Casualmente, me enteré que Baekhyun te había dejado por un chico que llegó nuevo a nuestro colegio de nombre Chanyeol... Divertido ¿No? Ése chico te utilizó, no sentía nada por ti y ahora, tal parece que encontró su debilidad: El verdadero amor. Sólo era un rostro bonito.
Después de lo que pasó, cambié mi actitud y mi apariencia; ahora era un revoltoso. Sehun empezó a juntarse mucho conmigo... Hasta fuera del horario escolar. Nos mandábamos mensajes, una que otra vez me llamaba, nos juntábamos y así.
Kai, ahora que te dejaron como la mierda, ¿Vuelves a mí? ¡Deja de actuar agradablemente! Porque tú y yo, somos ahora desconocidos.
¿Sabes? Aún te odio, tú quien me has dejado ir. Mi corazón está enfriándose... Extrañándote. Aunque me cueste aceptarlo, aún haces latir fuerte a mi corazón. ¡Lo detesto!
Miles de veces te has acercado con la intención de hablar y arreglar todo pero ¡Así de fáciles jamás son las cosas! Deberías arrepentirte adecuadamente. ¿Cómo puedes sonreír con tanta intensidad? Pero si te miro de cerca, puedo ver tu cara de tristeza. No caeré tan fácilmente.
Cuando estoy con Sehun, todo es maravilloso; tanto así, que pareciera que ninguno tuviera preocupaciones y problemas que resolver. Él es un chico bueno que se enamoró de un chico que ahora, aparentemente, es malo. Eres tan dulce y atento, de ti, no puedo pedir nada más. Justo en el momento en que nos íbamos a dar nuestro primer beso, aparece Kai a interrumpir: Tú realmente eres odioso, no tengo razones para verte.
-Éste mundo está lleno de chicos como tú... Tú realmente eres odioso, tus defectos son incontables. ¿¡Quisieras dejar de seguirme!? ¡Ya no te soporto! Estoy con Sehun ahora, ¿no puedes a lo menos respetar eso? -Tu mirada transmitía tristeza y decepción. Qué más da; te quiero lo más lejos posible.
Sehun me miró sorprendido. Yo lo miré de vuelta algo nervioso. Kai se largó. Sehun se acercó lentamente y me besó.
Sehun me hacía sentir bien... Pero, algo faltaba... Aunque por otra parte, no puedo dejar de pensar en Kai... Mis recuerdos contigo, Consisten solo de recuerdos esperando por ti. Piensas que puedes tener todo en un abrir y cerrar de ojos ¿No? Algún día; quise escuchar las palabras ''te amo'' salir de tus labios... Pero ahora, veo que eso no será posible. Tu despreocupado amor... Me harté de él.
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La relación con Sehun iba bien... Era todo muy normal. Un día, Sehun me dijo cuán emocionado estaba porque iban a llegar unos nuevos alumnos de China y, según él, jamás había conocido extranjeros. Y, aunque Jongin nos había dejado de molestar, en clases no podía evitar verlo de reojo: Él, siempre solo, se notaba levemente la pérdida de peso, las ojeras, el color pálido en su piel... Estaba terriblemente preocupado por él... Tanto así, que en el receso de clases, le mentí a Sehun y me quedé en el salón para preguntar por su salud. Se siente terrible tirar todo mi orgullo.
-Jongin, ¿Estás bien? -Me acerqué a él que estaba recostado en su mesa. Él se levantó sorprendido y me miró: Sus ojos estaban levemente rojos y llorosos. Volteó la mirada y habló.
-Sí... No te preocupes por mí. ¿No tienes que ir a por Sehun? Ya sabes, aquel que siempre va detrás de tu trasero. -Se levantó, me miró feo y se fue de ahí.
¡Mierda! ¿Por qué siempre me degradan así de feo? Eso pasa por tratar de ser amable. Estoy triste, ¿Es todo lo que valgo?
-¡Ya no volveré a preocuparme por ti: Kim Jongin!
Salí en busca de Sehun y no lo encontré por ningún lado. ¿En dónde podrías estar? ¿Tal vez en el baño? Me dirigí ahí y antes de entrar, me quedé viendo a través del espejo: Ahí estaba Jongin leyendo atentamente un frasco de pastillas en sus manos. Me asusté terriblemente: Pensaba que él podría hacer una locura. Me quedé atento a cualquier movimiento que él pudiera hacer pero no hizo nada más que sacar dos pastillas y tragarlas con un poco de agua del lavamanos.
Estoy preocupado ahora, de la palabra de 4 letras ''AMOR''... Estaba sintiendo la terrible necesidad de cuidarte. La mitad de las palabras que salen de tu boca, son mentiras. Suspiré pesadamente: Maldito Jongin. Quisiera que dejaras de preocuparme. Sin importar cuantas veces me engañaste y engañaste, no termina. Me pregunto si alguna vez serás sincero conmigo.
El timbre para volver a clases sonó e hizo que me asustara. Salí corriendo hacia mi salón con la esperanza de que Jongin no me hubiera visto. ¡Momento! Había olvidado a Sehun... Bueno, igual tendrá que venir al salón. Me senté en mi puesto y observé afuera del salón; todo era tan confuso. Cuando el salón estaba lleno, miré a Jongin y se veía más lúcido... Me preguntaba qué serían aquellas pastillas que tomó.
Miré a Sehun y él me sonrió diciendo que había conocido a los estudiantes extranjeros y que eran muy amables. Que conoció a un hyung llamado Luhan, que le gustaba el fútbol, que tenía cara de ciervo, que era muy tierno, blah, blah. ¿Sehun se dará cuenta de lo que me estaba diciendo? Si estuviera en lo correcto, diría que el tal Luhan le había gustado.
Después de clases, Sehun dijo que no me podía acompañar hoy a casa pero esperaba que le avisara cuando llegara a ésta. Bien, otra cosa a agregar a la lista de cosas que me preocupan; primer lugar ocupado por Jongin. Y ahora que me doy cuenta, ¿Desde cuándo lo he vuelto a llamar por su nombre?
Llegué a mi casa con un horrible dolor de cabeza. Fui a revisar sí habían algunas pastillas pero nada. Cogí un poco de dinero y salí al supermercado a comprar algo para el dolor. Compré unas simples pastillas y volví de camino a mi casa. Pasé cerca a una heladería y me detuve cuando vi a Sehun con otro chico... Su cara de ciervo me dijo inmediatamente que era el tal Luhan. No lo puedo creer: Ni con Jongin ni con Sehun puede haber algo... Se siente terrible saber que nunca hubo tal cosa como un héroe con un final feliz.
Por otro lado, ¿Ellos podrían ser sólo amigos? ¿Verdad? Digo, si apenas se conocieron hoy... Fui muy ingenuo; como un tonto. Resultó para mejor ya que ya te descifre. No los miré más y seguí mi camino. Cuando giré en la esquina, vi un familiar cuerpo apoyado en mi puerta: Jongin. Me acerqué lento y vacilante.
-¿Jongin? -Él enfocó su vista en mí y en un segundo, ya me estaba espachurrando contra su pecho- ¿Ocurre algo? ¿Estás bien? -Él no dijo nada y de un momento a otro, sentí leves temblores y sólo así supe que estaba llorando.
Me separé de él y abrí la puerta: Lo jale para que entrara. Lo dejé sentado en el sofá y fui a prepararle una aromática. Me tomé una pastilla y rogué para que el dolor disminuyera.
-¿Me dirás qué pasa? -Deposité la taza cerca de él y me senté en una silla. Él suspiró y trató de hablar pero las lágrimas y sollozos no lo dejaban. Me senté cerca de él y le sobe la espalda- Tranquilo, estoy aquí para ti.
-Es-s que... -Se aclaró la garganta- La, semana pasada... Yo-o, llegué a casa -Suspiró- Y, y, me encontré a mi mamá en el suelo... -Las lágrimas volvían a caer- Ella estaba delicada... Pero no sabía a qué extremo. Llamé a mis tíos porque no sabía que más hacer... Y, y, y luego llegaron unos sujetos y se la llevaron. -Se refregó sus ojos- Dijeron que le había dado un infarto... Y ahora ¡Estoy jodidamente solo! No tengo amigos, mi papá se marchó hace mucho y ahora mamá... ella también se fue.
Estaba en shock. No podía pronunciar una sola palabra y la pastilla que me había tomado, no había surtido mucho efecto. Me acerqué y lo abracé. Jongin no dejaba de llorar y yo no tenía idea de qué más hacer.
Antes hubiera podido decir "Estoy bien viviendo sin ti" pero, creo que me necesitas más de lo que pienso. Y yo, creo que me gustaría cuidarte de nuevo.