Minseok se quedó sorprendido cuando vio a Luhan apoyándose en la puerta delantera de su auto, justo por donde entraba el conductor.
—Estaba empezando a pensar que no volverías. —comentó al ver que Minseok lo había visto al fin—. Ayer viniste mucho más temprano.
—Bueno.. —su voz salió ronca de la misma sorpresa de verlo allí, así que antes de continuar, aclaró su garganta y luego prosiguió—. Tenía que venir por mi auto. Iba a intentar hablar contigo por la noche, luego de salir de mi trabajo.
—Ya que estoy dispuesto a hablar contigo, ¿Por qué no lo hacemos ahora?
Minseok estaba cada vez más sorprendido. Luhan no quería ni verlo el día de ayer y ahora resulta que es él quien proponía hablar. ¿Qué le había hecho cambiar de opinión? Pensaba que le tomaría días hacer que aceptara la propuesta de Jaekyung.
Bien, como fuera, esto le venía muy bien. Era perfecto que el accediera a hablar.
—Sí, hablemos.
Llegaría tarde a trabajar hoy, pero cuando le contara a Jaekyung el motivo de su demora, ella lo comprendería, porque a fin de cuentas, ella era la más interesada.
Luhan lo llevó hasta la cafetería más cercana y luego de pedir dos cafés -que por coincidencia ambos lo tomaban espesos y sin azúcar- y unos pasa bocas.
Luego de que la mesera les trajera sus cafés, empezaron a hablar.
—¿Este cambio lo puedo tomar como que aceptas trabajar en Shim? —Minseok decidió ir al grano.
Luhan se demoró en responder, mientras tomaba un poco de su café.
Minseok lo vio hacerlo demasiado lento, como si no quisiera responder la pregunta o que la respuesta que iba a dar no estuviera de acuerdo con lo que pensaba.
—Sí, voy a aceptarlo. —Minseok sonrió al escuchar eso—. Pero tengo unas condiciones.
Claro, eso también lo había pensado Minseok. Era obvio que Luhan no aceptaría así como así. Se mantuvo en silencio, mientras Luhan decidía hablar sobre sus condiciones.
Antes de continuar, la mesera los interrumpió cuando trajo consigo los pasa bocas. En ese breve lapsus, el celular de Minseok vibró. Su cara de fastidio fue notoria al ver el nombre de Jongdae como remitente.
Era cierto que habían tenido una cita no hacía mucho, y se habían texteado una que otra vez, pero Jongdae se estaba volviendo algo –demasiado- intenso y eso estaba acabando con el encanto que Minseok le había visto.
Rechazó la llamada y volvió su atención a Luhan, quien miraba lo que hacía con la llamada sin ningún interés en particular.
—Bien, —Minseok retomó la conversación—, ¿Qué condiciones tienes?
—Quiero que se pague la cuenta del hospital de mi padre, quiero que regrese a mi casa y además se contrate enfermera 24 horas para él. —Minseok decidió tomar nota, parecía que no sería la única condición de Luhan—. No quiero participar de ningún evento social que no tenga que ver con trabajo.
Luhan hizo una pausa mientras veía a Minseok escribir.
Era muy poco común que un hombre tuviera una caligrafía impecable. Luhan se daba cuenta que la letra de Minseok era demasiado perfecta, y hasta se atrevería a decir que era bonita. Comparándola con su propia letra, la suya parecía la de un médico: incomprensible.
—¿Hay alguna otra cosa más? —preguntó Minseok, cuando un punto final dio por terminado sus apuntes.
Luhan regresó a la realidad. Estaba pensando en cosas triviales, si tenía o no letra bonita no era algo relevante.
—Sí. Necesito que me paguen por adelantado este mes.
Jaekyung le había dicho que todo lo que él pidiera se le concediera. Ella nunca reparaba en costos cuando se trataba de temas realmente importantes como este.
Minseok sabía que no habría inconvenientes con darle el dinero que Luhan pidiera, pero, también debía saber para que lo necesitaba, porque no era bueno que el hijo de Jaekyung pudiera estar relacionado con personas poco convenientes.
—Jaekyung te dará lo que necesites, pero ella querrá saber en qué lo vas a usar.
—Estoy atrasado en el arriendo de mi casa, y mi nevera está vacía. Muy pronto me quedaré sin luz si no pago los servicios. No creo que sea necesario entrar en más detalles de lo que necesito.
Claramente Luhan no era el tipo de personas que se relacionaba con gente que no debía. Minseok podía deducir que él era el tipo de persona responsable y dedicada a su familia. No era para nada un mal chico.
—Entiendo. —Minseok no preguntó más y comprendiendo para qué necesitaría el dinero, guardó sus notas entre sus cosas y regresó su vista a Luhan—. Jaekyung aceptará tus condiciones.
—¿No deberías consultarlo con ella antes de decirme que lo aceptará? —ahora el sorprendido era Luhan.
—Has pedido cosas que ella ya me había dicho que podía aceptar.
Luhan comprendió.
—Bueno, entonces ahora que hemos llegado a un acuerdo, ¿Cuándo se supone que empiezo?
Minseok pensó que Luhan podría arrepentirse de haber aceptado, entonces debía hacer que empezara lo más pronto posible.
—Hoy mismo. Yo voy a enseñarte todo lo que tienes que saber de Shim y lo que tú debes hacer.