Kai había estado evitándome... No sabía si era porque estaba confundido o tal vez estaba pensando en algunas cosas. Deje de insistir después de que comprendí que estaba meditando seriamente acerca de algo.
Íbamos a mitad de semana y ya me estaba aburriendo su comportamiento. Sin embargo, lo seguí dejando pasar... Un día de éstos, lo cogería y no tendría otra opción más que hablar conmigo y aclarar las cosas.
Ya era viernes y al parecer, aún no daba indicios de querer hablar... Así que, me decidí a acorralarlo después de que se terminaran las clases. Esperé pacientemente todo el día hasta que por fin, pude jalarlo conmigo.
-Oye, creo que es hora de aclarar un par de cosas. -Lo miré con la esperanza de que dijera algo pero nada salía de su boca. Suspiré pesadamente: Esto no iba a ser fácil.
Cogí su mano y lo arrastré hasta mi casa. Me senté en el sofá y él me siguió segundos después.
-Kai, aunque tú siempre eres frío, y aunque tus palabras siempre son cortas, lo sé: No escondas por lo que lucha tu corazón. -Nosquedamos viendo por un largo rato. Había decidido que todo éste extraño asunto entre nosotros, terminara y todo quedara claro... Pero él, no decía ni una palabra- Por favor, di algo. Muéstrame tu sinceridad. Yo siempre he estado contigo ¿Verdad? Eso es sólo de mí para ti. Todo lo que quiero hacer es estar contigo.
-Aférrate a éste momento, esto es lo que he estado esperando. -Kai dijo y quedé sorprendido. ¿De qué estaba hablando? Le sonreí y me acerqué.
-Kai, no tengo idea de qué estás diciendo... Así que, sólo cállate y sé mío. No esperes ni un poco más. -Lo tomé de la mano pero él se veía inseguro y desconfiado.- No lo dudes, coge mi mano en éste momento. Nos quedamos mirando; y él aflojó su mano- Anda, no tengas miedo. Verás, que: Sobrepasaremos todo. Nos tendremos el uno al otro para siempre. Tú eres lo único por lo que he estado... Esperando. Lo sabes ¿Verdad? Aunque todo esto parezca complicado; no lo es.
-Hyung... Todo lo que quiero hacer es estar contigo. -Kai susurró-He tomado una decisión Has hecho mucho por mí y te estoy eternamente agradecido. Quiero devolverte todo el amor que me has dado. Por lo tanto, te robo las palabras: Así que, sólo cállate y sé mío. -Él se acercó y me abrazó fuertemente- No esperes ni un poco más. En éste mismo instante, estoy dispuesto a darte todo de mí... -Me le quedé viendo.
-¿Sabes? Lo que tenemos que hacer ahora, es salir adelante juntos e impedir que alguien arruine nuestra felicidad. Porque créeme, nuestro destino es estar juntos. -Él me sonrió y se acercó directamente a mis labios. Dulce, suave, lento y memorable.
-Hyung, ¿Te importaría si me quedo un rato? -Susurró tiernamente cerca de mi rostro.
-Claro que no, Innie. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras~ -Me volví a acercar y lo besé con todas las ganas del mundo- Innie, ¿Quieres salir conmigo? -Le pregunté a lo que él frunció el ceño. ¿Qué?
-¡Hyung! ¡Yo tendría que haber preguntado eso! -Me reí; y él, me recostó en el sofá para después, empezar a hacerme cosquillas.
-Hahahaha~ ¡No me culpes! Es que, eres muy lento. -Le saqué la lengua y lo abracé.
-Bueno, hyung; desde ahora te lo advierto: Soy alguien demasiado cariñoso y posesivo. Más te vale alejarte de todos los tipejos que se te acerquen. -Aigooo, acaso, ¿Podría ser más adorable?
-No te preocupes, Innie. Sólo tengo ojos para ti. Eres como mi bebé al que tengo que cuidar y proteger. -Me reí pero el frunció el ceño- Vamos, sabes que bromeo. Pero aún así, sabes que siempre tendrás toda mi atención.
-Vale, hyung. Confiaré en ti. -Hizo un puchero y yo sonreí.
-Eres adorable, ¿Lo sabías? -Puse mis manos en su rostro y lo volví a besar. Más profundo, tomándonos el tiempo necesario para reconocer la boca del otro. Cuando nos separamos, sonreímos como bobos y nos abrazamos.
-Hyung, deberíamos conmemorar éste día con una foto. -No me dio tiempo a responder cuando ya había sacado su celular.
-Vale. Creo que tienes razón. -Me hizo señas para que me acercara y así lo hice. Cuando la cámara ya estaba lista, yo sonreí haciendo un signo de paz mientras que él, se había acercado a darme un pico en la mejilla.
Cuando vimos la foto, nos reímos. Había quedado linda y vomitaba arco iris por todas partes.
-Somos bastante lindos, ¿No? -Preguntó a lo que yo asentí.
-Pásame la foto que quiero mandarla a imprimir. -Saqué mi celular y encendí el bluetooth- Haremos esto: Cada vez que salgamos a un sitio o que vengas de visita, nos tomaremos una foto. ¿De acuerdo?
-¡Claro que sí, hyung! Me parece genial tu idea.-Me levanté del sofá y lo miré- ¿A dónde vas, Soo?
-Vamos. Me ayudarás a preparar el almuerzo. -Sonrió y se levantó de un brinco.
-Andando~ me imagino que cocinas muy delicioso.
-Ya lo verás, Innie.
+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+-+
-¡Soo! -Jongin estaba demasiado emocionado ante su regalo: Un cachorro puddle de color marrón.
Había pasado ya un tiempo y estábamos cumpliendo 5 meses de estar juntos.
-Entonces, ¿Te gustó? -Pregunté de más.
-¿Bromeas? ¡Siempre quise un perrito! -Lo cargó en brazos a lo que el cachorro le lamió la cara- Ew~ creo que... ¡Tu nombre será Monggu! ¡Mira, Soo! ¡Tenemos un bebé! Y tú, eres la madre~ -Me reí y lo empujé.
-Vengan aquí. Es hora de nuestra "Foto familiar" -Mientras sacaba mi celular, me acomode en la banca y Jongin se puso a mi lado izquierdo; sosteniendo al pequeño Monggu debajo de nuestras barbillas. Tomé la foto con ambos sonriendo ampliamente a la cámara.
-Aigooo, ahora sí, ¡Somos una familia de verdad! Jongin appa, Kyungsoo omma, y ¡Bebé Monggu!
Estos 5 meses habían transcurrido de lo más normal. Al parecer, nuestra relación era resistente ante todo. Después de todo lo que pasamos, era justo que ahora sólo vinieran cosas buenas.
Amaba a Jongin y él a mí. Me decía que era lo más preciado que tenía en el mundo. Al fin, ambos pudimos ser felices... Juntos.
Bajo el cielo azul,
Soy libre como un pájaro.
Quiero ir más y más alto,
Sólo si vas a estar conmigo.