¡Its a bright light day…!
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Capitulo # 2
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“Caminé a mi destino con valentía a pesar del dolor de saber cortadas mis alas”
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Recorrí uno de los bordados dorados en mi yukata con nerviosismo; En unos minutos llegaría Suzaku. Nos habían separado a todos los candidatos en habitaciones y nos ordenaron esperar a que llegara nuestro turno.
El emperador tenía una plática privada de media hora con cada uno de los príncipes para poder decidirse, y yo era el último en la lista. Tenía que asegurarme de que me eligiera. No es que estuviera inseguro de mi plan, si al menos él era lo bastante inteligente sé que resultará, pero este es un evento que cambiará mi vida y la de muchos dependiendo del resultado.
El sonido de la puerta siendo abierta me congeló la sangre.
Sentí los pasos acercarse hasta el sillón donde me encontraba y apenas pude reaccionar a subir la cabeza y sonreír un poco en forma de saludo. Él se detuvo frente a mí y se agachó a mi altura.
– Al fin podemos hablar, Majestad… – Dijo. Tuve el impulso de darle una cachetada por ese mensaje satírico, pero no podía hacer nada en su contra. El silencio se encargó de decirlo todo.
– Si sabe que quiero hablar con usted, Emperador, supongo que esto va a ser más fácil…– Pensé con cautela qué debía decir ante aquella clara indirecta. Ahora más que nervioso me encontraba desconfiado. Si se ha dado cuenta de mis intenciones será mejor hablarle claramente.
– Te escucho – Respondió mientras tomaba asiento en el lugar desocupado frente a mí.
– Tienes que escogerme – Dije sin rodeos.
– ¿Y por qué haría yo algo como eso? – Se apresuró a protestar. “Petulante”, esa fue la primera palabra que acudió a mi mente al ver su reacción.
– A eso iba. El primer motivo es la salud – comencé, tanteando el terreno.
–No se me ha informado sobre ningún padecimiento presente en ninguno de sus hermanos –Frunció el ceño.
–Yo no me refiero a una enfermedad presente, solo quiero que tome en cuenta que el historial médico de mi familia siempre ha sido…delicado; Nunally estuvo a punto de quedar ciega y paralítica por una infección, Euphemia padece problemas respiratorios por sus alergias, Rolo tiene un corazón débil y la piel de V.V. es en extremo frágil. Si se descuidan…– Le miré fijamente. Él se cruzó de brazos, pensando.
–Eso significa…
–Problemas durante el periodo del embarazo y el alumbramiento– Completé. –Como es común en este tipo de acuerdos matrimoniales la pareja tiene un límite de tiempo para tener a su primogénito. Las princesas tienen un 90% de probabilidad de morir en el proceso por su corta edad y condiciones físicas. En cambio, si escoges a un hombre, éste tendrá que pasar por un tratamiento con hormonas y un procedimiento quirúrgico para poder darte un hijo, lo cual suma dos años más a el límite inicial.
– ¿Cómo puedo confiar en lo que me dices?–Preguntó. En realidad es más precavido y sensato de lo que pensé; una pequeñez como esta no podría importarme menos y, sin embargo, casi pude sentir la ira corriendo por mis venas. Me estaba desafiando.
– Soy su hermano; A diferencia de los mayores ellos me ven a mí no sólo como un príncipe, sino como a un verdadero padre, y como tal no quiero que ninguno de ellos pague por errores ajenos. Además, mi deber es velar por mi pueblo, así como también es el tuyo, y mi padre planea utilizar a mis hermanos contra ti para entrar en conflicto nuevamente con la Federación Asiática, hacerte ver mal y derrocarte fácilmente por terceros…y esta vez no habrá nada que podamos hacer por la gente que, seguramente, va a morir.
Nos miramos fijamente en silencio por un largo rato. El haber dicho todo esto me tenía realmente mal, pues aunque pueda crear efectivas estrategias sigo siendo bastante emocional, a pesar de mis intentos de ocultarlo.*
Finalmente, el castaño me mira y se dispone a contestar.
– Has delatado a tu padre por salvar a tu gente y a tus hermanos. No dudo que tienes más motivos que te han impulsado a decirme, pero te has ganado mi favor. Sospeché desde un principio de esto y analicé con detalle a cada uno de ustedes. Aunque no hubieras dicho nada es muy probable que de igual modo te eligiera… –Suspiró mientras se relajaba en su asiento. Mi confusión inicial se hizo notar en mi rostro. Yo esperaba un poco más de resistencia al admitir que yo era su opción más acertada.
–Entonces…
–Sí, voy a elegirte – Sonrió. Por un lado me encontraba aliviado y por otro bastante decepcionado, después de todo había preparado más de 10 argumentos que planeaba explicar. Para ser un momento que cambiaría el rumbo de la humanidad parecía demasiado relajado. Creí que sería un reto digno para alguien como yo.
– ¿Y lo dices así, sin más?– Murmuré.
–No habría que montar todo un teatro por esto –Dijo – Además, aún nos queda bastante tiempo para hablar y estoy particularmente interesado en tus estrategias militares.
Creo que debí prever algo como esto, pero no consideré que la actitud del rey fuera a darme muchos problemas. Igualmente hablar con él será algo a lo que deberé acostumbrarme, pues de aquí a unos años voy a darle a su heredero –por muy extraño que eso suene-.
–Bueno…Yo sabía que tratarías de invadir la costa de la región que protegía, así que pedí ayuda a una científica amiga mía para crear una trampa que tiene como fin desactivar toda arma tecnológica sin dañarla. Sin embargo, con tus unidades aéreas tuve que enfrentarme directamente usando modelos más pequeños de mi trampa, los cuales disparé a los kinghtmare para capturarlos.
– Y sólo usaste una unidad… Dime, ¿Quién fue el magistral piloto? – Se interesó. El orgullo infló mi pecho por un momento. Me sentía muy halagado, y eso considerando que siempre pasaban de mí y reverenciaban a los príncipes mayores.
– Yo comandé personalmente la operación. No quería ningún fallo – Admití, creyendo que el comentario, aunque sincero, se escuchaba muy egoísta.
– ¿Tú manejaste la defensa? – Preguntó con un dejo de admiración en su voz – ¿Qué edad tenías en ese entonces…?
– Once y medio, Majestad. Al contrario de mis hermanos yo apenas recibí entrenamiento cuando era menor pues seguidamente estalló la guerra, así que aprendí por mi cuenta. Ese día, de hecho, fue uno de mis primeros intentos. Quise ayudar antes en el frente, pero mi padre no me lo permitió y me mandó a controlar la zona sur del país con la esperanza de que fracasara en mi tarea y poder tener un motivo por el cual desheredarme. Después de que mi madre murió fueron contadas las ocasiones en que nos vimos y me desligue de él, creo que eso y el que me odiara influyó en que me fuera fácil delatarlo ante usted… – Terminé de explicar. No me importó revelar esas nimiedades, de todos modos íbamos a casarnos y se enteraría de igual forma. Su cara mostraba algo de compasión y pena, creo que eso fue lo que me hizo sentir un poco incómodo.
–Voy a preguntarte, Lelouch, ¿Hacer un cese al fuego fue un movimiento correcto? – Eso, nuevamente, me tomó desprevenido. Tuve que meditarlo antes de responder.
– Lo mejor que se pudo hacer, sí. Mi padre es demasiado ambicioso y no le importa pasar sobre cualquiera para ganar la batalla. Me duele decirlo, pero la única forma de ganar es que el Emperador Charles muera, y eso no servirá de nada si el que sube al trono es Odisseus. Britannia está confiada en acabar esto rápido, pero si logramos sobrevivir lo suficiente y desbaratar sus planes…si logramos que nuestro hijo sobreviva él será el primero en la línea de sucesión. Ni mi pueblo o el tuyo sufrirán, ¿No es ese nuestro deber?
Sus cejas se arquearon.
–Vaya, no me esperaba algo como esto de un niño. Lo dices como si fuera una sentencia, y lo comento conociendo el tema.
– Oh, no es una sentencia – Contesté rápidamente – Es un sacrificio. No quiero ofenderlo, Majestad, pero aun soy un pre-adolescente y, como podrá entender, no tenía planes de casarme próximamente.
–Agh, no es como si me gustaran los niños, ¿sabes? – Se pasó una mano entre el cabello, casi desesperado. Me sentí un poco ofendido, pero lo dejé pasar. Vamos, tampoco era su culpa.
– A mí tampoco me gustan los viejos. Es más, ni siquiera me gustan los hombres. Pero vale la pena – Me recosté en mi asiento, resignado. El emperador me miró con los ojos brillantes y una sonrisa que no me dio buena espina. Estaba ideando un plan. Iba a cooperar conmigo. En realidad, esto podría ser más fácil de lo que aparenta si le tengo de mi lado.
– Podemos intentarlo, sí. O al menos fingir; cuando salgamos de aquí vamos a hablar y sonreírnos mucho, así no sospecharán de mi decisión. Cuando te escoja muéstrate entre sorprendido y decepcionado. Llora con tus hermanos, si quieres. Por protocolo te preguntaré si en realidad quieres rechazar el compromiso a pesar de que no estoy interesado en los demás príncipes y, como es obvio, responderás que harás todo por tu pueblo y su gente. Mis allegados, la familia real y los reporteros estarán allí y creerán que fuiste la mejor opción, que no tenemos planes o política de por medio – Concluye. Es tal y como yo lo hubiera ideado, esto no podría ser mejor. Sonrío para mí mientras le veo.
– Parece que nos entendemos, Majestad. A pesar de eso mi familia se queda ésta noche, así que has el favor de llamarme para una “plática amistosa” por la noche y retenme hasta la madrugada. Podrían haber micrófonos escondidos, no te confíes, aunque no se atreverían a poner cámaras. Igual, aunque ellos no regresen hasta un día antes de la boda, Gino y Lloyd van a quedarse, y sería magnífico que te comportaras como un enamorado mientras hago mi papel de monja recién salida del convento – Me burlo y ambos reímos.
A pesar de que existe bastante tensión entre nosotros justo ahora creo que vamos a lograrlo, y pudiera ser que la convivencia extinguiera su desconfianza. Tampoco es que vaya a dejarme el destino de millones de personas servido en bandeja de plata así como así.
– Bien, casi termina el tiempo; ¿Está listo, Príncipe milagroso? – Dice con burla mientras trata de reprimir sus carcajadas. Debe parecerle divertido que un par de niños sean la mente tras el plan maestro, y seguro también está pensando en todo lo que tendré que rebajarme a partir de ahora para llevar a cabo una magistral actuación. Le sonrío de vuelta.
– Claro, solo espero que usted también esté a la altura, Alteza – Ambos nos ponemos serios nuevamente mientras nos levantamos de los asientos y nos dirigimos a la puerta.
Cada paso que damos se siente como ser arroyado por un knightmare, eso sumado a lo que estamos a punto de enfrentar me revuelve el estómago. Antes de abrir la puerta él se detiene y extiende una mano hacia mí.
– Buena suerte, Lelouch Vi Britannia. Con esto cerraremos el trato por ahora – Miro con recelo su mano, esperando a que se arrepienta o retracte, pero no hace más que acercarla unos centímetros. Acepto el acuerdo silenciosamente, apenas rosando su piel y cuidándome de cualquier truco. Él sólo vuelve a sonreírme y, finalmente, abre el portal.
A unos metros de la habitación ya había una escolta esperándonos, incluso detecté espías de Britannia con ellos utilizando un par de accesorios que fácilmente reconocí como micrófonos y cámaras.
–…Y creo que esa es toda la historia. No es algo tan extraordinario lo de la defensa en mi Área, en realidad – Suspiré mientras miraba a Suzaku, fingiendo agrado. Ni siquiera hemos comenzado a ir en serio y yo ya no creo poder soportarlo.
– Oh, no sea modesto, joven Lelouch. Sin embargo, tengo una duda…– Comenzó, pareciendo relajado y feliz. Si no supiera de nuestro plan juraría que su interés es auténtico.
– Siempre que esté en mi poder responder, pregunte, Majestad – Le di un pequeño empujón, fingiendo que era una especie de juego o broma personal.
Ya habíamos empezado a avanzar a la sala del té donde nos hicieron esperar inicialmente junto a las personas de la escolta. Según mi lectura en frío varias personas se sorprendieron con ésta actitud, estaban preocupados por nuestro comportamiento suponiendo que, en realidad, yo era el único con el que el príncipe había congeniado. Fuimos lo más lento posible y hablamos de cosas sin importancia durante el trayecto, fingiendo y vigilando disimuladamente a quienes nos rodeaban, incluso a las mucamas con el uniforme del palacio. El recorrido no fue eterno, sin embargo, y por fin llegamos a la sala de té.
Entramos riéndonos quedito, “tratando” de dejar de bromear y haciendo un teatro al tener que separarnos, lo que acalla todos los murmullos; Hay una gran multitud. Regresé calladamente a mi sitio junto con mis hermanos mientras intercambiaba discretas miradas divertidas y pícaras con el monarca nipón. Gracias a Dios que mi familia ha perdido comunicación conmigo y no saben al 100% cómo es mi personalidad, de lo contrario sabrían que es pura actuación. Mis hermanos, obviamente, se dan cuenta y sonríen a mi vuelta; Están tristes y no quieren llorar ahora que mi misión ha tenido éxito, sobretodo mientras estamos siendo observados.
Todos volteamos cuando Suzaku carraspea para atraer nuestra atención.
– Majestades, es para mí un gran gozo indicar que ya he tomado mi decisión. Generalmente necesitaría más tiempo, pero creo que de todos modos tendrá el mismo resultado… Por favor, Príncipes menores, den un paso al frente… – Todo el mundo dentro de la sala contiene la respiración mientras nos acercamos a él en fila india. Aquí hay ministros, nobles, ricos, generales, guardias comunes y hasta reporteros; Han esperado horas por esto, porque es lo que definirá sus vidas a futuro.
El emperador se acerca al primero de la fila, V.V., Y se prepara para dar su discurso.
–Príncipe V.V., aunque usted es una persona muy seria y notablemente comprometida, me temo que nuestras personalidades y formas de pensar no son compatibles. Pasará a ser mi cuñado, espero –Comenzó. La curiosidad burbujeaba como un líquido a punto de ebullición en mi interior.
Llegados a este punto, y haciendo un espacio en mis desordenados pensamientos para este comentario, ¿De qué habló con mis hermanos y hermanas? No lo imagino como alguien analítico en extremo, y aun así…
–Princesa Nunally, es usted una joven encantadora y bastante agraciada. A pesar de eso, espero no tome de mala forma mi rechazo; la considero demasiado permisiva para ser emperadora de ésta nación – Debo admitir que sus argumentos son demasiado buenos como para no engañar a cualquiera. Vamos, creo que incluso yo pienso eso de mi hermana, por mucho cariño que le tenga. Suzaku siguió.
– Príncipe Rolo, a pesar de que nuestra plática fue muy nutrida en variedad de temas, noté que me da la razón con demasiada frecuencia. A pesar de ser recto sigue siendo demasiado recatado para tomar el puesto con el debido decoro. Espero mi decisión no le decepcione – Una vez más Suzaku sonreía con pena, casi disculpándose penosamente. Sé que esto en realidad no le divierte. Al final llega el turno de Euphemia y la tensión entre los de mi familia es demasiado notoria. El ambiente es más pesado que al principio y es claro que a la mayoría de personas japonesas en la sala no se les hace agradable mi hermana.
– Princesa Euphemia, usted tiene todos los requisitos para ser una excelente gobernante; es decidida y bondadosa, una muy buena persona y un excelente partido – Me pregunto para qué la ilusiona con éstas palabras si sabe que no la escogerá. Por ahora, me limito a mira la escena con “orgullo” y aceptación, casi conmovido. Oh, demonios, nadie puede sospechar de mí ahora – Pero…la veo como una persona demasiado fantasiosa e infantil, cosas muy peligrosas para una soberana. Lamento no tener el deseo de unirme a usted.
Todo el mundo se paralizó de la impresión, e incluso yo me uní al grupo; pasmado, con las palmas a medio camino de hacer un aplauso, con una sonrisa descompuesta y temblorosa además de la sorpresa marcada en mis ojos. Y vaya que era un buen actor.
Suzaku me vio y sonrió con timidez, como preguntando si podía continuar. Yo solo movía la cabeza en un gesto descoordinado, como aturdido. Él me tomo de las manos mientras me miraba a los ojos; tenía aquél brillo especial que lo delataba. Simplemente me estaba poniendo nervioso para ver si era capaz de superarlo. Casi le entierro las uñas hasta hacerlo sangrar, y de no ser por los testigos lo hubiera hecho.
– Príncipe Lelouch, sus ideales y los míos parecen encajar a la perfección, además su carácter es pulcro y la inteligencia es uno de sus mejores atributos. Su actitud y porte es el adecuado para representar al país de Japón, y su edad no es indicador de su madurez. No deseo una pareja de adorno, quiero una que me ayude a cuidar de mi pueblo – Completó. Yo sólo trate de estar en un punto intermedio entre la sorpresa y la calma, mostrando apenas mis ojos brillosos, como queriendo desmoronarme ahí mismo pero cogiendo valor para mantenerme de pie. Luego, se dirigió a mi padre – Emperador Charles, gobernante del Sacro Imperio de Britania, Supremo líder e invitado de honor, con todos los aquí presentes como testigos quisiera pedir la mano de su hijo en matrimonio a favor de un cese al fuego.
Los presentes desligados de mi familia se conmovieron por la escena, teniendo un remolino de emociones encontradas como lástima y alegría. Según fuentes confiables, las revistas y periódicos del país nipón me indicaban como su favorito. A pesar de la poca información disponible a cerca de mí era claro que se habían enterado de la *“Batalla del ejército contra el solitario” y muchos estaban agradecidos con el resultado. Vamos, incluso antes de esto la gente ya me había escogido.
Voltee casi imperceptiblemente a mi padre, tragando apenas notoriamente y a punto de lágrimas. Esto sólo le divertía y hacía más interesante el juego. Casi me oigo a mí mismo decir que no, que no me cediera –Como parte de la actuación, claro, yo había aceptado unirme al emperador en un principio–.
Después de varios insufribles segundos mi padre tomó la palabra.
–Emperador de Japón, General del ejército de la Federación asiática en la subdivisión nipona, invitado de honor de Britannia, Si mi hijo le acepta yo le recibiré gustoso en la familia real y le otorgaré mi bendición – Casi suspiro al oír esa parte del protocolo.
Suzaku procedió a hincarse y sacar una caja de terciopelo blanco de entre sus ropas. La alzó hasta que estuviera a la vista de todo el mundo: era el *Ringukurisutarukuīn, el anillo de todas las emperadoras/emperadores consorte de Japón. Brilló bajo todos los flashes y luces de la habitación, produciendo miles de brillos. De cerca era impresionante; un dragón con finas escamas hechas de diamantes, cuyos ojos estaban bañados en oro y poseía detalles de jade.
– Lelouch Vi Britannia, me hinco ante ti con el fin de mostrarte mi respeto y ser digno de poder reclamarte para que te quedes a mi lado. Acéptame ahora a mí y a tus futuras responsabilidades. Puedes negarte, aunque yo no estoy interesado en ningún otro miembro de la familia real. Puedes escoger – Dijo. Yo miré de reojo a todos en la habitación, quienes escondían su emoción y esperanzas de que diera el sí.
Esto fue lo que me impulso a estar aquí, a venir y robarme el puesto que mi padre destinó a Euphemia. Este es el sacrificio que se debe hacer para acabar con la guerra, para enmendar los errores de mis padres y hermanos.
Una redención para el pueblo, una rebelión para un príncipe como yo.
– Por mi pueblo y su gente, por los que pasarán a mi cuidado, y por los que han depositado sus ilusiones en el fin…Bienvenidas sean sus felicitaciones; Te acepto, Kururugi Suzaku…
El grito de alegría del pueblo me ensordeció por minutos mientras su alegría me era demostrada.
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Especial Entrevista # 2
Conoce las opiniones de Kallen y Rolo acerca del segundo capítulo
Especial Entrevista con Kallen, 21 junio de 2015, 3:02 AM
– ¿Cuál fue su experiencia?
– Oh, la verdad yo estuve en el fondo y no me mencionaron, pero me encargue de dirigir y apoyar a la autora. La verdad, tardó un montón con éste capítulo, pero nada que un par de Soudtrack tristes y románticos no arreglen – Sonríe a la cámara
– ¿Qué piensas de la escena de la pedida de mano?
– ¡La amé! Vamos, ellos dos son muy queridos para mí. Además, su actuación fue perfecta y conmovedora, juraría que vi a un par del público limpiarse las lágrimas – Suspira enamorada.
– ¿Cuál fue tu momento favorito?
– Definitivamente cuando Lelouch juega con Suzaku en el pasillo, ya sabes, cuando lo empuja. Fue muy lindo…Sí, lindo…lindo…
Especial Entrevista con Rolo, 21 junio de 2015, 3:27 AM
– ¿Cuál fue su experiencia?
– Bueno…acabamos de terminar de grabar…Estuve acompañando a Lelouch y asesorándolo con el vestuario y yo…ya no doy más…–Se recuesta en la mesa de su camerino con parte de la yukata a medio quitar.
– ¿Qué piensas de la escena de la pedida de mano?
– Yo…no quiero hablar de eso. Él y mis hermanos ya no… ya no…umm…Prefiero dejarlo así.
– ¿Cuál fue tu momento favorito?
–La parte de la reflexión de Lelouch en medio de la pedida. A él le costó mucho concentrarse y repetimos varias veces la escena – Ríe y, seguidamente, cae desmayado.
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* Ringukurisutarukuīn (リングクリスタルクイーン): el Ringukurisutarukuīn o La Sortija de Cristal de la Reina. Anillo ficticio creado únicamente para el fic, sin referencias a ningún otro ya existente. Cualquier parecido con la vida real, me temo que es pura coincidencia.
*Sigo siendo bastante emocional, a pesar de mis intentos de ocultarlo: No sé si lo notaron, pero, en la serie, Lelouch, aunque no lo parezca, casi se sabotea a sí mismo por no poder controlar sus emociones. Un ejemplo sería cuando, estando desesperado, intentó drogarse y fue detenido por Kallen. También se rindió cuando los caballeros se pusieron contra él al enterarse de que poseía el Geass. Es una mente maestra pero debido a varios sucesos de su infancia es bastante inestable…
*Batalla del ejército contra el solitario: Lelouch se refiere a la batalla antes mencionada en el capítulo, en la cual se enfrentó él sólo a varios enemigos. Lo único que hizo fue desactivar sus equipos y mandarles de regreso a casa, por lo que se ganó la simpatía de mucha gente al mostrarse compasivo.