?” Chanyeol preguntó en voz baja, esperando obtener una respuesta desde el otro lado.

 “…Chanyeol, ¿querido?” La voz suave de la señora Byun conmocionó a Chanyeol. La mujer normalmente extravagante parecía atenuada e incómoda.

“Oh, hola señora Byun—lo siento si está ocupada, ¿Estoy interrumpiendo algo?”

Hubo un extraño ruido suave desde el otro lado de la línea. “No, no cariño. Ambos estamos pasando por esto juntos. Podemos hablar de ello.”

Chanyeol frunció el ceño mientras miraba fijamente el teléfono. “Lo siento señora Byun, no entiendo lo que quiere decir.”

La línea se quedo en silencio. Chanyeol contó los segundos de incómodo silencio antes de aclararse la garganta y susurrar, “¿Señora Byun?” antes de que la mujer hablara de nuevo.

“…Lo siento, querido, ¿para qué hablabas?”

Chanyeol sonrió suavemente, fingiendo su felicidad, y murmuró en el teléfono. “Oh, me preguntaba si Baekhyun estaba en casa ahora.” Chanyeol permitió tres segundos de silencio antes de decidir explicar. “Le dije que me enviara un mensaje cuando llegara a casa, pero nunca lo hizo. Supongo que lo olvidó o algo así, así que sólo llamaba para saber.”

“Chanyeol…” Chanyeol parpadeó dos veces ante el silencio antes de que la señora Byun se echara a llorar. Sus ojos se agrandaron. ¿Qué pasó? ¿Debería ir allí y consolarla? “Chanyeol, Chanyeol…”

“¿Señora Byun? Señora Byun, ¿Qué pasa?”

“Baekhyun nunca llegó a casa—” la respiración de la señora Byun se complicó en medio de la frase.

“Mi bebé esta muerto, Chanyeol…”

Chanyeol dejó de hablar. Chanyeol dejó de respirar. Dejó de pensar.

Abrió su boca para hablar. ‘Ciertamente…usted debe estar bromeando, ¿verdad?... esto no es divertido, señora Byun…’ pero nada salió. Las palabras murieron en la punta de su lengua y dejó escapar incrédulos jadeos cortos de aire mientras el teléfono se deslizó de entre sus dedos. Los gemidos de la señora Byun continuaron del otro lado de la línea. “Baekhyun está muerto, Chanyeol. Falleció en ese accidente de coche.”

No. No…

Nunca supe lo que era quedarse sin tiempo hasta que éste se acabó.

Chanyeol no se movió de su lugar mientras su teléfono hacía ruidos continuamente en el suelo. Las palabras se repetían en su mente. Baekhyun está…muerto…Baekhyun está…Baek…

Mi mundo se derrumbaba delante de mis ojos.

“Acci…accidente… de…coch…c…c…”

Las palabras se atascaron en su garganta mientras miraba boquiabierto la pared frente a él.

Su aliento se le escapó en jadeos aturdidos y frenéticos.

No…esto no está pasando. Esto no puede estar pasando.

Chanyeol inmediatamente se negó a creer la noticia mientras se dejaba caer al suelo andando a tientas ciegamente con lágrimas en sus ojos borrando su visión.

Sólo había un pensamiento en su mente en ese momento: Necesito hablar con Baekhyun.

Cogió el teléfono y rápidamente cortó la llamada antes de hábilmente llamar al número de Baekhyun, todavía aferrándose a su hilo de esperanza. Permaneció en el suelo, encorvado sobre su teléfono mientras  gemía con desesperación, “Contesta…contesta…” su teléfono sonó 6 veces antes de enviarlo al buzón de voz.

Chanyeol maldijo y frotó furiosamente sus ojos mientras volvía a llamar al número con el mismo resultado. Escuchó la voz robótica sin vida del buzón de voz de Baekhyun mientras su rostro se retorcía de dolor y cerraba sus ojos. “Por favor contesta…” Chanyeol susurró mientras pequeñas lágrimas comenzaron a hacerse camino por su rostro. “Contesta, maldita sea… respóndeme, Baek…por favor… respóndeme…” la voz de Chanyeol se volvió menos distinguible mientras se ahogaba con sus lágrimas. “Dime que no es verdad, Baek…contesta y dímelo…por favor no me hagas esto…no me dejes solo así…”

De repente estaba perdido y solo en un mundo del que me di cuenta que no podía escapar.

Chanyeol se acostó sobre su costado, agarrando fuertemente su teléfono, mientras lloraba en el suelo miserablemente, fallando en ahogar este increíble dolor y sus penas.

Nunca supe que tan pronto se me acabaría el tiempo.

Había un vacío terriblemente oscuro que lo venció. Esto no estaba bien. Necesitaba arreglar esto. No se suponía que debía terminar así. Baekhyun no podía desaparecer con una imagen tan negativa de él. Esa discusión no se supone que debería ser el último pensamiento de Chanyeol en su mente. Su cumpleaños era en tres días. Se suponía que le iba a decir a Baekhyun…decirle que él…que él… y Chanyeol tenía esos anillos y…y…

Tiempo…necesitaba más de ello.

Chanyeol se hizo un ovillo tembloroso en el suelo y lloró hasta quedarse dormido, agarrando fuertemente su teléfono en su mano como si fuera la única cosa que lo conectaba a Baekhyun. Su Baekhyun.

Aún así, mi reloj de arena se secó.

 

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Chanyeol despertó la mañana siguiente fingiendo ignorancia. Sacudió su cabeza y frotó sus ojos mientras caminaba hacia la cocina con un gran bostezo. Saludó a su madre con un adormilado “buenos días” mientras se servía un vaso de leche y caminó detrás de ella, levantando la vista hacia la televisión. Era raro ver a su madre ver las noticias.

“El accidente de carro de ayer…intersección de…camión…dos estudiantes de preparatoria…uno reportado muerto, dos heridos.”

El sonido de cristal rompiéndose llamó la atención de la señora Park.

“Chanyeol—”

Chanyeol miró con los ojos abiertos con incredulidad hacia la televisión, como si no esperaba que alguien más sepa acerca de ese sueño horrible que tuvo la noche anterior. Mientras su sueño se repetía en su mente, revitalizado por las imágenes en la pantalla, tomó un par de pasos tentativos hacia atrás, tropezando con la mesa, y se agarro a ella para mantenerse estable como si pudiera detener su mundo de irse de cabeza. Asustado por la repentina reiteración de su pérdida, Chanyeol jadeó, sin prestarle atención a la sensación de frío incómodo de la leche derramada humedeciendo sus calcetines, o el dolor agudo de los cristales rotos pinchando los dedos de sus pies.

Chanyeol se cubrió la boca con una mano y envolvió su otro brazo alrededor de su estómago antes de caer de rodillas y dejar caer sus manos al suelo, doblando su espalda y presionando sus palmas en la madera húmeda para sostenerse mientras jadeaba secamente.

“¡Chanyeol, Chanyeol!”

El chirrido de la voz de su madre y las sirenas a todo volumen de la televisión y cualquier otro ruido a su alrededor se hicieron indistintos. Las palpitaciones en su cabeza aumentaron de forma constante mientras se estremecía en el suelo y puso sus manos temblorosas en su cabeza, apretando sus sienes, “Haz que se detenga…haz que se detenga, ¡Haz que se detenga!”

Chanyeol se estremeció ante el inesperado toque de la mano fría de su madre en su hombro y levantó la vista hacia ella con una mirada asustada en sus ojos. Mientras sus ojos se cruzaban con los ojos agrandados y llenos de preocupación de su madre, los latidos en la cabeza de Chanyeol se disiparon lentamente. Las paredes dejaron de dar vueltas. Las imágenes en su mente se desvanecieron. Los sonidos resonando en su cabeza fueron ahogados en silencio. Chanyeol apartó sus ojos de los de su madre, se apartó de su mano, y se puso de pie, pero sus ojos se encontraron con las rosas blancas en un florero en la mesa detrás de su madre. Las miró por un segundo antes de alejarse.

“Voy…voy a regresar a dormir,” murmuró en voz baja mientras se tambaleaba fuera de la habitación.

Chanyeol no se durmió. Tenía miedo de soñar. Sin embargo, le echó la culpa a la vibración constante de su teléfono. Aún así, no lo miró. Él sólo quería una respuesta de Baekhyun, pero sabía que no lo sería. Nunca lo sería.

Sus ojos se centraron en el pequeño anillo de plata sentado en el medio de la caja de joyería. Gruñó mientras cerró la caja con un pequeño golpe y la lanzó de su mesita de noche. Se dio la vuelta en su cama antes de sacar el otro anillo de su dedo meñique y lanzarlo contra la pared opuesta. Las manos de Chanyeol se apretaron en su cobija mientras apretaba los ojos y fingía dormir, intentando sacar de su mente todas las imágenes de Baekhyun.

No salió de su habitación por el resto del día.

 

 

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Chanyeol no tenía el corazón para despertarse el domingo y fingir de nuevo.

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El suave crujido de su puerta interrumpió a Chanyeol de su casi sueño agonizante sin sueños.

“Chanyeol, vas a llegar tarde a la escuela.”

El lunes llegó más rápido de lo que pensó.

“No quiero ir, umma.” Su voz era ronca y poco clara mientras murmuraba en voz baja en su almohada.

La escuela estaba en un mundo completamente diferente. Estaba en un mundo en el que Chanyeol no quería pensar.

“Lo entiendo, pero tienes que ir—”

“Estoy cansado, umma.”
                                                                                                 
No era verdad. Había estado “durmiendo” todo el fin de semana.

Hubo silencio.

“…Por favor sólo ve a la escuela, Chanyeol.”

Escuela. Incluso la palabra sonaba tan extraña. La escuela estaba en un mundo en el que Baekhyun no estaba. Era extraño pensar que su mundo se había detenido, pero todos y todo a su alrededor seguía su curso en forma rutinaria. Las horas pasaron como de costumbre; las personas al otro lado del mundo siguieron con sus asuntos. Todo siguió como si Byun Baekhyun, el mejor amigo del mundo, simplemente no hubiera desaparecido. Casi como si nunca hubiera existido. Como si nunca lo dejó con sus “te amo” sin decir, un armario lleno de su ropa de sus pijamadas espontáneas, o recuerdos que Chanyeol nunca podría olvidar. Como si Baekhyun nunca hubiera impactado la vida de Chanyeol en lo absoluto—como si todo eso de repente no significara nada. Chanyeol quería vomitar.

“… ¿Por favor?”

Chanyeol no respondió, con la esperanza de que su madre lo dejara solo y le permitiera revolcarse en su tristeza en paz.

La señora Park se detuvo a los pies de la cama de Chanyeol, luego suspiró y regresó a la puerta de la habitación. Frunció el ceño mientras miraba de nuevo a Chanyeol desde la puerta y murmuró en voz baja, “Feliz cumpleaños, amor,” mientras cerraba la puerta detrás de ella.

Chanyeol giró su cabeza hacia un lado para evaluar las instalaciones y estar seguro de que su madre realmente lo dejó solo antes de respirar profundamente y rápidamente poner su rostro de nuevo en su almohada ligeramente húmeda. Chanyeol notó la oscuridad en su habitación más que nunca. Había pasado la mayor parte del fin de semana encerrado sin ninguna luz, pero ahora que algo de luz del pasillo se había metido y había sido bloqueada con prontitud, Chanyeol se sintió más miserable, oscuro, frío, y más solo que nunca. Se estremeció mientras tiró de su manta hacia su cabeza e hizo todo lo posible para bloquear el sentimiento.

Los segundos parecían extenderse durante horas mientras yacía inmóvil como un cadáver en su cama. Tal vez era un cadáver. Habían pasado un par de días desde que ocurrió el accidente, pero Chanyeol todavía no recuperaba su espíritu. Baekhyun se llevó su espíritu con él.

Después de unos cinco minutos más de intentar volver a dormirse, Chanyeol cedió a su culpabilidad por no escuchar a su madre y se desenvolvió de entre sus cobijas. Gimió mientras se incorporaba lentamente y miraba su almohada llena de lágrimas antes de rodar por su cama y sentarse. Dio un pequeño bostezo mientras abría su cajón para sacar su teléfono y vio demasiados mensajes y llamadas perdidas de Jongin, y cuatro mensajes de Xiumin. Suspiró mientras volvía a  dejar el teléfono en su lugar y se deslizó al suelo antes de tambalear lentamente hacia la sala, donde su madre estaba sentada en el sofá acurrucada en una cobija.

Chanyeol se poyó contra la pared mientras estudiaba sus alrededores. Las persianas estaban cerradas, y las luces estaban apagadas, salvo por la pequeña lámpara en la esquina junto a su madre y un par de velas encendidas colocadas en un pequeño pastel redondo sobre la mesa. Los ojos de su madre estaban fijos en las llamas vacilantes como si estuviera perdida en ellas. El suave resplandor del fuego iluminaba sus pómulos hundidos y las ojeras debajo de sus ojos medio cerrados, ligeramente brillando con la amenaza de lágrimas acumulándose en la parte inferior, listas para rodar por sus mejillas.

Chanyeol tragó saliva duramente, un poco de culpa acomodándose en lo profundo de su estómago al saber que le causó a su madre tanta preocupación durante el fin de semana.

“Umma…” murmuró en voz baja mientras se rascaba la nuca, con la esperanza de llamar la atención de su madre. Mientras su madre levantó la vista, Chanyeol miró su condición antes de gimotear y frotar su nariz tímidamente, perdiendo su determinación, y apartándose de ella.

“Umma…realmente no quiero ir.”

 

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A pesar de sus protestas con su madre, Chanyeol terminó de pie delante del edificio de todos modos.

Iba a caminar a la escuela, pero mientras salía de la puerta, recordó como él y Baekhyun caminaban juntos a menudo. De inmediato regresó dentro y exigió que su madre lo llevara, o de lo contrario se quedaría en casa. Fue un paseo en coche incómodo lleno de miradas de preocupación el uno al otro en el espejo retrovisor y una espesa manta de silencio.

Chanyeol suspiró mientras abría las puertas de la escuela y entraba titubeantemente.

Los pasillos parecían fantasmales. Sería fácil escuchar caer un alfiler. Chanyeol vagaba por los pasillos sin rumbo antes de acercarse a la puerta de su salón de clases. Respiró profundamente y apretó sus puños mientras abría la puerta a la clase lentamente, y las pequeñas conversaciones inmediatamente cesaron mientras entraba al salón de clases.

Miró hacia arriba a través de su desordenado cabello sin peinar para asegurarse de que estaba en el salón de clases correcto, y se encontró con los ojos preocupados de Jongin y con Xiumin mirándolo fijamente. Chanyeol probablemente parecía la muerte misma. Su pelo castaño era una maraña, tenía increíbles ojeras debajo de sus ojos hundidos y su piel estaba pálida y enfermiza. No le importaba de todos modos. Que todos piensen lo que quieran pensar. Chanyeol cerró la puerta y suspiró mientras caminaba por los pasillos de los escritorios, y cada persona en la habitación silenciosamente lo veía pasar.

Se aseguró de no mirar en la dirección de una cierta silla vacía al pasar por su asiento usual.

Chanyeol sacó una silla del escritorio en la fila más atrás, lo cual hizo un fuerte ruido chirriante. Se sentó en silencio y apoyó su codo derecho en el escritorio para descansar su cabeza en su mano mientras miraba por la ventana hacia el cielo gris. Sus compañeros lo miraron sólo por unos cuantos segundos antes de volver a sus propios pequeños grupos y algunos apenas susurraron el resto de sus conversaciones.

Chanyeol acogió el silencio. Todavía sentía que estaba en casa solo. Sintió como si todo estuviera bien por primera vez, pero podía sentir la tensión, como si los demás estuvieran tratando de evitar que se sienta como si algo estuviera mal o algo estuviera obviamente ausente.

Se sentó en silencio hasta que la puerta se abrió y el profesor entro a la habitación. Con un suspiro, Chanyeol dejo que sus brazos se doblen sobre el escritorio y apoyó su cabeza en la parte superior de sus brazos mientras el profesor se dirigió lentamente frente a la clase y comenzó la clase con una voz ligeramente más suave de lo habitual. Chanyeol podía sentir la mirada compasiva del profesor como si estuviera enfocado en él.

Esto no era lo que él necesitaba. No quería compasión o simpatía. Él quería a Baekhyun.

 

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El resto del día pareció pasar rápidamente. Chanyeol no recordaba nada después del comienzo de la clase, pero de pronto la campana estaba sonando y todo mundo estaba parándose de sus asientos rápidamente.

“¿Chanyeol?”

Chanyeol levantó la vista y notó a Xiumin sosteniendo algo grueso en sus manos. Miró el paquete con cansancio y levantó la vista hacia la media sonrisa falsa de Xiumin.

“¿Sí, Xiumin?”

Xiumin dejó caer su sonrisa y suspiró. “No sirve de nada intentar se agradable, así que en verdad lo siento.” Colocó el paquete en el escritorio de Chanyeol y gimió. “Baekhyun dejó esto en mi casa.” El corazón de Chanyeol se detuvo ante la mención del nombre. “Él y Kyungsoo fueron a mi casa un rato después de la escuela el viernes y lo dejaron ahí. Baekhyun dijo que le quería poner toques finales con nuestra ayuda, así que se fue a conseguir más suministros. Todavía lo conservo porque…bueno, sí.” La voz de Xiumin se apagó poco a poco y tosió torpemente, apartando la mirada de Chanyeol.

“Así que en general está sin terminar, pero realmente no necesitaba nada más. Sólo…” Xiumin frunció el ceño mientras miraba a Chanyeol. “Simplemente amalo, ¿de acuerdo? Puso demasiado trabajo en esto, y a él le encantaría verte sonreír con esto. Sé que él querría que lo tuvieras de todos modos. Por favor sólo…” Xiumin sacudió su cabeza, frotándose la sien. Puso su mano sobre su hombro y le susurró en voz baja, “…Lo siento…lo siento mucho,” antes de marcharse.

Chanyeol bajó la mirada hacia el paquete en silencio y volvió a mirar hacia el chico de cabello brillante que desapareció por la puerta.

Mientras que Chanyeol salía de la escuela, le envió un mensaje a su madre diciendo que iba a ir al apartamento de Baekhyun así que no debería estar preocupada por su paradero. La  expresión en el rostro de su madre desde la mañana estaba permanentemente grabada en su mente, y Chanyeol decidió que no necesitaba ver eso de nuevo.

Chanyeol tomó pasos de dos al mismo tiempo mientras corría hacia el techo del apartamento. Cerró la puerta detrás de él mientras caminaba a lo largo del techo, dejando caer su mochila y mirando alrededor del amplio espacio. Solía venir aquí con Baekhyun a menudo, pero nunca se dio cuenta de lo extenso que realmente era el lugar. Él y Baekhyun estaban planeando en venir aquí hoy para pasar el rato por su cumpleaños, así que considero que bien podría aparecerse por aquí de todos modos.

Chanyeol se sentó en el centro del techo y cerró sus ojos antes de mirar el  paquete cuidadosamente envuelto en sus manos mientras el viento soplaba una suave brisa por su cabello. Chanyeol suspiró suavemente y delicadamente deshizo el papel de regalo y abrió la caja debajo del papel lentamente. Mientras sacaba el contenido, se encontró un libro grande y grueso. Le dio vuelta en sus manos, maravillado por el diseño y la textura de la portada y el grosor del libro, preguntándose por qué Baekhyun pasaría tanto tiempo haciendo un gran libro para él.

Chanyeol abrió el libro lentamente, ligeramente sorprendido por lo primero que se encontró en el interior. Una foto de él y Baekhyun en el parque cerca del apartamento de Baekhyun fue lo primero que vio. Ambos rostros estaban manchados con tierra, pero la sonrisa del Baekhyun de ocho años era ridículamente brillante.  Chanyeol recordaba este día. Esta fue la primera vez que los dos realmente interactuaron entre sí. Habían estado peleando sobre quién llegaría a balancearse en el columpio primero porque ambos habían llegado al mismo tiempo. Le tomó un largo tiempo para que Chanyeol cediera, pero le permitió a Baekhyun ir primero porque el mayor estaba siendo tan terco y eso simplemente lo enojó hasta el punto donde deseaba no volverlo a ver nunca más, pero Baekhyun estalló en risas y preguntó si se verían allí de nuevo. Chanyeol frunció el ceño, pero Baekhyun respondió, “Somos amigos ahora—tienes que venir,” con esa grande e inolvidable sonrisa que hacia que el corazón de Chanyeol se derritiera. También recuerda la sorpresa inicial de Baekhyun y la risa bulliciosa ante la sorpresa (y el terror) en el rostro de Chanyeol cuando descubrió que los dos asistían a la misma escuela primaria también. Chanyeol rió suavemente ante la memoria mientras cambiaba a otra página.

Chanyeol hojeó los recuerdos, recordando las historias que iban con cada imagen. Había una foto de Baekhyun cuando tenía 11 en el hospital con un yeso en su brazo con su sonrisa tan brillante como siempre como para insistir que todo estaba bien, pero Chanyeol estaba al borde de las lágrimas al ver a su amigo herido. Había una foto de cuando Baekhyun ganó su primer concurso de talentos, y una foto de su primer día de preparatoria. Chanyeol se rió de las fotografías y recuerdos, y sonrió ante el rostro de Baekhyun, como si su sonrisa existiera por siempre—como para decirle a Chanyeol que todo iba a estar bien.

Chanyeol estaba a un poco más de tres cuartas partes del libro cuando llegó a una página con una sola foto de él y Baekhyun acostados juntos en la nieve que había sido tomada el lunes pasado. Había un título a través de la página que decía “¡La última semana con Chanyeol antes de que se convierta en un adulto!” cualquier rastro de una sonrisa que los labios de Chanyeol portaban se desvaneció lentamente. En la siguiente página, estaba la imagen que Baekhyun había tomado de él cuando se estaba sonrojando después de comer todo el raro (y agradablemente delicioso) mejunje mezclado  de comida de Baekhyun. El miércoles, había una foto de Baekhyun acostado en la cama con su celular en su almohada. Una leyenda debajo de ella decía, “Chanyeol está durmiendo. ¡Shh!”. El jueves contenía varias imágenes que ambos habían tomado mientras estaban sentados en el sillón de Chanyeol, incluyendo una de Baekhyun luchando mientras trataba de estirar los dedos sobre los trastes de la guitarra de Chanyeol.  Otra en la misma página era de ellos dos en el sillón cuando Baekhyun se sentó en su regazo, y los ojos de Chanyeol estaban cerrados y sus labios estaban curvados en una pequeña sonrisa serena. En la página donde la foto del viernes debería estar, no había ninguna fotografía—sólo una nota escrita en la parte superior de la página.

‘¡Diez años juntos y contando (y muchos más por venir)!’

Chanyeol se congeló y pasó su pulgar sobre las palabras cuidadosamente escritas en la letra de Baekhyun antes de voltear a la página siguiente. No había notas ni fotografías. Frunció el ceño, preguntándose si Baekhyun hubiera puesto fotos de ellos durante el fin de semana allí, y de repente se dio cuenta de que esa era la razón por la que Baekhyun sintió la necesidad de pasar todo el fin de semana juntos.

Curioso, Chanyeol volteó lentamente a la página siguiente y se detuvo.

Había un pequeño rectángulo inscrito en el papel como si Baekhyun hubiera querido poner otra foto allí, con una pequeña nota perfectamente escrita en el centro del rectángulo.

‘¡Insertar foto de nosotros juntos en el decimoctavo cumpleaños de Channie!’

El ojo de Chanyeol se crispó mientras colocaba su mano sobre la nota y miraba la parte superior de la página, donde Baekhyun había hecho otro encabezado.

‘¡Continuémoslo juntos!’

Chanyeol  se quedó mirando fijamente la página durante un tiempo antes de cerrar el álbum lentamente, colocándolo en el suelo junto a él, y suspirando en sus manos. Una soledad sombría se apoderó de él. Su mente sólo estaba llena de pensamiento de cómo Baekhyun debería estar a su lado en ese momento, riéndose de los recuerdos con él, y lo mucho que deseaba que pudieran continuar. Juntos.

Tiró de su pelo mientras llevó sus manos hacia abajo y miró alrededor antes de mirar hacia arriba. Chanyeol se obligó a sí mismo a pararse mientras observaba la puesta del sol detrás de los múltiples edificios a su vista. El  frío viento de otoño sopló a través de su cabello mientras cerraba sus ojos y tomaba un respiro profundo de aire fresco.

La vista de Chanyeol se elevó a las nubes, y extendió su mano tan alto como pudo, extendió sus dedos y susurró, “¿Es esto realmente lo más cerca que puedo llegar a ti…?” Chanyeol se deslizó nuevamente hacia su posición sentada y suspiró en sus manos otra vez, gimiendo en voz baja, “¿Por qué es que es mi cumpleaños, pero no estás aquí?” Chanyeol pasó sus manos temblorosas por su cabello antes de juntar sus manos sobre su rostro de nuevo. Permaneció en esa posición durante un poco más de un minuto antes de permitirse soltar un sollozo ahogado. Una vez que lo hizo, no podía parar.

Todavía le costaba creer lo que estaba sucediendo. Así no era la forma en la que quería dejar a Baekhyun—con promesas incumplidas y secretos tácitos. Con preguntas, besos no compartidos, e incertidumbre sobre su futuro. Con enojo y palabras que no  quiso decir, o esta soledad y dolor… Esto no se suponía que debía pasar. Nada de esto tenía que suceder.

 

 

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Cuando regresó a casa, su madre lo acompañó hasta el pequeño pastel en la mesa y re-encendió las velas.

“Pide un deseo, Chanyeol,” susurró suavemente.

Chanyeol la miró y apagó las velas.

Ella no tuvo que preguntar qué había deseado Chanyeol porque era demasiado obvio para ambos.

Pero incluso si deseo que regreses, no lo harás.

 

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Chanyeol no fue a la escuela por el resto de la semana.

Cuando llegó el fin de semana, Chanyeol no asistió al funeral de Baekhyun.

Se imaginó que no necesitaba estar alrededor de los amigos de Baekhyun o su familia y llorar junto con ellos porque podía llorar a solas en su habitación.

Recibió un par de actualizaciones de Jongin. Una decía que Kyungsoo había comenzado a hablar de nuevo. Otra decía que Xiumin había desaparecido con un mensaje diciéndole que se iba a ir y que no lo buscaran. Una tercera decía que siempre iba a estar allí si necesitaba un hombro para llorar.

Chanyeol podría fácilmente engañarse a sí mismo en creer que no necesitaba a nadie y que podía lidiar con el dolor él solo. Pero siempre había algo que lo molestaba en el fondo de su mente. No debería estar solo.

Chanyeol se sentó en su oscura y silenciosa habitación mientras sus dedos se retorcían por hacer cualquier cosa para mantenerlo ocupado, y antes de darse cuenta, estaba sentado en su escritorio con un pedazo de papel y escribió todo lo que estaba en su mente.

‘Querido Byun Baekhyun,

Cómo pudiste dejarme así.

No sabía que realmente te ibas a ir. Nunca pensé que realmente te podías ir. Por alguna razón nunca se me ocurrió.

Es una locura pensar en la rapidez con la que alguien puede desaparecer de tu vida, a pesar de lo mucho que realmente te preocupas por ellos. En un momento, estás en mis brazos, y en el siguiente, te has desvanecido en el aire. Te deslizaste de entre mis dedos y ni siquiera me diste una oportunidad de atraparte.

Hacemos planes por adelantado sobre el futuro para los días que no estamos garantizados a tener.

Te dije que estaríamos juntos para siempre… ¿Esto significa que te he mentido? ¿Arruine algo entre nosotros que, probablemente, ni siquiera tuvo la oportunidad de pasar?

Me siento aquí y me pregunto si el Destino es cruel o si esto fue un accidente… ¿Es esto algo por lo que realmente tengo que pasar y aprender de ello? No quiero. No quiero pasar por esto sin ti.

Cada sueño que tengo está lleno con ‘qué tal si’, y todos ellos se convierten en pesadillas. En todo lo que pienso es en ti. ¿Esto me hace loco? ¿Estoy trastornado? ¿Qué me has hecho…?

Nunca pensé que podría estar lastimado tan gravemente.

Tú eras todo para mi, Baekhyun. Y cuando te fuiste, te llevaste todo de mí también.

Es difícil respirar sin ti. Es difícil dormir sin ti. Es difícil vivir sin ti.

Te extraño. Sólo pensé que deberías saberlo.

Te amaba. Te amo. Siempre te amaré. Nunca te dejaré ir. Nunca.

Con amor,

Chanyeol.’

Chanyeol vagó desalmadamente fuera de su habitación hasta que la luz del fuego de su chimenea llamó su atención. Se sentó frente a su chimenea antes de meter de mala gana la esquina del pequeño trozo de papel en el fuego y observarlo ser engullido por las llamas antes de tirar el papel entero a la lumbre. Se quedó mirando fijamente mientras las palabras se desvanecían bajo las llamas que consumieron cada palabra sincera que Baekhyun nunca leería. Chanyeol se sentó allí en silencio y observó el papel quemarse hasta que la carta y sus sentimientos escritos desaparecieron. Pero el dolor en su corazón permaneció.


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