Capítulo III
Esta mañana era gris, como todas las anteriores después que salí del hospital. No puedo evitar sentirme triste pues es la primera consulta con el ginecólogo para ver a mi bebé y Hangeng no está aquí conmigo. Todo el camino hasta el hospital solo pude lamentarme y rogar por el perdón de mi bebé mientras veía el cielo gris, lleno de nubes que amenazaban con dejar caer una tormenta feroz, muy parecida a la que ahora había en mi corazón.
Justo el día en que dejé el hospital me agendaron una cita con el doctor para una semana después de haber salido. Afortunadamente fue un sábado, porque no puedo darme el lujo de faltar a clases ahora que solo faltan tres meses para terminar el semestre y la carrera.
Dios, no sé qué haré después de eso, y me preocupa pensar en no poder darle un futuro digno a este pequeño y hermoso ser que crece dentro de mí. Pero todo esto es mi culpa. Yo jamás debí enamorarme como lo hice, jamás debí creer en sus palabras, jamás debí creer que habría alguien en este mundo que pudiera amarme. Porque aunque yo siempre presumiera lo hermoso que soy siempre fui consciente de lo podrido que estoy por dentro y eso ni el más bello rostro puede ocultarlo.
Finalmente llego al hospital y espero hasta que una enfermera me dice que puedo pasar al consultorio del ginecólogo que llevara mi embarazo. Él me recibe con una sonrisa y me pide sentarme frente a su escritorio.
-Bien, yo soy el doctor Shing Dong Hee pero puede llamarme Shingdong y seré su ginecólogo a partir de hoy y lo que reste del embarazo – revisó unas cuantas hojas y luego volvió a mirarme- joven Kim Heechul, aquí dice que usted llego hace una semana por un desmayo, causado por una ligera descompensación y que le fueron realizadas algunas pruebas de sangre en la cual se descubrió que usted tenia aproximadamente tres semanas de embarazo
Lo mire atentamente mientras inconscientemente acariciaba mi vientre aunque ahora aun no luzca como si hubiera alguien creciendo dentro
-Sonrió amablemente mientras dejaba los papeles en la mesa- por lo tanto podemos decir que ahora usted tiene más o menos un mes de embarazo y es necesario comenzar con el historial médico del pequeño o pequeña
Me preguntó cosas sobre mi familia, sobre mi estilo de vida y la forma en que me alimentaba, sobre si había tenido algún síntoma propio del embarazo pero finalmente llego al tema que no quería tocar
-Ahora, ¿Qué hay del padre? -miró por un momento a mi lado y luego mis manos que ahora estaban sobre el escritorio- disculpe mi pregunta, pero es inusual que venga solo una persona a la primer consulta
De nuevo la culpa me comía por dentro, pero sonreí de la mejor manera que pude, use de nuevo la máscara que hace tanto no usaba.
-Soy soltero
Después de un pequeño e incomodo silencio en el cual pareció haber borrado de su mente el tema me guio hasta la camilla del consultorio y me pidió descubrir mi vientre. En ese momento apenas pude ver como había crecido un poco. Puso un gel frio en mi piel y aunque iba a quejarme todo desapareció de mi mente al sentir el aparato moverse en mi vientre y ver la pequeña silueta en el monitor de la máquina de ultrasonidos.
Era un milagro, mi pequeño milagro. Una lagrima de felicidad rodo por mi mejilla y mis labios se torcieron en una sonrisa sincera mientras no podía despegar los ojos del monitor.
-Bien joven Kim, este es su bebe, aunque puede que aun no tenga la forma de uno.
-¿De qué habla doctor? ¿Acaso no es el bebe más hermoso que existe? – dije orgulloso, pues para mí lo es.
-Claro que lo es joven Kim –movía el aparato dándome mayor vista de mi bebe- pero debe tener cuidado a partir de ahora, los embarazos en donceles suelen ser más complicados que los de una mujer
-¿A qué se refiere doctor?...
-Bueno vera, aunque algunos hombres tienen la capacidad de procrear un ser dentro de ellos, sus cuerpos son mas… “compactos” que el de una mujer, esto quiere decir que el bebe de un doncel tiende a desarrollarse más rápido pero ser más pequeño que el de una mujer por la falta de espacio en el cuerpo de su omma y por tanto tienden a haber más complicaciones además que normalmente pocos llegan a los 8 meses…
Me quede pensando por un momento, dándome cuenta de todo lo que me esperaba los próximos meses, pero pase lo que pase mi bebe nacerá y crecerá para ser feliz
- Tendré mucho cuidado doctor, lo prometo…
El doctor sonrió y apretó un botón en la máquina de donde salió una fotografía de mi ultrasonido, después de varias indicaciones y una larga lista de medicamentos pude irme a casa no sin antes agendar la siguiente consulta. Definitivamente tenía que aprovechar la oportunidad de escoger el horario y la fecha para que no chocara con algún evento de la universidad.
“ * ” * ” * ” * ” * ” * ” * ” * ” * ” * ”
Mis manos tiemblan y sudan tanto que quizás mi celular se resbale. No sé qué decir o como decirlo, pero es necesario. Me armo de valor y presiono la pantalla. Escucho el tono de llamada una, dos, tres veces.
-“Contesta ya de una vez!”
-¿Bueno?...
-Noona!
-oh Chullie, hace tiempo que no me llamas, ¿sucede algo? ¿Necesitas dinero?
-Oye, no siempre te llamo para eso ¿sabes? –reí genuinamente y escuche su carcajada del otro lado de la línea.
Mis padres habían muerto cuando yo tenía como 10 años en un viaje por parte de la empresa donde ambos trabajaban, la cual le ofreció el puesto a Heejin quien estaba a punto de terminar la carrera y desde entonces mi hermana había sido quien me saco adelante y pagaba mis estudios, así que tenía que ser honesto con ella. Aun si cometió errores en el pasado sé que me ama y confió en que me apoyara.
-La verdad es que… hay algo importante que necesito decirte… me gustaría que no fuera por teléfono…
-Chullie, sabes bien que por ahora no puedo viajar hasta Seúl por mi trabajo…
-Lo sé –suspire y espere un momento para deshacer el nudo en mi garganta- solo me hubiera gustado decírtelo en persona…
-Vamos, no puede ser tan grave, después de todo conozco TODO de ti hermanito… - si, lo sabía todo menos que durante un año estuve saliendo con alguien de verdad, no solo una noche o un rato. Ni siquiera sabía de Hangeng mas allá de lo que le había platicado hace más de un año. No sabía que habíamos vivido bajo el mismo techo y violando una regla de oro para ella que era la de compartir la casa con una chica y no con un chico. Por supuesto tampoco sabía que compartíamos la cama y mucho más. ¿Cómo podría decirle ahora lo que me estaba pasando? suspire de nuevo pero ahora con una pesadez enorme en mi pecho, lo deje salir, sin rodeos.
- Estoy embarazado… -hubo un largo silencio y luego escuche como su voz salía áspera, fría y cortante
-¿cómo demonios paso eso Kim Heechul?... ¡¿en qué demonios estabas pensando eh?! –dijo esto último en un grito lleno de furia-
-Yo…me enamore… -mi voz salió quebrada a causa del llanto que quería salir y mordí mi labio para tratar de controlarlo, de nuevo un silencio por parte de mi hermana y luego un enorme suspiro
-¿Quién es él? ¿Lo sabe? ¿Qué dijo al respecto?... Me imagino que no fue algo de un día, lo cual me hace entender que me has ocultado cosas.
Me senté en el sillón individual de mi pequeña sala mientras le explicaba todo lo sucedido a mi hermana, le conté todo lo que oculte durante ese año ya no podía ocultarle nada si quería que me apoyara. Inconscientemente jugué con mi cabello revolviéndolo mientras hablaba dejándolo hecho un desastre y viendo como en mi mano quedaban algunos cabellos.
-Ese maldito bastardo… -era de esperar que estuviera molesta después de todo- te dejo en el hospital sabiendo que estas embarazado ¿acaso no pensó en ti? ¿En todo lo que has pasado?
-en realidad…
-no me digas que él no lo sabe… ¿Heechul nunca se lo dijiste?
-No, el no sabe sobre eso, es un secreto entre nosotros…
-Hee sabes que cuentas conmigo… después de todo en parte es mi culpa… -sentí una punzada atravesarme con sus palabras. Porque cada vez que recuerdo el pasado siento ese escalofrió recorrer mi cuerpo.
-Gracias noona…
-Estaremos en contacto chullie, te amo hermanito…
La llamada termino y mientras veía cada rincón de la casa recién acomodada no pude evitar pensar en aquello.
Ese secreto que no podía permitir que alguien más supiera y que sin embargo aún me lastima, ahora más que nunca me hace daño… ese secreto que me convirtió en alguien incapaz de amar… excepto ahora que amo con todo mi ser a esta personita dentro de mí, pero que tampoco podrá saberlo jamás.