Capítulo Dos.
-Bien, Horohoro, sal.
-No quiero.
-Por favor, amigo- Suplicaba Yoh. -Nadie se burlará.
-De acuerdo- Horohoro salió del vestidor. Tenía puesto un vestido corto, de color azul con estampados de delfines, una peluca celeste, una pulsera de goma fucsia, y sandalias café. Todos menos Yoh se rieron -Yoh, te quiero, pero no sé para qué debo vestirme de mujer- Se quejó. -Si se supone que vamos para que me encuentre con Ren.
-Bueno, lo que pasa es que...
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!- Se escuchó por toda la ciudad.
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-No puedo creer que deba fingir ser tu esposa- Dijo Horohoro, ya en el avión.
-Por favor, tú sabes muy bien que quiero tener un hijo- Respondió Yoh. -Mira, te prometo que si accedes a fingir ser mi esposa, dejaré de dormir desnudo.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
-Bueno, está bien- Aceptó. -Pero debes saber que a Ren no le gustará esto.
-No te preocupes, seguro ni lo vemos allí.
-¡Se supone que vamos a CHINA!
-Sí, pero a la capital- Añadió. -Y que yo sepa, Ren no vive en la capital.
-Tienes razón.
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El avión aterrizó. E Yoh y Horohoro bajaron de él. Luego de salir de la terminal tomaron un taxi, allí estuvieron hablando acerca del plan.
-Bien, ¿Estás listo?- Preguntó Yoh.
-Estoy listo- Respondió como al mismo tiempo el taxi paraba.
-Espero que valga la pena.
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-¿Y, qué los trae a China?- Preguntó el taxista.
-Vinimos a adoptar un bebé- Respondió Yoh. -Nosotros no podemos tener hijos de forma natural, así que elegimos la adopción.
-Muy bien, China es el país con más población- Dijo el taxista.
-Sí, eso ya lo sabía- Dijo Yoh. -Y estoy ansioso por tener a uno de ustedes en mis brazos.
-Pues me alegro- Dijo. -Pero, ¿No les gustaría explorar la ciudad antes de ir a adoptarlo?
-No gra...
-Sí, nos gustaría- Interrumpió Horohoro.
-Horohoro, no seas grosera- Lo reprochó Yoh.
-Parece que hay problemas en el paraíso- Bromeó el taxista. -Pero mejor así, de esa forma se demuestran que tienen interés en el otro.
-Bueno, sí- Dijeron ambos.
-¿Y cuánto tiempo llevan de casados?
-Unas horas- Dijo Horohoro en voz baja.
-¿Cómo?
-Unos diez años- Dijo Yoh.
-Ya veo, pues me alegro por ustedes.
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-Muchas gracias por llevarnos- Agradeció Yoh, y el taxi se fue.
-Bueno, mejor entremos al hotel a descansar un rato- Propuso Horohoro. -Y luego iremos a recorrer el lugar.
-Eso es lo que haremos- Concordó. -Quiero recostarme en una cama bien suavecita.
-¿Dormirás vestido o desnudo?- Preguntó en burla.
-Vestido, obviamente- Contestó sonrojado. -Yo solo duermo desnudo cuando estoy en casa.
-Y yo duermo desnudo cuando...
-Sí, sí, ya entendí- Decía con las manos puestas en sus orejas. -Si me disculpas, iré a registrarnos.
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Ambos estaban en la cama del cuarto de hotel, que por cierto era una cama matrimonial. Horohoro estaba sentado leyendo una revista que se trajo desde su casa, mientras que Yoh estaba acariciándose su vientre.
-Me pregunto si será niño o niña- Dijo. -Si es niño tal vez lo llame Shiro, o Takeru, o quizás Tsuyoshi- Añadió. -Y si es niña la llamaría Peggy, o Mai, aunque me gusta mucho el nombre Miku.
-Ya elegirás un buen nombre- Horohoro se levantó de la cama. -Si me disculpas, quiero salir un momento del cuarto.
-De acuerdo.
Horohoro se levantó de la cama y salió del cuarto. Necesitaba un momento a solas, todo eso de fingir ser la esposa de su amigo para que este pudiera adoptar lo agobiaba.
-Creo que mejor me voy al...
-¿Horohoro?
-¿Eh? ¿Quién dijo eso?- Horohoro giró su cabeza y para su horror vio a Ren. -¿Qué haces aquí?
-Eso mismo te lo pregunto- Respondió molesto. -¿Y ese vestido? ¿Y esa peluca?
-Bueno, estoy acompañando a un amigo- Le respondió. -Que quiere adoptar un bebé y yo me hago pasar por su esposa.
Ren se quedó callado unos momentos antes de decir:
-Mejor hablemos en otro lado- Dio un suspiro. -Nos reuniremos en la heladería que está en el centro- Dijo. -Yo les guío.
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-Tú debes ser Yoh.
-Así es- Respondió. -Mucho gusto.
-Bueno, Yoh, seré directo- Dijo en tono molesto. -¿Se puede saber la razón por la que haces que MI novio se haga pasar por tu esposo?
-Lo que pasa es que necesito estar casado para poder adoptar- Respondió. -Y escribí el primer nombre que se me ocurrió.
-¿Y ese es?
-Horohota Usui.
-¿QUÉ?- Horohoro se levantó de su silla. -¿NO SE TE PUDO HABER OCURRIDO UN NOMBRE MEJOR?
-Perdón, pero no- Respondió.
-Pues yo me niego a dejar que uses a mi novio- Dijo Ren.
-Por favor- Yoh agarró la mano de Ren y lo puso en su pecho- Permíteme estar con tu novio hasta que me den al bebé, hazlo por mi futuro hijo.
-Está bien- Aceptó a regañadientes.
-Sí que cedes rápido- Dijo Horohoro en burla.
-Cállate si no quieres tener una nueva temporada de abstinencia.
-De acuerdo- Refunfuñó.
El resto de la conversación fue tranquila, salvo por algunos momentos en los que Ren quiso rebanar a su novio por alguna broma.
Luego de eso, los tres se dispusieron en ir de vuelta al hotel. Mañana será el día de adoptar, nomás esperaban que fuera algo fácil.
-La verdad es que... - Yoh no terminó la frase debido a que un flash lo aturdió.
-¿Te encuentras bien?- Preguntó Horohoro.
-Creo que acerqué la cámara demasiado- Decía un hombre exactamente igual a Yoh, solo que con el cabello más largo. -¿Se encuentra bien?
-Sí, estoy bien- Dirigió su mirara al hombre y no pudo evitar sonrojarse levemente. -Qué bonita es usted señora.
-Eh, ¿Gracias?
-Bueno, volvamos- Los tres siguieron su camino, mientras que el hombre solo vio su cámara. Debía admitir que era un joven muy guapo.
-Hay no- Dijo horrorizado. -Olvidé preguntarle cuál es su nombre.
Continuará.