*Capitulo 2*
Ritsu se acomoda su cabello y decide volver al trabajo, cuando iba caminando, ve a Takano detrás de la pared y frunce el ceño.
-¡¿Que te he dicho de que no debes escuchar las conversaciones de los demás?!-Le pregunta alzando un poco la voz, odiaba que Takano lo espiara, él también tenía derecho a tener privacidad.
-¿Con quién hablabas?-Le pregunta Takano agarrándole el brazo con el que había estado hablando por teléfono.
-¡No es tu problema! ¡Y suéltame, que debo volver al trabajo!-Grita moviendo su brazo, el otro lo había agarrado con fuerza y eso le dolía.
Takano comienza a caminar sin soltarlo y lo lleva al baño, Ritsu trataba de que lo soltara, pero eso era imposible, Takano lo mete a un cubículo, coloca sus manos encima de las mejillas de Ritsu y lo jala dándole un beso, éste abre sus ojos de golpe, no lo iba a convencer, un beso no lo convencería, nada de lo que hiciese haría que le diría con quienes hablaba.
Ritsu abre su boca permitiendo que Takano metiera su lengua, estuvieron unos segundos acariciando sus lenguas cuando deben separarse por la falta de aire, el de pelo negro le da un beso en su cuello al de pelo castaño y luego lo mira.
-¿Ya me dirás con quién estabas hablando?-Le pregunta susurrando, Ritsu jadeaba por tal beso apasionado que acababan de tener, lo mira a los ojos y coloca sus manos sobre su pecho alejándolo.
-¿Vas a seguir con eso? ¡No te diré! ¡Debes respetar mi intimidad! –Le grita frunciendo el ceño, Takano coloca su mano en el cabello de Ritsu, lo acaricia por unos 3 segundos y luego abre la puerta del cubículo saliendo dejando que el otro saliera, Ritsu sale rápidamente y se comienza a arreglar su cabello.
-Oh sí, es posible que en la tarde me tenga que ir temprano, tengo que ir a hacer unos asuntos personales, recuperaré las horas que pierda el día siguiente.-
Ritsu no obtuvo ninguna respuesta de Takano, algo que le sorprendió mucho porque esperaba que le diera un regaño o le dijera que el trabajo era más importante que cualquier otra cosa, pero no, el mayor ni siquiera lo miraba, parecía que estaba metido en sus propios pensamientos; Ritsu sale del baño y decide volver al trabajo, Takano vio como salía y dio un suspiro, todo apuntaba a lo que más temía.
No puedo creerlo, Ritsu se está viendo con otra persona, ¿por qué no me lo dice de una vez? ¿Ya se habrán besado? ¿Ya habrán hecho el amor? No, ya me costó tanto en recuperarlo, para volverlo a perder así como así, me enfrentaré a ese idiota, y veremos quién se queda con el corazón de Ritsu.
Luego de haber pensado por unos minutos, Takano sale y vuelve a trabajar, trataba de actuar lo más normal posible, Ritsu siguió trabajando por unas horas, luego recoge sus cosas y se levanta.
-¡Hasta mañana!-Dice despidiéndose de todos los presentes, se acerca a Takano y lo mira a los ojos, el mayor estaba algo serio.
-Te dije que tenía que atender unos asuntos personales, nos vemos mañana.-
Ritsu baja su mirada y sale caminando a paso rápido, baja por el ascensor y sale, levanta su mano esperando a que llegara un taxi y a los pocos minutos, llega uno, Ritsu le dice la dirección a la que iba, quedaba aproximadamente, a 30 minutos de donde estaba.
Cuando ve que Ritsu sale, Takano sale detrás de él, caminando despacio para que no se diera cuenta que lo seguía, cuando el menor se sube en el taxi, este sale corriendo, abre su auto, se sube y arranca siguiendo al taxi, por fin lo atraparía.
A los 30 minutos, el taxi se detiene frente a un edificio, Ritsu se baja luego de haber pagado y entra, Takano espera en su auto esperando a que saliera el otro con su supuesto amante, pasaban los minutos y tuvo que sacar un cigarrillo y comenzar fumarlo, la ansiedad lo estaba matando.
Mientras tanto, Ritsu se mete en el ascensor, presiona el botón del piso al que iría y cuando llega, se baja, camina hasta donde estaba el apartamento, toca varias veces la puerta y cuando la abren siente que se le tiran encima.
-¡Mami! ¡Llegaste rápido!- Grita Hinata abrazando con fuerza a su padre/ madre, Ritsu ríe y le acaricia lentamente su cabello.
-Claro, siempre voy a llegar rápido para mi pequeña.-Le dice sin dejar de acariciarla, Akina, la tía de Ritsu, miraba la escena a poco menos de un metro, le parecían tan tiernos, y Ritsu era demasiado amoroso con su hija, estaba feliz de habérsela cuidado.
-Hola Ritsu, pasa, te invitaré a un café.-Ritsu asiente, aparta a su hija y entra, su hija le había agarrado su mano, en la entrada estaban todas sus maletas, ella había guardado todas sus cosas apenas se enteró de que iba a comenzar a vivir con su madre/ padre, ella lo extrañaba siempre, al principio no entendía por qué él no vivía con ella, pero poco a poco lo fue entiendo, a pesar de tener tan corta edad, ella entendía lo que pasaba, mejor dicho, todo lo que le permitían saber lo entendía.
Ritsu se quita sus zapatos y se sienta en el piso frente a la mesa, Akina llena una taza de té y Ritsu comienza a tomarlo, su hija se había sentado a su lado y lo miraba.
-¿Y cómo ha estado tu semana?- Le pregunta Akina luego de haberse sentado en frente a Ritsu, ella tenía en la mesa la taza de té que había puesto para ella misma, la agarra y le da un sorbo mientras esperaba la respuesta de Ritsu.
-Realmente bien.-Le dice mostrándole una leve sonrisa, unos segundos después se soba su nunca bajando su cabeza.
-Me da mucha alegría de que pueda vivir con Hinata, creo que ahora fue el mejor momento, ahora ando más que listo para de verdad agarrar mi papel de padre.- Dijo Ritsu mirando a su tía a los ojos, lo que decía era más que cierto.
- ¡Madre! ¡Tú eres mi mami!-Grita Hinata, para ella, jamás Ritsu sería su padre, no, ella tenía un padre, sólo que aún no lo conocía personalmente, pero sabía que tenía uno.
Ritsu vuelve a reír y le da un sorbo a su té.
-Creo que ya no te vamos a hacer perder más tiempo, que te vaya bien en tu viaje, tía, espero que me mandes fotos por correo.-Dijo Ritsu mientras se comenzaba a levantar, no podía estar mucho tiempo allí, su tía tenía que descansar para su viaje, además que Ritsu tenía que instalar a su hija, y eso no se haría en 5 minutos.
Akina se levanta, se coloca sus zapatos y agarra 2 de las 4 grandes maletas que estaban en la entrada.
- No digas nada, te ayudaré a llevar las maletas hasta el taxi.-Ritsu no dice nada y agarra las otras 2 maletas, los 3, Hinata, Akina y Ritsu salen del apartamento, se suben en el ascensor y bajan saliendo del edificio, Ritsu estira su mano y rápidamente aparece un taxi, Ritsu abre el maletero y comienza a meter las maletas una por una, cuando lo cierra, abre la puerta del taxi e Hinata abraza a Akina.
-¡Que te vaya bien! Me traes algo, ¿sí? -Akina corresponde al abrazo, Hinata apenas le llegaba por su abdomen, y le acaricia lentamente su cabeza.
-Sí, te traeré muchas cosas cuando vuelva, pórtate bien.-
Hinata se sube en el taxi y Akina coloca sus manos en los hombros de Ritsu y lo mira a los ojos.
-Prométeme que no vas a actuar como un padre sobreprotector, sé que quieres ser un buen padre, bueno, una buena madre, pero no abuses Ritsu, porque vas a perder la cabeza.- Le dice Akina susurrando, Ritsu no dice nada y sólo la abraza con fuerza, estaba más que agradecido por todo lo que ella había hecho por él y por su hija.
-Que te vaya bien, y descuida, ella y yo estaremos bien.- Le dice Ritsu para luego subirse al taxi, éste le dice la dirección al taxista y Ritsu abraza a su hija pensando en lo que acababa de decirle su tía.
Takano tenía sus ojos abiertos, cuando vio a Ritsu salir con la niña y la mujer mayor, todo se volvió confuso, ¿entonces no le había sido infiel? Había sido un idiota por pensar que él le sería infiel, cuando vio a la niña, pensó en lo hermosa que era, calculaba que no debía tener más de 12 años, entendió lo que había dicho, pero cuando trató de escuchar lo que le decía la mujer mayor a Ritsu, no pudo escucharlo porque susurraba, ve que Ritsu la abraza, claramente era una despedida, ¿y esas maletas? La niña viviría con Ritsu, ¿no? Muchas preguntas se pasaban por su mente, todo lo que había estado pensando hace unas horas se le había borrado, pero ahora tenía que descubrir que pasaba, aunque Ritsu no se lo dijera, lo iba a descubrir por sí mismo.