Estando los dos en un taxi de regreso a casa, Sehun veía el reflejo de Minseok por la ventana.
—No le diré nada a tu madre si tú prometes no volver a ver a Luhan.
—No creo que le quieras ocultar esto a ella.
Por su parte, Minseok o veía a la cara.
—Puede existir una primera vez. —no se daba cuenta que Sehun no apartaba la vista de su reflejo.
—Dame una razón para no volver a salir con Luhan.
Si tan sólo pudiera decirle que era su medio hermano y por eso no podía salir con él…
—Pues que no le diré a tu madre nada. —insistió Minseok.
Sehun sonrió y se giró a ver a Minseok directamente.
—Oh, vamos, sé que puedes darme una mejor.
—No sé qué otra mejor razón que la de evitarte problemas con tus padres.
Los dos se observaron en silencio. Al final fueron interrumpidos por el celular de Minseok que sonaba de nuevo.
Volvía a desviar la llamada de Jongdae. Por segunda vez en esa noche.
Cuando Minseok regresó a ver a Sehun, éste lo miraba diferente.
—Tienes unas cejas realmente envidiables. —¿De qué hablaba? Sehun nunca había actuado así antes. No con Minseok.
—¿Estás drogado? —Minseok detuvo la mano de Sehun antes de que tocara su rostro.
—No. —con la mano libre, Sehun tocó las cejas de Minseok, atravesó su mejilla y llegó a sus labios. Allí se detuvo. Minseok lo había dejado hacerlo, intrigado por su comportamiento—. Muy guapo.
—En realidad me odias. Deja de actuar así.
—No des por hecho que es así. ¿Sabes?, todo lo que he hecho desde que nos conocemos ha sido para llamar tu atención. —Sehun bajó su mano hasta dejarla descansar en el cuello de Minseok y mirarlo a los ojos—. ¿No te habías dado cuenta?
Ah, claro, obvio. Y que se note el sarcasmo en la afirmación.
—Ya basta. Si esta es tu nueva forma de fastidiarme, entonces felicidades. Lo haces muy bien. Ahora déjame. —intentó alejar las manos de Sehun de él, pero Sehun no se lo permitió y esto obligó a Minseok a mirarlo.
—Me gustas. En serio.
Minseok se negaba a creerle.
—Lo dices porque soy tu salvación. Te han expulsado de la universidad por sexta vez, y el escaparte para verte con Luhan no fue lo mejor. Si no hablo a tu favor frente a tus padres, entonces estás perdido.
—Lo digo en serio cuando digo que me gustas.
¿Por qué seguía insistiendo con lo mismo?
—Hace un rato parecía que te gustaba Luhan.
—¿Es un reclamo de alguien celoso? —Sehun sonrió con la pregunta.
—Es una observación de alguien que te conoce. —corrigió Minseok.
Se siguieron viendo en silencio en la misma posición. Cada uno intentaba analizar al otro.
—Me gustas. —repitió Sehun—. ¿Por qué es tan difícil creerme?
—Porque no es cierto.
Sehun dejó caer sus manos al asiento, liberando a Minseok de su agarre. Era inútil seguir insistiendo.
El taxista les dijo que ya habían llegado a la residencia Shim. Los dos bajaron del auto luego de pagarle y después permanecieron frente a la entrada.
—Sé que Luhan es mi medio hermano. —soltó de repente Sehun estando solos.
¿¡Lo sabía!?. Minseok se puso pálido.
—¿¡Cómo…!? —no podía formular una pregunta coherente.
—No importa. Sólo lo sé. Así como también sé que mi madre quiere ofrecerle un trabajo en la compañía. Pero creo que detrás de todo esto de ofrecerle un empleo hay algo más. Tú no me lo vas a decir y cómo no sé qué es eso, entonces estaré junto a Luhan hasta descubrirlo.
Minseok estaba sorprendido. El inmaduro, vago y a veces irritante Sehun, era en realidad; intuitivo, perspicaz y estratégico.
Sí, su madre ocultaba algo. De hecho le ocultaba lo de su enfermedad terminal a todo el mundo menos a Minseok. Pero él no podía decirle nada a nadie. Jaekyung quería dejar a Luhan ocupando su puesto en la empresa, y la noticia no le gustaría a Sehun.
Luhan y Sehun juntos sería un gran problema.
—Entonces si sabes que es tu medio hermano, con mayor razón deberías dejarlo.
Sehun sonrió.
—Me encantaría que me lo pidieras porque tienes celos. Pero no es así, ¿cierto?. —Minseok se empezaba a sentir incómodo con el tema—. Lo dejaré si me dices qué quiere hacer mi madre.
—Luhan acabó la universidad y dado que no ha conseguido empleo, tu madre quiere darle una oportunidad en la empresa.
No era del todo mentira. Sehun seguía sonriendo.
—Creo que sabes más de lo que dices.
—Por favor, Sehun. Sólo déjalo. —nunca le había pedido algo.
Sehun era consciente de eso.
—No puedo. Creo que la única manera de saber qué esconde mi madre es estando cerca de él.
Sehun no daría su brazo a torcer y Minseok lo comprendió, así que sólo vio la espalda de Sehun cuando se giró a abrir la puerta. Antes de ingresar a la casa, Sehun dijo algo más.
—A pesar de todo, es verdad cuando dije que me gustabas. Aunque no aceptaste mis sentimientos, tampoco me rechazaste, así que nos veremos luego. —después de eso entró y cerró la puerta tras de sí.
Minseok quedando solo, suspiró. Se había subido al mismo taxi de Luhan, dejando su carro parqueado al frente de la casa de él, por lo que ahora tuvo que caminar hasta la estación de autobús.
Mientras esperaba el autobús, encendió uno de sus cigarrillos y se lo llevó a la boca. Esta noche, iría a dormir en su cama y pensaría claro sobre todo lo que había pasado. Mañana iría por su carro y hablaría de nuevo con Luhan.
Sobre Sehun… bueno, no podía ser cierto que le gustaba. No. Mucha coincidencia que le gustara justo cuando Luhan aparece en sus vidas.