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Situaciones tenebrosas, ridículas y algo bochornosas [EXO - THREE SHOT] por PinkuPiinkiSoo

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El sonido que salía del microondas anunciaba que las palomitas estaban listas. MinSeok sacó la bolsita, la abrió y las dejó caer en un plato hondo.

Agarró una palomita y la comió camino a la sala. Termina sentándose en el piso al lado de YiXing sin decir nada, y sin dejar de mirar la curiosa escena que se estaba desarrollando.

—¡Palomitas!  —YiXing se llevó un puñado a la boca.

—Yo también quiero...  —BaekHyun se les une y ahora, los tres comían entretenidos mientras el caos estaba desatado justo en frente.

—¡Me importa un carajo, LuHan! —KyungSoo regaña, bastante irritado para este punto—  ¡Y te dije que no me interrumpieras mientras hablaba!

—¡Pero!

—¡LuHan!

—Aish, me callo pues.

KyungSoo se había transformado en Mamá Soo (Bueno, el enfermo fetichista de JongIn le decía mamacita, pero ese es otro tema) y, como buena madre, regañaba a dos de sus malcriados hijos.

Tao y LuHan hasta estaban sentados uno a lado del otro, escuchando atentamente a KyungSoo que tenía los brazos cruzados.

—Ahora, ustedes dos dejaran de gritar, se perdonarán, se abrazarán y LuHan, dejarás que Tao se vaya si él lo desea. No puedes obligarlo a hacer algo con lo que no se sienta cómodo ¿Ok?

—¡JA! —Exclamó un victorioso Tao a LuHan.

—¡No se vale! —Contradijo el castaño—  ¡Si no quería hacerlo me lo hubiera dicho desde el principio!

—¡Si te lo dije, tonto! —Gritó el menor.

—¡Eso ya no importa! —KyungSoo interviene antes de que empiecen a pelear de nuevo—  Y tú Tao, no puedes ir por el mundo, agarrar la escoba y golpear al aire solo porque crees que hay fantasmas alrededor. Podrías lastimar a alguien y de hecho lo hiciste. Lastimaste a LuHan, así que vas a disculparte con él.

—¡JA!  —Esta vez fue LuHan quien exclamó triunfante.

—¡No se vale, él se atravesó! —Tao señaló a LuHan, culpándolo de todo mal.

—¡No es cierto, lo hiciste a propósito! Mi pobre traserito duele. ¿Quién se hará responsable? ¿Ah?

—¡Shh! —Sincerammente KyungSoo ya estaba hasta la madre, así que, haciendo su último esfuerzo, interviene de nuevo— No me importa. Ahora abrácense, dense amor y perdónense.

—¡Pero-!  —El par estaba dispuesto a seguir.

—¡Abrácense y dense amor dije!

Y los niños buenos hicieron caso a su mamá; se abrazaron y se dieron mucho amor aunque quisieran matarse el uno al otro en el proceso.

Los chicos restantes aplaudieron por la escena tan conmovedora que Tao y LuHan protagonizaban.

—Bien, muy bien. Que bonito todo. De acuerdo, ahora me desharé de esto... 

Sin previo aviso, KyungSoo agarra el tablero del mal, dispuesto a tirar esa chingadera y terminar con toda discusión.

LuHan se levanta alarmado.

—Espera. ¿Qué vas hacer?

—Tirarlo.

—¡SÍ!  —Tao grita feliz.

—¡NO!  —LuHan en cambio, no estaba feliz.

—Lo siento se tiene que ir. Es por tú bien LuHan, por el bien de todos y sobre todo por el mío, porque en serio ya no te quiero oír gritar a nadie... 

El pequeño KyungSoo se dirige a la cocina de donde saca una bolsa negra para la basura y, sin sentir lástima, culpa o amor por ese trozo de madera, simplemente lo tiró.

Cómo si lo que se estuviera tirando fuera la cosa más pinche apreciada del mundo para LuHan, éste gritó dramáticamente, casi al punto del llanto.

—¡NO, DÁMELO! —LuHan corre y se le encima a KyungSoo, tratando con todas sus fuerzas recuperar el dichoso objeto con desesperación.

—¡Suéltame LuHan! ¡Se tiene que ir!

—¡Dame eso, Do Kyung Soo!

—¡NO!

¡AAHH!

La escena era chistosa, empezando por la diferencia de tamaños. Ambos estaban forcejeando, gritando e insultando tanto en chino (Sí, para Soo es chino y punto) como en coreano. Vaya, todo un show.

¿Y los otros chicos? Bueno, ellos hicieron lo que los buenos amigos harían en ese tipo de situación:

Nada.

No es que no quisieran ayudar, o porque comer palomitas era más importante... bueno sí, era por eso también pero...

¿Sabían que cuando KyungSoo y LuHan se enojan, dan miedo?

¿Y más cuando se enojan entre ellos? ¿No? Pues, ahora ya lo saben.

No iban a separar a esos dos. Era como ir y separar a dos Leones que peleaban por territorio, jerarquía o por lo que sea que peleen los putos esos.

—¡LUHAN, YA DÉJAME!

—¡DAME MI TABLERO, PEQUEÑO DIABLO!

KyungSoo logró golpear a LuHan en las costillas con su codo, haciéndole perder el equilibrio por algunos segundos. LuHan claramente se enojó, así que, dejándose llevar por ese sentimiento de venganza y muerte, agarró del cabello al menor y sin pensarlo se lo jaló con fuerza.

¡HYAAAA!  —KyungSoo chilla de dolor y se agarra el detrás de la cabeza.

Lentamente, KyungSoo se da la vuelta y mira atónito a LuHan, el cual se paraliza.

Uh...

Tao, BaekHyun, MinSeok y YiXing (Estos últimos tres por cierto, se tuvieron que poner de pie para ver la acción) armonizaron sorprendidos mientras no dejaban de comer palomitas.

—Tú no hiciste eso... —KyungSoo ahora, mira hacia la mano de LuHan.

—Ah... —El castaño, sin entender, mira su propia mano y nota un poco de cabello, negro. No tanto, pero sí que era notable.

Entonces su cabeza hizo click y comprendió que se había atrevido a arrancarle cabello a KyungSoo.

A Do Kyung Soo.

¡A KyungSoo joder! ¡El chico que era apodado SatanSoo La pequeña Bestia del Infierno!

Aquel hombrecillo que logró romperle 2 costillas de un puñetazo a ChanYeol sólo porque a Park se le ocurrió alborotar su cabello y decirle nene.

Ese pequeño hombre que a la edad de seis años, noqueó a un adolescente de 16 años solo porque lo confundió con una niña.

El mismo que hizo llorar al Maestro más estricto de la escuela. Y un sinfín de cosas y leyendas urbanas sobre su fuerza casi sobrehumana.

—Kyung yo...

Corre.

—¡No, tú tuviste la culpa, no me dabas mí-!

Corre...

—¡Pero-!

—¡Corre Lu, corre! —Chilló MinSeok, asustado por el cruel destino de su amigo.

Con un sonoro y súper masculino «¡Kya!» LuHan correr, sin mirar atrás. Sabiendo muy bien que el pequeño ser maligno lo perseguía en busca de venganza.

Al final, uno de los Leones debe huir antes de que el otro le arranque la cabeza.

...

—Bien... Creo que todo regresó a como empezamos la noche.

BaekHyun mira a un ya calmado KyungSoo y después a LuHan, quien también se ve tranquilo pero en guardia por si a Soo le regresaba el coraje y necesitaba correr por su vida.

En parte tenía razón, después de calmar a KyunSooo (El cual por cierto había acorralado a LuHan en una esquina, suplicando por su vida), los chicos tomaron asiento una vez más en el suelo frente a la mesita rectangular, solo que esta vez sin el tablero.

Y hablando de eso, el tablero ya no era un tablero. Si no una pieza hecha añicos en el cesto de basura gracias a que esta sirvió para que Soo descargara su furia. Lo destruyó en 13.32 segundos y según MinSeok, es un nuevo récord.

Increíblemente, LuHan no se quejó en todo momento, es decir, era el tablero roto o alguno de sus huesitos partidos en múltiples partes.

Lástima, tendría que comprar otro.

—¿Y ahora qué hacemos?  —Preguntó MinSeok después de un tiempo.

—Vámonos de Juerga.  —Propuso BaekHyun.

A decir verdad, BaekHyun pensó que eso harían, ya saben, salir o algo parecido. No se maquilló perfecto y bien chingón para pasarla en casa de LuHan jugando con los espectros.

—Mejor vayámonos a dormir.  —YiXing se movía lentamente, de un lado al otro arrullándose. Las palomitas le habían dado más sueño del que ya traía.

—Yo quería ver una película. —Tao hizo un puchero.

—Yo quería jugar, pero ahora ya no se puede porque alguien rompió el tablero.  —Dijo LuHan sin ganas—  Gracias KyungSoo, ahora los espíritus que invocamos no querrán salirse de aquí.

—Pues hecha agua bendita, ofrece tú cuerpo o que se yo. —Responde a secas KyungSoo.

—¡Así no se irán tus amiguitos! ¡Si comienzan a asustarme en mi perfecto departamento será tú culpa!

—Si no querías que pasara eso, ¿Entonces por qué compraste una Ouija para empezar?

—La compré para jugar, no para que tú la rompieras.

—¿Pero bien que no dijiste nada mientras lo hacía, verdad?

—A ti no se te puede decir nada porque te enojas y actúas como loco.

—¿Se están peleando otra vez? —BaekHyun interrumpe, molesto.

—¡No se pinche puede hablar con él! —KyungSoo señaló al castaño— Esta mal de la cabeza.

—Uy si. Miren quien lo dice, el señorito golpeo a mi Maestro de Literatura en la entrepierna solo porque me dijo pequeñuelo.  —LuHan le sacó la lengua.

—¡Ya cierren la jodida boca! No sé de qué se quejan si son la misma cosa.  —BaekHyun empieza a regañarlos, frustrado por la discusión—  Son idénticos en cuanto a carácter; tercos, gritones, manipuladores, groseros, castrosos, se burlan del mal ajeno...

—¡Mira quién lo dice, la pasiva dramática de mierda! —Dijeron al mismo tiempo. LuHan y KyungSoo se miraron mientras que todos comenzaron a reír.

—¡Ven, son igual de pendejos!  —BaekHyun ríe, para nada afecto por el insulto—  Dejen de ser idiotas y ya hagan las pases.

KyungSoo y LuHan siguen enojados, se miran enojados por unos segundos más hasta que es KyungSoo quien suaviza sus facciones y sonrie un poquito, con algo de pena al igual que LuHan.  Las sonrisas se hacen más notorias cuando se acercan y terminan abrazándose.

—Perdón LuHan, te compraré otro tablero, un feto de cachorro en un frasco, una calavera, un muerto o cualquier otra cosa rara de las que te gustan.

—¡Está bien, no hay problema! Lamento haberme puesto fastidioso y arrancarte algo de cabello, no fue mi intención.  —Lo abraza más, balanceándose de un lado a otro—  ¡Te quiero tanto, eres como mi hermanito!

—¡Y yo que!  —MinSeok, el amigo de más años de LuHan, finge estar enojado e infla los cachetes—  ¡Yo también quiero amor!

—¡A ti también te quiero, Min! ¡Anda ven!  —El mayor, riendo, se une al abrazo.

—Aw, me antojaron el abrazo... —BaekHyun no necesita una invitación así que también se les une. Al final, los seis terminan abrazándose y diciéndose cuánto se quieren y toda clase de cositas cursis—  ¿Supongo que es hora de llamar a los chicos para que vengan por nosotros?

—Si eso quieren.  —Dijo LuHan—  O podemos hacer lo que propusiste, BaekHyun.

—¡Sí, juergaaa! —BaekHyun grita con voz chillona, alzando sus manos de la emoción— ¡Vámonos de putas!

MinSeok estaba a punto de regañarle sobre; No somos putas, bueno si tú lo eres adelante pero yo no, cuando la puerta principal sonó.

Tres golpes exactamente. 

...

La camioneta negra (último modelo por cierto) frena de golpe, haciendo chillar las llantas por la fricción, y también chocando y tirando los botes de basura que reposaban en la banqueta.

Su entrada fue dramática y llena de acción, igual a la de las películas de acción americanas.

Apenas y el motor se apagó, el grupo de imbéciles salieron de la camioneta. Uno de ellos va y mira el desastre en la banqueta.

—¡Verga, SuHo!  —SeHun empieza a quejarse —  ¡Voy a tener que recoger la basura otra vez!

—¡Shh! —SeHun hasta se encogió y cerró los ojos al ser callado por todos.

—Aish, está bien, perdón.  —Susurró.

Ahora, como si estuviesen a punto de salir a la cancha de futbol y planearan la estrategia de juego, los chicos se juntan en círculo.

Las pocas personas que pasaban a su lado los veían con curiosidad.

—¿Cuál es tu departamento, SeHun? —Pregunta ChanYeol.

—Espera, ¿Haz venido aquí como más de diez veces Jirafante, y no lo recuerdas? —Chen se adelanta a contestar.

—¡¿Cómo me dijiste?!

—¡Jajaja! ¡Jirafante, jajajajaja! —Reía SeHun por el insulto tan «original».

—¡Chicos!  —JunMyeon los regaña en voz baja—  SeHun es serio, ¿Cuál es tu maldito departamento?

—¡¿Qué?! ¿¡Es en serio?!

—¡Todos los putos edificios se parecen, SeHun! —Contesta JongIn— ¡De no ser por KyungSoo jamás daría con el indicado!

—Vaya ¿Me pregunto cuál será? Un momento, ¿No será el que está enfrente, en donde le pedí a SuHo que parara? ¿No será el que tiene el portón blanco?

Los chicos entonces, alzaron la cabeza y observaron la entrada hacia el edificio, en silencio. Analizando.

—¿Y bien?

—La verdad ya sabíamos.  —Respondió JongDae—  Nada más te preguntamos para comprobar. SeHun rueda los ojos.

—Pero, a todo esto, ¿Qué se supone que vamos hacer?  —Chen estaba nervioso.

—Deberíamos entrar...

—Wow SuHo, que gran idea.

—Pues no veo que opines, negro.

—Sí, porque yo no hablo por hablar como tú. Yo pienso las cosas antes de; Fríadura y calculadoramente.

—Ay por dios, ni tú te la crees, Kai. —Hablo Chen burlándose, JongIn lo mira feito.

—Esperen, esperen... —ChanYeol llamando su atención— ¿Dónde está Kris?

Los chicos observan a ChanYeol, antes de volver a alzar sus cabezas y ver como YiFan entraba por el pequeño portón blanco, caminaba y tocaba la puerta del departamento de SeHun, con toda la pinche tranquilidad del mundo.

—¡NO!

Alterados, ellos corren y arrastran al rubio lejos. Y ahora, como vil delincuentes, se esconden en el oscuro callejón que estaba al lado del edificio.

—¿Y ahora que fue?  —Kris frunció el ceño, enojado.

—¡No puedes simplemente llegar, tocar, esperar a que LuHan abra la puerta y te invite a pasar a su pequeña cueva del placer!  —Regañó JongIn.

—¡Eso se oyó feo!  —SeHun hizo un puchero.

Inmediatamente se imaginó a su LuHan riendo a carcajadas malévolamente, con un sombrerito de fiesta en la cabeza mientras un tipo le restregaba sus cosas casi en la cara.

—¿A no?  —Cuestionó de regreso el chino—  ¿Entonces qué hacemos?

—Yo digo que entremos por la puerta del patio trasero.  —Opinó brillantemente JongDae— Desde ahí podemos entrar, sólo hay que saltar la malla y listo.

—El boca de camello tiene razón.

—¡No me digas así, extraño híbrido de elefante humano!

—Bueno, bueno, Chensaurio tiene razón.

—¡Ah, deja de llamarme así, ChanYeol!

—¡Ustedes dos, ya cállense! —JunMyeon sentía que trataba con niños— Sigo sin entender por qué no simplemente llegamos y entramos.

—¡NO! Hay que sorprenderlos en el acto con estilo. —Explicaba JongIn—  Como lo hacen en las novelas latinas.

—¿Y tú como sabes de eso? —Interrogó JongDae, curioso.

—Pues... Una vez vi una casualmente... No es que yo las vea todo el tiempo...

—Ay, ajá sí.

—¡Cállate, chensaurio!

¡Negro!

—¡Camello!

—¡Oscuridad andante!

—¡Oye!

—¡Jajaja! ¡Oscuridad andante! ¡JAJAJAJA!  —Repitió SeHun, riendo como loco.

—¡YA!  —Gritó JunMyeon.

—¡Esperen, esperen! —ChanYeol llama su atención—  ¿Y Kris?

De nuevo, los chicos se miraron entre sí y luego dirigen su vista hacia YiFan, el cual ya iba saliendo del callejón en dirección al departamento.

—¡KRIS, NOOO!

Y una vez más corrieron a detenerlo.

...

Extraño.

LuHan, algo confundido, va y mira por el hoyito para ver afuera (como lo llama él) pero no logra ver nada. Incluso abre la puerta y se asoma, pero nada.

—¿Quién era? —Pregunta YiXing.

—No sé, no es nadie, creo.   —Dijo al regresar con los chicos—  Qué raro. Mis vecinos de arriba no están, tampoco los de al lado. Se podría decir que los únicos en este piso somos SeHun y yo. No suele haber nadie los fines de semana.

—Tal vez fue un niño haciendote una broma.  —Explicaba MinSeok.

—¿Y si por fin están tratando de comunicarse con nosotros? —BaekHyun sonríe mientras se cruza de brazos—  Mira, KyungSoo pudo haber liberado una clase de portal al romper el tablero.

—Ya vas a empezar tú también...  —KyungSoo rueda los ojos—  Esas cosas no existen. Es como esa del Charlie Charlie, medio mundo estaba jugando esa cagada de moda sin gracia.

—¡Deja en paz a Charlicito! —Grita LuHan— Oye, que buena idea Soo, ¡Juguemos Charli-!

—¡Adiós!  —Tao se puso de pie directo hacia la puerta.

—¡A dónde vas Tao, vuelve aquí!

—¿Ya vamos a empezar otra vez, ustedes dos? —Regaña MinSeok.

—¡Mejor ya vayámonos de Juerga! ¡Pélenme, hijos de la chingada!  —BaekHyun a quien nadie hacia caso, grita molesto.

Jejeje. Ah, chicos, sí que están locos...  —Murmura entre risas y en mandarín YiXing, recostado en el sillón.

¡Oye! —Tao y LuHan, de igual manera en su idioma, empiezan a discutir con Lay.

—¡Hey, nada de hablar en chino que todavía no lo comprendo! —BaekHyun hizo un puchero, ¡Él también quería tirar mierda!

—Bueno, ya. Entonces, ¿Vamos a salir sí o no?  —KyungSoo habla fuerte, llevándose toda la atención—  Decídanse, esto de invocar demonios que no existen ya me cansó.

—¡Claro que existen, cállate Soo!

—¡No existen LuHan, entiéndelo!

—¡Sí!

—¡No!

—¡Que sí!

—¡QUE NO! Es más; ¡Los reto fantasmas, demonios lo que sea! ¡Denme una señal de que son reales y déjense de mamadas!
—De un momento a otro, KyungSoo grita y alza sus manos, buscando a los fantasmas por todos lados.

—¿¡Qué estás haciendo, KyungSoo!?  —Luhan exclama aterrado— ¡No los molestes! Ellos son muy sensibles.

—¡Aahh! Ay, padre nuestro que estás en el cielo...  —Tao empezó a murmurar, aferrado a MinSeok que solo se reía— ¡Santificado sea tu nombre!

—Yo que tú no hago eso, Kyung.  —BaekHyun ríe, divertido con la rabieta que está haciendo su amigo—  Vas a enojar a alguien del más allá.

—¡Pues que se enojen los putos!

En serio que son chistosos chicos...  —YiXing también comenzó a reír por todo el alboroto.

...

—Y entonces, una chica vino y me dijo que el cierre de mi pantalón estaba abajo. ¿Qué vergüenza, no? Después de arreglarlo, le dije que gracias y me dio un folleto de 20% de descuento en lencería y se fue...

—Espera, ¿Eso que tiene que ver con todo esto, Kris?  —Interrumpe JunMyeon, quien prestaba atención al igual que los demás chicos.

—Mmm, en realidad nada. Me acordé y ya.  —Todos suspiraron y rodaron los ojos.

—¡Dijiste que tenías que decir algo!

—Pues era eso. —Le contestó a SeHun.

—¡¿O sea que estuvimos aquí por 10 minutos escuchando tu historia de cuando fuiste a comprar leche, una tipa se te acercó a decir que tu cierre estaba abajo y te dio un folleto ofreciéndote lencería, por nada?!

Kris miró a ChanYeol por algunos segundos y le contestó:

Básicamente.

SuHo, Chen y ChanYeol literalmente hicieron un face palm al mismo tiempo.

—Ok. Retomando lo que dejamos...  —Hablaba JongIn— Apoyo la idea de Chen.

—Chale, ¿Yo qué dije?

—¡¿Ya se te olvidó?!

—Eh... ¡Ah! ¿Lo de saltar y entrar por la puerta de atrás?

—Eso.

—Yo igual apoyo esa idea.  —Dijo ChanYeol, alzando su mano. A excepción de SuHo, todos alzaron su mano.

—Aish, SuHo, ¿Y ahora qué?

—Sigo pensando que sería mejor entrar. Y ahora que estoy aquí, pienso que nos dejamos llevar por la pendejada de ChanYeol.

—Hey, culpa mía no es.

—¿Quién fue el que dijo lo de los strippers?

—Que tú, Chensito culito chiquito te la hayas creído, no es mi problema.

—¡JAJAJA! ¡Culito Chiquito, Jajajajaja! —SeHun estalló a las carcajadas.

—Ah, pinche torre eiffel andante, ¡Respétame!

—¡Jamás!

—¡Ya! ¡A la madre, parecen niños, cállense! —JunMyeon estaba harto. HARTO.

—Lo dice el que se pasó como cinco luces rojas y casi mata a un pobre gato en el camino.

—Gracias Kai, eres de mucha ayuda cuando se le necesita.

—Lo sé SuHo. Soy a toda madre como amigo.

—¡No lo decía en serio, idiota!

—¿¡Qué!? ¡Que culero eres, todavía que te apoyo!

—Saben, creo que nos estamos desviando del tema y la gente que pasa nos ve con cara de ladrones...  —Dijo ChanYeol, un tanto incómodo por la mirada siniestra de esa niña de coletas al otro lado de la calle.

—Cierto y está Kai, y como Kai se ve malandro, han de pensar que queremos robar...

—¡Cómo te gusta joder la madre, pinche Chen!

El griterío que se tenían era insoportable, ¡Ni siquiera JunMyeon podía callarlos!

Uno de ellos, el que siempre se mantenía en silencio y sólo se dedicaba a observarlos, finalmente, habló:

—Oigan.  —Kris interrumpe— ¿Escuchan eso?

—¿Eh? ¿Oír qué?  —Preguntó SeHun, inocentemente.

—Ese sonido de que ¡No estamos haciendo ni madres! —Grita molesto.

Kris no era de esos que se desesperaban o enojaban tan fácilmente, pero coño, había limites, ¡Y esos hijos de la chingada se habían pasado de verga!

—¡¿Vamos a entrar o vamos a seguir parados como reatas aquí sin hacer nada por otros 15 minutos?!

Había cosas que no podían pasar, como el hecho de que Chen recibiera su licencia para conducir o JunMyeon fuera un espectacular bailarín en broadway, y una de esas cosas también, era que YiFan se enojara.

Por nada en el mundo eso podía pasar, en serio. Kris da miedo cuando se enojaba e incluso si su acento era más notorio y era un tanto chistoso ellos no se reirían. Ni madres.

Los chicos sonrieron nerviosos y algunos miraron hacia otro lado queriendo no llamar la atención, como JongIn que estaba más concentrado viendo las hojas del arbolito que estaba cerca suyo.

Este...  —Dijo ChanYeol un tanto añiñado—  Pues ya, hay que hacerlo. Brinquemos y-

—¡Nada de brincar!

—¡Quién te entiende, SuHo!

—¡Yo no fui quién dijo eso de brincar!

—A ver, ya. Basta.   —Increíblemente, fue Chen quien puso orden—  Podemos quedarnos aquí toda la noche o movernos y hacer algo, tal como dijo YiFan. Chicos la verdad exageramos, ¿No lo creen? Además piénselo, estamos haciéndole caso a ChanYeol, o sea, a ChanYeol.

—¡Hey! —Gritó Yeol, ofendido.

—¡Es lo que les vengo diciendo desde hace rato! —Recalcó SuHo, sintiéndose ignorado.

—Lo que sea. Acabemos con esto, entremos y ganémonos un buen regaño de nuestras parejas.

—Pero, hay un problema. No traigo las llaves de la casa... —Comenta SeHun, muy tranquilo— Las olvidé.

Silencio.

—¡¿Cómo mierda pretendías entrar entonces?! —Gritaron todos excepto Kris, quien solo suspiró.

—Pues por la puerta de atrás, así como dijeron ustedes.

—¿Con qué puta llave, SeHun?

—Esa puerta no necesita llave, oscuridad andante.  —Bufó molesto.

—Está bien...  —SuHo se rascó un lado de la cabeza—  Si ya llegamos hasta aquí, hagámoslo.

—¡Genial! Entonces andando, putas. —Sonrió JongIn.

Chen, ChanYeol, JongIn y hasta el propio SeHun empezaron a escalar la malla. En cambio, Kris caminó tranquilamente y cruzó por el portoncito que estaba a unos 7 pasos de la malla, a la vista de todos.

Y, observando esto, el pobre JunMyeon solo se cubre la cara y desliza sus manos en ella.

Tenía el presentimiento de que las cosas se saldrían de control.

 

 

 


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