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¿Ron te engaña?... ¡¿Con Malfoy?! por mestefaniab

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Notas del capitulo:

Todos conocemos a un Benjamín Klaus…

________ Flashback, 3 años atrás ________

 

 

A Ron le costaba creer la situación en la que se encontraba...

Estaba leyendo (a escondidas), una revista de moda para magos.

Es más, tenía una suscripción.

El auror, había pedido que le llegue por correo diferencial directamente a su oficina. Para colmo, había especificado que llegara en un sobre papel madera. Este “chiste”, hizo que le costará “un ojo de la cara” cada ejemplar (según su austero criterio, claro está).

Todos los miércoles, el director de la academia de aurores llegaba (sospechosamente) temprano.

Cuando era consultado por aquello, él siempre decía lo mismo:

 

 

_ ¡¿Y a ustedes, qué mierd@ les importa?!

 

 

Obviamente, existían teorías entre los más jóvenes. Teorías locas y disparatadas en su mayoría. Teorías que incluían asuntos de estado, pornografía, sobornos, etc.

Pero cuando uno se rompe “el alma” estudiando, es tanto el miedo, que termina haciendo “la vista gorda” de sus superiores.

Volviendo a nuestro pelirrojo.

Ron apuró su café, mientras se informaba las últimas tendencias en trajes y capas para el mago “moderno”.

El joven director (luego de la lectura), comenzó a reflexionar sobre su vida en los últimos dos años de la mano de su “nuevo” mejor amigo.

 

 

Y pensar que cuando creí que mi vida había colapsado, Draco me salvó... Incluso de mí mismo”.

 

 

Dos años atrás, Ron Weasley, había sido diagnosticado con la variante mágica del virus del papiloma humano. Fue gracias al medimago Malfoy, que pudo descartar que su esposa hubiera contraído el virus.

Sin embargo, por el estado tan avanzado de su enfermedad, había quedado casi estéril.

Nuevamente, gracias al accionar (y a la contención) del galeno, pudo salvaguardar parte de su capacidad de producir espermatozoides “sanos”. Aquellos fueron momentos muy duros para el auror. Tanto, que ahora se arrepentía de no poder hacer pública su amistad con el rubio medimago.

Desde el principio de todo aquello, Ron se negó a hablar con Hermione. Principalmente, por vergüenza y temor a perderla. Eso desencadenó en que, el año que duró su tratamiento inicial, Draco Malfoy también formara parte de su “oscuro secreto”. Luego de aquel durísimo año donde no se sabía a ciencia cierta si podría darle hijos a su esposa, comenzó su tratamiento contra la esterilidad (también de la mano del medimago Malfoy). Para ese entonces, el trato entre ambos magos dejó de ser estrictamente profesional. Draco Malfoy, se convirtió paulatinamente en el sostén, el confidente, el amigo y el “maldito bastardo” que podía hacerle la vida imposible sino tomaba su medicación. Draco, fue el que “chilló como niña chiquita”, todo el camino desde laboratorio hasta su consultorio (para desconcierto de todos en San Mungo), cuando oficialmente el auror (no sólo estaba completamente curado sino que ahora) ya podía darle hijos a su esposa.

La complicidad entre ambos llegó a tal punto, que Ronald Weasley, podía “leer” el estado emocional del rubio en tan sólo 5 segundos (tiempo cronometrado mentalmente por el galeno… para su desgracia). Y aunque el Heredero Malfoy lo negara, aquel sentimiento se volvió mutuo.

Ron, podía afirmar tranquilamente que sabía absolutamente todo sobre Draco Lucius Malfoy Black...

Sabía, desde lo que desconocía cuando estaba en Hogwarts hasta todo lo que sucedió después. Eso no sólo incluía las cosas que vivió y sintió el galeno. Ronald Weasley, conocía los pormenores del día a día del medimago. La razón de aquello, se debía a la constante comunicación entre ambos.

Habían desarrollado una especie de red flu portátil, muy similar al teléfono celular. Sólo tuvieron que modificar uno de los “artilugios Weasley”.

Debido a la soledad el heredero Malfoy, este no se percató de lo que sí fue evidente para el auror. Había comenzado a tener una extraña fijación por el medimago. ¡Casi podía ser confundido con una obsesión! Para el pelirrojo, lo que en verdad le sucedía, es que veía en Draco a alguien a quien imitar. Su devota admiración era absoluta, aunque el trato generalmente rayaba en el que tenían en su época escolar. Simplemente, el rubio se convirtió en su “verdadero” mejor amigo.

Y como tal, Ron decidió que debía alejar de todo mal a el corazón frágil de SU amigo. Y por ende, estaba más que JUSTIFICADO, que averiguara los antecedentes criminales de todos los que estaban en San Mungo. Especialmente de los nuevos residentes, de los que debía hacerse cargo el rubio.

 

 

________ Flashback, 10 años atrás. ________

 

 

Draco Malfoy se encontraba internado en el hospital San Mungo.

Había intentado quitarse la vida con extracto de cicuta.

No era la primera vez que había intentado suicidarse, pero si la primera en lamentar haber fracasado.

No había contado con la lealtad de su elfo doméstico, criatura a la que había liberado 72 horas antes.

La vida del joven mago, podría compararse con un tornado en el desierto...

Fue exonerado de cargo y culpa (luego de la segunda guerra mágica) junto con su madre, pero su padre no tuvo esa suerte. Si bien la pena fue “atenuada”, la fortuna Malfoy se diluyó ante los ojos del patriarca de la familia.

Eso llevó al compromiso (económicamente obligado) de Draco con Astoria Greengrass. La joven bruja, se convirtió en una buena amiga para el joven mago. Astoria, esperó pacientemente a que la fortuna Malfoy resurgiera (gracias a la fusión de empresas Greengrass-Malfoy), y rompió su compromiso con Draco. Ella le dio la confianza necesaria, para que Draco declarara abiertamente su sexualidad. Lo que llevó a la ruptura familiar, y posterior abandono de Malfoy Manoir.

Cuando Astoria Greengrass falleció dando a luz a su único hijo, Draco sintió que la vida no tenía sentido. La muerte de aquel niño, 14 días después, le dio la excusa perfecta para mezclar whisky de fuego con vidrio molido.

Fue en ese momento, cuando Blaise Zabini volvió a la vida de Draco Malfoy. El moreno, fue el auror encargado de atender el llamado de emergencia de la vecina del rubio. Después, surgió un tóxico romance entre ambos magos. En medio de aquella relación, Draco ingresó a la escuela de medimagia.

A lo largo de los años, “la marca tenebrosa” en su brazo le cerró muchas puertas y le abrió muchas heridas. Lo soportó todo estoicamente. Pero, indudablemente, tenía un límite. Había roto su relación con Blaise (harto de sus infidelidades y malos tratos), por eso estaba solo al momento de enterrar a su madre, al lado de la tumba de su padre. No pudo despedirse de ella, porque no pudieron perdonarse previamente sus faltas. Ya era muy tarde. Y el heredero único del apellido Malfoy, dijo nuevamente basta. Liberó a los elfos de la mansión y se dirigió al estudio que tenía su padrino en la mansión...

Quince días después, Draco Malfoy, estaba matando el tiempo con un viejo libro de su padrino. La vida de un paciente que no recibe visitas, es aburrida y monótona. Duddy, el viejo elfo que libremente decidió permanecer a tu lado, era la razón por la que aquel libro estaba en sus manos y no en la mansión.

Lo que sucedió este día, Draco Malfoy no lo terminaría de entender sino hasta luego de haber obtenido su título de medimago...

Aquél libro, era la única copia en todo el país, de un antiguo manuscrito tibetano de artes oscuras. Entre sus páginas, no sólo se hallaban los contra hechizos de diversos maleficios antiguos (y gracias a Merlín, olvidados), si no que además, estaba un poderoso y antiguo antídoto de pociones somníferas... como la poción “filtro de muertos”.

 

Era un hecho (por todos comprobado), que Benjamín Klaus era un idiota.

Pero era uno con mucha suerte, hasta ese día.

Como ayudante de pociones, fue un desastre. Nadie se explicó, cómo llegó a la área de “control de calidad” de la famosa fábrica de pociones “McDarlen e hijos”. Tuvo una infinidad de accidentes debido a su torpeza, pero ese día se fue todo al diablo, cuando siete gotas de “filtro de muertos” de máxima pureza cayeron en su ojo derecho. Ni siquiera ser ahijado del director del hospital San Mungo, le libraría de la muerte. Sólo se rindió ante los hechos, ese era el último día de su vida. Sin embargo, la suerte estuvo presente en San Mungo... Para todos, de hecho.

El director Peterson, se confundió de habitación y en vez de ir a la de su ahijado, terminó llorando desconsolado a los pies de la cama de Draco.

Así fue que el rubio se enteró de su problema y, totalmente estupefacto, le dijo poseer la receta (corregida y perfeccionada por su padrino) de un antiguo antídoto para ese tipo de pociones.

Con manos trémulas, Richard Peterson tomó aquel libro y corrió hasta el laboratorio del nosocomio.

Benjamín Klaus, se salvó de milagro. Y Draco Malfoy, se ganó el eterno agradecimiento del director de San Mungo.

Desde ese momento, a Draco la carrera le significó un “trámite acabado”. De la mano del director Peterson, un humilde y centrado Draco Malfoy, se transformó en el mejor medimago y profesor de San Mungo.

Sin embargo, el rubio no se durmió en los laureles.

Tanto así, que hasta en el Wizengamot fue reconocido como un medimago intachable. (Previamente que el director Peterson, limpiara su expediente médico de sus frustrados intentos de suicidio. Obviamente, a espaldas del orgulloso joven mago).

Una leyenda de inconfundible color “rubio platino”, había nacido en San Mungo.

Era sexy, profesional, serio pero amable, rico pero humilde, elegante, de porte distinguido y lo mejor de todo… soltero.

 

 

________ Tercer piso del Wizengamot. Departamento de defensa y justicia. Subsecretaría de recepción y judicialización de faltas. Oficina del auror-jefe “H.J.Potter”. Lunes, 14:30 hs. ________

 

 

Harry, fue muy directo en ese momento.

Blaise Zabini, era auror, y uno muy bueno (cabe destacar). Cuando Harry vio su nombre en un informe que debía firmar, le mandó a llamar inmediatamente. Le pidió (exigió), toda información que tuviera sobre Draco Malfoy.

Al principio, Blaise no cedió ante la presión de su superior. Pero una vez que bajó la guardia, y al costo de un “sincericidio” por parte de ambos…

Las cartas fueron puestas sobre la mesa.

Harry sólo quería información personal, y Blaise tenía la necesidad imperiosa de proteger al medimago. Y bajo esa premisa, hicieron un pacto.

Poco y nada podía sospechar el italiano, que el matrimonio Granger-Weasley era lo que estaba el juego. Así como tampoco nada podía sospechar nuestro héroe, que Blaise estaba terriblemente arrepentido por todo lo vivido con el “rubio de su vida”.

 

 

_ ¿Tenemos un trato, Zabini?

_ Si, lo tenemos señor.

_ ... ¿Qué ganas con esto Zabini?... ¿quieres volver con Malfoy?

_ Quiero proteger a un buen amigo de la infancia. Draco, lo pasó muy mal luego de los juicios. Está marcado no sólo por lo que hay en su brazo, si no también por los dedos acusadores de toda la sociedad. Muchos lo llamaron asesino, cuando ambos sabemos, que no le quitó la vida a nadie. Está donde está, a base de mucho esfuerzo y lágrimas. No voy a permitir que sea objeto de investigaciones absurdas.

_ No pretendo eso. Sólo necesito saber todo sobre su entorno. No es para incriminarlo, ni siquiera para molestarlo. Por eso necesito que sea discreto. Entre tú y yo. Nadie más.

_ Perfecto, lo manejaré según mi criterio… pero, ¿por qué no me dice, para que se está tomando todas estas molestias?

_ Como dije antes… tenemos un trato. Una vez que tengas esa información, te daré los detalles. Mientras, quedas relevado de todas tus tareas. Tienes hasta el miércoles, Zabini.

_ Nos vemos en dos días, señor.

 

 

Al día siguiente, Benjamín Klaus, dio un suspiro de alivio.

Debido a la falta de visión en su ojo derecho, no vió (durante casi tres años) una boleta de impuestos (vencidos) que su esposa le había dejado sobre el escritorio. Lo que sí vió, fue una demanda que le llegó ayer por “evasión impositiva agravada".

Como la ley lo expresa: sólo se tiene 48 horas para ir al ministerio y arreglar la situación. Pero como no cobraría si no hasta el jueves...

Él pensó resignado que la citación ante el juez, vendría de la mano de un auror ese día. Por eso, le pareció extraño cuando su esposa le avisó que había una “molesta” lechuza con correo del ministerio.

La citación había sido cambiada para el día viernes.

La misma, estaba firmada por el auror Blaise Zabini. Por lo que, el jefe del departamento coordinador de la fábrica de pociones McDarlen e hijos, suspirando aliviado decidió que “Blaise” sería un buen nombre para su hijo nonato.

Paralelamente, mientras Harry trataba de sostener emocionalmente a una destruida Hermione Granger. Blaise, era “bombardeado” con excelentes referencias sobre Draco en san Mungo. El único comentario que le sorprendió (de todo lo que le dijeron), fue lo dicho por el director del nosocomio (quien veía en Draco, un hijo del cual cualquier padre debería estar orgulloso... según sus propias palabras). El medimago Peterson, le aseguró que lo único que lamentaba era el “bruto pelirrojo" que tenía Malfoy por novio...

 

_ No es por discriminar, pero... ese “bruto”, no está a la altura de mi mejor muchacho.

_ ¿Por qué lo dice?

_ Jamás lo tomó de la mano, ni declaró abiertamente que es su pareja. Tal vez soy un viejo romántico, o dirá que estoy “chapado a la antigua”. Pero, ¡es como si fuera un vergonzoso secreto! Nadie lo sabe, de hecho. Pero yo conozco a Draco, desde que era un estudiante. Ese chico es muy reservado, y casi nunca muestra lo que siente. Sólo lo he visto sonreír de manera sincera con ese... hombre.

_ ¿Por qué le dice “bruto”?

_ Porque en más de una oportunidad lo he escuchado insultar a Draco. Obviamente, nunca intervine por respeto a la intimidad de mi empleado. Pero, ¡me indigna!... Aunque, confío plenamente en el buen juicio de Draco. Bueno joven, debo seguir con mi función. Tenga usted, un muy buen día.

 

 

Blaise se despidió con un gesto vacío. Él fue también un “bruto”, en la vida de Draco Malfoy. Había mucha información que debía procesar. Pero no podía dejar de morderse el labio nervioso al pensar que, quizás, Draco podría estar sufriendo en manos de un imbécil.

Uno tan imbécil, como lo fue él.

Notas finales:

¡¡¡Muchas gracias por leer!!! Si les gusto ¡genial! Si no, díganme en que debo mejorar.


Otra cosita más:


Si buscas publicar esta historia en otro medio y/o idioma, cuentas con mi total aprobación. Hablaría bien de ti, si me mencionas como la autora original de este fic.


Pero si decides hacerla tuya, y modificar cualquier parte... Me halagarías muchísimo, porque eso quiere decir que fui tu musa por un instante. En ese caso, puedes aclararlo o no. Pero me encantaría saberlo y que me informes al respecto. Quiero leerte, comentarte y agradecértelo con un review.


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